Ciclismo de carretera
DT Swiss: la rueda mejora la experiencia sobre la bicicleta
Un viaje por las soluciones en ruedas que nos dibuja DT Swiss
Con la cuenta hacia atrás para salir en bici por donde se quiera, conviene darle un vistazo a la máquina y también sus accesorios, entre estos las ruedas son capitales, DT Swiss nos sirve de guía.
Y es que las ruedas merecen una especial atención, porque más allá de lo trilladas que estén, un buen juego garantiza que la bicicleta va a rendir más y mejor en cada una de las salidas.
Eso repercute directamente en la experiencia del ciclista.
Unas buenas ruedas pueden hacer buena cualquier bicicleta o en todo caso mejorarla.
En su catálogo DT Swiss nos da opciones para todos los precios y usuarios
Pongamos que hablamos del ciclista medio, aquel que antes del confinamiento sumaba kilómetros para acabar una Quebrantahuesos de forma digna, un ciclista que sale dos o tres veces por semana, que gusta de parar, respirar y sacarle partido a cada salida en bicicleta.
Y además añadimos que su perfil es clásico, que está aferrado al freno de zapata.
Para ello la PR1400, unas llantas de aluminio, con acabado cerámico muy elegante y de efecto bonito
También están las PR1400 Dicut OXIC, en aluminio con una capa de cerámico de aspecto todo negro, incluso sobre la pista de frenado.
Hablamos de piezas con diferentes perfiles, de 21 hasta 32mm, y ancho interior de 18mm que podría ser hasta de gravel, primando un aspecto como la ligereza y un buen ajuste.
Son modelos que duran, el revestimiento da vida al freno, pero sobretodo que sean ligeras, que no añadan lastre a la máquina.
Aquí nos iríamos a unos 900 euros por el juego,
En disco las PR1400 Dicut son un poco menos ligeras, aunque su aspecto no difiere mucho del modelo para zapata.
Un salto de calidad se da con las PRC1400, también en carbono y para disco o zapata.
Su buje es más aerodinámico y sostenible en el tiempo.
Puede tener varios anchos, y el modelo ACR1400 podría llegar a un perfil desde 48 hasta 80mm.
Importante tener en cuenta si miramos unas llantas de este nivel:
Hay que buscar la fiabilidad y seguridad, si te alejas de casa evítate sustos
Premia la durabilidad de la llanta
Que sean sencillas de mantener
Para todo lo dicho anteriormente, también todas las ruedas de DT Swiss son tubeless ready.
Gamma alta
Obviamente habrá un salto de precio, pero la dotación de bujes cerámicos mejora y mucho la salida, además de dar más estabilidad a la bicicleta, hace que el pedaleo fluya mejor, las bajadas se transmite más seguridad y esos ruiditos que desconcentran quedan en el olvido
Cualquier modelo de la gamma 1100 sirve.
Son llantas aero, muy ligeras y grandes prestaciones.
En lo alto encontramos las Mon Chasseral, unas llantas de 24mm de perfil y 18mm de ancho interior, para varios grosores de neumáticos, llegando incluso a modelos tipo gravel.
Son 1280 gramos por juego, un modelo escalador, con buje cerámico y radios especiales, su precio 2800 euros.
Guía DT Swiss para estos meses…
ARC1100 o ARC1400 – opción disco o sin disco – Perfiles disponibles: 48, 62 y 80MM
Ruedas con estudio aerodinámico
Perfecto para neumáticos de 23 y 25mm
PRC1100, PRC1400, PR1400 – opción disco o sin disco – Perfiles disponibles: 24 y 35mm (CARBONO) // 21 Y 32 (ALUMINIO)
Ruedas escaladoras con poco peso
Perfecto para neumáticos de 23, 25 y 28mm
Opcional hasta 32mm
ERC1100, ERC1400, ER1400, ER1600 – solo disponible en versión disco – Perfiles disponibles: 47mm (CARBONO) // 21, 23 y 32 (ALUMINIO)
Ruedas para gran fondo y superficie mixta (asfalto y gravilla)
También la llamamos rueda Paris-Ruben
Perfecto para neumáticos de 25, 28, 30 y 32mm
Opcional hasta 35mm
GRC1400 y GR1600 – solo disponible en versión disco – Opciones en 700c y 650B – Perfiles disponibles: 42mm (CARBONO) // 25 (ALUMINIO)
Ruedas para Gravel y Gravel extremo
Perfecto para neumáticos desde 35 hasta 45mm
Ciclismo de carretera
Vuelta: cositas que no deberían faltar
En breve conoceremos la Vuelta que vuelve a salir desde Lisboa
No queda nada para conocer el recorrido de la Vuelta 24 y poco menos de un mes para darle la carta a los Reyes.
Nosotros hemos reunido piezas y hemos pensado en esas cosas que creo que la Vuelta debería tener en cuenta, si no en todas las ediciones, cada poco tiempo.
En este listado de peticiones, quería empezar por la ciudad de salida y es que aunque me decepcionó Barcelona en la puesta de largo de este año, admito que me gustó mucho ver la Vuelta por mi ciudad.
Que la Vuelta vuelva a Barcelona más pronto que tarde es un deseo que espero se produzca cada pocos años y no cada quince o vente para ver a los mejores del mundo por una ciudad que, para el ciclismo, es perfecta.
Hay ciertas zonas de la geografía nacional que Vuelta no visita hace mucho y que deberían ser de paso más frecuente.
El mil veces mencionado Berguedà es un ejemplo y eso que con Rasos de Peguera fue en su día final de etapa. igual que volver más veces al Pirineo navarro, mirad lo que nos dio de paisaje Belagua.
Los confines de León con Galicia e incluso Zamora, las desconocidas sierras de Cuenca o del norte de Huelva, o las ciudades patrimonio -un final en el Zocodover de Toledo o bajo el mismo acueducto en Segovia- son otros escenarios que la carrera debería explotar.
Y qué decir de las islas.
Y ya no sólo de la deuda histórica con Canarias, es que Baleares no aparece en el recorrido desde hace 25 años.
Ambos archipiélagos son meta de millones de deportistas anualmente y viven ajenos a la Vuelta, cosa que no acierto a entender.
Ya que estamos con la elección de sitios nuevos o poco frecuentados, que escojan las rutas más bonitas para entrar en ciudades y no descampados sin alma y vertederos de coches o casas a medio hacer.
Algunas aproximaciones a meta son brutalmente feas
Recuperar una contrarreloj por equipos más larga y en un papel más decisivo es otra consigna no siempre cumplida.
El ejercicio por equipos es estéticamente bellísimo y pone en valor el componente colectivo del ciclismo.
Sobre los kilometrajes, ya sabéis, cronos que se aproximen a los 50 kilómetros, la Vuelta nunca ha tenido las kilometradas del Tour y etapas algo más largas.
En ese sentido, molan jornadas al final que destrocen el pelotón como la de El Escorial o la famosa de Mos hace un par de ediciones.
Son etapas que dejan huella y al ser al final propician situaciones que rescatan lo mejor del ciclismo y su capacidad de sorprender.
Ciclismo
Ayacata, la puerta de las cumbres de Gran Canaria
Ayacata es algo así como el campo base para las grandes alturas de la isla
Está en el centro de la isla, es pequeñito, poco concurrido, pero pintoresco y bello. Es el lugar de Ayacata y para el ciclista es la puerta a las grandes cumbres de Gran Canaria.
Situada a unos 1300 metros sobre el nivel del mar, Ayacata ofrece un respiro a los ciclistas en la antesala de los mejores retos. Aquí el fresco se nota, si vienes del sur, la temperatura puede estar entre 10 y 15 grados más baja.
En unos días, en enero, el sitio se cubrirá de colores blanco y rosa por la mudanza de sus árboles.
Sitio de ciclistas
Mientras ese momento llega, al sitio de Ayacata seguirán llegando ciclistas que harán alto en alguno de sus pequeños y pintorescos cafés, excelentes, acompañado de un bollo o de una rica tarta de manzana hecha en casa.
Serán ciclistas que pueden venir por la GC60 desde Maspalomas, muy lejos ya, o de Fataga y San Bartolomé de Tirajana. Otra vía es el famoso Pie de la Cuesta, desde Mogán, el “Stelvio grancanario”, por la profusión de curvas.
Todos buscarán Llanos de la Pez, al pie del Roque Nublo, en una carretera como las de antes, “botosa” que diría el ciclista. De ahí el Pico de las Nieves está a un giro a la derecha.
Y es que para los que quieren atacar el gran pico de Gran Canaria, Ayacata es la estación base, perfecto para tomarse un refrigerio antes del asalto final. Quedan desde aquí, 13 kilómetros a la cima y eso que los que vengan del sur llevarán un buen rato subiendo y surcando valles.
Ojo a esos tres kilómetros al 10% como muro final antes del asalto definitivo al punto más alto de la isla.
Ciclismo de carretera
A favor de sterrato, gravel, adoquines y todo lo que no sea zona de confort
La etapa de sterrato del Tour da que hablar mucho antes que se compita
La jornada del Tour 2024 que sale y llega a Troyes es, sobre el mapa, la más al norte de la próxima edición, aunque si entramos en detalle, impresiona la cantidad de tramos de sterrato que se han insertado en el recorrido.
Tramos que no sólo tienen la complicación de la piedra suelta, pues parecen subidas con cierta exigencia en una etapa que se corre por lo que muchos consideran la plácida campiña francesa.
Sobre la entrada del gravel, el sterrato, los adoquines… en el Tour estoy muy de acuerdo con esta aseveración.
Rotundo sí al sterrato, el pavé y todo lo que se salga del guion habitual en carreras de tres semanas. Por el interés previo que genera, por la adaptación que requiere y por el espectáculo que depara.
— Andrés Cánovas (@andrescanovas) October 26, 2023
Sucede mucho en este ciclismo contemporáneo que muchos tienen aversión al riesgo por miedo a perder un nombre importante en el camino.
Vamos a ver, favoritos que no llegan hasta el final los ha habido desde siempre, más en un deporte sujeto a tantos factores fuera de control, a veces hasta en medio de una tranquila charla en medio del pelotón suceden caídas brutales que se llevan varios por delante y en ocasiones algún favorito.
Los trances del ciclismo son los que son y a gestión del peligro y el estrés que conlleva forma parte del juego
La entrada de sterrato en este Tour de Francia responde en parte a la cantidad de etapas que hay entre el primer paso por los Alpes al inicio de los Pirineos.
El Tour se ha asegurado alicientes en medio, por el Macizo Central, pero también más al norte y ponerle pimienta al devenir de las jornadas.
No hay etapa sencilla en el Tour y menos con la perspectiva del sterrato y sus posibles consecuencias, a sabiendas que muchas veces no son muy importantes, pues la igualdad es patente.
Los equipos, los ciclistas y las estrellas se preparan el plan a conciencia, no dejan nada al azar y el día depara sustos pero no siempre diferencias, a no ser que un favorito directamente se caiga y abandone o se desfonde.
La inclusión de estas superficies conecta este ciclismo con los pioneros que compitieron por auténticos pedregales y de paso da color a una carrera que, por lo demás, siempre se mueve muy igualada.
Por eso, si se le mete salseo, cabe la posibilidad de ver algo diferente y sobretodo inesperado, que al final es para lo que nos sentamos cada tarde de julio delante de la televisión.
Imagen: A.S.O./Alex Broadway
Ciclismo de carretera
De este Tour me gusta casi todo
El recorrido del Tour 2024 se acerca a aquellos que me enamoraron del ciclismo
Qué le vamos a hacer, los aficionados que llevamos tiempo siguiendo el ciclismo somos sencillitos de conformar y para muestra este recorrido del Tour 2024, un guiño a lo que entendemos ha de ser el itinerario de la grande más grande de todas, de la carrera que vende el ciclismo al mundo y que desde bien pequeñitos nos amorró al televisor.
El Tour 2024 me mola, me mola mucho, me parece un paso en la buena dirección dentro del molde que me gusta para la carrera tiene más kilometraje, más cronos y montaña dura y selectiva, con paso que debería ser de obligado cumplimiento de ciertos símbolos como el Tourmalet o el Galibier.
Dicho todo esto, y con la expectativa alta, vuelvo a lo que escribimos el otro día, que nos imaginamos el mejor recorrido posible, que planteamos el esquema que creemos más adecuado y luego no os extrañe que la carrera resulte un bodrio.
El año pasado dije que el recorrido del Tour, el de 2023, era una tomadura de pelo y mirad qué carrera vimos hace tres meses.
La salida del Tour 2024 se va esta vez a la ciudad de ciudades, Florencia y lo hace con una etapa en línea, hasta Rimini, con dureza y 200 kilómetros de salida.
Criba fuerte casi de inicio, demostrando que la mejor manera de proteger las estrellas de caídas y percances es seleccionar casi de inicio y por tanto cribar la cantidad de ciclistas que van por las carreteras.
Porque si una cosa tiene este Tour es dureza, antes, en esa salida italiana, durante, con trampas que llaman la atención, como el Sterrato de Toryes, y después, con la traca final de Pirineos, Alpes y Niza.
Un esquema en el que se incluyen no pocas trampas y hechos inéditos como ver el Galibier en la etapa 4, un dato que, sin haberlo contrastado, creo que casi nunca se habrá dado.
El Tour que no acaba en París por los Juegos Olímpicos incrementa el kilometraje de bastantes etapas retomando esa historia de fondo que ha hecho de la carrera algo tan único y especial.
El fondo, que no el gran fondo, vuelve al Tour, y también el equilibrio con casi 60 kilómetros en dos cronos, una la primera semana y la final entre Mónaco y Niza.
A la vista de los destrozos que pueden propiciar ciclistas como Evenepoel o Vingegaard, en plena forma, creo que sesenta es una cifra razonable como para hablar de igualdad de oportunidades, pues en el camino además de varias encerronas en Macizo Central, hay sendas etapas de Pirineos y Alpes que merecen la pena.
En especial esa de Pla d´ Adet, con Tourmalet y Hourquette en el encadenado, y la de Isola 2000 que sube hasta el techo de la carrera, La Bonnette.
El penúltimo día por la zona de los Alpes que circundan Niza ya lo conocemos de la carrera hacia el Sol, y con la tundra que llevarán, creo que se maneja una dureza y acumulación de esfuerzos que sin dida van a ser matadores.
El que salga ganador de este maratón de sufrimiento no va a ser un cualquiera, ya pueden los protagonistas empezar con las inspecciones y armar el mejor equipo posible, porque todo lo que se tenga me parece poco para este señor Tour.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
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