Mikel landa
La pasión por Landa y Pinot no responde a la lógica
Publicado
2 años atrásen
Por
Iban Vega

Tanto Pinot como Landa son lo más emocional del ciclismo
El epílogo del Dauphiné, la jornada final fue una locura que tuvo un punto de conexión con la realidad que conocíamos y siempre vuelve, la alineación de los elementos contra Mikel Landa y Thibaut Pinot.
Y es que el punto trágico que rodea dos corredores que despiertan pasión, directamente pasión, los puedes amar incondicionalmente, admitiendo que sus «lagunas» son parte de su encanto, o no querer ni ver, porque les acusas, en el caso de Landa de ser un lastre para Nairo, en el del francés de consolidarse como una eterna promesa.
Landa y Pinot son dos corredores con una vara de medir al margen de los mortales
Los dos caminan por la cresta de los treinta años, ambos explotaron hace menos de diez, y de forma regular nunca han salido de la escena, aunque siempre algo les ha negado el premio máximo.
Una corsa es obvia, Landa y Pinot, incluso para los más críticos, no esconden una clase que destila cada pedalada.
Son dos corredores que centran miradas, que se llevan titulares y seguimiento propio, pero en carrera, como el día les pille inspirados, que tiemble el rival.
Los dos tienen jornadas de esas redondas que pasan a los anales.
El Mikel Landa del Giro del 2015 y el Tour de 2017: en ambas carreras, incluso trabajando para un tercero, tuvo su cuota de gloria, abriendo la puerta, sobre todo en el mentado Tour a poder disputarle la más grande alos mejores, se quedó a un suspiro de un ciclista como Romain Bardet, que fió su suerte a esa carrera.
Bahrain intentando romper el treno del Jumbo Visma. Si hay que hablar de valentía hay que hablar de MIKEL LANDA MEANA.
— Carlos CR (@CarlosCR_) August 15, 2020
Thibaut Pinot tiene etapas en las tres grandes, ha pisado el podio del Tour, muy joven además, y firmó jornadas como ese Giro de Lombardía de vértigo que gana a Vincenzo Nibali, tras un trazado, ese de Como y alrededores, en el que los descensos tiene tanto que decir.
Los descensos, esos mismos que el francés tuvo que tratar con ayuda psicológica.
[elementor-template id=»36790″]
Días así son oro, un clavo ardiendo para el landismo y el «pinotismo», que ya hay un perfil que habla por el colectivo.
"El tour no es una obsesión. Me gusta mi vida como está ahora. Es la vida con la que soñaba y sé que si gano el Tour de Francia, no volveré a tener esta vida. Tengo ganas de cambiar de vida? No.
El francés que gane el tour será una Estrella, tengo ganas de ser una estrella? No pic.twitter.com/eRFkScmAiV
— Pinotismo (@pinotismo) July 9, 2019
Y así pasan los meses, los años, esperando que ese gran momento llegue mientras sendos iconos caen en la batalla, a veces fruto de un sobreesfuerzo brutal, otras por que un rival les empuja para no caerse, otras por un dolor de espalda o un golpe en la rodilla, da igual, el hecho en sí no es lo importante y sí el hilo que trence el argumento y acabe donde todos esperan que acabe: que su hombre siempre ha sido caballo pero que la vida es cruel y no les trata con justicia.
Pinot pone rumbo al Tour de Francia despidiéndose de sus cabras.
Esto SÍ es #TDF2020
Mi favorito desde hoy. pic.twitter.com/obaCPdQs2g
— Juan Clavijo (@Juan_Clavijo_) August 26, 2020
En este Tour, con un duelo de bloques anunciado, los versos libres pueden ser la clave, hete ahí Landa y Pinot, ahora mismo las mejores opciones de ciclismos tan importantes como el español y francés, abanderando la parte emocional que nunca debe ser subestimada en un deporte abordado por los números y la ciencia.
Pinot y Landa son esos «bárbaros» en un rincón de la Galia que hicieron fortuna en el corazón de una masa de aficionados que nunca les dejarán a su suerte…
Te puede interesar
Mikel landa
Los mejores años de Mikel Landa ya pasaron
Publicado
1 mes atrásen
5 de junio, 2022Por
Iban Vega


Hay que tirar varios años atrás para ver al mejor Mikel Landa
Es curioso que este artículo llegue pocos días después del segundo podio del Mikel Landa en el Giro en siete años.
Pero como ya dijimos el otro día, creo que el éxito del podio del Giro, porque un podio es un éxito, más cuando dices que es tu primer objetivo, esconde una segunda cara, la de un techo de cristal que me temo Mikel no va a romper.
Durante este Giro, Landa ha sacado a relucir lo mejor que tenía y en ningún caso logró despegarse de sus rivales
Jugó todo, legítimamente, al podio, pues para la general creo que no le quedaba mucho más, pero en ese camino demostró que estaba con los mejores pero nunca fue capaz de dejarlos atrás.
Y lo intento varias veces, como Carapaz, aunque con idéntico resultado.
Si a eso le añadimos que etapas como Turín le van a contrapié, por ser cortas y explosivas, y no hace ademán de mejorar en la crono, creo que Mikel Landa debería darse cuenta que sus mejores años en las grandes vueltas quedan lejos.
A Landa le pasó lo que a otros muchos corredores, se me ocurre, por ejemplo, Roberto Heras, quien creo que tuvo sus mejores días sobre la bicicleta en instantes incorrectos, pues, como se vio, se debía a terceros.
Igual que el salmantino quemó sus mejores piernas en alguna de las etapas clave del Tour de hace veinte años en favor de Lance Armstrong, Mikel Landa dejó selló en dos carreras: Giro de 2015 y Tour de 2017.
Obviando que en el Giro de 2017 tuvo aquel percance en el pie del Blockhais con Geraint, y que un año antes había abandonado justo cuando acababa de firmar su mejor crono de siempre, aquella del Chianti, creo que esas dos grandes vueltas pudieron ser de Mikel Landa.
No es la primera vez que decimos abiertamente que Alberto Contador salió muy vivo de situaciones complicadas en el segundo Giro que gana porque a Mikel Landa, literalmente le atan a Fabio Aru, a todas luces inferior al vasco.
Landa en ese Giro tenía dinamita, con duelos directos con el ganador que solventa a su favor y cortes que provoca de lejos.
Pero le mandaron someterse a Aru, Astana prefirió a dos en el podio, aunque fueran segundo y tercero, que optar al primero.
Tan respetable, como triste.
El Tour de 2017 es otra pieza de colección
Enrolado en un equipo que no permite alegrías a quien no se apellide Froome, Landa tira y tira de su líder, del pelotón, se mete en fugas, cierra huecos y tiene suficiente para llegar con los mejores, o muy cerca de ellos.
En una carrera que aburridísima, él puso la única nota de color camino de Foix con Contador y casi arrebaña el podio a Bardet en ¡una crono! en Marsella.
Yo, desde aquellos tiempos, le he vuelto a ver tan fuerte: ni siquiera en Movistar, ni si quiera cuando queda cuarto en el Giro que gana Carapaz, más fuerte que él esos días, ni siquiera cuando queda cuarto en el Tour, desplazado del podio por Richie Porte.
Por eso, mis queridos landistas quizá convenga recalibrar y apuntar a otros objetivos, que son bonitos y engrandecen, un poco como supo hacer. en el Giro 2017, ir a por etapas, KOM´s y esas cosas que aderezan el palmarés y el cariño de la gente.
Mikel landa
Giro 2022: Mikel Landa y la vida paralela del “landismo”
Publicado
1 mes atrásen
1 de junio, 2022Por
Iban Vega

El podio del Giro 2022 es un baño de realidad para el landismo
En ciclismo, en este Giro, muchas cosas se pueden explicar desde la razón del número y la experiencia del resultado, pero lo de Mikel Landa y el landismo no responde a lo convencional.
Ésta y otras conclusiones creo que quedan claras de lo que hemos visto en tres semanas de Giro, 21 dias de nuestro 2022 que ha evidenciado una cosa: que Mikel Landa ha tocado techo.
Cualquier lectura que hagamos sobre lo visto en tres semanas de carrera por Italia debe conducir a una conclusión que no admite matices.
Durante mucho tiempo Landa ha soñado con repetir el podio del Giro de 2015 en una gran vuelta y ya lo tiene.
Hoy, como entonces ha firmado una tercera plaza, pero las sensaciones no tienen nada que ver.
Si en la carrera que ganó Alberto Contador, con Fabioi Aru, segundo, la flecha de Landa marcaba hacia arriba, mucho me temo que las sensaciones en este Giro 2022, aunque el landismo no quisiera admitirlo jamás.
Landa ha realizado las dos carreras que conducen hacia el podio, con desigual resultado.
Si en la primera, en la que normalmente solía fallarle algo, lo ha hecho bien, en la segunda la realidad le ha demostrado que el nivel ahora mismo ya no es el que él es capaz de dar, que la victoria está en otro escalón, ahora mismo, y creo que en el futuro, le queda lejos.
El landismo respiró satisfecho cuando vieron a su hombre pasar todas y cada una de las cribas del Giro 2022.
Cribas que acabaron, de una manera u otra, con muchos favoritos, pero que pasaron de largo por Mikel Landa.
Otra cosa fue la carrera que se ceñía solo a Landa y lo que fuera capaz de conseguir.
Landa ataca, no lo que muchos quisieran, pero ataca, se mueve y la realidad es que nunca fue capaz de dejar a su dos grandes rivales.
Les pondría en más o menos aprietos, pero no hubo manera ni forma de distanciarlos, salvo en lar remontada que le realizó a Carapaz en el tramo final de la Mamolada.
Nosotros no tenemos los números de Landa entrenando, ni sus umbrales ni progresiones, pero la sensación de que este corredor tiene lejos sus mejores años se ha confirmado en este Giro.
El Landa del 2015 o el del Tour de 2017 no ha sido el de estos días por Italia, no sé la causa, aunque puedo imaginarme que es por puro paso del tiempo y el surgimiento de nuevos rivales, cosa que por otro lado es muy lógica.
¿Y ahora qué?
Pues con sendos podios, separados por siete años, un caché interesante y una calidad innegable, quizá llegue el momento de pensar en otras cosas, apuntar a etapitas y esas cosas que también llenan la boca y te pone en titulares.
Ir a por eso, mientras se pueda, pues da la sensación de que cada triunfo se disputa como si fuera el último.
A Landa le debería valer esta nueva realidad que el Giro 2022 les ha puesto sobre la mesa, el tiempo pasa para todos y ahora mismo no son pocos los que parecen mejor baza para un podio que Mikel Landa.
Otra cosa es que el landismo piense que cualquier milagro es posible.
Imagen: Sidi – Fabio Ferrari/SprintCyclingAgency©2022
Mikel landa
Giro 2022: ¿Con qué se conforma Mikel Landa?
Publicado
1 mes atrásen
25 de mayo, 2022Por
Iban Vega

La pequeña opción de ganar el Giro debería espolear a Mikel Landa
El minuto largo que Mikel Landa le ha sacado en Lavarone a Joao Almeida era la principal noticia que buscaba en este primer tramo de montaña de la semana final del Giro 2022, pero ¿se va a quedar Mikel ahí?
Es cierto que Mikel Landa ya tiene un podio en el Giro, hace siete años, y que desde entonces no ha podido repetir resultado.
También lo es que en este tiempo, Landa ha firmado alguna cuarta plaza muy dolorosa que le ha dejado con la ganas de subir al cajón de Giro y Tour.
En el caso de Francia, año 2017, fue especialmente triste, por quedarse fuera del cajón por unos segundos ante Romain Bardet.
Sea como fuere, el podio siempre ha sido el primer objetivo declarado, una y otra vez, en cada ocasión que Mikel ha afrontado una gran vuelta, sin embargo, me cuesta creer que el vasco firme ya, ahora mismo, una plaza en el cajón de Verona.
A unos días de acabar el Giro 2022, Mikel Landa está a poco más de un minuto del líder, Carapaz, y el segundo de la general, Hindley.
Tiene una traca final de montaña que juega a su favor y una crono de la que no guarda malos recuerdos.
Está claro que las fuerzas entre los mejores está igualadísimas, pero no sé yo si se va a ver Mikel Lnada en otra igual en un futuro inmediato.
Se ha quitado a Almeida del retrovisor, el podio es factible, pero no atacar a los de arriba sería injustificable.
Minuto largo de Landa a Almeida que puede ser la primera piedra para el podio pero… ¿le vale sólo el podio a Mikel? #Giro2022
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) May 25, 2022
Sabemos que no es sencillo, pero corredor por corredor no veo a Carapaz y a Hindley rivales infranqueables como para no intentarlo.
Claro que arriesgar puede costar el podio, aunque quizá el premio gordo merezca la pena.
¿Qué hacer entonces?
Pues algo nuevo, diferente, no esperar al final, buscar tensar la cuerda y moverse mejor que los demás.
Hemos visto en sendas etapas que Wouter Poels y Santiago Buitrago tenían para estar hasta con los mejores, no aprovecharlos en un terreno favorable a Mikel sería algo de lo que se podría arrepentir toda la vida.
Soy consciente, opino desde el sofá, con comodidad e ideas claras, pero lo que Mikel tiene a tocar es tan grande que quizá merezca la pena arriesgarse.



Ahora mismo el Giro 2022 sonríe a Mikel Landa, pero… queda mucho
Para hablar de Mikel Landa en este Giro 2022 me permitiréis un símil futbolístico que aquí, en BCN, los que tenemos una edad lo llevamos muy por la mano, cuando muchos años atrás, el Barça ganaba la Liga de uvas a peras, cada año se preguntaba «¿Aquest any, si?» -«¿Este año sí?
Bueno, pues trasladamos el pregunta al corazón del Landismo, esa fe no a cuyo barco los adeptos suben y bajan a la misma velocidad, para saber si, tras lo visto en el primer tercio de Giro, Mikel Landa está en disposición de disputarlo.
Lo que está claro es que lo que el Blockhaus te quita, al tiempo te lo da, y cinco años después, Landa se vuelve a ver con opciones de algo en el Giro de Italia, en el mismo punto de las que se despidió cuando compartía liderato con Geraint en el Team Sky.
Tras lo visto en el Blockhaus, sí que podemos decir que Mikel Landa opta al Giro de Italia 2022
Y lo hace en base a tres puntos:
Por un lado ha salvado su «match ball» particular, con una primera semana limpia, sin pérdidas innecesarias de tiempo, de esas que luego al final ves que le han costado un podio.
Que Landa haya salvado así los primeros días es una señal divina para los más militantes, yo prefiero bajar al nivel de lo terrenal y mirar una general en la que sale a medio minuto del líder, muy cerca de los rivales y con sólo una crono por delante.
El paisaje es halagüeño.
Luego están las sensaciones, aquellas que testamos en el momento del algodón que fue el ataque de Richard Carapaz.
Landa sale a por él, y Bardet, un poco tarde, pero sale, recorta y se acopla a los dos.
No son los rivales más top del mundo, pero son rivales poderosos, ahí está el ganador de un Giro y el titular de dos podios en el Tour.
Lo mejor es que Mikel Landa se vio con ellos y con margen, incluso transmitiendo la sensación de poder dar una vuelta de tuerca, tanto a Bardet como Richard, sin olvidarnos de los que perseguían, especialmente Joao Almeida, un ciclista que se mueve cómodo en el alambre y que en la semana final suele ir a más.
No descartéis ni al luso ni a Hindley, cuya segunda plaza de hace dos años en el Giro cobra relevancia en este momento.
Tercer motivo para pensar que «aquest any si» es el equipo, muy concentrado en Mikel, líder claro, sin fisuras, hasta el momento
Ahora bien, haría muy mal Bahrain si no consideran con seriedad la baza de Pello Bilbao, a menos de minuto y medio de los mejores.
Pello es un valor que emergerá en los días más duros de la carrera, que seguramente no sea mejor en un mano a mano con los que tiene por delante, pero que ahora mismo adquiere un valor táctico sencillamente decisivo.
En el posible éxito de Landa, Pello tiene mucho que decir, aunque al final, Mikel será quien gestione la carrera, los fantasmas del pasado y esas cosas que casi siempre le pasan, como las dos caídas que tuvo camino del Blockhaus, ojo porque el que no le pasen factura de inmediato no quita que le dejen un dolor latente y luego vengan los lamentos.
Y es que en el landismo, toda venda es poca.
Imagen: @Sprintcycling @TeamBahrainVictorious


Tour 2022: No hay palabras para Pogacar


Maillot + culotte Shimano S-Phyre, en busca del ajuste perfecto


El Delta del Ebro es un vergel para el ciclista


Cuando los adoquines decepcionaron en el Tour


Hay muchas cosas que molan del Bora Hansgrohe


¿Habría sitio en este ciclismo para un corredor como Eduardo Chozas?


Tour 2022 para inquietos – vol I


Angel María de Pablos: «Fignon me dio una entrevista en español sin problema»


David de la Cruz: «He crecido en el cambio»


Eduard Prades: «Puedo decir que no he tenido un buen padrino»


El ciclista debería escuchar lo que se dice y se piensa de él


La desconexión entre el aficionado, Movistar y Enric Mas empieza a ser notable


Tour 1983: Angel Arroyo le dio la vuelta a la tortilla


Tour 1992, eso ya no volverá


Tour 1983: Cuando Perico fue el loco de los Pirineos
Dislocación de hombro de Roglic...
Contador: "No es problema" #TDF2022
Lo + leído
- Opinión ciclista3 días atrás
El ciclista debería escuchar lo que se dice y se piensa de él
- Enric Mas5 días atrás
La desconexión entre el aficionado, Movistar y Enric Mas empieza a ser notable
- Ciclismo antiguo2 semanas atrás
Tour 1983: Angel Arroyo le dio la vuelta a la tortilla
- Ciclismo antiguo2 semanas atrás
Tour 1992, eso ya no volverá
- Ciclismo antiguo5 días atrás
Tour 1983: Cuando Perico fue el loco de los Pirineos
- Ciclismo1 semana atrás
Comparar Carlos Rodríguez con Juan Ayuso no sirve de nada
- Ciclismo antiguo2 semanas atrás
Para calentar el Tour, de Merckx al vacío francés
- Ciclismo antiguo2 semanas atrás
El deshollinador que ganó el primer Tour