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El ciclismo así no me compensa
Empecé a competir hace tiempo, ya como infantil de segundo año, con catorce años, iba a las carreras de la Copa Gironina de BTT. Me inicie con mi tío Pep Cantín que había competido con el Bicicletas Esteve, más tarde me liaron para una pequeña grupeta. Entre salida y salida me invitaron a participar en una carrera de BTT, en L’Estartit e hice segundo. Tras un año de BTT, pasé a la carretera con el Palafrugell como cadete de primer año.
A las primeras de cambio ya pude estar delante. Y eso me sirvió para que Carles Torrent me diera una oportunidad para la selección en los estatales y seguidamente en el Txuma, donde me hice con la victoria. Como cadete de segundo seguí la misma línea que de primero ganando la Vuelta a Gandía y teniendo una actuación muy regular todo el año.
Eso me condujo a tener la oportunidad de entrar en la Fundación Alberto Contador. Llegados a este punto, entras en otra órbita, no por la categoría ‘junior’, sino por el equipo en sí, tienes material gratuito, sí, pero a un precio alto, pues los patrocinadores pedían exclusividad total. Cualquier desliz con otra marca, era motivo de sanción, se empezaba con lo que se llama falta leve, llevar otro sponsor, o mal comportamiento.
La peor era la falta grave, que podía suponer la expulsión del equipo e incluso dejar de competir por un tiempo. Yo por suerte no recibí nunca ninguna, pero vi como compañeros se quedaban sin competir o recibían faltas leves por tonterías insignificantes.
Aquella era la norma: máxima exigencia sin nada claro a cambio. Sin embargo, callas y vas tirando. Aunque desde fuera me advirtieron del mundillo, no hice caso, seguí centrado en mejorar y correr lo mejor que sabía, con mis más y mis menos con el equipo pero siempre con la misma ilusión que el primer día.
Visto ahora… el enfoque es erróneo, a mi juicio la categoría juvenil no debe ser tan pro, te roban parte del romanticismo que te atrae a la bicicleta. Además se junta con que aquí en España tenemos un problema serio con los kilometrajes, pues son mucho menores que a nivel internacional y eso significa que lo pasas muy mal en Bélgica y otros países. Y queramos o no el nivel real es ese… y se traduce año tras año en competiciones internacionales en que participan Juveniles.
Y la fusión de estos dos problemas provocó a un salto a la categoría sub-23 difícil. Pasé a sub 23 con el equipo de la Fundación Contador y el año resultó muy complicado. Ya empecé con mal pie el año, sin las horas necesarias ni el peso adecuado. De rebote durante toda la temporada sonó la posibilidad de sacar un equipo profesional y eso revolvió el ambiente, pues era muy complicado que alguien trabajara para otro cuando dentro de la misma estructura existía una posible salida. Al final todo el trabajo recaía en los de primer año, algo que me quemó mucho.
Así que hice las maletas y a mediados del verano y me interesé por el proyecto que tiene Manolo Saiz en el Aldro Team. Había hablado con Manolo antes de los Campeonatos de España en el País Vasco. Me acerqué a su sede, vi lo que tenía montado y aposté ciegamente por él, cuando vi sus instalaciones me quedé impresionado, conociendo otras como conocía, tipo el Garmin en Girona.
Es el mejor en su campo, lo critican, todo lo que quieras, pero será por algo. Hace más de diez años impulsó el Pro Tour y allí sigue. Cuando él tenga el dinero y medios suficientes volverá a sacar un equipo World Tour y no será para hacer bulto. Manolo en ese sentido sigue reciclándose y nadie, aparte de los suyos, lo valora, intentó aplicar sus mejoras en su momento de clímax, no le dejaron y ahora hacen lo que él predijo.
Quedamos de acuerdo y me comprometí a finales de septiembre. En noviembre me fui para allá un fin de semana con el equipo al completo. De vuelta a casa, pase un mes de enero muy duro por el frío y la nieve. Entrenar se convirtió en una especie de martirio, me desmotivé por completo pensando en todo el esfuerzo que me quedaba por hacer para conseguir algo que no estaba nada claro.
A todo eso, me llegó una oferta de mecánico y recambista de tractores. La acepté. Esos días previos a la decisión lo pensé mucho, puse en una balanza las ventajas e inconvenientes y tomé la decisión de dejarlo. Cuando se lo expliqué a Manolo y David Etxebarria no se lo creían pero lo entendían, yo ya tenía claro que no quería seguir invirtiendo el tiempo únicamente de esa manera.
Las cosas estaban muy claras, me dije a mí mismo. ¿Quieres ir en la mitad de adelante del pelotón? Ya sabes lo que te toca, trabajar muchísimo. Sinceramente yo no me veía en la mitad de atrás pasando más miseria, como tampoco me veía en el papel de gregario, lo haría porque toca, pero el rol de gregario eterno no me convencía ni en juveniles ni lo hace ahora. Y decidí zanjar el tema lo más rápido posible.
También leí y escuche lo de Alcalá, que también lo dejó, la angustia que le generaba el tema de la comida. Yo comparto su punto de vista, el trabajo y todo el esfuerzo es muy bonito a los ojos ajenos, el problema está en el día a día. Él hacer de ese hambre y esa fatiga tu hábito, os aseguro que no es algo sencillo.
Y en la bicicleta cada día tienes que darlo todo, no valen las medias tintas para el campo profesional. Nosotros nos diferenciamos de los pros en que ellos están remunerados, por lo demás llevamos una vida equitativa pero cargada de miseria por amor al arte. Sólo me gustaría terminar haciendo una pregunta, llamadla retorica: ¿Desde cuándo es necesario ser profesional para ser el mejor en tu campo?
Por Guillem Cassú
Imagen tomada de FB de Rafa Extebarría
INFO
En el Bayren, tienes todo lo necesario para conocer la región de Gandía…
Ciclismo antiguo
Alfonsina Strada: La mujer ciclista que conquistó la luna
Alfonsina Strada puso a la mujer ciclista en la historia
Hay una historia, desconocida, tristemente obviada, no sé por qué no se divulga más, que realmente merece ser escuchada, la historia de una mujer ciclista que hizo algo singular. Es la leyenda de Alfonsina Strada, la primera y única mujer que engañó a propios y extraños para hacer el Giro de Italia masculino, algo increíble, impensable, inconcebible.
En la edición de 1924 había un nombre entre los inscritos que no levantó sospecha. Era el de Alfonsin Strada. Ataviada con lo necesario para pasar desapercibida, no tardó el respetable en conocer la verdad.
En la octava etapa, Alfonsina sufrió un rotura de manillar y tuvo que finalizar la etapa con un palo de escoba que un espectador le dejó.
Esa medida desesperada le impidió entrar en el plazo permitido, pero la misma valentía que le hizo emprender la aventura en ese ciclismo prehistórico le empujó a insistir hasta la saciedad para que los jueces la readmitieran.
Alfonsina, Alfonsin en la relación de participantes, llegó a Milán con un retraso acumulado de 28 horas respecto a Guiseppe Enrici, toda vez había cubierto los 3600 kilómetros. Su hazaña le valió una interesante gira por los velódromos de media Europa, demostrando una verdad que entonces pareció más obvia que ahora, y no es otra que el ciclismo femenino puede ser rentable y mucho.
Pero no todo fue sencillo para esta aguerrida piamontesa.
Mucho antes de competir tuvo que enfrentarse a su familia para desempeñar su trayectoria ciclista.
Se vio obligada poco menos que a dejar el hogar y contraer matrimonio a la edad de 14 años con un mecánico llamado Luigi Strada.
Enamorada de la bicicleta desde bien pequeña, meter un hombre de ciclismo en casa fue el veneno que le hacía falta. Su marido fue su mánager.
Posteriormente se casaría tras la segunda Guerra Mundial y con su nuevo marido abriría una tienda de bicicletas hasta que murió con 58 años.
Estos días, noventa años después de su singular logro, algo que nunca más sucedió y que entiendo muy complicado repetir, la localidad de San Salvatore de Monferrato la recuerda con una plaza con su nombre.
Alfonsina Strada, una mujer que bien podría haber sido astronauta.
Foto tomada paneroseacri.wordpress.com
Destacado
De Landa a Izagirre, los juveniles de oro en el podio de la Itzulia
Ver a Landa e Izagirre en el podio de la Itzulia tanto tiempo después
La Itzulia que acabó en las manos del vigente ganador del Tour de Francia fue un espectáculo de menos a más que tuvo a dos vascos en el podio, Mikel Landa y Ion Izagirre, una estadística singular, tremenda, ¿cuántos ciclistas del lugar quedan en el podio de su carrera World Tour?
Tras verles en el cajón de la Itzulia he querido recuperar este escrito que Unai Yus nos obsequió hace casi seis años, cuando Mikel Landa se quedó a las puertas del podio del Tour tras ayudar a Chris Froome….
Cuando Mikel Landa se queda a un solo segundo del podio en París, después de hacer el Giro de Italia, resulta que todo el mundo lo conoce, todo el mundo sabe y de él y, por supuesto, señores, esto es España, todo el mundo opina y sienta cátedra sobre él.
Al igual que Landa, muchos, muchísimos niños jugaban a ser ciclistas e incluso algunos soñaban con serlo. Personalmente conozco a bastantes corredores vascos que, allá por 2006 y 2007, eran juniors, unos juniors con una ilusión tremenda, con los que tuve la suerte de trabajar.
Algunos de ellos, muchos teniendo en cuenta los tiempos que corren, son ahora profesionales. Me dejaré alguno, seguro, pero recuerdo al citado Landa a Ion Izagirre, Peio Bilbao, Garikoitz Bravo, Igor Merino y Jon Aberasturi en ruta más Jonathan Lastra y Omar Fraile, como corredores de BTT.
Ya entonces tenían algo, se les veía calidad, pero, para sorpresa de muchos, no eran dominadores de la categoría ni mucho menos. Como ejemplo, Landa e Izagirre fueron los dos últimos corredores de la selección de Euskadi en el campeonato junior que se celebró en Onda y que ganó el navarro Enrique Sanz. Esto es sólo un detalle, pero da pistas sobre cómo son estos corredores actualmente, buenos compañeros, sacrificados y conocedores del oficio.
Recuerdo a Mikel Landa como lo veo ahora, un tío con una clase descomunal, no como el corredor más autodisciplinado, no era un chico al que le encantara entrenar, pero tenía un don. Un don, una chispa que a día de hoy ha pulido con trabajo.
Mikel Landa es lo que era, un tío al que no le importaba sacrificarse por sus compañeros pero, ojo, tirado para adelante como pocos y que le gustaba ser líder cuando se sentía bien. Un tío con carácter, un líder en el grupo con sus chistes, sus gracias, un crío que no se callaba ni debajo del agua, que a veces se pasaba de la raya, que resultaba irrespetuoso, pero que generalmente lo hacía con un sentido, con un fin. Un tío, que podrá equivocarse o no, pero que no da puntada sin hilo.
Izagirre era otro talento natural, el del pedaleo fácil, al que le daba lo mismo una carrera de carretera que una de ciclocross, un chaval al que le veías pedalear y decías: “¡Qué clase tiene!”.
Al igual que Landa y que todos los corredores vascos, un junior de maduración lenta que todavía jugaba a ser ciclista era Peio Bilbao, un año más joven, el diamante, el niño flaco, desmadejado, con perfil de escalador y callado pero que lo mismo se te metía en una escapada por el llano y te la liaba.
Jon Aberasturi, un velocista que nació en el lugar equivocado, triunfando en Asia, ahora. Este ya era de los míos, como fui yo, un currante, un chaval con algo menos de talento natural pero con una capacidad de trabajo y sacrificio fuera de toda duda.
En este grupo metería a Jonathan Lastra, también a Omar Fraile, el niño que se hizo atleta remando en la ría de Bilbao, a Igor Merino…. Otros muchos, tan talentosos y trabajadores como estos, y hablo sólo de los nacidos en Euskadi, se quedaron por el camino, entre ellos Aitor Ocampos, medalla en aquel campeonato de España de Onda.
Por tanto, está claro que a la cumbre del ciclismo profesional se llega por varios caminos, pero, los dioses del Olimpo, los cracks, sólo son aquellos que tiene un brillo especial, un duende, un don….para hacer magia en bicicleta.
Por Unai Yus
Imagen tomada del FB del Team Sky y Team Baharain
INFO
Las gran fondo by Rose Bikes…
Destacado
Un, dos, tres,… Purito
Hemos escogido tres momentos de ciclismo para recordar a Purito Rodríguez
Finalmente tras un campo curvas, declaraciones y la inédita situación de verse corriendo cuando ya se había despedido, Purito Rodríguez dejó de competir hace ya seis años.
No quiero saber cómo fue el momento de ver que, pese a las energías que quiso dedicarle a su retorno, aquello era una tarea literalmente imposible, porque el día que dijo que lo dejaba, aquella tarde de agosto en Río, se descolgó de esa vida que marca el sacrificio de un ciclista: una vida de penurias, rutina y trabajo duro que retomar, una vez has probado la vida más allá de las dos ruedas, debe ser un muro de dos dígitos de pendiente.
Sobre Purito se arrojó mucha literatura estos años, pero quería traeros con tres momentos, tres flashes de su trayectoria profesional.
Son tres retazos que consideramos representativos de quién fue y qué hizo este ciclista que, en un entorno muy complicado, conviviendo con dos leyendas del tamaño de Valverde y Contador, pudo hacerse un hueco, grande y cómodo en el corazón del aficionado.
La primera etapa en el Tour
Tras varios años en “chez Unzue”, Purito admitió la oferta del Katusha, para medir sus posibilidades más alá de la zona de confort del pelotón español. Con los rusos tendrá algo que tardó mucho tiempo en conseguir: debutar en el Tour, carrera a la que Unzué no le llevaba porque Valverde tenía prioridad.
Y Purito fue al Tour, cargándose de las razones que había esgrimido durante años para que llevaran a la mejor carrera. Y en el Tour le salió la carrera perfecta pues se situó entre los mejores de la general y ganó una etapa en Mende que pasa, yo creo, por ser el espejo de su latente rivalidad con Alberto Contador.
Escapados ambos, el madrileño le azuza paz meter tiempo a Andy Schleck. Purito busca negociar, etapa para él, amarillo para el de Astana. Contador sacude la cabeza negándose. Se acabó el trato. Purito, más rápido sobre el papel, se reserva y gana la etapa. Un mal negocio para el rival.
La Vuelta de 2012 tiene llegadas en alto novedosas salpicando el recorrido, pero el paisaje al final siembre es el mismo. Purito, generalmente de rojo líder, con Valverde y Contador, en la carrera que reveló la igualdad en carisma y fuerzas que reinó entre los tres. Día tras día, la estrategia de ataques de corto radio de Contador se revela inútil. Parecía que la Vuelta tendría ganador catalán 21 después de Melchor Mauri, hasta que hubo un cortocircuito que lo cambió todo.
Camino de Fuente De, Alberto Contador hace gala de aquello que siempre le movió incluso cuando todo pintaba mal. Contador lanzó ciclistas por delante y tomó metros, metros que se hicieron segundos y luego minutos. Purito había perdido una Vuelta que pareció suya, que era suya. Aquel día encajó un golpe durísimo, pero subió al podio y admitió el valor de su rival. Grandeza para perder.
Hay mundiales que yacen en la memoria por los años de los años. Florencia, la cuna de los hombres que sabían hacerlo todo, vivió la mejor edición que recordamos en los tiempos recientes. La tormenta que recibió al peloton viniendo de Lucca fue el presagio del final más increíble, el desenlace más surrealista.
Purito siempre en vanguardia, vence la resistencia de los rivales. Parecía que la carrera era suya, debía ser suya. Valverde con Rui Costa y Vincenzo Nibali por detrás. Parecía hecho, pero en un desliz, nunca confesado al 100%, el portugués toma unos metros que le acercan de forma irremisible a Purito. En meta, gana Costa, Purito, roto, llora en el podio. Aquello fue duro, uno de esos chaparrones que quebrarían el junco más duro, le cabría el consuelo de su querida Lombardía, a la semana y con el sentimiento de que él debía haber sido el campeón flotando en el ambiente. Años después aquel día sigue escociendo. Nos sigue escociendo.
Ciclistas
Ganar como ganaba Fabian Cancellara
La victorias de Fabian Cancellara dejaban huella
Ganar, me dijeron una vez, se gana mucho, también en ciclismo, cada fin de semana hay carreras, incluso entre semana, pero victorias que marquen no hay tantas.
En esa tesitura se sitúa Fabian Cancellara, colgó la bicicleta hace unos años y siguen vigentes muchos de sus éxitos, incluso los de aquel 2010, primavera, en los que no tuvo casi contestación.
Mis favoritas de siempre:
Tour: 1998 Pantani
Giro: 1994 Berzin
Vuelta: 1995 Jalabert
Sanremo: 2004 Freire
Flandes: 2010 Cancellara
Roubaix: 2002 Muuseuw/ 2007 O’Grady
Lieja: 1999 Vandenbroucke
Lombardia: 2006 Bettini
Mundial: 1995 OlanoLa mejor: Duitama 95 https://t.co/q5kRDJpw3I
— Ramón Espinar (@RamonEspinar) November 11, 2022
Seis años después de su retirada os dejo estas palabras de Markel Irizar, son de entonces, escritas con el sentimiento de esos momentos, hablado del que había sido su ilustre compañero…
Llevo trece años de profesional y acabo de empezar las que será mi decimocuarta. Mucho ha pasado desde aquel chaval de Oñati que debutó en Euskaltel. Estos últimos cinco años los he tengo el privilegio de ser el compañero de Fabian Cancellara.
Fabian es una persona muy cercana en las distancias cortas, donde la gente no le ve. Es un líder dentro y fuera de la carretera, exigente, como no podía ser de otra manera pero muy agradecido.
Ha ganado mucho, muchísimo, Si me pedís por una victoria en especial, es difícil quedarse con una. Tiene oros olímpicos, Flandes, Roubaix, Mundiales, etapas en el Tour… si queréis que os sea sincero, yo me quedaría con su trayectoria, porque es excepcional. Fabian será recordado por ser uno de los más grandes en la historia del ciclismo.
Ademas todo lo que ha logrado ha sido fruto de su forma de correr, con su peculiar estilo y con una manera de correr que tenía por norma ganar dando espectáculo, dando la cara… de ser una locomotora. Puedes ganar que si lo haces como lo hizo ayer, marca y queda en la memoria de todos.
El ciclismo pierde a uno de los mejores clasicómanos de la historia del ciclismo, uno de los grandes. Nadie puede llenar su hueco. Peter Sagan tiene mucho carisma y la gente le quiere mucho, pero es un corredor distinto a Fabian.
De momento no veo a nadie que pueda ser como él. Su hueco es inmenso.
He podido estar y disfrutar en Gante de su despedida, una despedida que fue muy emocionante. Él estuvo tranquilo, cercano con el público y relajado.
Disfrutó de un momento muy especial para cualquier deportista profesional. Seis mil personas acudieron a la fiesta y despidió como debe hacerlo alguien como él, a lo grande. Ciao Fabian.
Por Markel Irizar
Imagen FB de Strade Bianche
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Alberto
4 de marzo, 2017 En 7:30
en el deporte profesional te convierten en pieza de cambio. te explotan hasta reventarte… ni les importa si dejas estudio familia o lo que haya en tu vida…
Nada mejor que hacerlo por placer…
Estatal Champiñón
11 de abril, 2017 En 1:01
jajaja ¿Metiendo mrda contra Contador por poner el huevo y formar un equipo?
Lo tuyo es mu fuerte Juan, o Johan o Joan, como te llames.
Pablo
31 de mayo, 2017 En 17:46
Metes mierda contra un equipo en el que entraste pagando? Al igual que todos sus corredores, con ese famoso «campus de selección». Todos sabemos lo que hay en el Contador, pero parece que te gusta eso de creerte las mentiras que te cuenta la gente, viendo como defiendes y ensalzas al gran Manolo. Reciclarse? Renovarse? Una persona que mata de hambre a sus corredores, que les manda unos entrenamientos de la época aquella (sí, la época de la ONCE) en la que la forma de recuperar era un poco… En fin, inapropiada y, ante todo, defendida y practicada por el GRAN Manolo. No me voy a meter en el tema de cómo jodió el ciclismo convirtiéndolo en un negocio invasivo con su fantástica idea del World Tour.
Pero bueno, antes de publicar cosas como éstas, los encargados de las webs y supuestos periodistas, deberían informarse más y no dejarse llevar por berrinches de niños chicos.