Ciclismo
Samuel Sánchez en la Ciclobrava: “Hay que valorar lo que tenemos aquí”
Entre los fijos de la cada Ciclobrava, Samuel Sánchez se ha situado en el grupo delantero
Dos veces ha estado Samuel Sánchez en la Ciclobrava, y en ambas tiempo, ambiente y recorrido cumplieron con lo que pretende de una marcha.
“Busco estar en un ambiente bonito y distendido, pasarlo bien, cada uno como quiera ir, yendo despacio o apretando un poquito. A mí por el momento, por que el físico me lo permite, me gusta apretar” comienza explicándonos.
Te gusta picarte un poco, veo
“Claro, claro. Hay que picarse un poquito, está bien, es lo que tienen la vida y la bicicleta”
Pero valoras los recorridos y el regalo a la vista
“Nunca pierdo de vista que el recorrido sea atractivo e interesante. Que el que paga su inscripción se lleve un buen recuerdo, cada uno con su objetivo y reto personal”
Cosas que cree que el cicloturista aprecia especialmente….
“Cuidar al ciclista se valora de diferente manera, unos quieren un buen welcome pack, otros que te metan un bidón o barrita, otros que el avituallamiento esté bien, que haya agua fresca, con sus plátanos, algún bollo o fruto seco. Otros valoran el track, el tema de la seguridad, que esté bien señalizada”
Aunque no hay que olvidar que no estamos en competición
“En todas las marchas hay que respetar las normas, las carreteras no están cerradas y hay que estar atento”
La Ciclobrava y el regalo del paisaje
Veo que Samuel Sánchez conduce la conversación a la Ciclobrava
“A mí me gusta que la sea bonita, con calidad paisajística, un puerto duro, emblemático, que tenga un poco de épica. Valoro que puedas pararte un momento y hacerte una foto al lado del mar, como en la Ciclobrava y que al llegar a la meta que lo hagas con la sensación de haber pasado un bonito día de cicloturismo”
En el caso de la Ciclobrava, hay otros intangibles a valorar
“Cierto. A parte del paisaje, la Ciclobrava es lo que supone. Está enclavada en Girona, meca del ciclismo mundial, no sólo por el gravel, y sí por todo lo que significa para el sector bicicleta, en todas sus modalidades”
Sitios que te gustan de esta marcha
“El entorno de la Ciclobrava es privilegiado, cuando bajas al mar, y te encuentras con el Mediterráneo. La bajada es una gozada, con buena temperatura y carreteras con piso excelente”
¿Algo más?
“La llegada a Girona gusta, bueno, tanto la llegada como a salida. Entras por Montjuïc y ves todas esas casas. Gracias al ciclismo descubres sitios muy bonitos y la Ciclobrava te ayuda a descubrirlos para luego volver con familia y amigos y profundizar en ellos”
¿Cuántas veces la has hecho?
“He estado dos veces, en ambas vi el mar”
Es decir hiciste la versión larga…
“El año pasado la hice con Angel Edo y algún otro ex ciclista y me encanta. Además conozco bien la Costa Brava, de competir y de ir de vacaciones. Es una zona preciosa”
¿Qué me dices de los avituallamientos?
“No he parado en muchos avituallamientos, porque suelo ir en los grupos de cabeza y como no hace calor, es complicado hacer corto de agua. Se hace bien con un par de bidones”
…
“Bueno, espera, el primer año paré en uno, llegando casi a Girona, recargué agua y tome un par de plátanos”
Un sitio para enmarcar
“La bajada a la costa es algo que le recomiendo a todo el mundo. Es un lujo para los ojos, hay que saber valorar lo que tenemos aquí. Ves a gente internacional que se queda sorprendida por lo que ves”
Luego cuando llegas ¿te dejas caer por la Sea Otter?
«Siempre chafardeo en la Sea Otter, me considero un friki de la bicicleta, estar al corriente de materiales y novedades. He tenido la suerte de ganarme muy bien la vida con la bicicleta y sigo muy vinculado a ella. Es mi mundo”
Ciclismo
Quiero creer en el Alejandro Valverde seleccionador
Lo que logró como corredor no va a ser sencillo que Valverde lo consiga como seleccionador
Alejandro Valverde ya ha sido nombrado oficialmente como el nuevo seleccionador nacional de carretera masculino de España.
En su haber, una carrera, llena de victorias prestigiosas como cinco Flechas Valonas, cuatro Lieja-Bastogne-Lieja y la Vuelta a España de 2009 y su mayor logro: coronarse campeón del mundo en 2018.
Tras su retiro en 2022, Valverde continuó su vínculo con el ciclismo como embajador y gravelero.
El anuncio de su nombramiento se realizó el día del padre por parte del presi de la Real Federación Española de Ciclismo, que destacó su experiencia y conocimiento profundo del deporte como cualidades fundamentales para liderar la selección.
Siempre sonriente, cercano y cálido en las distancias cortas, Valverde expresó su entusiasmo por este nuevo desafío llamado seleccionador, asegurando que dará lo máximo para contribuir al éxito de la selección española.
Para Valverde es clave la relevancia del trabajo en equipo y la colaboración con otros seleccionadores y personal técnico para alcanzar los objetivos establecidos.
Desde fuera, no lo veo nada sencillo, y eso que el ciclismo español tiene buena base para volver a ser protagonista en los mundiales.
Es cierto que Valverde fue uno de los mejores ciclistas que ha visto este país, pero una cosa es triunfar en la carretera y otra en el coche, y muy diferente también lograr transmitir como seleccionador situaciones tan personales como a las que se ha enfrentado en sus años de ciclista.
A modo inmediato le viene el Mundial de Kigali, Ruanda, en 2025.
Otro desafío será la integración de nuevas tecnologías y metodologías de entrenamiento para optimizar el rendimiento de los ciclistas, un área en la que la experiencia internacional de Valverde jugará un papel crucial.
Su nombramiento refleja una apuesta por la experiencia, el liderazgo y la pasión por el ciclismo, no lo dudo, pero también por un carisma con el que va a ser imposible competir, ojalá salga bien, pero a priori no me pareció la mejor opción.
Ciclismo
Milán-San Remo: Van der Poel nos ganó la carrera del siglo
La segunda Milán-San Remo de Van der Poel llega en una carrera histórica
Se sabía de antemano que esta Milán-San Remo iba a romper los moldes, el guion escrito, las previsiones, como esa que recordábamos esta mañana de Gino Bartali. Una carrera para marcar un antes y un después, con Mathieu Van der Poel en lo más alto.
Ha sido emocionante, más que nunca.
San Remo siempre nos ofrece los 15 minutos del año, pero esta vez la emoción se alargó sobre el terreno.
La Cipressa, la subida que todos marcaban como clave para Pogacar fue precisamente eso: la rampa de lanzamiento, casi nueve minutos para una acción que antes se consideraba suicida, pero no para estos corredores.
Porque si en algún momento hemos visto un abismo entre unos pocos y el resto, ha sido hoy.
Una Milán-San Remo entre Pogacar, Van der Poel y Ganna, y luego, el resto.
Un hueco que se hizo insalvable ya en la Cipressa, con tres nombres marcados: el podio claro, y los perseguidores que nunca estuvieron a la vista.
Pogacar lo ha hecho todo bien: ha armado la estrategia adecuada, ha utilizado a Wellens y Narváez en la Cipressa, ha intentado desgastar a Van der Poel hasta la saciedad y ha atacado 1000 veces, pero la Milán-San Remo sigue resistiéndosele.
Creo que no soy el único que quiere verle ganar esta carrera algún año, pero claro, cuanto más tarde, más alimenta nuestra expectativa.
Así que, si aún no lo ha logrado, lo más probable es que tenga que redoblar la apuesta para el próximo año.
San Remo no es una obsesión para Pogacar, nos dijo Matxin, y le creo, con todo lo que ha ganado. Pero que aún le quede pendiente es una bendición para los aficionados y todas las cábalas en las que nos perdemos.
Hoy hemos visto algo importante, clave, diría yo.
Cuando Tadej Pogacar tiene rivales a la altura, como Mathieu Van der Poel, surgen carreras como ésta.
Por eso, aquí, en este mal anillado cuaderno, aplaudimos a personajes como Jonas Vingegaard o el mismo neerlandés, porque nos dan eso: días para el recuerdo.
La segunda Milán-San Remo que gana Van der Poel es histórica, por la pasión que nos ha brindado, por seguir subiendo en la lista de monumentos, pero sobre todo, por haber sublimado una carrera que es un carrerón, muy especial, sin duda la más increíble cuando todo se desata, como fue el caso.
Ciclismo
Roglic o Ayuso ¿Seguirá la Volta a Catalunya siendo eslovena?
El primer favorito de la Volta es Roglic, pero Juan Ayuso llega de dulce
La Volta Ciclista a Catalunya 2025, a empezar el lunes en Sant Feliu de Guíxols, celebrará su 104ª edición con una participación en la que destaca un ganador de la carrera como Primoz Roglic.
El esloveno va al frente de un pelotón de 168 ciclistas compartiendo cartel con Juan Ayuso, Adam Yates, Egan Bernal, Richard Carapaz, Mikel Landa, Enric Mas, y Nairo Quintana.
Ahí van un par de ganadores de esta carrera entre los 24 equipos para siete etapas, tres de ellas con final en La Molina, Montserrat y Queralt.
Hablamos de jornadas clave, con las novedades de la vuelta a la cima de Montserrat, treinta años después de ganar Laurent Jalabert, y la maravilla del Berguedà, una etapa sin duda diferencial.
Ciclismo
Milán-San Remo 1950, la última de una época
Bartali ganó la Milán-San Remo de 1950 que marcó un antes y un después en la historia de la ciudad de la Liguria
El 18 de marzo de 1950, Gino Bartali ganó por última vez la famosa Milán-San Remo, sin saber que esa victoria marcaría el final de una era.
San Remo, conocida por ser la ciudad de los ciclistas, había sido durante años el epicentro del ciclismo en Italia, con la Milán-San Remo como su gran evento anual.
Sin embargo, a pesar de contar con muchas otras festividades como la de la gastronomía o el pescado frito, ninguna alcanzaba la popularidad o permanencia de la famosa carrera ciclista.
En esos años, la Milán-San Remo era la segunda carrera más importante en Italia, solo superada por el Giro de Italia, y atraía miles de turistas, especialmente de la clase alta del norte de Italia, quienes disfrutaban del buen clima y la pesca fresca en la ciudad.
San Remo se había hecho un nombre como centro turístico, pero además de la carrera, la ciudad buscaba nuevas maneras de atraer visitantes durante todo el año.
Así nació la idea de organizar un festival de música, el cual debutó el 29 de enero de 1951.
Aunque en un principio se pensó que el festival sería un fracaso, lo cierto es que fue el inicio de una nueva era para la ciudad.
El ciclismo ya no era el único atractivo de San Remo .
Desde entonces, la ciudad se convirtió también en la capital de la canción italiana, y muchos ciclistas, como el francés Louison Bobet en 1951, llegaron a San Remo también como parte de esa nueva identidad musical.
El Festival de San Remo, con su creciente popularidad, terminó por consolidarse, convirtiéndose en un evento que perdura hasta hoy.
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