Enric Mas
El año más importante de Enric Mas
A Enric Mas el golpe de efecto de López le puede sentar bien
Hace dos años por estas fechas, todos hablaban de Enric Mas como el siguiente español en la línea de sucesión de los grandes vueltómanos.
Ciclista fino, cincelado lejos de España, pero con gustos muy de aquí, gran fondo, tres semanas, buen escalador y rodador, ser segundo en la Vuelta con 23 años, ganando la etapa final en Andorra, el día que su ahora compañero, Miguel Ángel López asaltaba el podio… Enric Mas ya era carnaza para quienes impacientes buscaban ponerle nombre y apellidos al eterno poder español en las grandes vueltas.
Pero las cosas no son tan sencillas, no tan rápidas como algunos piensan, o quieren pensar.
Más en estos tiempos en los que, como nos dijo Borja Cuadrado el otro día…
"Mientras Enric Mas dice que con 25 años sigue aprendiendo, otros más jóvenes van ganando Giros y Tours" @BorjaCuadradohttps://t.co/umNKUJlS3R#PodcastJS pic.twitter.com/FivCSihm2h
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 30, 2020
Las prisas, la necesidad perenne de tener alguien para llenar cabeceras, vender producto y hacer «afición», todo eso es lo que rodea Enric Mas, viendo que a Mikel Landa se le pasan los años con el lamento del que pudo haber sido.
El año pasado sendos quintos puestos en Tour y Vuelta marcan el rendimiento de Enric Mas.
Dos plazas que son iguales en la estadística, pero diferentes en la forma de conseguirlas.
Si en el Tour fue de menos a más, trasladando la sensación de que, cuando otros flaquean, Enric Mas crece.
Su problema, si eso se puede considerar un problema, es que lo hace de forma natural y progresiva, pero fría para el espectador, sabiendo que la procesión va por dentro, sin grandes ataques ni movimientos espectaculares, siempre con el resultado como seña.
En la Vuelta, sin embargo, la sensación fue diferente, arrancó frío, fue perdiendo cada día un poco hasta que se percató que estaba fuera de la carrera.
Su movimiento en el Angliru fue un destello, no sabemos si fruto de la necesidad de mostrarse, pero destello que acabó pagando en la crono, dos días después.
Llegados a este punto y con la capitanía compartida con un ciclista tan explosivo como Miguel Ángel López a su lado, aquel mismo al que ganó en Andorra, el año que nos queda por delante es clave para saber en qué liga jugará Enric Mas.
Hace unos años, decir que un corredor tenía que explotar a los 26 años, hablamos de explotar hasta lo más alto, sería una barbaridad, salvo en alguna excepción.
Hoy parece que el arroz se está pasando a los 26, si no vuelas entre los mejores.
Queremos creer que Enric Mas tiene recorrido en este ciclismo de jóvenes prodigios, pero nos cuesta verle mucho más arriba, primero por que ya está muy adelante y segundo por que convivimos con la sensación que las plazas de privilegio están más concurridas que nunca y más que lo estarán con la continua lluvia de talento que riega la elite de este deporte.
¿Cómo le sentará a Enric Mas la llegada de un ciclista volcánico como López?
Creemos que mal no le va a venir, pero una cosa está clara, al margen de la externa, la competencia interna también te hace mejorar…
Ciclistas
Tour: Enric Mas y Movistar le han sabido dar la vuelta
El balance final del Tour para Enric Mas se salvó cuando cambió el chip
Leo alguna crónica sobre un nuevo Movistar, e incluso Enric Mas tras estas tres semanas de Tour de Francia.
Que el cambio se prolongue o no en el futuro, lo veremos, lo que sí creo, es que se ha demostrado como necesario e imprescindible.
Movistar hace diez años era uno de los mejores equipos del mundo, lo fue de la UCI varios años, con las victorias y los podios de Nairo en las grandes, más éxitos de Alejandro Valverde.
Una historia, la de la década pasada, que vivió el enconado duelo Movistar- Team Sky especialmente en el Tour.
Los síntomas de agotamiento del modelo de Unzué llegaron a partir de 2019, con la excepción el triunfo de Carapaz en el Giro, y se acentuaron con la pandemia.
Desde entonces los telefónicos sólo han sabido correr para generales, planteando Vuelta y Tour, principalmente, como si Enric Mas fuera uno de los grandes favoritos.
El tiempo ha dicho que no, que el balear no está a la altura de quienes dominan hoy las grandes vueltas y que incluso tiene problemas para disputar las plazas que siguen a las del podio.
No es una crítica, es una constatación, desde que Enric fuera quinto en el Tour 2020 no ha vuelto a estar a ese nivel y en la Vuelta sus tres segundas plazas no han podido ser mejoradas.
Con este panorama, Movistar ya planteó, de inicio, cambios en el guión, con un equipo de «jugones» en el que se ha dado una imagen muy mejorada respecto a otras ediciones.
No se ha logrado la victoria, pero se ha porfiado por ella y no lejos de lograrla.
Fernando Gaviria, el mejor Gaviria en mucho tiempo, debería haber tenido ayuda en alguna de las llegadas, desconozco el motivo, pero quizá ni en su equipo imaginaban que iba a caminar tanto desde el inicio.
Oier Lazkano y Alex Aranburu lo intentaron pero no tuvieron ni el olfato y a veces la picardía, como admitió el propio Lazkano, de estar en el corte bueno.
Nelson Oliveira es un ejemplo en toda la amplitud de la palabra, Gregor Mühlberger fue el «comodín» del público y Javier Romo ha demostrado que tiene motor para seguir creciendo.
Tiene sólo 25 años.
Por cierto, irreconocible, Davide Formolo, quien sabemos que corrió por estar en la startlist.
Luego está Enric Mas quien, a diferencia de otras veces, ha sabido darle la vuelta al Tour, vengar el mal momento y acabar con un buen sabor de boca.
Si hace diez días nos dicen que Enric Mas acabaría contento el Tour no daríamos crédito, pero bien, bien de verdad, con ambición y siendo valiente, hasta la penúltima etapa.
La desgracia de Enrc Mas en la tercera semana del Tour es que los grandes nombres de la general no perdonan una, es como si la inercia asesina de la carrera segara cualquier opción de todo aquel que no esté en el top 3, dando siempre con el mismo resultado, los fugados siempre son cazados, antes o después, pero cazados.
Sin embargo, la imagen es otra, la actitud va en el pack, Enric Mas le ha sabido encontrar motivación a la recta final del Tour y con esa inercia quiere aterrizar en su carrera, la Vuelta.
Ojalá dure.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Enric Mas
Enric Mas: actitud ideal, objetivos erróneos
Enric Mas sigue insistiendo en objetivos casi irrealizables
Debutó Enric Mas en la Tirreno-Adriático, aunque con poca o nula presencia, nada que ver con el puesto que acabó ocupando al final, cerca del top 10.
Al igual que nosotros hace un año en el podcast, los amigos de A Cola de Pelotón pillaron al ciclista en Italia.
Al igual que entonces, Enric Mas dejó titulares…
Mirad, mirad.
"Ciclistas como Pogacar no me intimidan para nada" Enric Mashttps://t.co/Dxarmf1ImP#PodcastJS pic.twitter.com/KohCaOQjMi
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 18, 2023
🗣️ 𝙀𝙣𝙧𝙞𝙘 𝙈𝙖𝙨 en @ACDPeloton desde @TirrenAdriatico:
🏆 "Esperemos que llegue la victoria esta semana"
🫡 "A las carreras ya no se puede ir a entrenar, se va a ganar"⭐️Los objetivos: "Ir a ganar el #TDF2024 y #LaVuelta24"
🎙️ Completa en: https://t.co/jON6ECVfCW pic.twitter.com/zOSHfA5FVJ
— A la Cola del Pelotón (@ACDPeloton) March 7, 2024
Y no es sencillo, pues el mallorquín no es la alegría en las entrevistas, sus respuestas no son largas, se resuelven en pocas palabras, eso cuando no es una afirmación o negativa..
Si el año pasado, me sorprendió diciéndome que Pogacar no le causaba ningún complejo, cosa que me gustó escuchar, esta vez Enric ha fijado en Tour, Vuelta y poco el Mundial, sus objetivos para 2024.
Es loable, está bien que lo piense y lo verbalice en un podcast muy escuchado, la actitud es la correcta, no es un ciclista muy bien pagado para admitir que va con los brazos caídos, pero sinceramente no me parecen realistas sus predicciones.
Enric Mas ya no lleva poco tiempo en esto.
Cuando pisó el primer podio de la Vuelta, cuando acabó quinto en un Tour… entonces podría entender que ese objetivo, tan respetable como otra cosa, tenía razón de ser, pero ahora, insistir en el mismo plan me parece erróneo.
No es tanto que Enric Mas quiera brillar en las dos grandes que cada año compite, es que dice que va a ir a ganarlas, con todo lo que ello implica de pérdida de presencia y brillo en la carrera para él.
Afinar un puesto cerca del podio es, a día de hoy, renunciar a otras muchas cosas que seguro le harían muy bien, algunas como esas escapadas que plasmaba cuando Quick Step, o replantear objetivos en otras carreras quizá no tan caras.
En el Tour, ya sabemos quiénes van a ser de la partida y en la Vuelta nunca hay mala participación, al punto que alguno de los más grandes siempre merodea la salida.
De esta manera que Enric persista en el mismo plan le va a hacer más daño que otra cosa, para que él esté en el podio del Tour deben fallar unos cuantos antes, y la alineación de los astros no es sencilla de conseguir.
El problema es que luego vendrán los cabreos de la gente, las faltas de respeto y la no admisión de que en el fondo hablamos de un ciclista excepcional que nunca va a sacar todo su potencial si sigue escogiendo el camino más improbable, más cuando la experiencia le dice que no tiene recorrido por ahí.
Enric Mas
Keys2024 Enric Mas, susto o muerte
A puertas de los 30, Enric Mas necesita un cambio que no sé si querrá hacer
Seis triunfos, seis, desde su salto a pros, con 29 años recién cumplidos, de esos éxitos Enric Mas sólo dos los ha logrado en Movistar.
Los anteriores fueron todos en el Quick Step: ganador de una etapa de la Itzulia, aquella en Arrate, en solitario, más la de Andorra en la primera Vuelta que acaba en el podio, y los éxitos en Guantxi.
Allí cerró el capítulo con el equipo de Lefevere y empezó el ciclo Movistar, donde, con cuatro temporadas enteras, suma dos podios en la Vuelta, una quinta plaza en el Tour y un par de triunfos, especialmente brillante ese Giro de Emilia.
¿Qué quiere ahora Enric Mas?
El cuerpo nos pide un cambio, apertura de miras, pensar en el triunfo parcial, en alguna clásica tipo Lombardía, cuyo podio ya conoce.
Si entrara en esa cábala cabrían etapas en las grandes vueltas, carreras de una semana y esas cosas que también y dejan buen sabor de boca en el aficionado.
Ese plan, que parece viable a su calidad, no se ha contemplado hasta la fecha.
¿Susto o muerte? Enric Mas necesita una catarsis en su carrera deportiva, un golpe de timón que le lleve a derroteros acordes a las capacidades que año tras año demuestra.
Un podio en el Tour sería factible en caso se alineasen muchos factores, tantos que jugarlo a ello necesita de mucho optimismo.
Para optar al podio, debe sacrificar todo brillo, agachar la cabeza y aguantar
Corre entre gigantes, entre los mejores en mucho tiempo en este negocio.
Por eso ser coherente con el contexto y lo que ha mostrado hasta fecha necesita ese cambio y no correr como si saliera con el podio como objetivo realista.
La temporada es larga y ahora en el equipo le ha surgido un ciclista que va a acaparar focos durante la campaña, como es Nairo, Enric. en teoría, ya no tendrá tanta presión, en un grupo además muy reforzado y que ya cuenta victorias, como la de Pelayo en Mallorca.
Pero que la campaña sea larga implica que al mallorquín le pueden hacer tilín otros objetivos, ojalá sea así, y ojalá se quite ese corsé, que no es sencillo, pero no desistimos ante la posibilidad de que un día cambie el paso.
Enric Mas
Enric Mas en 2023, un día de la marmota
Las caídas marcaron el 2023 de Enric Mas, pero también la poca cintura en el calendario
Este 2023 de Enric Mas creo haberlo visto ya.
Nacido en enero, Enric Mas fue de los mayores de su clase y eso significa que competirá el año que viene con ya 29 años, quedando cada vez más lejos ese ciclista que vestía el maillot blanco de la Vuelta y el Tour de Francia.
Camino de los treintena, los libros del ciclismo clásico dirían que tendría que estar dando lo mejor de sí.
Son los mismos libros que manejan en su entorno y eso que Enric destacó desde jovencito, como si tocara techo muy pronto.
Y tengo esa sensación, de que ha tocado techo, tras un 2023 en el que hemos visto más de lo mismo en Enric Mas, pero incluso con peores resultados.
Cierto es que la caída del Tour lo condicionó todo, pero no sé hasta qué punto podemos pensar que tanta caída en fruto de la mala suerte.
Si en 2022, Enric Mas encadenó varios trompazos hasta rehacerse en la Vuelta, siendo segundo, en 2023 la caída del primer día del Tour de Francia fue el centro de su temporada, todo lo bueno y lo malo que podía pasarle acabó ahí.
Es justo reconocer ese instante como clave en su campaña, pero sería incompleta la foto si pensáramos que todo se resume ahí.
A veces ya no es sólo el infortunio de tener una caída, un mal paso y una lesión, es también la actitud, la planificación y el calendario, y en el caso de Enric nada cambia y por tanto todo sigue igual.
Prosiguió con su plan de centrarlo todo al Tour y la Vuelta, donde ya sabe que, si todo sigue su lógica, se va a encontrar con ciclistas que, simplemente, son mejores que él.
No pasa nada, en la vida siempre hay alguien mejor que tú y Enric sobre la bicicleta tiene rivales que no alcanza, ni siquiera cuando mejor se le ve, como en Andalucía con Pogacar o en Tirreno con Roglic.
Su carrera deportiva es una especie de quiero y no puedo, seguro que se prepara bien, que lo vive y se lo toma en serio, pero el tiro no le da.
Salió del Tour rápido y llegó a la Vuelta corto de forma por la caída de julio, al menos eso dejó caer alguna vez, pero en ningún momento cambió el plan, siguió a por la general cuando se veía que los Jumbo volaban.
Numéricamente, es un año decepcionante para Enric Mas, si en 2022 lo dejó en hype, este 2023 es un paso atrás en toda regla que, a esta altura de su carrera deportiva, debería servirle para pensar en cambiar cosas.
Sigo diciendo, como otras muchas veces, me gustaría verle triunfar, estar donde le imaginamos cuando corría en Quick Step, algo más arriba, no mucho más, pero insiste en el mismo plan, en la misma forma de hacer, y si ni siquiera así el cambio se impone, poco margen va a tener.
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
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