Ciclistas
El peso que soportan Nairo y Uran no es pequeño
Hace una semana Nairo y Uran ganaban sendas etapas en el corazón de Europa a tres semanas del Tour, están a punto, pero no es sencillo lo que les espera.
Ser ciclista en Colombia debe ser probar todos los los extremos de este bello deporte en tiempo récord. Nairo Quinta y Rigoberto Uran deben estar licenciados en este arte.
Ser ciclista en Colombia es subir al cielo y bajar a los infiernos en un segundo.
Lo mismo experimentamos en este mal anillado cuaderno.
No sé cómo se habrán tomado nuestros amigos colombianos la dolorosa derrota en el inicio del mundial de fútbol, pero de lo que no cabe duda es que en pocos sitios deporte y nación se cosen con tanta intimidad, demasiada a ojos e un descreído europeo que ama el ciclismo, sí, pero que también intuye “cómo” funcionan las cosas por dentro.
Así las cosas, desde Colombia casi siempre se inquiere a un servidor cada vez que uno de los suyos logra algo importante, y no se refleja en la medida que creen justa.
Sinceramente, lo que a otros podría molestar, aquí sabemos que es parte del juego.
Y ese juego nos obliga a ponernos en la piel de las dos grandes bazas colombianas para el Tour que empieza en un par de semanas.
Nairo y Uran, en todos los objetivos
Ribogerto Urán defenderá una plaza de plata, Nairo Quitana nunca ha apostado tanto por el Tour, cuyo podio ya ha pisado tres veces.
Los dos están en primera línea, pero ambos parten con un rol de favorito quizá menor que otros ciclistas.
Todo sobre el papel.
Lo cierto es que el corredor omnipresente que fue Rigoberto Uran se ha quedado en ciclista de objetivos preclaros y métodos que no son tan vistosos como antes.
“Ataca menos” me dicen.
Y es cierto, como también lo es que pisar la segunda plaza del Tour te hace proclive a tener pavor a perder lo conquistado.
Un pavor que extrema las precauciones y enfría cualquier ánimo de aventura.
Así las cosas, sobre el papel siempre, creemos que Rigo Uran lo tiene complicado para reverdecer su plaza en el podio de París y no sólo Rigo, lo creemos también de de todos los que dicen optar a algo importante.
De Nairo, bien en Suiza, aunque no sé si lo suficiente para un ciclista que está descansadísimo, ya opinamos no hace mucho: le vemos menos favorito que otras veces.
Para ganar el Tour son necesarias muchas cosas
El Tour que se acerca es muy atractivo para Colombia, el país que lo ha ganado casi todo, pero que ansía la gran pieza.
A ver qué tal le va a Gaviria.
Volviendo sobre la general, no será sencillo, porque es lo máximo y no hay nada más allá.
Y el Tour, recordadlo, no se gana porque lleves un continente entero detrás, ni por la presión que deposites sobre las figuras, ni cuán la defiendas en las redes, ni cómo te pelees por ellas en las conversaciones: se gana en base a otras muchas cosas que se alinean un mes de julio en Francia.
Y de eso, el aficionado medio, la amplia mayoría, poco tiene qué decir…
Imagen tomada de FB de EF Education First
Ciclistas
Filippo Ganna se quita los asteriscos
El salto de Filippo Ganna en San Remo debe ser un punto de inflexión
Es curioso el caso de Filipo Ganna, no sé si hay gente que le tiene ojeriza o que no se acaba de creer que estamos ante un corredor que, como vimos el sábado camino de San Remo, come en la mesa de los más grandes.
El italiano es uno de los mejores ciclistas de la actualidad, un tipo corpulento, compacto, grandísimo rodador y contrarrelojista excelso, al que sin embargo se le cuestionan los méritos, como creyendo que no va a salir de su zona de confort, eso es, el velódromo y cronos por debajo de los 20 kilómetros.
Pero nada más lejos de la realidad.
Si miramos estos últimos años, Filipo Ganna ha sido un ciclista capaz de evolucionar y mejorar en todos los campos, incluso con su obvia limitación del peso.
Ha llegado más allá de lo que muchos pensaba y lo habrá hecho con un trabajo que podemos intuir.
Filippo Ganna no sólo rueda como los ángeles, ni sólo se cuelga oros olímpicos en el velódromo, ni acumula récords de la hora,.. él ya nos demostró en el Giro de la pandemia que era capaz de sortear dificultades montañosas y acabar muy delante e incluso ganar alguna etapa
El año pasado tuvo un rol interesante en la París-Roubaix y ahora esto de San Remo.
Lo del sábado no lo vi venir.
Se acopló a la estela de Pogacar en el Poggio y acabó segundo batiendo al sprint a Van Aert y al propio esloveno.
Fue la cadena, en engarce para que Van Aert y Van der Poel no perdieran el tren de Pogacar en el primer ataque.
Sólo un pero, el descenso, en el que no le vimos como podíamos presumir, en algún viraje se le vieron las costuras.
Sin embargo ahí sigue Filippo Ganna, que no es solo una pose bonita o un matador contra el reloj, es un ciclista cada vez más completo, que cultiva habilidades y cuestiona aquellos que le veían limitado.
Una vez dije que él come de la mesa de los grandes, esto lo ratifica, aunque espero que el piamontés esté más presente durante más veces durante el año y no nos deje huérfanos de esa calidad «casi pornográfica» durante tantos periodos.
Imagen: FB INEOS Grenadiers
Primoz Roglic
Roglic & Evenepoel, el Giro de Catalunya
El duelo Roglic & Evenepoel es el anticipo del Giro de Italia
La cosas de la vida, la Volta 2023, que con tanto detalle os hemos descrito, se supone este año un anticipo del Giro con Primoz Roglic y Remco Evenepoel en la salida.
A unas seis semanas de la primera grande, y en medio del subidón de la primavera, nos vemos con un entremés de mayo en pleno marzo en una carrera que, por otro lado, ofrece un diseño muy mejorable.
Pero están aquí, con cuentas pendientes y sabedores que los focos van a estar en ellos.
La última vez que Roglic y Evenepoel me midieron fue en septiembre, en el drama que le tocó vivir a Roglic en aquella llegada en llano en la que estaba ejecutando un ataque de esos que duelen, pues no se esperan, pero reporta un golpe moral y unos segundillos.
Roglic acabó por los suelos, destrozado -cuántas quemazones le hemos visto ya- y la sensación que su duelo con Evenepoel dejó hojas en blanco.
Medio año después, vuelven a cruzarse en la Volta, como grandes favoritos en un listado con nombres interesantes -ojalá veamos a un Bernal de regreso- pero ninguno a su nivel.
Sobre esta semana que empieza, creo que el reto para Evenepoel es cojonudo.
Corre un tipo de carrera que sin venirle mal, tampoco es su terreno idóneo, le quitan las cronos, como en casi todos los sitios, y le encadenan a tres llegadas en alto, ante un rival directo en unas semanas.
Ya sabemos que viene de dar grandes números en Tenerife, pero las sensaciones que ofrece el campeón del mundo en carrera son de debilidad cuando le ponen en aprietos para arriba.
Lo vimos en el UAE Tour con Adam Yates, cuando el británico le dejó en el tramo final.
Cierto es que Evenepoel gestionó bien la renta, pero Roglic y otros saben que el belga que resulta tan intratable en ciertos terrenos, ofrece debilidades en las llegadas en alto.
No sé hasta qué punto Roglic vendrá a disputar la general.
Tras hacerse con la de la Tirreno transmitiendo la sensación de que pasaba por ahí, ahora tiene opción de sumarle una Volta a su listado de vueltas por etapas que reluce en su estantería.
Ojo que el amigo viene con Dauphiné, París-Niza, Tirreno, Itzulia y Romandía, en una colección que no muchos han juntado estos años, de Valverde a Froome, pasando por Nairo, Richie Porte y el mismo Pogacar.
La Volta en este caso vendría a engrosar el caché, pero especialmente daría señas de lo que puede pasar en el Giro, ahí donde Roglic y Evenepoel se han citado para seguir lo que dejaron pendiente en la Vuelta.
Tadej Pogacar
Pogacar corre para la Milán-San Remo del futuro
Cada edición que pasa, Pogacar está más cerca de la Milán-San Remo
Claro que decir que Pogacar está cerca de ganar la Milán-San Remo con el paso de los años no significa que un día vaya a ganarla, pero como decían en mis tiempos de escuela: progresa adecuadamente.
En dos veces que el esloveno ha estado aquí ha sido factor determinante en el desarrollo de la carrera, e incluso esta vez ha rozado el podio.
Cuando hace una semana finalizó una París-Niza «canibalesca», pensamos con nitidez en Tadej Pogacar como la rueda a vigilar en esta Milán-San Remo.
En este proceso, cupieron los sueños más lúbricos, hasta que era posible un ataque ganador desde la Cipressa.
Pero como el propio corredor admite, ésta es una carrera complicada no, lo siguiente, una suerte de ruleta en la que él nada en medio de ciclistas más experimentados y en un terreno extraño para él, carente de la dureza que necesita para ganar.
Ahí reside, por eso el encanto del reto, compitiendo por ganar la Milán-San Remo, Pogacar está completamente fuera de su zona de confort.
Pero ello no le amedrenta, este tipo es «Juan sin miedo», como digo de otros, tipo Pidcock, que lo compiten todo como si nada les importara o condicionara.
Al igual que el año pasado, hemos visto que a Pogacar le falta la receta para la Milán-San Remo.
Hace 365 días estuvo en la pomada, su equipo hizo la selección desde la Cipressa al extremo que se quedó casi sin efectivos en el Poggio.
Luego vinieron Mohoric y su descenso del Pogggio
En esta edición Pogacar y UAE optaron por otra estrategia, tener más gente en el Poggio, propiciar que Wellens le lanzara y a jugarse la fuerte.
No hubo tanta dureza, y Van der Poel tuvo lo suficiente para darle réplica y dejarle atrás… en sus mismas narices.
Pero el proceso sigue, Pogacar prosigue su conocimiento de la carrera, sus matices, los puntos, las referencias y creo que poco a poco está más cerca de domarla un día.
Por eso no le descartéis para el futuro, esta esponja sobre bicicleta corre para ganarla en próximas ediciones, sabemos que será determinante, otra cosa es que acabe de ganador, pero su obsesión de ganar todo lo gordo una vez en la vida le devolverá a este escenario en el futuro.
Imagen: FB Milano Sanremo
Wout Van Aert
Van Aert es el perdedor de esta Milán-San Remo
Para Van Aert esta Milán-San Remo ha sido otro monumento que ha visto pasar
Balance final de la Milán-San Remo y ya me perdonaréis no hablar más del carrerón de Filippo Ganna, pero es que la suerte y resultado de Wout Van Aert merecen un foco especial.
Siendo directo, y respondiendo a la pregunta inicial sí, creo que Wout Van Aert es el gran perdedor de esta Milán-San Remo.
Lo digo con tristeza, os lo podéis imaginar, pues el belga ahora mismo es mi ciclista favorito, la «niña de mis ojos», al punto de desear verle en lo más alto del cajón de cada una de estas citas, pero no sé qué cojones le pasa en estas carreras que siempre acaba un peldaño por debajo de los mejores.
El Van Aert del Tour es eso, un rodillo que domina no a placer, pero sí con contundencia cada paso de la carrera, un ciclista desinhibido que rompe y rasga, tiene iniciativa y lleva al resto a remolque.
El Van Aert de carreras com esta Milán-San Remo es otra cosa, un ciclista que encaja golpes, pero que rara vez los propina, como si un techo de cristal emergiera sobre su cabeza ante el archirival Van der Poel, quien en los mano a mano, ya lo veis, es netamente superior.
Quiero pensar, a la vista del Poggio, que a Wout Van Aert le falta un hervor para su mejor punto de forma, al fin y al cabo la Milán-San Remo ya estaba en su casillero, pero las sensaciones fueron familiares, un ciclista top que las vio venir, sin tomar la iniciativa en ningún momento, saliendo a los cortes, corriendo a remolque y, en el momento clave, siendo el objetivo de todas las miradas y vigilancias.
Para Van Aert pasan los años y el casillero de monumentos sigue donde estaba, seguro que en Flandes y Roubaix será protagonista, pero lo será en la medida que esperamos de él.
Nos dijo Saúl Miguel, comentarista de Eurosport, en el podcast que de Van Aert esperaba una Roubaix por aplastamiento, aunque sólo fuera por sacar todo eso que le vemos le cuesta tanto sacar a relucir.
Ojalá, lo digo, ojalá lo veamos, pero no debe ser sencillo gestionar estos momentos y esta época en Bélgica, Van Aert es ahora mismo un top al que le falta la corona de verdad, y todos sabemos que ésta está en esas carreras para las que le vemos como destacado aspirante, incluso en un equipo como el suyo, que tiene otros que perfectamente pueden optar a lo que él quiere.
En breves, Flandes y todo lo que ello conlleva, espero que Wout no falle a la cita con la historia.
Imagen: FB Milano Sanremo
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Gustavo Arias
23 de junio, 2018 En 4:32
Que no te dé cosa, que eso que llamas presión no le ha hecho mal a ninguno de nuestros ciclistas, si no que lo digan Santiago Botero, Fabio Parra, Lucho Herrera y antes «Cochise» Rodríguez o Rafael Niño, que junto a Giovanni Jiménez fueran los primeros en militar en clubes europeos y que ahora gozan de una madurez o vejez dorada como deportistas queridos y respetados por una afición que aunque tanto lo deseó no les reclamaría jamás porque no fueron más.
Las muchedumbres que viste en las etapas de la Colombia, oro y paz, son similares a las que se veían en los años 50,s 60’s y 70’s con las llegadas de la vuelta a Colombia y las disputas de la general entre Efraín Forero y Ramón Hoyos, Cochise Rodríguez y Álvaro Pachón o Rafaél Niño y Patrocinio Jiménez. Se trata solamente de que las tres grandes y otras carreras europeas nos ampliaron el espectro y ahora somos más los aficionados que presionamos. Sí lo miras bien en este nuevo siglo nuestros ciclistas lo hacen mejor que en tiempos de Lucho Herrera, cuando ganó la vuelta a España, ya Nairo ganó Vuelta y Giro y ha hecho podio en las tres grandes, como Uran, Chaves y López. Pero, como en la película de Gandhi, han sido rechazados a porrazos en su avanzada, pero vendrá un momento en que se les cansará el brazo a los defensores y uno de los venidos de ultramar, asaltará el primer cajón del Tour. ¿Cuando? No tengo idea, pero pasará, de eso estoy seguro. El rey vigente y los relevos institucionales europeos, no son más jóvenes que los colombianos, Froome mayor que Rigo y Dumoulin de la edad de Nairo y Chaves, y Roglic mayor que López y atrás por un Enric Mas o Marc Soler, tenemos a un Egan Bernal o Iván Ramiro Sosa, que garantizan sostener el asedio.
Ah, algo más, en Colombia jamás llamaríamos «El Mueble» a Nairo ni insultaríamos a Rigo porque no haya podido ganar el Tour, como si lo hacen algunos aficionados españoles en los foros de ciclismo, en los que lamentablemente también escriben trolls de mi país. Contador, Valverde, Purito y otros ciclistas españoles son muy queridos en Colombia, de eso pueden dar fe Contador, Induraín o el mismo Oscar Sevilla y corroborar que el león no es tan fiero como lo pintan.
Muy buena e interesante tu página. Felicitaciones
Iban Vega
23 de junio, 2018 En 7:53
muchas gracias por tu comentario