Opinión ciclista
Objetivos ciclistas: ¿Cuál es el vuestro?
Todo año empieza con varios objetivos ciclistas marcados en el calendario
Que levante la mano quién de vosotros, amigos cicloturistas, no se ha acordado de la bici, ni que haya sido por un pequeño instante, en vuestro brindis de las doce campanadas, para desearos a vosotros mismos una feliz temporada, que podáis hacer oro en esa marcha tan exigente o escaléis, por fin, ese puerto tan duro al que le tenéis tantas ganas.
Si es que somos así.
Seguro que habréis salido el día de Año Nuevo.
Todos los ciclistas tienes sus objetivos.
Formáis parte de esa «gente extraña» que se junta, como en un rito de iniciación, para montar en bici un uno de enero a las ocho de la mañana.
Habréis puesto el cuentakilómetros a cero y empezado el año pedaleando.
Qué manía tenemos de poner el contador a cero cada inicio de año ¿verdad? Y empezar a acumular kilómetros para llegar a esa fecha marcada en rojo en el calendario con 4 ó 5 mil km en las piernas (¿tantos?).
Una vez me dijo mi cuñado que por qué contábamos los kilómetros desde el 1 de enero.
Me decía, no sin razón, que si todo lo acumulado el año anterior, y el otro, y el otro… no contaban.
Y es cierto.
Bueno, es un ritual como otro cualquiera ¿no os parece?
Y es que, en breve, estaremos a principios de una nueva e ilusionante temporada cicloturista.
¡Qué ganas de salir! ¿Verdad?
Habrá ganas de pedalear, muchas.
Muchos empezaréis a a rodar el primer fin de semana de febrero -coincidiendo con el inicio de la temporada pro en Europa-, con vuestros respectivos clubes, dando el pistoletazo de salida al calendario anual del campeonato de excursionismo.
Los menos madrugadores lo harán el primer sábado, o domingo, del próximo mes de marzo.
Las marchas empezarán a calentar motores y en vuestras agendas ya iréis señalando en rojo esas fechas ineludibles que os habréis marcado como objetivo: una exigente prueba, una ruta inolvidable, un stage preocupándoos sólo de dar pedales o, simplemente, salir con vuestras bicis tranquilamente a disfrutar, sin exigiros demasiado, más allá de lo que os suponga seguir la rueda de vuestros amigos y compañeros de grupeta.
Todo valdrá y habrá tantos objetivos para la nueva temporada como integrantes del inmenso pelotón de cicloturistas que pedalean cada fin de semana por todos los rincones de este país y del que todos nosotros formamos parte. ¿No es así?
Objetivos ciclistas, de boca en boca
Y en el ambiente ciclista, en esas primeras salidas de la temporada, existirá una cuestión que flotará en el aire, que irá de boca en boca, y que nos iremos formulando entre nosotros, sin tregua, en nuestros primeros encuentros y charlas, en las que, con nuestra respuesta, dejaremos marcada en nuestro rostro la ilusión que tengamos con una gran sonrisa:
— Y tú, ¿qué harás este año?
No digáis que no, ¿verdad?
Esta será la pregunta más repetida y que más se escuchará en nuestros corrillos ciclistas durante esos próximos días.
Al igual que muchos quieren averiguar qué van a correr los pro este año, que si el Giro, el Tour o la Vuelta, o si se van a centrar algunos más en las clásicas, pues nosotros, en nuestro pequeño gran mundo globero, hacemos lo mismo y nos interesamos por esos objetivos que se han marcado, con una X en el almanaque, nuestros compañeros de grupeta.
Y aquí cada uno responde lo que quiere, lo que desee o lo que pueda.
Los habrá sinceros… o no.
Algunos querrán esconder su «calendario» para no dar pistas a sus «rivales» (¿así estamos aún?).
Otros se lo tendrán que pensar («sobre la marcha») y quizás, los menos, querrán sorprendernos con alguna gran performance: un gran proyecto sobre ruedas, algo épico, mítico, aventurero o incluso extremo (qué manías tenemos -o tienen- algunos en hacerlo todo «Xtrem», con desafíos al borde de lo sobrehumano).
También encontraremos los más chulillos, los que sólo saben salir a la carretera para picarse y ganar. Sobre todo ganar:
— ¿Ves mi rueda trasera? Sí, ¿no? Pues fíjate bien porque es lo único que vas a ver este año.
Bromas aparte -aunque haberlos, los hay (me refiero a los fantasmas)- entre todo este elenco de objetivos y deseos para el nuevo año, hemos querido fijarnos en tres tipos de personajes ciclistas, tan reconocidos por todos nosotros, que pedalean a nuestro lado, charrando por los codos, en silencio, chupando rueda, indicándonos el camino a seguir, que van sobrados o con el gancho, el que nunca entrena o va acoplado, que de todo hay en la viña del Señor.
A estos tres amigos, según su palmarés o historial de digno o memorable currículum cicloturista, los vamos a identificar enseguida, ya sea por sus objetivos, su tipología o por su espíritu montando en bici.
Esos adorables ciclistas…
Por un lado tenemos a «el machaca»: cara curtida por el sol, lo que nos deja bien claro sus largas cabalgadas en bici, cuerpo de atleta, corazón de multideportista nato que igual le da por correr, nadar o pedalear, con la de carretera o con la BTT.
Cincuentañero y machaca, con una acusada y marcada personalidad que cautiva.
Amigo de sus amigos y que disfruta de la vida a tope haciendo deporte, que es su lema, su filosofía de vida.
Con total seguridad para muchos cicloturistas sus retos no tengan mucho sentido, pero para él «es la vida».
Por otro, tenemos a «el devorador de kilómetros», que no lo podemos confundir con el machaca, porque son dos tipos diferentes, primero porque suele ser un feliz jubilado que «tiene poco tiempo», ya que está aprovechando para hacer lo que más le gusta, que es montar en bici, «y eso lo requiere».
El «devorador de kilómetros» no se parece en nada a «el machaca»: no compite, no está obsesionado con marcas, tiempos ni relojes.
Huye de las grandes marchas.
No quiere ni oír hablar de ellas. Dice que son «carreras encubiertas».
Tampoco se pica y es un tío muy majo que sólo piensa en salir en bici y sumar kilómetros.
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En tercer lugar, tenemos a «el tranqui». Su estilo de vida ciclista no es el del «devorador» ni el de «el machaca», ni mucho menos.
Es un cicloturista tranquilo, más sosegado, que se toma la bici de otra manera y que sobre todo saborea los kilómetros y no los devora, aunque eso no significa que por ese motivo no se esfuerce o se motive menos que los otros. Para nada.
Suele ser el más joven de los tres.
Y vosotros, ¿qué sois?
Opinión ciclista
Grandes vueltas: ¿Quién es el mejor de la historia?
También en grandes vueltas, nadie se puede medir a Eddy Merckx
Las grandes vueltas son al ciclismo lo que los contrafuertes a una catedral.
Podrán gustar más o menos que las grandes clásicas, ciclismo de un sorbo, cargado como un buen café, pero en las tres semanas de un Tour o Giro o Vuelta salen a flote las miserias y excelencias de los ciclistas.
Nosotros somos más de clásicas, ciertamente, pero el fuego lento también le sienta bien a este deporte.
Hemos visto este listado, este top ten en Facebook y no nos hemos podido resistir a opinar, un poquito sólo, sobre los grandes de siempre en esta historia de tres semanas y mil aventuras.
Y vemos que el primero, como en casi todo, porque superarle se antoja imposible en un largo tiempo es Eddy Merckx, el corredor que resume su carrera diciendo que lo ganó todo, todo lo importante, salvo la París-Tours.
Eddy Merckx instauró una especie de yugo sobre el ciclismo que conoció que no tuvo muchos más nombres salvo el suyo desde finales de los sesenta a mediatos de los setenta.
El control de Merckx fue tal que en esa lista sólo sale un contemporáneo suyo, el escurridizo Felice Gimondi, protagonista en aquella jornada de Pra-Loup que cantó el ocaso del belga.
Gimondi fue, como Alberto Contador, un ciclista que explotó pronto.
Pero se le cruzó Merckx, como a otros tantos.
A Alberto Contador se le cruzó Chris Froome, a quien pudo ganar netamente una vez, en la Vuelta del 2014.
Alberto Contador en este listado podría haber estado más arriba.
Pero…
Sin embargo, no se puede obviar ese legado de siete grandes vueltas, siendo además uno de los pocos con las tres.
La lista también contempla a Miguel Indurain: si esto fuera un medallero olímpico, el Tour sería la medalla de oro y eso le pone a la estela de los más grandes.
Es curioso porque el desempate de Merckx e Hinault lo provoca la Vuelta que el belga ganó.
El tejón sigue siendo, más de treinta años después, el último campeón de la vieja escuela, aunque Tadej Pogacar se ha empeñado en seguirle, con cantidad y calidad de éxitos.
Ambos son ciclistas que atacan de amarillo, rosa o lo que fuera, que amasan triunfos de etapa, que abren distancias de diez minutos sobre los rivales.
Miguel Indurain fue otra cosa, como Jacques Anquetil, un poder contenido, medido en la habilidad contra el reloj.
Luego están los italianos, auténticos pioneros.
Belle époque, inaugurada por Alfredo Binda, ciclista que recibía primas por no tomar parte en las carreras y abrir el pronóstico.
Fausto Coppi y Gino Bartali, cuya rivalidad despierta aún emociones.
¿El mejor de la historia?
Cada uno tuvo lo suyo: su tiempo, sus rivales, sus recorridos.
Medirlos en igualdad es imposible.
Si por algo hemos de fiarnos, más allá de los sentimientos que despertaron esos triunfos, es de la estadística.
Y ésta es inapelable: Eddy Merckx
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
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