Ciclismo de carretera
El postureo del bueno ha llegado al cicilsmo
La pregunta ahora es saber si el postureo ha llegado para quedarse en el ciclismo
Señoras, señores, el paradigma cambia y algunos no nos hemos dado ni cuenta, o quizá es que no queremos, el ciclismo ya no es sólo salir a contemplar paisaje y descubrir mundo, tampoco consiste exclusivamente en sacar vatios y llegar roto a casa, todo eso está bien y sigue vigente, pero el ciclismo es hoy más postureo que nunca.
Admitirlo es el primer paso, luego dejarse llevar y disfrutar de una corriente que, nunca la acabaremos de entender al 100%, pero que es un hecho, que se extiende como una mancha de aceite y deja muy poquitos al margen.
Al menos ha traido gente nueva, me consuelo.
Pero ¿qué es el postureo en nuestro querido ciclismo?
No es difícil describirlo, pues no es cosa sólo de bicicletas y de ciclistas, lo que sucede que ahora ha llegado con todas las consecuencias al ciclismo.
El postureo en ciclismo tiene más que ver con lo que rodea al mismo que la marcha en sí, conecta con el lugar de quedada para salir, con el nombre de la grupeta, con lo que se toma en el desayuno o al final de la salida, pero sobretodo a lo que se lleva puesto y la forma de conjuntarlo.
No es salir a rodar con la bicicleta, es hacerlo acorde a lo que dicta el entorno y en especial a lo que uno mismo cree que combina o no.
Se impone la ropa ajustadísima, los colores pastel y las líneas simples.
El casco tiene que estar en armonia con las zapatillas, y por medio todo lo demás, desde maillot a calcetines, tiene que estar acorde.
No escapan ni las gafas.
Sueltan palabras como pace, outfit, KOM o after y post ride y si le añaden un afeitado a medidas o coleta trenzada surgiendo bajo el caso, mejor.
Los amantes del buen postureo, por eso, tienen un olfato especial para una cosa: tienen perfectamente localizados en el radar todos los sitios donde ponen cafés cuquis y pastas muy dulces para antes, durante o después de la salida, según se tercie.
Es brutal, el éxito que están alcanzando algunos sitios para reunir la grupeta, en la previa o después de una salida que a veces no supera ni los 50 kilómetros, pues sudar no es glamouroso.
Esto es lo que nos rodea y aunque los puristas del esfuerzo clásico y la sacada de higados en las rutas no nos sintamos identificados, resistirse a ellos no es sencillo.
Seguro que muchos de los que llamamos «ciclistas de toda la vida» los acusan de contribuir al abuso de precios que se está produciendo en muchas cosas del ciclismo.
Creo que en parte tienen razón, he visto maillots de equipos profesionales que cuestan 150 eurazos, que hablamos de un maillot corto puro y pelado, por ser una de esas marcas de «hace poco».
Surgen las grupetas uniformadas, a veces vinculadas a tiendas o a cafeterías, todos iguales, juntos y compactos, haciendo marca.
No entremos en las bicicletas, el espejo del alma del ciclista, auténticas máquinas de precisión, cables por dentro, grupos top y cambios electrónicos, cuando no van con cuadros personalizados.
Todo perfectamente limpio, reluciente, cualquier mal cuidado de la bicicleta te pone en el foco.
Por cierto, todos aman el gravel y curiosamente con un fit más relajado, es decir, con holgura.
Es lo que hay, los tiempos cambian, el ciclismo no es ajeno.
El postureo mueve la industria del ciclismo, pero ¿lo ha hecho para quedarse?
Ciclismo de carretera
Vuelta: cositas que no deberían faltar
En breve conoceremos la Vuelta que vuelve a salir desde Lisboa
No queda nada para conocer el recorrido de la Vuelta 24 y poco menos de un mes para darle la carta a los Reyes.
Nosotros hemos reunido piezas y hemos pensado en esas cosas que creo que la Vuelta debería tener en cuenta, si no en todas las ediciones, cada poco tiempo.
En este listado de peticiones, quería empezar por la ciudad de salida y es que aunque me decepcionó Barcelona en la puesta de largo de este año, admito que me gustó mucho ver la Vuelta por mi ciudad.
Que la Vuelta vuelva a Barcelona más pronto que tarde es un deseo que espero se produzca cada pocos años y no cada quince o vente para ver a los mejores del mundo por una ciudad que, para el ciclismo, es perfecta.
Hay ciertas zonas de la geografía nacional que Vuelta no visita hace mucho y que deberían ser de paso más frecuente.
El mil veces mencionado Berguedà es un ejemplo y eso que con Rasos de Peguera fue en su día final de etapa. igual que volver más veces al Pirineo navarro, mirad lo que nos dio de paisaje Belagua.
Los confines de León con Galicia e incluso Zamora, las desconocidas sierras de Cuenca o del norte de Huelva, o las ciudades patrimonio -un final en el Zocodover de Toledo o bajo el mismo acueducto en Segovia- son otros escenarios que la carrera debería explotar.
Y qué decir de las islas.
Y ya no sólo de la deuda histórica con Canarias, es que Baleares no aparece en el recorrido desde hace 25 años.
Ambos archipiélagos son meta de millones de deportistas anualmente y viven ajenos a la Vuelta, cosa que no acierto a entender.
Ya que estamos con la elección de sitios nuevos o poco frecuentados, que escojan las rutas más bonitas para entrar en ciudades y no descampados sin alma y vertederos de coches o casas a medio hacer.
Algunas aproximaciones a meta son brutalmente feas
Recuperar una contrarreloj por equipos más larga y en un papel más decisivo es otra consigna no siempre cumplida.
El ejercicio por equipos es estéticamente bellísimo y pone en valor el componente colectivo del ciclismo.
Sobre los kilometrajes, ya sabéis, cronos que se aproximen a los 50 kilómetros, la Vuelta nunca ha tenido las kilometradas del Tour y etapas algo más largas.
En ese sentido, molan jornadas al final que destrocen el pelotón como la de El Escorial o la famosa de Mos hace un par de ediciones.
Son etapas que dejan huella y al ser al final propician situaciones que rescatan lo mejor del ciclismo y su capacidad de sorprender.
Ciclismo
Ayacata, la puerta de las cumbres de Gran Canaria
Ayacata es algo así como el campo base para las grandes alturas de la isla
Está en el centro de la isla, es pequeñito, poco concurrido, pero pintoresco y bello. Es el lugar de Ayacata y para el ciclista es la puerta a las grandes cumbres de Gran Canaria.
Situada a unos 1300 metros sobre el nivel del mar, Ayacata ofrece un respiro a los ciclistas en la antesala de los mejores retos. Aquí el fresco se nota, si vienes del sur, la temperatura puede estar entre 10 y 15 grados más baja.
En unos días, en enero, el sitio se cubrirá de colores blanco y rosa por la mudanza de sus árboles.
Sitio de ciclistas
Mientras ese momento llega, al sitio de Ayacata seguirán llegando ciclistas que harán alto en alguno de sus pequeños y pintorescos cafés, excelentes, acompañado de un bollo o de una rica tarta de manzana hecha en casa.
Serán ciclistas que pueden venir por la GC60 desde Maspalomas, muy lejos ya, o de Fataga y San Bartolomé de Tirajana. Otra vía es el famoso Pie de la Cuesta, desde Mogán, el “Stelvio grancanario”, por la profusión de curvas.
Todos buscarán Llanos de la Pez, al pie del Roque Nublo, en una carretera como las de antes, “botosa” que diría el ciclista. De ahí el Pico de las Nieves está a un giro a la derecha.
Y es que para los que quieren atacar el gran pico de Gran Canaria, Ayacata es la estación base, perfecto para tomarse un refrigerio antes del asalto final. Quedan desde aquí, 13 kilómetros a la cima y eso que los que vengan del sur llevarán un buen rato subiendo y surcando valles.
Ojo a esos tres kilómetros al 10% como muro final antes del asalto definitivo al punto más alto de la isla.
Ciclismo de carretera
A favor de sterrato, gravel, adoquines y todo lo que no sea zona de confort
La etapa de sterrato del Tour da que hablar mucho antes que se compita
La jornada del Tour 2024 que sale y llega a Troyes es, sobre el mapa, la más al norte de la próxima edición, aunque si entramos en detalle, impresiona la cantidad de tramos de sterrato que se han insertado en el recorrido.
Tramos que no sólo tienen la complicación de la piedra suelta, pues parecen subidas con cierta exigencia en una etapa que se corre por lo que muchos consideran la plácida campiña francesa.
Sobre la entrada del gravel, el sterrato, los adoquines… en el Tour estoy muy de acuerdo con esta aseveración.
Rotundo sí al sterrato, el pavé y todo lo que se salga del guion habitual en carreras de tres semanas. Por el interés previo que genera, por la adaptación que requiere y por el espectáculo que depara.
— Andrés Cánovas (@andrescanovas) October 26, 2023
Sucede mucho en este ciclismo contemporáneo que muchos tienen aversión al riesgo por miedo a perder un nombre importante en el camino.
Vamos a ver, favoritos que no llegan hasta el final los ha habido desde siempre, más en un deporte sujeto a tantos factores fuera de control, a veces hasta en medio de una tranquila charla en medio del pelotón suceden caídas brutales que se llevan varios por delante y en ocasiones algún favorito.
Los trances del ciclismo son los que son y a gestión del peligro y el estrés que conlleva forma parte del juego
La entrada de sterrato en este Tour de Francia responde en parte a la cantidad de etapas que hay entre el primer paso por los Alpes al inicio de los Pirineos.
El Tour se ha asegurado alicientes en medio, por el Macizo Central, pero también más al norte y ponerle pimienta al devenir de las jornadas.
No hay etapa sencilla en el Tour y menos con la perspectiva del sterrato y sus posibles consecuencias, a sabiendas que muchas veces no son muy importantes, pues la igualdad es patente.
Los equipos, los ciclistas y las estrellas se preparan el plan a conciencia, no dejan nada al azar y el día depara sustos pero no siempre diferencias, a no ser que un favorito directamente se caiga y abandone o se desfonde.
La inclusión de estas superficies conecta este ciclismo con los pioneros que compitieron por auténticos pedregales y de paso da color a una carrera que, por lo demás, siempre se mueve muy igualada.
Por eso, si se le mete salseo, cabe la posibilidad de ver algo diferente y sobretodo inesperado, que al final es para lo que nos sentamos cada tarde de julio delante de la televisión.
Imagen: A.S.O./Alex Broadway
Ciclismo de carretera
De este Tour me gusta casi todo
El recorrido del Tour 2024 se acerca a aquellos que me enamoraron del ciclismo
Qué le vamos a hacer, los aficionados que llevamos tiempo siguiendo el ciclismo somos sencillitos de conformar y para muestra este recorrido del Tour 2024, un guiño a lo que entendemos ha de ser el itinerario de la grande más grande de todas, de la carrera que vende el ciclismo al mundo y que desde bien pequeñitos nos amorró al televisor.
El Tour 2024 me mola, me mola mucho, me parece un paso en la buena dirección dentro del molde que me gusta para la carrera tiene más kilometraje, más cronos y montaña dura y selectiva, con paso que debería ser de obligado cumplimiento de ciertos símbolos como el Tourmalet o el Galibier.
Dicho todo esto, y con la expectativa alta, vuelvo a lo que escribimos el otro día, que nos imaginamos el mejor recorrido posible, que planteamos el esquema que creemos más adecuado y luego no os extrañe que la carrera resulte un bodrio.
El año pasado dije que el recorrido del Tour, el de 2023, era una tomadura de pelo y mirad qué carrera vimos hace tres meses.
La salida del Tour 2024 se va esta vez a la ciudad de ciudades, Florencia y lo hace con una etapa en línea, hasta Rimini, con dureza y 200 kilómetros de salida.
Criba fuerte casi de inicio, demostrando que la mejor manera de proteger las estrellas de caídas y percances es seleccionar casi de inicio y por tanto cribar la cantidad de ciclistas que van por las carreteras.
Porque si una cosa tiene este Tour es dureza, antes, en esa salida italiana, durante, con trampas que llaman la atención, como el Sterrato de Toryes, y después, con la traca final de Pirineos, Alpes y Niza.
Un esquema en el que se incluyen no pocas trampas y hechos inéditos como ver el Galibier en la etapa 4, un dato que, sin haberlo contrastado, creo que casi nunca se habrá dado.
El Tour que no acaba en París por los Juegos Olímpicos incrementa el kilometraje de bastantes etapas retomando esa historia de fondo que ha hecho de la carrera algo tan único y especial.
El fondo, que no el gran fondo, vuelve al Tour, y también el equilibrio con casi 60 kilómetros en dos cronos, una la primera semana y la final entre Mónaco y Niza.
A la vista de los destrozos que pueden propiciar ciclistas como Evenepoel o Vingegaard, en plena forma, creo que sesenta es una cifra razonable como para hablar de igualdad de oportunidades, pues en el camino además de varias encerronas en Macizo Central, hay sendas etapas de Pirineos y Alpes que merecen la pena.
En especial esa de Pla d´ Adet, con Tourmalet y Hourquette en el encadenado, y la de Isola 2000 que sube hasta el techo de la carrera, La Bonnette.
El penúltimo día por la zona de los Alpes que circundan Niza ya lo conocemos de la carrera hacia el Sol, y con la tundra que llevarán, creo que se maneja una dureza y acumulación de esfuerzos que sin dida van a ser matadores.
El que salga ganador de este maratón de sufrimiento no va a ser un cualquiera, ya pueden los protagonistas empezar con las inspecciones y armar el mejor equipo posible, porque todo lo que se tenga me parece poco para este señor Tour.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
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UnCiclistaMas
27 de noviembre, 2022 En 19:47
Que chorrada…
Yo llevo menos de un año saliendo. Siempre me ha gustado el ciclismo, la bicicleta y todo lo relacionado, pero nunca me habia picado el gusanillo, mas allá de utilizarla para ir a la oficina, algo que se acabo con la llegada del teletrabajo.
Suelo salir solo, porque voy mas agusto, a mi ritmo, a mi rollo, por donde me apetece, cuando me apetece, sin mirar kilometros, metros. Lo hago porque la vida sedentaria, el teletrabajo, y el mundo actual te mata lentamente. Me siento mejor nunca, en forma, fuerte, con resistencia, siento que el esfuerzo merece la pena. Y sí, strava y los koms son un aliciente mas, pero solo eso.
Sin embargo, no juzgo a nadie que me encuentre, ya sea solo, en grupeta, conjuntados o no, con bicis de 8000 o de 800€, con ropa de marca o la basica de decathlon, tomando la caña de después o el cafe con pasta de antes. Cada uno es libre de salir a disfrutar de la bici y la naturaleza por el motivo que sea, con el objetivo que quiera, y conjuntado o acompañado de quien quiera. Y ninguno somos nadie para juzgar a los demás, ni criticar sus motivos, aspecto o lo que invierten en equipamiento.
Iban Vega
28 de noviembre, 2022 En 9:06
gracias por tu comentario, aunque si sabes leer verás que CRITICA CERO
Describo una nueva realidad, que a los que nos gusta el ciclismo desde largo nos resulta curiosa.
Que cada uno la disfrute como le plazca
José Alberto Bastante
28 de noviembre, 2022 En 9:55
Los veo. Pero no va conmigo ese rollo. Mi bici es de acero, del año 1995 y antes del boom del ciclismo clásico o heroico hasta me ladraban los perros por no llevar carbono y un saco de coronas. Pero tampoco iba conmigo ese rollo y pasaba de los del postureo. Y muchas veces también les pasaba en la carretera. Que cada uno disfrute como le venga mejor respetando siempre a los demás y a si mismo. Y a dar pedales, que mola mucho.
Rapha Castelli Vanriesel
28 de noviembre, 2022 En 11:50
Estoy contigo @unciclistamas, que cada palo aguante su se vela que ya cuesta. El ciclismo no es contemplar paisajes. El ciclismo es lo que a uno o una le da la gana. Nadie se lo puede apropiar, nadie debería dar clases magistrales. Todo el mundo se fija en la imagen, incluso los que dicen que no, al final buscan una imagen menos trabajada, pero es una imagen. Es como decir que los jeviatas no se visten pensando en lo que se ponen. Es el mismo paradigma que un maillot tono pastel ajustado con casco a conjunto. Abrazoooo
Antonio
28 de noviembre, 2022 En 20:02
El ciclismo siempre ha sido un deporte caro, antes y ahora. Es verdad que hay precios desorbitados y otros asequibles, pero aún así requiere de un desembolso importante. Como siempre.
Y respecto a las rutas que no superan ni 50 kilómetros, pues no sé, bien que sufrimos algunos para hacer esos 50. Que cada uno gaste lo que quiera, haga los kilómetros que quiera o pueda, vaya vestido como quiera y se tome lo que quiera antes o después. Salgamos en bicicleta a disfrutar cada uno a su manera y con respeto. Y una última cosa, sí las marcas bajaran los precios se agradecería!.
Sergio
28 de noviembre, 2022 En 23:20
Totalmente de acuerdo, el ciclismo ha cambiado.Esta de moda. Y por supuesto hay postureo!! Solo hay que ver instagram por ejemplo, hay paginas solo de chic@s ciclistas posando, todo gracias a tv, youtubers, y redes, aumenta la afición.
Pero es la vida y hay que respetarlo. Son nuevos tiempos. Y para los que vamos en bici hace años creo es bueno.
Alfonso María
29 de noviembre, 2022 En 0:59
Totalmente de acuerdo con el artículo… hay bastante de exhibicionismo… basta observar a los ciclistas… pero es un atractivo más de cuando se hace cualquier deporte… ya sea tenis, esquí o caminar o jugar a los bolos.
Contesto a uno… el asunto no versa sobre el derecho que todos tenemos a hacer o no lo que queramos mientras no violentemos derechos de terceros … sino a opinar (que no juzgar) sobre lo que se ve, lo que se percibe. Faltaría más que no se pudiese opinar.
En la ciudad veo ciclistas que cuando se pone el semáforo en verde se levantan a pedalear culebreando la bici… muy muy muy ridículamente … ni que estuviesen haciendo un “demarraje”… me da mucha grima ver esos ciclistas haciendo esas posturitas. Hablo de ciclistas de los que van con la bici y con culote que han salido a andar en bici… y ya los de BTT… algunos van disfrazados como si fuesen a la guerra. 😵💫😵💫😵💫
Alfonso María
29 de noviembre, 2022 En 1:05
Se me olvidaba… aquí en Bilbao veo a muchos que van vestidos de ciclistas y van por los carriles de bici en modo velocidad digamos. Muy, muy, muy ridículo además de muy peligroso ir en velocidad en un carril bici urbano… es de las cosas más ridículas que he visto últimamente. Y no son ni uno ni dos sino muchos… totalmente de acuerdo con el artículo invasión de postureo ridículo en el mundo del ciclismo.
Raúl
29 de noviembre, 2022 En 12:39
Es realmente gracioso cuando quien escribe y firma el artículo, en su fotografía de presentación va conjuntado( gafas y camiseta del mismo tono), además de una gorra muy cool ( nada más lejos de los legendarios ciclistas que lucían marcas de refrescos y demás). Sigue siendo gracioso ese punto de observación donde el que porta una equipación de una marca «x» de precio elevado, molesta. Mi pregunta, ?lo pagáis vosotros? ?se lo pagan ellos?, es más, se crítica el kilometraje y la técnica, no tienen ningún derecho menos mal que no es una crítica pobre del que decida prácticar ciclismo y quiera elegir como vestir, cuántos km hacer y que técnica usar.
Iban Vega
29 de noviembre, 2022 En 16:21
por favor puedes decirme en que fotografía de presentación salgo conjuntado???
gracias
quien escribe y firma el articulo