Ciclismo
Evenpoel vuelve tras casi dejarlo
Este viernes volvemos a tener Remco Evenepoel con dorsal a la espalda
Queda lejos aquella tarde de Lombardía, en los albores del otoño pasado, cuando Remco Evenepoel quedó segundo en la cuarta victoria de Pogacar en el monumento de otoño.
Estamos en la cuenta atrás: Remco Evenepoel vuelve a competir pasado mañana en la Flecha Brabanzona, marcando su primer regreso a las pistas en lo que va del 2025.
Pero detrás de esa vuelta hay una historia fuerte.
El ciclista belga reveló en redes sociales que pasó por uno de los momentos más duros de su vida después de un accidente en diciembre, cuando tuvo chocó contra la puerta de un camión.
Las heridas físicas fueron graves —fracturas en las costillas, el omóplato y la mano—, pero el golpe emocional fue aún peor.
Aunque por fuera se lo veía bien, entre cenas y eventos, por dentro estaba destruido. Remco confesó que llegó a pensar en dejar el ciclismo para siempre.
Dijo que se sintió hundido, tanto física como mentalmente, y que si no fuera por el apoyo de su familia y sobre todo de su esposa Oumi, probablemente hubiese colgado la bici.
Ahora, después de seis meses sin competir y un largo proceso de recuperación, se siente listo para volver.
Dice que no tiene grandes expectativas para el viernes, solo quiere recuperar el ritmo y volver a disfrutar.
Pero eso no significa que se lo pueda descartar fácilmente: ya ha demostrado en el pasado que sabe cómo volver con todo, como en 2020, cuando se cayó por un barranco y volvió más fuerte.
Su calendario post-lesión arranca con esta carrera en Bélgica, pero ya tiene en la mira otras clásicas importantes como la Amstel Gold Race, Flèche Wallonne y Lieja-Bartogne-Lieja, donde se verá las caras con Tadej Pogačar.
También planea correr el Tour de Romandía, el Critérium du Dauphiné y, por supuesto, el Tour de Francia, donde quiere mejorar su tercer puesto del 2024.
En resumen: Evenepoel pasó por un infierno, casi deja el ciclismo, pero ahora está de vuelta, con la mente más fuerte, el cuerpo recuperado y las ganas intactas.
Ciclismo
O Gran Camiño quiere ser California
Entre las fechas para O Gran Camiño ganan fuerza las del mes de mayo
Hace poco, Ezequiel Mosquera dio algunos adelantos sobre lo que se viene para la edición 2026 de O Gran Camiño, una carrera ciclista que necesita crecer acorde al esfuerzo que está emprendiendo, esfuerzo que se traduce en una carrera impecable y moderna.
El objetivo principal es que suba de categoría y pase a formar parte de las Pro Series.
Esto no es solo por prestigio: en ese nivel se reparten más puntos y las recompensas para los equipos son mayores.
Por ejemplo, una victoria de etapa pasaría de dar 14 a 20 puntos, y el ganador de la general se llevaría 200 puntos en lugar de 125. Además, no solo puntuarían los 25 mejores, sino los 40 primeros, lo que animaría a más equipos a participar.
También se está hablando de cambiar las fechas.
Aunque se consideraron junio y octubre, ahora suena con más fuerza abril, justo después de la Itzulia y antes de las clásicas de las Ardenas.
Sin embargo, abril ya está bastante cargado con otras pruebas importantes, como la Vuelta a Asturias.
Una alternativa interesante sería mayo, coincidiendo con las antiguas fechas del Tour de California.
Sí, coincidiría con el Giro de Italia, pero eso no parece un gran problema, ya que muchos grandes nombres del pelotón no van al Giro y sí podrían participar en esta prueba.
Solo hay que ver algunos ganadores del Tour de California: Pogačar, Bernal, Alaphilippe, Sagan… nombres de peso.
Otro plan ambicioso para 2026 es incluir una quinta etapa fuera de Galicia, pero siempre ligada al Camino de Santiago.
Esto abre un abanico enorme de opciones: ciudades del Camino Francés como Astorga o Ponferrada, del Camino Portugués como Oporto o Braga, o del Camino del Norte como Gijón y Avilés, por poner algunos ejemplos.
O Gran Camiño sigue creciendo, encontrando su lugar en el calendario y buscando formas de mejorar.
Solo es cuestión de tiempo para que se consolide como una cita importante dentro del ciclismo internacional.
Ciclismo
Una Flecha Valona bajo el «síndrome Skjelmose»
Esta Flecha Valona llega en un escenario inesperado
Olvidada la edición de 2024, gélida y con ganador sorpresa, la Flecha Valona 2025 llega con todo el picante tras la Amstel Gold Race, donde Mattias Skjelmose ya dejó claro que los favoritos no lo van a tener fácil.
Esta clásica de las Ardenas, con su terreno traicionero y el kilómetro más largo en el Mur de Huy, promete ser cualquier cosa menos un paseo.
Aunque Tadej Pogacar sigue siendo el nombre más fuerte, se le ha visto algo más humano en las últimas semanas, tras el desgaste acumulado entre Flandes, Roubaix y Amstel.
Aun así, el esloveno ya sabe lo que es ganar aquí: lo hizo en 2023 con un ataque demoledor a pocos metros de meta, dejando atrás a Skjelmose y a un brillante Mikel Landa.
Remco Evenepoel llega con ganas de revancha y no le sirve pensar que el recorrido no le es el más propicio.
Después de la lesión de diciembre, ha vuelto a un nivel altísimo: ganó la Flecha Brabanzona y fue tercero en la Amstel.
Corre casi en casa y ha dicho claro que quiere ganar en este tríptico.
Todo apunta a un nuevo duelo Pogacar-Remco, pero no son los únicos con opciones.
Skjelmose ya demostró que tiene piernas para grandes cosas.
También hay que contar con corredores que ya han saboreado la victoria en esta carrera, como Julian Alaphilippe, Marc Hirschi, Dylan Teuns o el vigente campeón Stephen Williams, quien no sé si se volverá a ver en una igual al año pasado.
A ellos se suman otros nombres peligrosos como Tom Pidcock, Thibau Nys o Ben O’Connor, que pueden agitar la carrera en cualquier momento.
Recordad que Sven, el padre de Thibaut, marcó esta carrera entre las más asequibles para el vástago.
Entre los españoles, hay buenos mimbres.
Enric Mas viene fuerte tras podios en la Volta y la Itzulia.
Pello Bilbao ha mostrado solidez y Alex Aranburu llega motivado tras su buen papel en la Itzulia y Flecha Brabanzona.
Todos quieren seguir el legado de Alejandro Valverde, el gran dominador histórico de esta prueba con cinco triunfos, cuatro de ellos seguidos.
El recorrido mantiene su esencia: colinas constantes y el final clásico en el Mur de Huy, con rampas de hasta el 17%.
La carrera, como casi siempre, se decidirá allí.
La duda es si Pogacar lo apostará todo a un ataque lejano o esperará al zarpazo final.
Lo único seguro es que habrá espectáculo en una de las carreras más singulares del año, por estar tan condicionada con ese final.
Imagen: A.S.O./Gaëtan Flamme
Ciclismo
Remco Evenepoel puede estar muy orgulloso
Vaya regreso ha protagonizado Remco Evenepoel
Mañana mismo, nuevo episodio de la rivalidad Remco Evenepoel- Tadej Pogacar, en la Flecha Valona, la carrera que, sobre el papel, peor va al belga.
Nada que ver con Amstel o Lieja, ya el domingo, terreno diferente, muy duro, pero donde hay que poner los huevos en diferentes cestas y no sólo en la subida final, a no ser que estos locos lo revienten todo sin esperar a Huy.
En todo caso, Remco Evenepoel puede estar muy contento de su regreso tras una lesión en el hombro.
Ganó la Flecha Brabanzona el viernes y este domingo quedó tercero en la Amstel Gold Race, detrás de Mattias Skjelmose, que ganó, y Tadej Pogačar, que fue segundo.
Remco Evenepoel cree que podría haber ganado si no hubiera sufrido una caída a mitad de carrera.
Tras la carrera lo admitió, le surgieron sentimientos encontrados: por un lado, contento por competir de tú a tú con los mejores del momento tras tanto tiempo parado; por otro, frustrado porque sintió que la victoria estaba al alcance.
Explicó que arrancó el sprint demasiado pronto y con viento en contra, y que, al no ser un sprinter puro, no se atrevió a buscar el mejor sitio para lanzar su ataque.
Aun así, quedó muy cerca: lo vimos, sacaron media bici.
La caída que sufrió ocurrió a unos 100 km de la meta y también afectó a corredores como Wout van Aert y Thibau Nys.
Todos se levantaron rápido y volvieron al pelotón.
Pero Remco tuvo que perseguir durante más de 30 km para volver al grupo, lo que le costó mucha energía.
Además, su compañero Pepijn Reinderink también se cayó, y eso complicó más la situación.
En sus palabras, tuvo que echar mano 100 vatios más de lo normal solo para volver, y eso se paga caro en una carrera así.
En el podio se le vio serio, cariacontecido, y tiene motivos, es un ganador, pero al mismo tiempo, neutralizó al campeón del mundo, escenario que muchos no veíamos de inicio, además lo hizo en su terreno y con la inercia de una primavera increíble.
La acción había empezado con Julian Alaphilippe atacando en el Gulperberg.
Pogačar fue el único que lo siguió y después se lanzó solo en el Kruisberg, a más de 40 km del final.
Luego Skjelmose logró una buena ventaja en el Keutenberg y Evenepoel se le unió, trabajando duro para alcanzar a Pogačar.
Al final, Remco llevó al trío hasta la recta de meta, pero se le adelantaron.
Aun así, tiene que estar contento con el tercer puesto y con confianza de cara a la próxima gran cita: la Lieja-Bastogne-Lieja, que ya ha ganado dos veces.
Según él, no volverá a cometer el mismo error allí.
Imagen: FB Amstel Gold Race
Ciclismo
Pero ¿a quién ha matado Mattias Skjelmose?
Si Mattias Skjelmose se emociona al cruzar la meta, para qué se recuerda que dio positivo a los 15 años
Curiosas un par de reacciones al vídeo que retuiteamos el domingo, ese de la llegada de Mattias Skjelmose y cómo fue a buscar a su auxiliar para preguntarle si creía que había ganado.
La imagen, que sí compartió el equipo en sus redes, rezuma emoción y espontaneidad. Es el final de una gran clásica de 250 kilómetros, ganada nada menos que ante Remco Evenepoel y Tadej Pogačar.
Skjelmose no cabía en sí. Estaba roto por el esfuerzo y desbordado por la euforia, al punto que las lágrimas le brotaban al ritmo de las gotas de sudor.
Fue brutal, precioso, ese momento en el que le confirman que ha ganado.
Y, aun así, siempre hay quien viene a recordarnos que con quince años dio positivo.
Con este vídeo somos soldados eternos de Mattias https://t.co/bKKAQBaoaz
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 20, 2025
Pero… ¿a qué cojones veis ciclismo? Es más, ¿para qué veis este ciclismo?
Un deporte deshumanizado, que saca a la gente de sus casas, los exprime entre tablas de Excel, vatios y rendimiento. Es muy difícil tener la hoja inmaculada. Esto ha alcanzado niveles casi indecentes en todos los aspectos y vértices.
Mirad lo que dice Dumoulin.
Y ojo, no digo que el danés haya sido un santo. Dio positivo. No lo sabía… pero ¿y qué? Pasó el tiempo, cumplió lo que tuviera que cumplir como castigo. Es lo que hay, como pasa con mil cosas en la vida.
Hablar de ellos, traer a Johan Bruyneel o a Manolo Saiz al podcast, no es blanquearlos. Es darles voz y entender el contexto.
Mattias Skjelmose ha dado un paso de gigante en la jerarquía del pelotón. Un salto tan grande que da vértigo. Definitivo.
Hablamos del mismo ciclista que en la París-Niza se dio una hostia de impresión. Un golpe que casi lo parte en dos y del que ha salido adelante… a saber cómo y con qué sacrificios.
El ciclismo no es lineal. Te pone tan al límite que ni imaginamos por lo que esta gente pasa y acepta.
Ese es el peaje. Reconocerlo no significa que nos parezca bien. Pero, en todo caso, no creo que el momento de ese retuit fuera el indicado para recordarlo.
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