Opinión ciclista
Una charla de primavera con Flecha
Publicado
7 años atrásen
Por
Iban Vega

Durante unos años, poco menos de una década diría yo, hablar de ciclismo, clásicas, adoquines y primavera en España, era hablar de Juan Antonio Flecha, la sempiterna baza de un ciclismo, el español, que, pese a parecerse bien poco a aquel de escaladores alambrados y agonísticos especialistas en grandes vueltas, sigue estando lejos de las grandes potencias en estas citas tan especiales.
Tenemos por delante cinco semanas de pasión. Cinco semanas en la que tendremos cuatro monumentos, nada menos, y otras clásicas de cuya suerte siempre nos interesamos. Para hablar un poco de lo que ha de venir, es decir San Remo, y de lo que hemos visto hasta la fecha, tenemos al habla a Flecha, quien en la actualidad pone su sapiencia en las retransmisiones de Eurosport, haciendo que la tradicional pareja de dos, Alix & Chozas, se convierta en trío. En lo que a San Remo se refiere, domingo a partir de la dos y media como clavos frente al televisor.
Juan Antonio, San Remo vuelve a su final en la Vía Roma ¿crees que cambia mucho el posible desenlace?
“Cambia muchísimo”
¿Por qué?
“No tiene nada que ver tener un descenso del Poggio sabiendo que ya no vas a tener tiempo a cambiar nada o recolocarte, a tener un kilómetro más, aunque parezca muy poco. Sólo con mirar las ediciones anteriores se ve que es muy diferente acabar en el Boulevard Italo Calvino o acabar en la Via Roma. No tiene nada que ver. Es un final muy diferente. Por suerte volvemos a Via Roma de siempre”
¿Un posible ganador?
“No te lo voy a decir, no soy de pronósticos si bien Kristoff me da buenas sensaciones y si el final es caótico Cavendish puede tener su oportunidad”
Y Juanjo Lobato…
“Lleva un principio de año fenomenal y el año pasado lo hizo muy bien. Yo no lo pondría como principal favorito pero sí como un outsider a tener muy en cuenta”
Entramos en el núcleo duro de la primavera, pero ésta ya arrancó con una carrera tremenda, la Het Nieuwsblad…
“Es la mejor carrera que he visto en años. Por espectáculo la OHN es una buena carrera, quizá no tenga el nivel de las grandes, porque a veces fallan corredores importantes. Sin embargo sigue siendo una carrera muy disputada y con prestigio. Este año el ataque se ha dado desde lejos, y se vio un carrerón. La táctica inicial de Etixx fue buena con tres delante y su jefe de filas entre ellos. Sin embargo les presionó mucho Vanmarcke, un ciclista llamado a ser muy protagonista. Tuvo la mala suerte de pinchar en un momento inapropiado pero estuvo ahí, pisándole los talones al Etixx, y eso impidió que los de delante jugaran como les hubiera gustado”
¿En qué fallaron los Etixx?
“Quisieron hacerlo aún mejor y hacerlo aún mejor era ganar con Tom Boonen, incluso subestimando al ganador de la edición anterior, que fue el que se llevaron consigo: Ian Stannard, un corredor muy fuerte que no se iba a dejar dominar. Una cosa es querer ganar y otra querer hacer primero, segundo y tercero. Ya se sabe que la avaricia rompe el saco”
¿Conclusión?
“Que no destacaría tanto el error de Etixx y sí cómo corrió Stannard. Para mi es el ejemplo de táctica perfecta en muchos años. Hubo una Lieja similar con Bartoli contra Jalabert y Zulle, pero aquello fue una lección de poderío. Stannard supo gestionar un ataque de Boonen y el resto. Para mí fue lo destacable, que una persona hizo algo excepcional y digno de ser recordado”
¿Brillará al fin el Team Sky en una primavera?
“Es muy difícil hacer un pronóstico, pueden pasar mil cosas. Nunca han acabado de ganar un monumento, que es lo que se les critica. El Team Sky tiene los recursos para fichar un Cancellara o un grandísimo nombre que les asegure el éxito pero ellos quieren hacerlo a su manera: ganar con uno de ellos. Para eso trabajan. El año pasado Stannard se les lesionó en Wevelgem y se perdió Roubaix siendo una carrera perfecta para él. De hecho el único podio para Sky en las clásicas de adoquín es el mío en 2010, cuando fui tercero en Roubaix. No creo que sea un buen balance. Es un equipo merecedor de mucho más, pero no tienen un Boonen o un Cancellara en el equipo y eso también pesa. Veremos cómo plantean Roubaix con Wiggins”
Hablando de Wiggins, tardaremos en ver un ciclista tan singular
“Es uno de esos genios que no salen cada día. Es muy peculiar, algo fuera de lo normal, pero el ciclismo está cambiando en muchos aspectos y quizá nos encontremos una historia similar antes de lo que pensamos, que venga un ciclista de otra disciplina, que luego opte al Tour y acabe disputando la Roubaix”
Hablamos de primavera y para ti no es un periodo cualquiera. ¿Cómo se ven los todos desde la barrera?
“Se ven muy diferente. No es lo mismo estar viendo la carrera desde dentro que desde fuera, como tú dices desde la barrera. Cambia todo completamente. Como ciclista había muchas cosas que no veía porque estás dentro de la carrera. Antes por ejemplo las etapas de montaña no las veía porque iba en el grupeto, ahora ya veo a los mejores”
¿Hay cierto gusanillo?
“En el momento en que uno decide retirarse es porque considera que esa etapa se ha acabado. Si te retiras y sigues teniendo ganas de estar ahí es que no has tomado la decisión correcta. Otra cosa es que el ciclismo te diga gustando y está claro que me encanta. El ciclismo me ha dado un montón pero eso no implica que esté recordando siempre mi etapa profesional. Toca vivirla desde fuera porque es ley de vida”
Imagen tomada de Facebook de Milán-San Remo
Te puede interesar
Opinión ciclista
Ya no hay equipos de bandera
Publicado
1 semana atrásen
8 de agosto, 2022Por
Iban Vega

Hoy los equipos de bandera son multinacionales del triunfo
Hace años, cuando me introduje en el mundo del turismo, me llamó mucho la atención una terminología «Compañía de bandera», refiriéndose a aquella línea aérea que portaba los colores del país por medio mundo como quizá, algunos, siguen pensando que sucede con algunos equipos ciclistas.
Pero nada más lejos de la realidad.
Cuando Van Vleuten ganó el Tour Femmes con Movistar recibí varios mensajes lamentando que la neerlandesa ganara sin casi españolas en el equipo y sin una labor de base entre las nuestras.
El gran éxito del Movistar femenino reside en haber hecho todo lo contrario que en el masculino: sin sentimentalismos patrios, fueron a por la mejor, abrieron el calendario y salen a competirlo todo.
¿El resultado? ahí está https://t.co/cZTST2LjvB pic.twitter.com/tsUiyb0UpO— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) August 1, 2022
No entienden que esto ya ha cambiado, que cuando digo que el Movistar femenino está hecho sin sentimientos patrios es precisamente por que el equipo quiere ganar y punto, sea con una neerlandesa, cubana o noruega.
No tiene nada de odio a España ni chorradas de esas.
Una realidad que vemos en el top del ciclismo mundial.
Jumbo Visma, como equipo ahora mismo en boca de todos, es un ejemplo claro cuando confía el liderato del Tour a un danés, Jonas Vingegaard, quien además firmó historia gruesa ganándolo.
El equipo es de los Países Bajos, pero cuesta encontrar gente nacida allí en el equipo.
Creo, por percepción, más que por otra cosa, que la firma de supermercados no tiene la implicación que en su día sí llegó a tener Rabobank, con la abundante cantera neerlandesa, por lo que su compromiso de hacer caso al talento patrio no es tal, si viene un esloveno como Primoz Roglic o un belga como Wout Van Aert que suman para la causa.
¿Qué decir de los dos equipos sostenidos por dinero árabe?
En el UAE, el equipo de bandera emiratí cuida de la suerte y salud de un esloveno llamado Tadej Pogacar en medio de italianos, portugueses y otras nacionalidades.
Bahrain, con Landa, Caruso, Mohoric, Teuns y Pello, pasa más o menos lo mismo, y es comprensible por la escasa tradición ciclista de esos lugares.
Si volvemos a la vieja Europa, tenemos el Team Ineos.
Recuerdo cuando Dave Brailsford dijo un día que le gustaría que el primer francés en ganar el Tour, tras Hinault, debía hacerlo en su equipo.
No ha sucedido, pero sí que lograron el primer Tour para Colombia con Egan Bernal y estuvieron cerca de hacer lo mismo con el Giro de Richard Carapaz.
Ineos, a excepción de Geraint, es un equipo cuyos mejores resultados han traído ciclistas no británicos, como la Roubaix de Van Baarle y la Itzulia de Dani Martínez.
Un caso evidente de multinacional del éxito es el Quick Step del viejo Lefevere, quien ha demostrado ser mucho más hábil que Eusebio Unzué en la lectura de los cambios de ciclo.
Ahí van los éxitos de un inglés como Cavendish, un neerlandés como Jakobsen y un francés como Alaphilippe.
Está claro que para el discurso interno del equipo, van bien jugadas como las de Yves Lampaert en el prólogo del Tour o Remco Evenepoel en Lieja y San Sebastián, pero no se les caen los anillos en trabajar para bazas internacionales.
El caso más obvio fue el de Kasper Asgreen en Flandes, trayéndome a recuerdo lo que un día dijo Angel Edo para justificar el fichaje de Cortina por Movistar: «Mejor un equipo de casa, en el que siempre apostarán más por él que en el equipo de Lefevere«.
Pues bien, no señor, la realidad se demuestra que eso no es matemático, que el ciclismo ahora mismo juega a otra cosa y que lo de equipos de bandera es pasado.
Opinión ciclista
La caída de la Vuelta a Burgos viene por un error garrafal
Publicado
2 semanas atrásen
3 de agosto, 2022Por
Iban Vega

Si la caída de la Vuelta a Burgos sucede en Polonia prendemos fuego a la carrera
Hace dos años, por estas fechas, andábamos felicitándonos por la vuelta del ciclismo tras la pandemia en Burgos, con una organización ejemplar y pionera, por ser la primera competición disputada en los nuevos tiempos de Covid.
Hace dos años, también por estos días, mirábamos espantados el desenlace entre Groenewegen y Jakobsen en la famosa recta cuesta abajo de Katowice de la Vuelta a Polonia, tan criticada antes, durante y después de la aquella horrible llegada.
Aquellos días se tachó a Groenewegen de criminal y temerario y a la organización de imprudente, cuanto menos,
Polonia es una carrera llena de color, disputada en hermosos parajes, fruto de largos, fríos y húmedos inviernos que aquel día quedó marcada por el terror de aquellas imágenes.
Pues bien, el mal diseño de aquella llegada entre los dos neerlandeses me recordó en parte a la de Villadiego en la Vuelta a Burgos.
Cuando el corredor del equipo Jumbo pierde el control de su bicicleta, pudo parecer mil cosas, cuando vimos las repeticiones, no hubo duda de la causa, ese badén a menos de un kilómetro de meta, en ligera bajada, que sumado a la velocidad que iban, propició el desastre.
La explosión de ciclistas fue de las que no se olvidan.
Saltaron por todos los lados, también por los laterales, llevándose las vallas por delante,
No ha pasado nada grave para lo que podía haber sido, pero se ha jugado con fuego.
Es increíble que en el ciclismo de las mil regulaciones pasen esas cosas.
¿De verdad que nadie vio esta llegada de la Vuelta a Burgos? ¿Nadie advirtió del peligro?
Cuesta creer que pasen estas cosas, incluso creo que la labor de señalización que se hace resulta insuficiente.
Me viene a la mente una conversación que tuvimos con Pascual Momparler, seleccionador nacional. y Fernando Ferrari, director de Ciclo21, a raíz de la caída y retirada de Mikel Landa en el Giro 2021, en la que se hablaba cómo conciliarlo todo: seguridad, elementos urbanos, velocidad, centros de pueblos…
Sé perfectamente que es imposible, a veces, conciliarlo todo, pero en una escalada de valores, la seguridad debería estar por encima de todo, incluso de lo económico, pues sin seguridad las carreras no tendrían lugar.
Alguien debió ver que ese badén ahí poco o nada pintaba.
Ahora mismo, la Vuelta a Burgos está señalada por mil cuentas en las redes sociales, desde aficionados, a equipos, ciclismo y técnicos y lo lamento, pues, puedo imaginar lo que cuesta sacar esto adelante.
Pero se ha cometido un error, una imprudencia flagrante que si llega a suceder en Polonia les estamos dando hasta pasados dos años.
Espero que los afectados salgan adelante, ante todo son personas, y como tales sufren, padecen y se equivocan, como los Jumbo que llegan delante y celebran el triunfo en medio de la confusión.
Imagen: FB Vuelta a Burgos
Opinión ciclista
Es el fin del ciclismo de banderas como lo habíamos conocido
Publicado
3 semanas atrásen
28 de julio, 2022Por
Iban Vega

Un Tour como éste sirve para dejar de ver el ciclismo de banderas al que estamos acostumbrados
Sobre el ciclismo de banderas y bufanda que va de capa caída quiero rescataros un wasap textual que un veterano periodista me escribió el pasado sábado, recién concluida la crono que ganó Wout Van Aert…
«De nuevo, otra gran etapa en el Tour de Francia.
Fantástico el duelo Vingengaar Pogacar.
Pero respecto al ciclismo español, desde 1981, o sea hace 41 años, no había un Tour tan desastroso, sin ninguna etapa, sin nadie en el Top Teen, sin montaña, equipos ni nada.
Ya el malogrado Alberto Fernández acabó décimo, y en el 83 , Ángel Arroyo acabó tercero y se inició la época dorada de Reynolds .
Antes, antes de los nefastos finales de los 70 y principios de los 80, con el legendario Kas, también se ganaban etapas, montaña, equipos, los Gabica, Momeñe, Galera en el Top Teen sin olvidar a los Lopez Carril, Errandonea ganando un prólogo, como no Julio Jiménez, Tarangu Fuente, Pérez Francés, con los Tours de Bahamontes 59 y Luis Ocaña 73»
Su mensaje me llegó en un momento de euforia personal por la satisfacción que me ha dejado esta edición.
Una satisfacción explicada por los mil instantes de ciclismo de gran intensidad durante tres semanas.
Luego, leí el mensaje y respondí que poco o nada me interesaba la suerte del ciclismo español -de lo que se nos venía encima ya opiné antes de la carrera- con el carrerón que habíamos vivido.
Me respondieron algo así como que «con estos resultados y la falta de estrellas, la afición se iba a resentir. Mira cómo ha crecido la afición al ciclismo en Eslovenia«.
El argumento, lo siento, era bueno antes, pero ya no.
Creo que el aficionado medio al ciclismo, el de verdad, ha cambiado mucho respecto al de hace 10 ó 20 años.
El aficionado de ahora suele ser, por lo general, ciclista en activo que ve ciclismo, entiende y viaja por él, que sabe del esfuerzo de los corredores en carne propia y se identifica con ellos.
Por eso nos nos vemos en Michael Matthews en Mende, con Jonas Vingegaard en el Granon y Wout Van Aert, durante tres semanas.
El aficionado de hoy valora el esfuerzo y el espectáculo sin importar de dónde es quien lo firma.
Pero si las audiencias han subido un montón en todos los sitios, porque el ciclismo necesitaba una catarsis de gente comprometida con el espectáculo y el publico.
Estábamos hartos de ciclismo control, de ritmos inasumibles que disuadían de ataques.
En un ciclismo de banderas este Tour habría caído en picado en interés en todo aquel país que no fuera Dinamarca, Eslovenia, UK y Colombia.
Pero no, el aficionado vive las locuras de Van Aert como si fuera del pueblo de al lado, y se identifica con la voluntad perenne de Nairo, Bardet y Meintjes porque ama este deporte, lo quiere como si fuera suyo, pues en el fondo lo es.
Así que, como efecto colateral, celebramos que este Tour haya cumplido con todas y cada una de las líneas que expresamos en este artículo.
Sobre el ciclismo español y su suerte, ya nos preocuparemos cuando toque.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
Opinión ciclista
Huérfanos de ciclistas piratas, diablos, caníbales y tejones
Publicado
3 semanas atrásen
28 de julio, 2022Por
Escrihuela

Alegato de aquellos ciclistas nos dejaron recuerdo eterno
Ciclismo de Youtube, a eso parece que sin remedio nos va abocar el ciclismo del siglo XXI.
Ataques a pocos kilómetros de meta, a veces a apenas un centenar de metros, subidas a bloque con tímidos arranques de peseta, de fuegos artificiales.
Una lástima porque hoy en día te puedes ver los últimos kilómetros de la etapa en el famoso canal de vídeos porque en definitiva, y con mucha lástima, son los únicos que valen la pena.
Que puertos como el Tourmalet se suban a bloque, un col que ya ni marca diferencias, que en recorridos como el día de Plateau de Beille, con Portet d’Aspet, La Core y Lers, ninguno de los favoritos sea capaz de romper la carrera y ponerla patas arriba y que en definitiva se necesitan puertos extremos, de Youtube como yo les llamo, para que los ciclistas afronten terribles desniveles «al filo de lo imposible», ascensiones con muros salvajes por encima del 20%, para poder ofrecer espectáculo.
La situación me parece algo preocupante.
Necesitamos de corredores valientes que no se preocupen por hacer segundo o tercero, ni siquiera por entrar en el Top Ten, que se líen la manta a la cabeza, que nos ofrezcan largas escapadas, largas cabalgadas, que tiren el pinganillo y se lancen a la aventura, que arriesguen.
Esto es un deporte de héroes y de épica, no de conformistas que nunca dejarán huella.
Por eso amamos lo que nos propuso Van Aert, por muy contra natura que fuera.
Chiapucci nunca ganó el Tour, ni siquiera el Giro, pero todo el mundo le recuerda sobre todo por su cabalgada en Sestrière ’92 dejando exhausto a un gran Indurain, porqué él era así, un inconformista, un luchador nato, un diablo en la carretera.
Estamos huérfanos de piratas, diablos, caníbales y tejones.
Por Jordi Escrihuela
Imagen tomada de thegranfondoitalia.com


Vuelta 2022: Si Roglic viene no es a probar


Gran Canaria: destino ciclista y sostenible


Tom Dumoulin en retirada: tres momentos para quererlo


La machada que expica a Elia Viviani


Sandra Alonso, Jack Haig y los secretos de la GF Encamp Pas de la Casa


Javier Guillén, los motivos para la seguir las «Vueltas» masculina y femenina



El Tour de 1983, por Ángel Arroyo


Tour Femmes para curiosos


Tour 2022 para inquietos – vol II


¿Habría sitio en este ciclismo para un corredor como Eduardo Chozas?


Iván García Cortina debería dejar Movistar cuanto antes


La caída de la Vuelta a Burgos viene por un error garrafal


El pésimo año de Miguel Ángel López y Astana


Eusebio Unzué sigue sin ver la realidad de su Movistar



El Tour de 1983, por Ángel Arroyo
Con el debut de Juan Ayuso en la Vuelta pasa lo mismo que con Carlos Rodríguez. Está integrado en un equipo top, con bazas y gente experimentada.
Lo que le llegue bien, pero por el momento es su primera grande y está en el sitio perfecto para aprender
https://joanseguidor.com/vuelta-2022-juan-ayuso/
Lo + leído
- Ciclistas2 semanas atrás
Iván García Cortina debería dejar Movistar cuanto antes
- Opinión ciclista2 semanas atrás
La caída de la Vuelta a Burgos viene por un error garrafal
- Miguel Ángel López2 semanas atrás
El pésimo año de Miguel Ángel López y Astana
- Ciclismo3 semanas atrás
Eusebio Unzué sigue sin ver la realidad de su Movistar
- Ciclismo antiguo2 semanas atrás
El Tour de 1983, por Ángel Arroyo
- Ciclistas1 semana atrás
El Sosa de Movistar se queda muy lejos de lo esperado
- Ciclistas6 días atrás
Carlos Rodríguez va a la Vuelta pendiente de otros
- Ciclismo antiguo7 días atrás
Pocos ciclistas impactaron como Jan Ullrich