Ciclismo
Los imprescindibles del recorrido del Tour de Francia
Todos tenemos un recorrido favorito para Tour de Francia
En tiempos de dominación como éste de Tadej Pogacar siempre le damos la vuelta al recorrido del Tour y cómo complicarle la vida al gran favorito.
En vísperas de la presentación del recorrido del Tour de 2025 vuelve a nosotros ese potencial diseñador de itinerarios, encadenados, cronos y demás. .
Amo los líos que suceden a cada presentación del recorrido del Tour, como cuando sale la alineación de la selección española y todos nos consideramos con derecho a opinar.
En el caso del Tour, el tema es que hemos crecido con nombres, sitios e imágenes que con el tiempo hemos podido conocer de primera mano y nos gustaría que siempre formaran parte del trazado.
Claro que no es sencillo, evidentemente encajarlo todo más en este ciclismo que, mal que nos pese, tanto cambia.
Sin embargo, he hecho una pequeña lista de Reyes Magos para que cada mes de julio podamos tener encima de la mesa:
El Galibier debería ser el fijo en el recorrido del Tour
Nombres como el Galibier son cimas que nos suenan desde que tenemos uso de razón en ciclismo, circos lejanos e imaginarios donde pasan cosas extraordinarias cada mes de julio, entre miles de personas venidas de medio mundo.
El Galibier forma parte de mis primeros recuerdos del Tour, una cima que por el lado del Telegraphe casi nunca defrauda (Contador, Indurain & Rominger, Roglic…) y que por el otro nos dio el mejor día de Andy Schleck.
Todo Tour que no tenga el Galibier está cojo.
Alternar Ventoux y Alpe d´ Huez
Ambas son cimas en las que siempre pasan cosas, días grandes de ciclismo que, mejor, no visitar el 14 de julio si no se quiere morir de éxito.
La mística de ambas cimas conecta mucho con ese espíritu romántico que manejamos los aficionados con solera, evocando apellidos como Coppi y Simpson, historia con mayúsculas del ciclismo.
En los Pirineos, siempre el Tourmalet, pero…
El vergel de puertos que significa los Pirineos hace que el paso del Tourmalet sea un casi fijo pero sin obviar otros, menos conocidos, pero preciosos.
Es el caso de Bales y en especial Larrau, el sitio donde Indurain vio su vida pasar, pero con una enormidad paisajística y de dureza que merece visitas más frecuentes.
Claro que todo esto aliñado con una dosis fija y rotatoria de Aspin, Peyresourde, Aubisque…
Un prólogo en el recorrido del Tour
Sí, un prologo, no necesariamente todas la ediciones, pero sí recuperar la noble disciplina de la contrarreloj de inicio para ver uno a uno todos los favoritos, disfrutar de las ciudades en las se que monta el tinglado y marcar las primeras diferencias.
Sería volver a aquellos perfiles tan específicos con los que empezamos a amar este deporte, Thierry Marie, Chris Boardman el propio Erik Breukink en el célebre prólogo de Luxemburgo.
¿Qué pasa con las cronoescaladas?
La cronoescalada es una de las grandes olvidadas de la modernidad del ciclismo, no vemos una, de memoria, desde Pogacar, hace tres años, pero la anterior viene desde que Lance Armstrong aplanara el camino hacia Alpe d´Huez.
La modalidad agrupa los dos elementos más decisivos en una gran vuelta, el crono y la subida, siendo un escenario de descarnada realidad para todos.
No han sido un fijo de los recorridos, pero cuando han entrado en el mismo, han dado buenas tardes de ciclismo.
Además sólo acordarse de aquella icónica de Jeff Bernard en el Tour de 1987…
Algo de tierra o adoquín pega con todo
Sé que la inclusión de sterrato y adoquín le añade un indeseado plus de estrés a los favoritos pero en el fondo no deja de ser un guiño más a la incertidumbre e inestabilidad que al final acaba redundando en el espectáculo y la sorpresa.
¿Una etapa final en línea y fuera de los Campos Elíseos?
La histórica coincidencia del Tour con los Juegos Olímpicos en París nos brindó la ocasión de disfrutar de una carrera en línea en la capital para disputar la medalla de oro de ciclismo en ruta con un itinerario diferente al tradicional epílogo de los Campos Elíseos.
La carrera olímpica nos descubrí que en París hay otras opciones más allá de la llegada de siempre, al punto que, ¿por qué no proponer una etapa así para cerrar el Tour 2025?
No sucederá, al menos esta vez, pero del futuro no hay nada escrito.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
CX
Koppenbergcross: Fuera los impresentables del ciclismo
A Eli Iserbyt le arrojaron cerveza a la cara en pleno Koppenbergcross
Aunque hayan pasado unos días, el Koppenbergcross es cada uno de noviembre, no quería dejarlo pasar.
El viernes pasado, en la celebración de una de las citas más simbólicas del calendario de ciclocross, Eli Iserbyt recibió un «vasazo» de cerveza en su cara.
Así fue y así lo explicó el corredor y actuó la organización, que identificó al tipo, fue a buscarle y conducido al cuartelillo.
Que le den por donde la espalda pierde su honorable nombre, que lo identifiquen bien y no vuelva.
Los comportamientos temerarios en ciclismo por parte del público conllevan un peligro brutal para el artista y el público.
Es como cuando un anormal le tiró patatas a Pogacar y Vingegaard en el Tour, a esta gente cabría darles caza y hacer correr su foto por doquier.
El ciclocross es una modalidad proclive a estas estupideces.
Mathieu Van der Poel fue objetivo de algún escupitajo de algún gilipollas, Van der Poel se cabreó y respondió y se le criticó por ello y en la retina tenemos memorables enganchadas de estrellas como Wellens o Groenendaal ante comportamientos infames de algún miembro del público.
Como digo, es habitual que esto suceda en el ciclocross, una modalidad muy de andar por casa en todos los sentidos, con el público calentito de alcohol en más de una ocasión y los ciclistas pasando muy cerca.
Lograrán, a este paso, que las carreras se diseñen para la televisión con cada vez menos espacio para el público local, que acostumbra a hacer el día alrededor de una carrera de éstas y aprovechar para ver a amigos y familiares en medio del cambio en un ambiente de fiesta.
Una pena que sucedan estas cosas, que un templo como es el Koppenbergcross, sitio tan reverenciado, no sólo en ciclocross, se enturbié por esta gentuza.
Yo he visto un ciclocross en Bélgica y es un espectáculo, algo para ver una vez en la vida y recordarlo.
Hace falta ser imbécil para gastar tu mañana festiva en estas cosas.
Imagen: Eli Iserbyt Fan Club
Ciclismo
Ciclocross: Los saltos de Felipe Orts no encuentran techo
Más que la plata es la actitud dominadora lo que marca el europeo de Felipe Orts
Pontevedra ha sido el sitio del cambio, del paso diferente, de la iniciativa y el día de Felipe Orts.
Como nos contó hace unos días, desde que supo que la ciudad gallega iba a ser sede del Campeonato de Europa, Felipe Orts marcó en rojo el día y lugar en su calendario de forma.
Queda mucho para el mundial, pero finales de octubre e inicios de noviembre ha dado con su primer pico de forma con el añadido que correr a sabiendas de la tragedia que sucede cerca de su casa no debe ser bada fácil.
Para Felipe Orts, la carrera de ayer es otro muro derribado en su progreso en una modalidad en la que tener un español en la élite era algo impensable hace tan solo unos años.
El ciclocross vive un buen momento a este lado de los Pirineos desde inicios de siglo, una creciente afición, campas competitivas y ciclistas que están ahí, pero en la esfera nacional, sin embargo lo de Felipe Orts es otra cosa, es un salto que espero no se ciña en su persona.
Un ciclista de La Vila Joiosa, en el corazón de la Costa Blanca, emerge, lidera en España y se va a Bélgica a crecer con los especialistas de la modalidad.
Desde aquella plata sub 23 en el mundial de Luxemburgo, cada año ha sido mejor que el anterior para Felipe, cosa que no es nada sencilla, pero lo consigue ¿cómo? viéndolo ahora y siendo ventajistas ha sido marcándose pasos lógicos y objetivos realistas, no ha querido estirar el brazo más que la manga, y el resultado está ahí.
Desde la mentada plata, se situó a cola de los mejores, les persiguió vueltas y vueltas hasta que un día firmó un top ten en competiciones del máximo nivel, luego vino el top 5, también su propia estructura con sus patrocinadores e incluso algún podio.
Este año fue tomó la decisión de irse a Bélgica, a una estructura belga y la mejora se ve ya, no sólo se cuelga la medalla de plata en el Campeonato de Europa de Pontevedra, lo hace tras una carrera brillante, entre las estrellas belgas, proponiendo y tomando riesgos hasta quedarse solo con Thibaut Nys.
Este paso adelante, hecho en las circunstancias morales más tristes, no es un logro cualquiera, es la confirmación que la determinación de aquel chaval de la Costa Blanca iba en serio y tenía fundamento.
Ciclismo
La salida del Giro desde Albania peligra
La geopolítica incide diretamente en la grande partenza del Giro desde Albania
Pocos días después de la presentación del Tour, vendrá uno de los clásicos de otoño, la puesta de largo del siguiente recorrido del Giro de Italia que en el caso de 2025 anunció la salida desde Albania.
Ahora leemos que la presentación de esta vez se mueve de día y crecen los rumores sobre los motivos reales.
La relación ente Italia y Albania no pasa por sus mejores momentos, con la inmigración y la intención de retener migrantes venidos de África en el país balcánico mientras se estudia si Italia los acepta o no.
El pacto no ha podido llevarse a cabo en los términos Giorgia Meloni, la 1ª ministra italiana, pretendía y esa gran salida del Giro en Albania, pensada para conmemorar las relaciones de los dos países, pende de un hilo.
Sin querer profundizar mucho en otras consideraciones, la verdad es que el mero hecho de proponer a un tercer país que te retenga los migrantes mientras tu decides sobre su surte causa sudores fríos.
La alternativa de salida del Giro 2025 sería, como cuando el Covid, Sicilia y ese vergel de paisaje y ciclismo que supone la gran isla.
Veremos.
Es curiosa la tradición del Giro de Italia de llevar la salida a países con poca tradición ciclista, a esta intención de hacerla desde Albania, un estado con innegables vínculos históricos con Italia, se le suman salidas como aquella de Belfast en Irlanda del Norte y la de Budapest en Hungría.
El Giro llegó a salir de Dinamarca y Países Bajos y espero le devuelva alguna vez la visita a España pues la Vuelta 2025, como sabéis, parte desde el Piamonte, convirtiendo en Turín una de las pocas ciudades que ha tenido las tres grandes vueltas en su contorno urbano.
Ciclismo
Cuidar los símbolos como hace el Tour y los franceses
El respeto del Tour por sus símbolos habla de la cultura ciclista de Francia
Cada presentación del Tour, del Giro, también, pero en especial del Tour de Francia es exhibición de cultura, poder, atracción pero sobretodo de símbolos que hablan de una vasta cultura ciclista que se establece en el país desde el minuto uno.
La presentación es algo así como el reminder de otoño de una realidad que en julio nos abruma en base a un estado volcado en la carrera, que se cita en las cunetas, llena las metas y salidas y colapsa los recorridos.
La cultura del ciclismo en Francia es la envidia, y el Tour se sitúa en lo más alto de la montaña de símbolos.
Pero esa cúspide necesita de una base que se ensancha según bajas la mirada.
Te sacan a pasear los nombres de siempre y según avanza en la presentación de etapas te conectan con Louison Bobet, con Raymond Poulidor y te enfocan a Bernard Hinault y Bernard Thévénet en las butacas.
Con ellos entran en historias, imágenes, fotos y demás leyendas para sacar. a relucir lo mucho que ha pasado en Francia desde que se creó el Tour de Francia.
Luego empiezan con sus puertos, con la reverencia al Mont Ventoux, el Tourmalet, el Aspin, la Madeleine,… santuarios ciclistas ambicionados por ciclistas de medio mundo que tarde o temprano pasarán o repetirán en algún sitio de Francia con la bicicleta.
En su viaje seguro que encontrarán algún memorial de la Gran Guerra, pero también esculturas y placas recordando que aquí Eugène Christophe buscaba un herrero que le ayudara a reparar su horquilla rota hace más de 100 años.
Eso está en Saint Marie de Campan, mítico emplazamiento al pie del Tourmalet.
Es un ejemplo de cómo la geografía francesa se llena de guiños e historias, sencillas pero prácticas, por doquier, asentándose principalmente en los símbolos que provienen del Tour.
Luego están los pueblos que dejan imágenes para la televisión con performances que el helicóptero retrata para la posteridad, pueblos en los que los niños seguramente hayan coloreado y leído algún libro sobre el Tour de Francia.
Que la rueda no pare.
Este 2025 todo el Tour será en Francia, poniendo a una racha de salidas internacionales que han expandido y exportado la grandeza de la carrera que nos ofrece diariamente durante julio un enorme publirreportaje de Francia de varias horas.
Envidia sana, pero envida al fin, porque a este lado de los Pirineos el mimo que se pone a estas cosas es anecdótico, y cuando algo, se llame Tour o Giro, goza de una simbología potente, todos la hacen suya y la cultivan, por eso, incluso en sus años deportivos más oscuros, el ciclismo francés ha salido adelante.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
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