Ciclistas
Chad Haga: Así se gana la contrarreloj del Giro
El relato de la victoria de Chad Haga en el Giro emociona
Cuando hablamos de Chad Haga, recuerdo el accidente que se llevó por delante a varios corredores del entonces Giant-Alpecin mientras entrenaban por el interior de la provincia de Alicante.
Una historia espeluznante de la que Chad Haga salió especialmente perjudicado.
He pasado por momentos muy duros estando lejos de mi familia antes de esto. Mi padre lleva luchando contra un cáncer de pulmón durante los últimos cinco años. Esta vez, era yo el que sufría y, sí, eché mucho en falta a mi familia. Pero esto ha servido para ver cómo mi familia, mis amigos y mi equipo se organizaban para conseguir que pudieran venir mi hermano y mi prometida hasta España para ayudarme con mi recuperación.
Ese fragmento lo hemos sacado de la entrevista que Nico Van Looy le hizo al americano a los pocos días de aquella jornada que fue dramática, aunque por suerte no trágica.
Aquel día volvieron a nacer esos chavales.
Aquella conversación, la tenemos muy presente cada vez que oímos o leemos el nombre de Chad Haga en algún sitio.
Y de aquella conversación nos acordamos cuando el americano del Sunweb ganó la crono final del Giro en la mismísima Arena de Verona.
Una victoria que se fraguó ese día, pero que se cocinó durante varias etapas y jornadas.
Queremos irnos a Cyclingnews y su blog donde el propio Haga cuenta de primera mano la experiencia y el camino hacia un triunfo en el Giro de Italia….
Lo titula «Alegría, alivio y dolor en Verona» y es una pieza excepcional, escrita desde la intimidad del ciclista, forjada con el sudor y el dolor de una tercera semana del Giro que podemos imaginar el infierno
Esto son retazos, recortes azarosos, de lo que Chad Haga escribe de una experiencia, ahora sí, con final muy feliz…
«Estuve dándole vueltas a qué escribir en el blog durante la semana final del Giro, sobre el descenso del Mortirolo, por ejemplo. Pero visto ahora, estaréis seguros que yo tenía un día especial en Verona»
«Durante dos semanas, desde la etapa 9 exactamente, empecé una cuenta atrás hasta Verona. Ayudé a mis compañeros en la caza de la escapada, pero cada vez que la carrera se rompía me iba de cabeza al grupetto. Dejé escapar oportunidades, pero estaba convencido de mi plan para Verona»
«No puedo decir que fuera sencillo, el Giro es de todo salvo fácil, pasé por malos momentos, pero siempre con el objetivo de guardar piernas para el final. Cada esfuerzo dolía. Claro que tuve dudas de mi opción, sobre cuánto estaba ahorrando y cuánto podía afectar el cansancio a rivales como Primoz Roglic»
«El sábado sólo cuatro subidas me separaban de la corno de Verona. Me preparé para sufrir. Ya en la primera ascensión exploté pero fui a más, empecé a superar ciclistas descolgados de los primeros grupos y notaba que las piernas iban bien, poco a poco me fui convenciendo e incluso le dije al director que estas piernas pueden ganar mañana, si ello a meta, eso sí»
Palabra como «Piano» o «Grupetto» pasaron a ser musiquilla habitual en sus oídos. Ese día, ese sábado, Chad Haga se dejó 6000 kilocalorías en los Dolomitas para llegar a meta.
«El éxito no llega por accidente. Cada detalle cuenta en este nivel, entre los mejores del mundo. Sentí que esta era mi oportunidad cuando Tom Dumoulin abandonó el Giro. No dejé nada al azar y el equipo me respaldó»
Hablando de tecnología, con Suunto tenemos otro nivel de prestaciones
«Cuando partí de la rampa de salida me sentí como en un videojuego, cada giro aparecía como lo había visualizado, mientras mis piernas sacaban provecho de toda esa energía que pude ahorrar durante dos semanas. Llegué rápido a la subida respirando hasta por las orejas. Esprinté en la cima y el videojuego volvió a la vida, trazando las curvas del descenso, comprobando que los discos hacen honor a su fama en cada frenada»
«Al final del descenso me dispuse a vaciarme, otra vez, tras tres semanas de competición por Italia. A veces el sufrimiento alcanza tal nivel que tu única opción se decidir hasta dónde llegar. Pasé por los adoquines con las piernas latiendo de dolor y con la duda de saber si estaba haciendo eso para un simple top ten»
«Entonces pensé en mi madre, en mi mujer, en mi hermano, quienes seguramente estarían chillándole a la televisión. Pensé en los amigos y en los compañeros. Pensé en Victor Campenaerts, quien seguramente nunca me habría imaginado de rival. Pero sobre todo pensé en mi padre, quien había sufrido un cáncer seis años antes. Él nunca dejó de creer, y por eso no podía dejar de sufrir dos minutos más»
«El ruido era brutal, pero pude oír a mi director gritarme algo que nunca me había dicho: has hecho el mejor tiempo»
Así fue, un sueño largamente perseguido y Chad Haga que se hizo con la crono final del Giro de Italia, el dolor, el cansancio lo compensaron todo. se pasó dos horas del lunes respondiendo mensajes en su móvil.
La historia de Chad Haga ese domingo en Verona es común a muchos que un día logran ganar algo importante en su vida, pero escribirlo así, con esa intimidad en el dolor y la soledad de la ruta, no es habitual entre ciclistas, y nos ha gustado tanto, que quisimos compartir, aunque por trozos, una historia que explica este deporte tan ingrato muchas veces, pero adorable siempre.
Imagen: FB de Giro d´ Italia
Ciclistas
Filippo Ganna se quita los asteriscos
El salto de Filippo Ganna en San Remo debe ser un punto de inflexión
Es curioso el caso de Filipo Ganna, no sé si hay gente que le tiene ojeriza o que no se acaba de creer que estamos ante un corredor que, como vimos el sábado camino de San Remo, come en la mesa de los más grandes.
El italiano es uno de los mejores ciclistas de la actualidad, un tipo corpulento, compacto, grandísimo rodador y contrarrelojista excelso, al que sin embargo se le cuestionan los méritos, como creyendo que no va a salir de su zona de confort, eso es, el velódromo y cronos por debajo de los 20 kilómetros.
Pero nada más lejos de la realidad.
Si miramos estos últimos años, Filipo Ganna ha sido un ciclista capaz de evolucionar y mejorar en todos los campos, incluso con su obvia limitación del peso.
Ha llegado más allá de lo que muchos pensaba y lo habrá hecho con un trabajo que podemos intuir.
Filippo Ganna no sólo rueda como los ángeles, ni sólo se cuelga oros olímpicos en el velódromo, ni acumula récords de la hora,.. él ya nos demostró en el Giro de la pandemia que era capaz de sortear dificultades montañosas y acabar muy delante e incluso ganar alguna etapa
El año pasado tuvo un rol interesante en la París-Roubaix y ahora esto de San Remo.
Lo del sábado no lo vi venir.
Se acopló a la estela de Pogacar en el Poggio y acabó segundo batiendo al sprint a Van Aert y al propio esloveno.
Fue la cadena, en engarce para que Van Aert y Van der Poel no perdieran el tren de Pogacar en el primer ataque.
Sólo un pero, el descenso, en el que no le vimos como podíamos presumir, en algún viraje se le vieron las costuras.
Sin embargo ahí sigue Filippo Ganna, que no es solo una pose bonita o un matador contra el reloj, es un ciclista cada vez más completo, que cultiva habilidades y cuestiona aquellos que le veían limitado.
Una vez dije que él come de la mesa de los grandes, esto lo ratifica, aunque espero que el piamontés esté más presente durante más veces durante el año y no nos deje huérfanos de esa calidad «casi pornográfica» durante tantos periodos.
Imagen: FB INEOS Grenadiers
Primoz Roglic
Roglic & Evenepoel, el Giro de Catalunya
El duelo Roglic & Evenepoel es el anticipo del Giro de Italia
La cosas de la vida, la Volta 2023, que con tanto detalle os hemos descrito, se supone este año un anticipo del Giro con Primoz Roglic y Remco Evenepoel en la salida.
A unas seis semanas de la primera grande, y en medio del subidón de la primavera, nos vemos con un entremés de mayo en pleno marzo en una carrera que, por otro lado, ofrece un diseño muy mejorable.
Pero están aquí, con cuentas pendientes y sabedores que los focos van a estar en ellos.
La última vez que Roglic y Evenepoel me midieron fue en septiembre, en el drama que le tocó vivir a Roglic en aquella llegada en llano en la que estaba ejecutando un ataque de esos que duelen, pues no se esperan, pero reporta un golpe moral y unos segundillos.
Roglic acabó por los suelos, destrozado -cuántas quemazones le hemos visto ya- y la sensación que su duelo con Evenepoel dejó hojas en blanco.
Medio año después, vuelven a cruzarse en la Volta, como grandes favoritos en un listado con nombres interesantes -ojalá veamos a un Bernal de regreso- pero ninguno a su nivel.
Sobre esta semana que empieza, creo que el reto para Evenepoel es cojonudo.
Corre un tipo de carrera que sin venirle mal, tampoco es su terreno idóneo, le quitan las cronos, como en casi todos los sitios, y le encadenan a tres llegadas en alto, ante un rival directo en unas semanas.
Ya sabemos que viene de dar grandes números en Tenerife, pero las sensaciones que ofrece el campeón del mundo en carrera son de debilidad cuando le ponen en aprietos para arriba.
Lo vimos en el UAE Tour con Adam Yates, cuando el británico le dejó en el tramo final.
Cierto es que Evenepoel gestionó bien la renta, pero Roglic y otros saben que el belga que resulta tan intratable en ciertos terrenos, ofrece debilidades en las llegadas en alto.
No sé hasta qué punto Roglic vendrá a disputar la general.
Tras hacerse con la de la Tirreno transmitiendo la sensación de que pasaba por ahí, ahora tiene opción de sumarle una Volta a su listado de vueltas por etapas que reluce en su estantería.
Ojo que el amigo viene con Dauphiné, París-Niza, Tirreno, Itzulia y Romandía, en una colección que no muchos han juntado estos años, de Valverde a Froome, pasando por Nairo, Richie Porte y el mismo Pogacar.
La Volta en este caso vendría a engrosar el caché, pero especialmente daría señas de lo que puede pasar en el Giro, ahí donde Roglic y Evenepoel se han citado para seguir lo que dejaron pendiente en la Vuelta.
Tadej Pogacar
Pogacar corre para la Milán-San Remo del futuro
Cada edición que pasa, Pogacar está más cerca de la Milán-San Remo
Claro que decir que Pogacar está cerca de ganar la Milán-San Remo con el paso de los años no significa que un día vaya a ganarla, pero como decían en mis tiempos de escuela: progresa adecuadamente.
En dos veces que el esloveno ha estado aquí ha sido factor determinante en el desarrollo de la carrera, e incluso esta vez ha rozado el podio.
Cuando hace una semana finalizó una París-Niza «canibalesca», pensamos con nitidez en Tadej Pogacar como la rueda a vigilar en esta Milán-San Remo.
En este proceso, cupieron los sueños más lúbricos, hasta que era posible un ataque ganador desde la Cipressa.
Pero como el propio corredor admite, ésta es una carrera complicada no, lo siguiente, una suerte de ruleta en la que él nada en medio de ciclistas más experimentados y en un terreno extraño para él, carente de la dureza que necesita para ganar.
Ahí reside, por eso el encanto del reto, compitiendo por ganar la Milán-San Remo, Pogacar está completamente fuera de su zona de confort.
Pero ello no le amedrenta, este tipo es «Juan sin miedo», como digo de otros, tipo Pidcock, que lo compiten todo como si nada les importara o condicionara.
Al igual que el año pasado, hemos visto que a Pogacar le falta la receta para la Milán-San Remo.
Hace 365 días estuvo en la pomada, su equipo hizo la selección desde la Cipressa al extremo que se quedó casi sin efectivos en el Poggio.
Luego vinieron Mohoric y su descenso del Pogggio
En esta edición Pogacar y UAE optaron por otra estrategia, tener más gente en el Poggio, propiciar que Wellens le lanzara y a jugarse la fuerte.
No hubo tanta dureza, y Van der Poel tuvo lo suficiente para darle réplica y dejarle atrás… en sus mismas narices.
Pero el proceso sigue, Pogacar prosigue su conocimiento de la carrera, sus matices, los puntos, las referencias y creo que poco a poco está más cerca de domarla un día.
Por eso no le descartéis para el futuro, esta esponja sobre bicicleta corre para ganarla en próximas ediciones, sabemos que será determinante, otra cosa es que acabe de ganador, pero su obsesión de ganar todo lo gordo una vez en la vida le devolverá a este escenario en el futuro.
Imagen: FB Milano Sanremo
Wout Van Aert
Van Aert es el perdedor de esta Milán-San Remo
Para Van Aert esta Milán-San Remo ha sido otro monumento que ha visto pasar
Balance final de la Milán-San Remo y ya me perdonaréis no hablar más del carrerón de Filippo Ganna, pero es que la suerte y resultado de Wout Van Aert merecen un foco especial.
Siendo directo, y respondiendo a la pregunta inicial sí, creo que Wout Van Aert es el gran perdedor de esta Milán-San Remo.
Lo digo con tristeza, os lo podéis imaginar, pues el belga ahora mismo es mi ciclista favorito, la «niña de mis ojos», al punto de desear verle en lo más alto del cajón de cada una de estas citas, pero no sé qué cojones le pasa en estas carreras que siempre acaba un peldaño por debajo de los mejores.
El Van Aert del Tour es eso, un rodillo que domina no a placer, pero sí con contundencia cada paso de la carrera, un ciclista desinhibido que rompe y rasga, tiene iniciativa y lleva al resto a remolque.
El Van Aert de carreras com esta Milán-San Remo es otra cosa, un ciclista que encaja golpes, pero que rara vez los propina, como si un techo de cristal emergiera sobre su cabeza ante el archirival Van der Poel, quien en los mano a mano, ya lo veis, es netamente superior.
Quiero pensar, a la vista del Poggio, que a Wout Van Aert le falta un hervor para su mejor punto de forma, al fin y al cabo la Milán-San Remo ya estaba en su casillero, pero las sensaciones fueron familiares, un ciclista top que las vio venir, sin tomar la iniciativa en ningún momento, saliendo a los cortes, corriendo a remolque y, en el momento clave, siendo el objetivo de todas las miradas y vigilancias.
Para Van Aert pasan los años y el casillero de monumentos sigue donde estaba, seguro que en Flandes y Roubaix será protagonista, pero lo será en la medida que esperamos de él.
Nos dijo Saúl Miguel, comentarista de Eurosport, en el podcast que de Van Aert esperaba una Roubaix por aplastamiento, aunque sólo fuera por sacar todo eso que le vemos le cuesta tanto sacar a relucir.
Ojalá, lo digo, ojalá lo veamos, pero no debe ser sencillo gestionar estos momentos y esta época en Bélgica, Van Aert es ahora mismo un top al que le falta la corona de verdad, y todos sabemos que ésta está en esas carreras para las que le vemos como destacado aspirante, incluso en un equipo como el suyo, que tiene otros que perfectamente pueden optar a lo que él quiere.
En breves, Flandes y todo lo que ello conlleva, espero que Wout no falle a la cita con la historia.
Imagen: FB Milano Sanremo
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@vichoplop
7 de junio, 2019 En 17:56
Leí la columna de Haga y había seguido los vídeos y tweets compartidos por el equipo Sunweb. Me encantó que compartieras esta historia, que de alguna manera quedó oculta tras el triunfo de Carapaz. Refleja algo muy lindo del ciclismo, la perseverancia y el sacrificio en pos de un objetivo. Y la humildad de un gregario que sueña con el triunfo personal sólo cuando falta su líder.
Muy lindo. Gracias por compartirlo.