Ciclismo
Mont Caro, un puerto Tour con vistas al mar
La Volta 2023 se jugará en las rampas del Mont Caro
No es muy grande el territorio de Terres de l´ Ebre, ese rincón de Catalunya que baña el río Ebro antes de adentrase por su Delta al Mediterráneo. No es muy grande, pero ello no le quita un ápice de originalidad a un territorio en el que el ciclista lo tiene todo a mano, desde la misma orilla del mar a la cima del Mont Caro, un enclave de la exigencia de los grandes puertos con el azul siempre de fondo.
La Volta a Catalunya volverá sobre los pasos de hace unos años, de cuando Valverde firmó una victoria redonda, y de cuando Perico y Lucho Herrera dieron brillo a una ascensión que, como el propio Joseba Beloki define, “es un puerto digno del Tour de Francia”
Y ¿qué es un puerto Tour para un ciclista que tan bien conoce la mejor carrera del mundo?
“Como las subidas que tenemos por allí, Mont Caro es duro y largo, y lo será más, pues seguro que la gente entrará muy rápido desde su base. Si buscamos alguna similitud, me recuerda a Luz Ardiden en su primer tramo, con esas curvas y zigzags, viendo siempre donde vas a terminar” comenta y prosigue: “Su parte final me lleva al Circo de Troumouse, un puerto de Pirineos, muy cerca de España. Aquí se vuelve estrecho y descarnado, un puerto de esos en los que sientes la soledad del ciclista”
El coloso que todos conocen pero nadie espera
Para Edu Prades, ciclista nacido en la zona y pro del Caja Rural, “el Mont Caro es algo que la gente no se espera estando tan cerca del mar. En 40 kilómetros tienes una variedad brutal de paisaje y ciclismo en un desnivel de 1400 metros”.
Admite que le entristece que la Volta no pueda subir hasta arriba, hasta las antenas, pues “habría sido brutal lo que se podría ver desde la cima, unas vistas impresionantes”. La carrera hace alto en lo que en el mapa se llama el Portell, “más a o menos a cinco kilómetros de la cumbre”.
Como hace Beloki, Prades también marca dos partes de ascensión: “La primera es más suave, con pendientes llevaderas antes de una pequeña bajada y el paso por un puente que marca el inicio de la subida dura, aquí la pendiente se hace constante hasta meta. Se pueden hacer perfectamente diferencias”.
Hace menos de dos años, Joseba Beloki firmó un logro singular, “una bendita locura” como él lo describe, un everesting en el Mont Caro: “Fue una experiencia muy bonita que puso el sitio en la mente de muchas personas. El Mont Caro es un referente en la zona para muchos ciclistas y quería dejar un recuerdo en el sitio. Resultó muy bonito hacerlo, rodeado de gente y amigos y recordar que aquí hay un puerto de Tour de Francia”.
Su aventura resultó un éxito, “tiré de oficio” subraya, incluso en unas circunstancias que a veces aparecen en el lugar: “El viento puede ser un compañero en la subida -explica Eduard Prades- y acabar condicionando las cosas”.
Con todo para el ciclista de la zona que la Volta venga por aquí “es un escaparate brutal, estaremos en una subida muy exigente y larga con el mar y el Delta del Ebro como telón de fondo, pocos sitios pueden ofrecer esta variedad”.
Imágenes: @ZikloTeam
Ciclismo
La ridícula sanción a Isaac Del Toro
Que la noticia sea la sanción y no la histórica victoria de Isaac del Toro es penoso
En el treno de Tadej Pogacar para conquistar por primera vez la Milán-San Remo, Isaac del Toro emerge como uno de los nombres clave para llevar a la gente a mil por hora en Cipresa y Poggio
El mexicano llega a tope tras una Tirreno ejemplar a favor de Juan Ayuso y el éxito en la Milán-Turín, ahora mismo la competición más antigua del ciclismo.
Lo que vino sorprendió a todos: Isaac Del Toro ganó a la sombra de Superga tras irse con otros dos corredores en el tramo final, pero al cruzar la meta, su maillot (que en realidad era un mono) tenía la cremallera bajada, mostrando el pecho.
Cruzó la meta de esta guisa, a mí me extrañó mucho, porque los ciclistas son los primeros en estar a bien con su mecenas, pero es que no fue algo intencionado; la cremallera de su traje se rompió, y no pudo arreglarla antes de llegar al final.
Más que nada estaba por otros temas, ganar una carrera, por ejemplo.
A pesar de que se trató de un accidente, la UCI decidió sancionar a Del Toro con una multa de 200 francos suizos (unos 208 euros).
La razón fue esgrimida: «Dañaba la imagen del deporte».
Sinceramente, no le veo sentido pues el atenuante de la cremallera rota debería prevalecer.
Fue un incidente fuera de su control.
La sanción ha dejado boquiabierto a más de uno, la UCI no muestra flexibilidad en ciertos casos, aunque el ciclismo moderno está intentando adaptarse a nuevas tendencias.
No fue el único caso de sanción en la carrera. También se multó a otros dos corredores: Jonas Rutsch, por tirar basura fuera de las zonas permitidas, recibió una multa de 250 francos suizos y una penalización de -25 puntos UCI. Además, Baptiste Huyet fue multado con 100 francos suizos por orinar en público.
Si el gran organismo quiere ganarse el favor del aficionado y seguidores, ha escogido el peor camino para lograrlo.
Ciclismo
Milán-San Remo: los 3 escenarios
Cipresa, Poggio y descenso final, los lugares clave de la Milán-San Remo
Los días previos a la Milán-San Remo son de los mejores momentos del año.
Primero, porque marca la apertura oficial de nuestro periodo favorito, la primavera, y todo lo que ello conlleva.
Aunque esta sea la gran clásica más al sur de Europa, no deja de ser el punto de arranque de la temporada de las clásicas más esperadas, con los adoquines que pronto llegarán y todas las competiciones que acontecerán en el norte de Europa.
Pero también existe un cierto cosquilleo, típico de los días previos a los mundiales, ya que ese desenlace que nos tiene enganchados, esos cinco minutos de máximo esfuerzo de los que nos hablaba el manager de UAE en nuestro podcast, nos hacen pensar y hacer todo tipo de cábalas sobre lo que va a pasar.
En este contexto, hay tres posibles escenarios que podrían marcar el desarrollo de la carrera.
Por un lado, comenzando con la parte noble de la Milán-San Remo, encontramos la Cipresa, un nombre mítico donde los haya, que cada año se pone más en el foco gracias a esta generación de ciclistas increíbles que nos ha tocado disfrutar.
Hace 10 años, un ataque aquí parecía una quimera, pero hoy en día, para muchos, es la manera de poner la carrera en un punto de dureza tal que todo explote antes del final.
Sin embargo, nadie ha llegado solo a San Remo después de escapar en esta subida, desde nuestro amado Claudio Chiapucci hasta la fecha.
Todos miramos al «coco» esloveno, Tadej Pogačar, pensando que debe atacar aquí.
Pero esa parte llana que le separa del Poggio, el último gran asalto, genera dudas.
Es un freno importante, especialmente cuando tenemos equipos en el pelotón que pueden reducir las escapadas.
En todo caso, el escenario más probable es que la carrera ya esté completamente disparada hasta llegar a la Cipresa, con los grandes nombres subiendo a toda velocidad y descendiendo a gran ritmo por Liguria.
Luego está el Poggio, un puerto que no puede ser considerado como tal si no fuera porque está al final de 290 km a máxima velocidad.
El Poggio tiene un punto clave: esa recta justo antes de la última subida y la curva famosa de la cabina.
Es en este tramo donde prácticamente todo se resuelve.
Este es el tramo de Mathieu van der Poel y también de otros grandes ciclistas que han ganado aquí, como Julian Alaphilippe y Wout van Aert, entre otros.
Incluso Peter Sagan, que nunca ganó San Remo, solía lanzar sus ataques en esta zona.
Esperar a ese punto puede ser una perdición, porque la explosividad de Van der Poel, por muy completo que sea el esloveno, es letal.
Por tanto, una estrategia más clara para Pogačar podría ser jugársela un poco antes e intentar abrir un hueco en esas rampas tan sencillas, que en otros momentos de la carrera parecen ser decisivas.
No olvidemos el descenso, que no es poca cosa.
Es un descenso muy técnico, lleno de tensión y peligro, con muchas trampas.
Todos recordamos la caída de Pogačar en la Strade Bianche hace unas semanas, o la forma en que se apartó del camino cuando Mohoric comenzó a tomar todos los riesgos en ese mismo descenso hace tres años.
Arriesgarlo todo para ganar San Remo, si no ha logrado irse en la subida, es un desafío mayúsculo.
Lo que está claro es que, si no abre distancia en el descenso, será muy complicado que lo consiga en el tramo final, a menos que logre sorprender a todos.
En todo caso, esta maravillosa carrera, con su recorrido tan traicionero y de doble filo, es perfecta.
Podríamos incluir hasta diez nombres que pudieran ganarla, lo cual hace que la lista de posibles ganadores sea tan extensa que, en otras competiciones, ni mucho menos podríamos ver algo parecido.
Bienvenidos, señoras y señores, porque esto es la primavera.
Ciclismo
UAE no hace prisioneros
Con dos meses de temporada, UAE Team Emirates roza la veintena de éxitos
Una vez finalizó el Tirreno-Adriático con la victoria de Juan Ayuso, el equipo alcanzó un total de 18 victorias en la temporada.
Esto significa que, a poco más de dos meses de competición, ya han logrado casi 20 triunfos.
Han pasado muchas cosas desde que Jonathan Narváez inauguró el casillero de victorias del equipo en el Tour Down Under en la lejana Australia, esos días de enero en los que había que levantarse a horas intempestivas para ver ciclismo.
Desde entonces, el equipo ha ido acumulando triunfos en todos los frentes, destacando, claro está, las victorias de Tadej Pogačar, quien ha ganado el UAE Tour y la Strade Bianche.
Además, Juan Ayuso ha sumado el triunfo en el Tirreno-Adriático y un par de clásicas.
Sin embargo, más allá de Ayuso y Pogačar, el equipo ha logrado triunfos con hasta ocho ciclistas diferentes.
El mánager del equipo, Matxin, comenta que pierden muchas más carreras que las que ganan.
Por ejemplo, el año pasado tuvieron más de 200 días de competición y, entre comillas, «sólo» ganaron en 80.
Y es cierto: pierden más de lo que ganan, como cualquier otro en la vida.
Sin embargo, lo que ganan es absolutamente arrollador.
Han cambiado el paradigma del ciclismo, siendo protagonistas en todas las carreras y con una alineación estelar, siempre como favoritos.
El equipo se ha convertido en el referente al que todos se miden para cualquier movimiento.
Recuerdo cuando el técnico me comentó hace años: «Queremos ser protagonistas en todas las carreras«.
Y hoy lo están siendo.
Claro que para lograrlo, han hecho una apuesta brutal por el talento, y, aunque no siempre fichan a golpe de talonario, salvo en casos muy puntuales, algunos de sus mejores fichajes han salido desde su propio sistema de desarrollo.
Es cierto que ciclistas como Almeida o Adam Yates llegaron con una buena trayectoria, pero el verdadero sello del equipo sigue siendo esa labor de scouting absolutamente brutal, que les da una ventaja competitiva.
A todo esto, se suma el poder económico que atesoran, lo que les garantiza un éxito que pocas veces hemos visto en este deporte.
Además, estamos siendo testigos directos del caso de éxito más impresionante que hemos visto en el ciclismo en los últimos 40 años: el de su líder esloveno, que amenaza con romper todos los récords, algo que muchos dábamos por imposible hace poco tiempo.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Ciclismo
Vingegaard sin Volta y todo al Tour
El miedo a otra caída hipoteca la primera mitad de temporada de Vingegaard
No ha sido un buen día para la Volta, días antes de empezar: al recorte de su etapa final, se le une la baja de Jonas Vingegaard, el principal favorito de haber tomado parte.
Recuerdo una Volta que tuve la ocasión de trabajar en la organización cuando, a horas del inicio, se confirmó la baja de una estrella como Laurent Jalabert.
Recuerdo la decepción entre el equipo, nutrido de no pocos voluntarios, entusiastas y fieles del ciclismo, por la caída del cartel de uno de los grandes nombres.
Lo digo porque tras cada carrera hay alma y en especial en ésta, tan de la gente.
Pero ll equipo Visma-Lease a Bike ha revelado sus siete ciclistas para la Volta a Catalunya y Jonas Vingegaard no está entre ellos.
El danés tenía previsto participar en esta carrera, pero la caída que sufrió en la París-Niza, que le obligó a retirarse de la prueba francesa, le impide estar en la salida de Sant Feliu de Guíxols.
Sinceramente, pensé en esta posibilidad en el mismo momento que vimos a Vingegaard dolorido tras la meta el día de su caída.
La Volta se queda sin uno de los grandes nombres del pelotón, justo un año después de que Tadej Pogacar se llevara la victoria, además de ganar cuatro etapas.
Es un hecho que después del accidente en la Itzulia el año pasado, el líder del Visma está siendo muy precavido –lo dice cada vez que le acercan un micro– y no se descarta que no vuelva a competir hasta el Dauphiné en junio.
El equipo explicó que Vingegaard “aún no se ha recuperado completamente de su caída en la París-Niza” y que, por eso, no correrá la Volta a Catalunya.
Si se ha recuperado o no lo saben ellos al 100%, pero que entre los amarillos hay paranoia con las caídas, razones no les faltan, creo que flota en el ambiente.
Este año, Vingegaard ya había participado en la Vuelta al Algarve, donde ganó la última etapa, una contrarreloj.
Si no se incorpora a su calendario, no volvería a competir hasta el Critérium del Dauphiné en junio.
Los siete ciclistas elegidos por Visma para la Volta son Kelderman, Kuss, Simon Yates, Kruijswijk, Lemmen, Brennan y Huising.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
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