Ciclistas
Valverde es y será eterno
El otro día hablábamos de refilón y a causa de Contador y del equipo que quiere formar de la “edad dorada” del ciclismo español. Se nos han pasado los años, casi sin percatarnos y los actores de la manoseada expresión ya tienen una edad que no denota ni cansancio ni hartazgo por su oficio.
Si en su día recordamos aquello de “vivimos de puta madre” que un día me soltó Purito, lo cierto es que los llamados tenores de este momento ahí siguen. El catalán no ha estado en la pomada, pero sí Contador y Valverde, Alejandro Valverde, el ciclista que sin rubor a equivocarme es el corredor más original de la historia de este deporte en España.
A Valverde nunca le hemos medido con la misma vara que al resto, porque no ha sido un ciclista como el resto, es un corredor superlativo, un deportista que en otras latitudes sería “Sir” o anunciaría helados de primera marca, aquí simplemente es uno más, un tipo con una clase inmensa, un talento que no le va a la zaga y una moral digna del Alcoyano, porque su fijación por el Tour al final tuvo un premio por el que un servidor no dio nunca un duro.
En Andalucía vimos a última versión de Valverde, una que cada año revela a cuentagotas pero siempre un poquito más que el anterior. El Valverde del Ventoux de hace unos años en la Dauphiné, el de la Roma Maxima hace dos, el de la Strade Bianche del pasado,… un ciclista que está tan de vuelta, que se toma todo esto como un premio añadido porque, demostrar a día de hoy, le queda poco o nada que demostrar.
La victoria en Andalucía podría tener los matices que queráis, es inicio de temporada, no es el World Tour, faltarán algunos rivales,… pero es una victoria mayúscula, y me encanta que un ciclista que no acaba de explotar como Tejay Van Garderen alabe “los cojones de Valverde” por atacar y ganar de esa manera.
Valverde ganaba sprints a Zabel, Bettini y Freire hace diez años, se midió con Froome, Nibali y Contador en el Tour, se impuso en una Vuelta marcada, todo hay que decirlo, por la desgracia de Evans en Monachil, lleva tres Liejas, la última sublime, no sé cuantos triunfos, algunos inolvidables como ese del cuestarrón de La Zubia sacando y rematando el córner.
Valverde trasciende a los tiempos, incluso cuando los nubarrones del dopaje le asaltaron, porque no lo olvidéis, ganaba antes y gana después de la sanción, de ese tiempo en la nevera que nunca acertaré a entender por esas cosas que sólo pasan en el ciclismo.
No sé cuántos años le quedan a Valverde, pero se le ve cada vez mejor, incluso cuando todo invita a pensar que el margen se le acabó hace tiempo. Espero que en el Giro dé el tono y sobretodo en los Juegos, ese día que, a la vista de mierda de mundial que nos han llevado hasta la tierra de los jeques, está no en rojo, en rojísimo. Es la guinda, y si algo que quedara por demostrar sería un premio de ese calibre.
Imagen tomada de FB Vuelta Andalucía
INFO
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Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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