Ciclistas
Los imprescindibles ciclistas de 2019 (vol II)
De Chris Froome a su Team Sky pasando por Mas & Soler, como claves para el nuevo año
Chris Froome, camino al quinto Tour
Paisaje muy diferente para Chris Froome un año después.
Hace 365 días nos preguntábamos por la suerte del mejor ciclista del mundo, una suerte en un cuyo regazo iba la del ciclismo.
Chris Froome ha pisado todos los estados de la moral en menos de medio año y ha salido «ileso».
Ileso, a ojos del ciclismo oficial, otra cosa es la percepción del aficionado, que dista muchas veces de los comunicados oficiales y esas cosas.
Nosotros siempre dijimos, hay mil maneras de hacerlo mejor, más cuando el Team Sky se arrogó una autoridad moral que supuso un plomo para la consistencia de sus explicaciones.
Sin embargo trabajaron en su mejor corredor, y lograron que saliera adelante.
Poco o nada que añadir.
Sobre lo visto en 2018, Chris Froome está claro que quiere el quinto Tour.
No es necesario señalar la importancia de este número, de una cifra mágica en ciclismo, inviolable con el paso de los años.
Froome apareció un día en nuestras vidas, aquella Vuelta de 2011, y está en la antesala, siete años después, de estar en el círculo de los más grandes.
Cualquier discusión sobre el liderazgo de Froome para el Tour son palabras vacías
Geraint Thomas podrá hacer valer su condición de dorsal uno, pero el inglés de origen keniata parece inabordable si los astros se alinean como acostumbran a hacerlo.
Si 1995 fue el del quinto de Miguel Indurain, borrado Lance Armstrong, 2019 será el del quinto de Froome, si nada se tuerce.
La suerte de Enric Mas y Marc Soler
A Mas y Soler les ha tocado bailar con la más fea: están en la pista bajo el sondeo de cientos de miradas e incómodas comparaciones.
Entiendo que ellos son muy conscientes de la realidad, de lo que se dice y se comenta, pero no es sencillo abstraerse.
Ambos seguirán progresando al nivel que su calidad les permite y sus directores marquen.
Sinceramente, no lo tienen nada sencillo, porque ahí fuera hay gente muy, pero que muy buena y pensar que corren solos es el primer error de los que se llenan la boca de relevo.
Enric Mas estrenará su historia en el Tour de Francia, sin presión, ni más deberes que aprender.
Marc Soler volverá a la París-Niza y esperará a ver qué rendijas dejan los líderes del Movistar, que esa es otra.
A partir de ahí, todas las conjeturas están pendientes de un hilo.
¿Quién asumirá el presupuesto del Team Sky?
El año pasado, ya pasado, aunque fuera anteayer, nos marcó el final del Team Sky.
En un año este equipo será historia del ciclismo, y no sabemos si su estructura también.
Cuesta creer que en el fecundo ciclismo inglés no se pueda encontrar un compañero de viaje para la estructura de Brailsford.
Otra cosa, es pensar que alguien va a pagar el total de la factura, y es más, que no pregunte y dé el margen que Sky le ha dado a su equipo.
Si el Team Sky se rompe, si pasan los días y no se garantiza nada, si cunde la incertidumbre, será interesante ver qué actitud toman los corredores, sobre todo esos que son buenísimos y cobran un pastón por renunciar a su palmarés por sus jefes.
Ya sabes lo que es rodar con el realismo de Oreka Training???
El 2019, sin sponsor anunciado, ya es diferente de inicio para el Team Sky
La comodidad de otras veces se ve amenazada.
A ver si eso, iguala algo las cosas.
Imágenes: Team Sky
Ciclistas
Filippo Ganna se quita los asteriscos
El salto de Filippo Ganna en San Remo debe ser un punto de inflexión
Es curioso el caso de Filipo Ganna, no sé si hay gente que le tiene ojeriza o que no se acaba de creer que estamos ante un corredor que, como vimos el sábado camino de San Remo, come en la mesa de los más grandes.
El italiano es uno de los mejores ciclistas de la actualidad, un tipo corpulento, compacto, grandísimo rodador y contrarrelojista excelso, al que sin embargo se le cuestionan los méritos, como creyendo que no va a salir de su zona de confort, eso es, el velódromo y cronos por debajo de los 20 kilómetros.
Pero nada más lejos de la realidad.
Si miramos estos últimos años, Filipo Ganna ha sido un ciclista capaz de evolucionar y mejorar en todos los campos, incluso con su obvia limitación del peso.
Ha llegado más allá de lo que muchos pensaba y lo habrá hecho con un trabajo que podemos intuir.
Filippo Ganna no sólo rueda como los ángeles, ni sólo se cuelga oros olímpicos en el velódromo, ni acumula récords de la hora,.. él ya nos demostró en el Giro de la pandemia que era capaz de sortear dificultades montañosas y acabar muy delante e incluso ganar alguna etapa
El año pasado tuvo un rol interesante en la París-Roubaix y ahora esto de San Remo.
Lo del sábado no lo vi venir.
Se acopló a la estela de Pogacar en el Poggio y acabó segundo batiendo al sprint a Van Aert y al propio esloveno.
Fue la cadena, en engarce para que Van Aert y Van der Poel no perdieran el tren de Pogacar en el primer ataque.
Sólo un pero, el descenso, en el que no le vimos como podíamos presumir, en algún viraje se le vieron las costuras.
Sin embargo ahí sigue Filippo Ganna, que no es solo una pose bonita o un matador contra el reloj, es un ciclista cada vez más completo, que cultiva habilidades y cuestiona aquellos que le veían limitado.
Una vez dije que él come de la mesa de los grandes, esto lo ratifica, aunque espero que el piamontés esté más presente durante más veces durante el año y no nos deje huérfanos de esa calidad «casi pornográfica» durante tantos periodos.
Imagen: FB INEOS Grenadiers
Primoz Roglic
Roglic & Evenepoel, el Giro de Catalunya
El duelo Roglic & Evenepoel es el anticipo del Giro de Italia
La cosas de la vida, la Volta 2023, que con tanto detalle os hemos descrito, se supone este año un anticipo del Giro con Primoz Roglic y Remco Evenepoel en la salida.
A unas seis semanas de la primera grande, y en medio del subidón de la primavera, nos vemos con un entremés de mayo en pleno marzo en una carrera que, por otro lado, ofrece un diseño muy mejorable.
Pero están aquí, con cuentas pendientes y sabedores que los focos van a estar en ellos.
La última vez que Roglic y Evenepoel me midieron fue en septiembre, en el drama que le tocó vivir a Roglic en aquella llegada en llano en la que estaba ejecutando un ataque de esos que duelen, pues no se esperan, pero reporta un golpe moral y unos segundillos.
Roglic acabó por los suelos, destrozado -cuántas quemazones le hemos visto ya- y la sensación que su duelo con Evenepoel dejó hojas en blanco.
Medio año después, vuelven a cruzarse en la Volta, como grandes favoritos en un listado con nombres interesantes -ojalá veamos a un Bernal de regreso- pero ninguno a su nivel.
Sobre esta semana que empieza, creo que el reto para Evenepoel es cojonudo.
Corre un tipo de carrera que sin venirle mal, tampoco es su terreno idóneo, le quitan las cronos, como en casi todos los sitios, y le encadenan a tres llegadas en alto, ante un rival directo en unas semanas.
Ya sabemos que viene de dar grandes números en Tenerife, pero las sensaciones que ofrece el campeón del mundo en carrera son de debilidad cuando le ponen en aprietos para arriba.
Lo vimos en el UAE Tour con Adam Yates, cuando el británico le dejó en el tramo final.
Cierto es que Evenepoel gestionó bien la renta, pero Roglic y otros saben que el belga que resulta tan intratable en ciertos terrenos, ofrece debilidades en las llegadas en alto.
No sé hasta qué punto Roglic vendrá a disputar la general.
Tras hacerse con la de la Tirreno transmitiendo la sensación de que pasaba por ahí, ahora tiene opción de sumarle una Volta a su listado de vueltas por etapas que reluce en su estantería.
Ojo que el amigo viene con Dauphiné, París-Niza, Tirreno, Itzulia y Romandía, en una colección que no muchos han juntado estos años, de Valverde a Froome, pasando por Nairo, Richie Porte y el mismo Pogacar.
La Volta en este caso vendría a engrosar el caché, pero especialmente daría señas de lo que puede pasar en el Giro, ahí donde Roglic y Evenepoel se han citado para seguir lo que dejaron pendiente en la Vuelta.
Tadej Pogacar
Pogacar corre para la Milán-San Remo del futuro
Cada edición que pasa, Pogacar está más cerca de la Milán-San Remo
Claro que decir que Pogacar está cerca de ganar la Milán-San Remo con el paso de los años no significa que un día vaya a ganarla, pero como decían en mis tiempos de escuela: progresa adecuadamente.
En dos veces que el esloveno ha estado aquí ha sido factor determinante en el desarrollo de la carrera, e incluso esta vez ha rozado el podio.
Cuando hace una semana finalizó una París-Niza «canibalesca», pensamos con nitidez en Tadej Pogacar como la rueda a vigilar en esta Milán-San Remo.
En este proceso, cupieron los sueños más lúbricos, hasta que era posible un ataque ganador desde la Cipressa.
Pero como el propio corredor admite, ésta es una carrera complicada no, lo siguiente, una suerte de ruleta en la que él nada en medio de ciclistas más experimentados y en un terreno extraño para él, carente de la dureza que necesita para ganar.
Ahí reside, por eso el encanto del reto, compitiendo por ganar la Milán-San Remo, Pogacar está completamente fuera de su zona de confort.
Pero ello no le amedrenta, este tipo es «Juan sin miedo», como digo de otros, tipo Pidcock, que lo compiten todo como si nada les importara o condicionara.
Al igual que el año pasado, hemos visto que a Pogacar le falta la receta para la Milán-San Remo.
Hace 365 días estuvo en la pomada, su equipo hizo la selección desde la Cipressa al extremo que se quedó casi sin efectivos en el Poggio.
Luego vinieron Mohoric y su descenso del Pogggio
En esta edición Pogacar y UAE optaron por otra estrategia, tener más gente en el Poggio, propiciar que Wellens le lanzara y a jugarse la fuerte.
No hubo tanta dureza, y Van der Poel tuvo lo suficiente para darle réplica y dejarle atrás… en sus mismas narices.
Pero el proceso sigue, Pogacar prosigue su conocimiento de la carrera, sus matices, los puntos, las referencias y creo que poco a poco está más cerca de domarla un día.
Por eso no le descartéis para el futuro, esta esponja sobre bicicleta corre para ganarla en próximas ediciones, sabemos que será determinante, otra cosa es que acabe de ganador, pero su obsesión de ganar todo lo gordo una vez en la vida le devolverá a este escenario en el futuro.
Imagen: FB Milano Sanremo
Wout Van Aert
Van Aert es el perdedor de esta Milán-San Remo
Para Van Aert esta Milán-San Remo ha sido otro monumento que ha visto pasar
Balance final de la Milán-San Remo y ya me perdonaréis no hablar más del carrerón de Filippo Ganna, pero es que la suerte y resultado de Wout Van Aert merecen un foco especial.
Siendo directo, y respondiendo a la pregunta inicial sí, creo que Wout Van Aert es el gran perdedor de esta Milán-San Remo.
Lo digo con tristeza, os lo podéis imaginar, pues el belga ahora mismo es mi ciclista favorito, la «niña de mis ojos», al punto de desear verle en lo más alto del cajón de cada una de estas citas, pero no sé qué cojones le pasa en estas carreras que siempre acaba un peldaño por debajo de los mejores.
El Van Aert del Tour es eso, un rodillo que domina no a placer, pero sí con contundencia cada paso de la carrera, un ciclista desinhibido que rompe y rasga, tiene iniciativa y lleva al resto a remolque.
El Van Aert de carreras com esta Milán-San Remo es otra cosa, un ciclista que encaja golpes, pero que rara vez los propina, como si un techo de cristal emergiera sobre su cabeza ante el archirival Van der Poel, quien en los mano a mano, ya lo veis, es netamente superior.
Quiero pensar, a la vista del Poggio, que a Wout Van Aert le falta un hervor para su mejor punto de forma, al fin y al cabo la Milán-San Remo ya estaba en su casillero, pero las sensaciones fueron familiares, un ciclista top que las vio venir, sin tomar la iniciativa en ningún momento, saliendo a los cortes, corriendo a remolque y, en el momento clave, siendo el objetivo de todas las miradas y vigilancias.
Para Van Aert pasan los años y el casillero de monumentos sigue donde estaba, seguro que en Flandes y Roubaix será protagonista, pero lo será en la medida que esperamos de él.
Nos dijo Saúl Miguel, comentarista de Eurosport, en el podcast que de Van Aert esperaba una Roubaix por aplastamiento, aunque sólo fuera por sacar todo eso que le vemos le cuesta tanto sacar a relucir.
Ojalá, lo digo, ojalá lo veamos, pero no debe ser sencillo gestionar estos momentos y esta época en Bélgica, Van Aert es ahora mismo un top al que le falta la corona de verdad, y todos sabemos que ésta está en esas carreras para las que le vemos como destacado aspirante, incluso en un equipo como el suyo, que tiene otros que perfectamente pueden optar a lo que él quiere.
En breves, Flandes y todo lo que ello conlleva, espero que Wout no falle a la cita con la historia.
Imagen: FB Milano Sanremo
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