Ciclismo
Una París-Roubaix femenina es de justicia
Published
11 meses agoon
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Iban Vega
La París-Roubaix femenina salda muchas deudas al mismo tiempo
Si hay una carrera ciclista cuya creación en los últimos años ha sido solicitada como ninguna otra entre corredoras y aficionados, esa la París-Roubaix femenina.
Si hay una carrera cuya primera edición parecía -ante los aparentes oídos sordos de ASO- más una utopía que una realidad, esa es la París Roubaix femenina.
Y, si ha habido un anuncio sorprendente como pocos en los últimos tiempos, es precisamente ese… la creación de una París-Roubaix femenina.
Las circunstancias no pueden ser más peculiares.
Con la obligada reubicación del calendario ciclista por parte de la UCI, la edición 2020 del Infierno del Norte pasa a disputarse el 25 de octubre.
Y con la publicación del calendario World Tour, sin anuncios grandilocuentes, introduciéndola en silencio cuando quizá nadie la esperaba, ahí aparecía: una París-Roubaix para mujeres.
La discreción con que se materializó el anuncio no impidió el aluvión de respuestas positivas en redes sociales.
Por fin.
Ya era hora.
Sea un gesto simbólico de ASO o, esperemos, una apuesta fuerte y con visión de futuro, se tapa el hueco más necesario a corto plazo que sufría el calendario femenino.
Si, más importante que la creación de un Tour de Francia para ellas.
Aunque de esto, que también empiezan a circular fuertes rumores, podemos hablar en otra ocasión.
Las ganas de una Roubaix eran tales que incluso ciclistas ya retiradas como la neerlandesa Iris Slappendel, en su día campeona nacional en el país líder entre las féminas, mencionó que se plantearía una vuelta a la actividad profesional solo por darse el gustazo de rodar sobre los adoquines del noreste de Francia.
Annemiek van Vleuten, actual campeona del mundo, siempre dijo que no se retiraría hasta que existiese una Roubaix femenina
Ahora ya podría hacerlo con la conciencia tranquila, si bien, por suerte, aún no está entre sus planes a corto plazo.
Faltan muchos detalles por conocer, especialmente en cuanto al recorrido.
Pero ASO, afortunadamente, ya anticipó que se pasarán varios de los tramos míticos de la prueba masculina.
Se disputará el mismo día que los hombres, presumiblemente finalizando unas pocas horas antes. Y, habiendo entrado automáticamente a formar parte del Women’s World Tour, debería de tener garantizada la retransmisión televisiva.
Si todo va bien, y desde ya cruzamos los dedos por ello, el próximo 25 de octubre tiene todos los papeles de convertirse en una de las jornadas más memorables del ciclismo moderno: París-Roubaix por partida doble, es decir también femenina, etapa del Tourmalet en la Vuelta a España y contrarreloj final del Giro de Italia, todo condensado en unas pocas horas.
Serviría para compensar, al menos en una pequeña parte, los muchos sinsabores vividos durante esta primavera.
Ah, y esto tal vez sea una lanzada a la piscina en toda regla, pero si quieren pronósticos, apunten este nombre para levantar el primer adoquín en el velódromo de Roubaix: Jolien D’hoore.
Foto: Paris-Roubaix