Ciclistas
La mala suerte Niki Terpstra no tiene nombre
Publicado
2 años atrásen
Por
Iban Vega

La caída de Niki Terpstra pinta peor que todas las anteriores
Vemos lo de Niki Terpstra: Lo que la vida te da y te quita puede durar un segundo, un suspiro, caer desde lo más alto, subir a la cima, todo inesperado y a veces tan rápido que no te percatas de la suerte o mala suerte que te ha tocado en gracia.
Una reflexión que puede sonar barata y manoseada pero que nos ha venido a la mente con la historia que leemos de Niki Terpstra.
En aquel Quick Step lleno de estrellas alrededor del rey sol, Tom Boonen, el neerlandés era uno de los chicos aventajados de la clase
Dotado de un estilo innegable sobre la máquina, volador en los llanos, matador en los repechos de Flandes, hiriente sobre el adoquín, Niki Terpstra era esa suerte de corredor que todo lo tenía, todo le sonreía.
Junto a Patrick Lefevere saboreó las mieles de Flandes y Roubaix, fue pieza clave en los grandes días de la escuadra, tuvo a bien sacar de quicio a Peter Sagan, hasta hizo broma cómo vestían corredores de otro equipo.
Pero…
Hace año y medio decidió poner pies en polvorosa, dejar atrás la casa que le vio crecer y le catapultó, no quería compartir liderazgo, ansiaba ser jefe único, ni Gilbert, ni Stybar, ni Jungels, nadie al lado, mando único.
Fichó por el Total Energie y todo aquello que construyó en tantos años se empezó a tambalear.
Pocas veces un cambio de aires le ha sentado tan mal a un ciclista como a Niki Terpstra dejar el Quick Step.
Y no es sólo que correr al arropo de un equipo como el azul es siempre una ventaja, también la suerte que te acompañó en otros momentos, se esfuma por completo.
El año pasado, con el dorsal uno en la espalda, dejó Flandes ni cuando habían empezado las hostilidades.
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Luego dejó el Tour porque no pasaba bien los días a causa de una fractura de espátula.
Con el año nuevo, pareció cuenta nueva, pero ni con esas.
Fuera de competición, Niki Terpstra hace tras moto para coger ritmo, se le cruza un ganso y al suelo.
Se ha hecho daño, mucho daño, le dan tres meses para recuperarse de las heridas, eso es prácticamente año en blanco, según está programada la campaña.
Un año en blanco que le llega con 36 primaveras, y muchas dudas que surgen sobre su recuperación.
No caerá bien en muchos sitios, pero nadie merece la espiral de mala suerte que a Niki Terpstra le ha caído encima desde que fichó por los franceses.
Lo del neerlandés es el espejo de lo que es este deporte, arriba y abajo casi al mismo tiempo, con la misma velocidad de una curva mal trazada.
Esperamos verle de nuevo en ruta…
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Ciclistas
Carlos Rodríguez va a la Vuelta pendiente de otros
Publicado
11 horas atrásen
11 de agosto, 2022Por
Iban Vega

Hay que recordar que Carlos Rodríguez no llega de líder a la Vuelta
Ante lo que se le viene encima en la Vuelta, recuerdo que le pregunté a Carlos Rodríguez por la presión del relevo en el ciclismo español.
Sin cambiar el tono de su voz, ni mostrar nerviosismo, fue claro, dice que no le preocupa, que él hará su camino y veremos dónde le lleva.
Que no es justo hablar de relevo, que es gente que llega y se va, que continuamente entra y sale gente, lo que pasa es que ha coincidido que estamos en un momento en el se han ido varios muy buenos en poco tiempo.
Y zanja: «No vamos a tener un nuevo Valverde o un nuevo Contador, porque fueron ciclistas irremplazables»
Así es Carlos Rodríguez, así es esta generación tan señalada y presionada, personas con una madurez de tal calibre que solventan el tema de presión con una sinceridad a la que sólo podemos agarrarnos para creer y desearles lo mejor.
Recuperamos ese momento de la charla de finales del año pasado, para ver dónde se mueve este chaval cuya suerte ahora mismo está marcada, pues todos hablan del debut de Carlos Rodríguez en la Vuelta a España.
Un debut que viene salpimentado por una presencia casi constante del corredor a lo largo y ancho de la temporada, Carlos Rodríguez no se ha ganado el puesto en la Vuelta por ser el chico español joven, se lo ha merecido con una constante exposición, que además ha sido bautizada con victorias.
Cada año por estas fechas, desde hace unos agostos, decimos que la canción de la Vuelta a España habla de relevo y nuevos ciclistas de casa capaces de brillar.
Es la obsesión de algunos, sin reparar en lo que se hace para tener grandes ciclistas, prestos a competir en el ciclismo más exigente y multinacional que conocemos desde que seguimos este deporte.
¿Qué esperar de Carlos Rodríguez en la Vuelta?
Quiero pensar que algo más que trabajo en el seno de su equipo.
Es obvio que hay galones y que, por mucho que se venda que Carlos puede ser la bomba en la carrera, el Ineos viene con unos objetivos marcados.
Ni más ni menos que lo que vimos en la Vuelta a Burgos, Carlos Rodríguez descolgando figuras para su compañero Pavel Sivakov y éste rematando en el podio.
Lo que ha hecho Carlos en presente temporada es muy potente, pero dudo que se salte el turno de gente como Richard Carapaz, Pavel Sivakov o el mismo Ethan Hayter, ganador ahora en Polonia.
Seguro que los tres no estarán perfectos, pero que fallen todos es complicado.
Richard Carapaz está ahora mismo entre los diez mejores especialistas en grandes vueltas en activo, cuenta con cuatro podios y un Giro de italia en su haber, y un trabajo por concretar desde que no pudiera sacarle lo suficiente a Roglic en La Covatilla, hace dos años.
Pero una gran vuelta es larga y da eso, vueltas.
Los roles se mueven, las sillas tiemblan, y un Carlos Rodríguez con galones inesperados o la responsabilidad de rematar en una fuga podría perfectamente medirse con los mejores.
Y eso no es presionarle, es situar su talento donde merece, si bien sabe que cada día que pase delante será pisar terreno desconocido para su juventud, un problema que hace veinte años lo sería, pero es que ahora vienen tan aprendidos que dejamos esa puerta abierta.
Imagen: FB Vuelta a Burgos
Ciclistas
El Sosa de Movistar se queda muy lejos de lo esperado
Publicado
3 días atrásen
8 de agosto, 2022Por
Iban Vega

El rendimiento de Iván Ramiro Sosa en Movistar se preveía irregular, pero no tanto
Cuando Iván Ramiro Sosa fichó por Movistar acabamos diciendo que…
A diferencia de Nairo y Miguel Ángel López, quienes desde bien jóvenes se veían para disputar generales, Iván Ramiro Sosa aún no tiene definida la suerte en las grandes vueltas ¿Movistar le encarrilará?
Mientras vemos eso, lo fácil sería encasillarle en un cotizado pero relevante puesto de «coleccionista de cumbres», un tipo de corredor que en chez Unzue ya han tenido en la persona de Leonardo Piepoli, un ciclista del que muchos hablan bien pero con la boca muy pequeña.
Pero dejando asuntos turbios al margen, la variedad de cimas que adorna el palmarés del italiano bien podría ser una inspiración para el colombiano más colombiano del presente si el esfuerzo de tres semanas se le hace bola.
Medio año largo después, podemos opinar que Sosa se ha movido en la franja baja, muy baja, de las expectativas que despertó su fichaje por los telefónicos.
Admitidlo, todos esperábamos a verlo en Burgos, carrera que ha ganado dos veces, las dos además dando muestras de un talento tan grande como inestable.
En la carrera, en su carrera, no se le ha visto más que perseguir en Lagunas de Neila, otrora su coto particular, esta vez otro palo en la rueda del equipo azul.
Cuando veía el duelo Almeida vs López, recordé el mano a mano que mantuvo el segundo con Sosa en ese mismo sitio años atrás.
Nada que ver con el presente.
Siempre he pensado que Iván Ramiro Sosa era el eslabón perdido del ciclismo de escarabajos, sufridos colombianos, irregulares, con días intratables y jornadas negras.
Un ciclista del que se podía esperar todo, hasta que un día pudiera ser un tipo para la general, pues cuando explotó era aún muy joven.
Sigue siéndolo de hecho, con 24 años.
Pero tanto tiempo después, tantas oportunidades quemadas, no sé si son la mejor noticia para el corredor.
Recordad el pollo que se armó con Trek, cuando ficho por Ineos.
Con los ingleses brilló poco o nada, pero al menos tuvo días de cierto brillo, como ese Piamonte que no le disputa a Bernal o la bienquerida Vuelta a Burgos o un Tour de Provenza.
En Movistar. Sosa logro la Vuelta a Asturias y estar delante en O´Camiño, una vuelta en la que Movistar sólo tuvo la sombra del Israel.
Fuera de ahí, nada, nada de lo que echar mano para justificar esos dos años que tiene con el equipo.
El Giro, una carrera que no le va nada mal, lo solventó con una escapada y punto.
Poco o nada más que viéramos, luego será de los que hace equipo y contribuye al grupo, pero esas cosas desde el sofá no las vemos.
Si el patrón fuera único, lo achacaría sólo al corredor, pero es que lo de Sosa lo vemos con tanta frecuencia en Movistar,… es fichar por ellos y caer en picado el rendimiento, que cuesta creer en el azar tantas y tantas veces.
Cuando esa caída de rendimiento y resultados es tan generalizada tenemos la calculadora de puntos UCI echando humo.
Primoz Roglic
Roglic no necesita el tren del Tour
Publicado
5 días atrásen
6 de agosto, 2022Por
Iban Vega

Que Roglic no gane nunca el Tour poco o nada le minará el carisma
Entre las consecuencias menos comentadas del Tour de Francia que finalizó hace un par de semanas poco se ha hablado de Primoz Roglic y su futuro.
El lugar del esloveno en el ciclismo mundial ha quedado desplazado, que no anulado, tras lo visto estas tres semanas en Francia.
Ayer, las redes saltaron de alegría al verle de nuevo sobre una bicicleta, cosa que, a quince días de la Vuelta, no sé si es ir muy justo en los plazos.
En todo caso, el Roglic que abandona el Tour de Francia con fracturas, y eso que yo mismo dije que su retirada podía ser pensando en la Vuelta, creo que empieza a tener claro que el Tour de Francia cada vez lo va a tener más difícil, por no decir que imposible.
A la hegemonía que parece dispuesto a establecer Tadej Pogacar, se le sumarán nuevos nombres y el triunfo de un propio compañero en Jumbo, Jonas Vingegaard, joven aún y con margen, lo hemos visto, en todos los terrenos.
Roglic ya no sólo porfía por el Tour con gente de fuera, que le salen ganadores de la mejor carrera en su propio equipo.
La cosa se complica.
No sé si hace dos años, en la edición de septiembre, Roglic y Jumbo pudieron haber hecho algo más para distanciar a Pogacar antes de la crono final, pero lo que me parece de aquellos días es que el esloveno que viene de los saltos de esquí nunca más va a tener tan cerca el Tour, como entonces.
Sin embargo, la gente, la plebe, ha aprendido a querer a este esloveno tan discreto, como sorprendente de cuando menos lo esperas y duro como un pedrusco.
Lo apreciamos además con la estadística en mano, pues Roglic merece formar parte de una selecta y amplia lista de ciclistas que no han necesitado el Tour para situarse entre los mejores de la historia.
Ahora mismo en el Procyclingstats, Roglic está entre los mejores 50 ciclistas de siempre, un baremo que es fidedigno de la estadística que maneja el esloveno.
Parte del cambio que el ciclismo ha experimentado estos años es merced a su forma de correr y competir, él ha contribuido a sacar este deporte del tedio de la pasada década.
Para situaros al fenómeno, deciros que se mueve entre Perurena y Ocaña, muy cerquita de Froome y por delante de Zulle, Bugno y Freire.
Roglic se mide en la distancia a ciclistas como Sean Kelly o Laurent Jalabert, ciclistas con mejor palmarés que el esloveno, pero que despertaron sentimientos similares en nosotros, pues con ellos aprendimos a apreciar ese tipo de corredor que nunca salía a ver qué pasaba o a probar, que competía y disputaba todo y que al final, ganara o no, dejaba el mejor sabor de boca posible.
Imagen:A.S.O./Aurélien Vialatte
Ciclistas
Dylan Teuns, Israel y los puntos UCI
Publicado
6 días atrásen
5 de agosto, 2022Por
Iban Vega

El fichaje de Dylan Teuns por Israel es una jugada perfecta
Hay un momento del desenlace de la última Flecha Valona que, admitidlo, el tiempo se para: Alejandro Valverde encara el final con opciones reales de ganar, «ay Dios que lo tiene» pensamos muchos, pero al final aparece una centella belga, huesuda y flaca, llamada Dylan Teuns para arruinar el sueño y quitarle la corona en su cima favorita, el Muro de Huy. Pues bien, todo esto me recuerda en cierto modo a lo que acabamos de ver con el fichaje del belga por el Israel.
A cinco de agosto, a media tarde, mientras estamos entre Burgos, Polonia y Portugal, aplatanados por el sopor estival, el Israel saca la noticia del fichaje de Dylan Teuns.
No es una noticia cualquiera, pues viene a cumplir con muchas cuestiones, algunas acuciantes, demostrando que esto del World Tour son matrimonios de conveniencia hechos y desechos a gusto del consumidor.
Dylan Teuns me parece uno de los ciclistas más valiosos del pelotón actual.
Con un cartel no sé si de problemático, pero sí de persona complicada, Teuns ha sido un ciclista de gran recorrido para el Bahrain, un equipo en el que admitía no estar cómodo.
En este tiempo, el belga ha ganado etapas en el Tour, una de ellas la famosa de Le Grand Bornard en la que Pogacar propició un destrozo histórico, y la última Flecha Valona.
Corrió el último Tour, en el que no sonó la flauta, pero cumplimentó casi 400 kilómetros escapado.
Este bagaje no le ha dado el lustre de otros, pero en el círculo de los equipos es muy apreciado.
En la carretera Dylan Teuns es un buen negocio e Israel es consciente.
El equipo de Chris Froome, que cerrara un Tour tan exitoso, anda también en la lucha por eludir el descenso del World Tour.
No van nada sobrados en el objetivo, pero le echan madera y cultivan el morbo en la pugna por seguir en el máximo circuito.
Es un fichazajo, con todas las palabras, un corredor de rendimiento inmediato, en medio de la campaña con opciones de empezar a sumar mañana.
Que no cunda el pánico, sus puntos de Bahrain se quedan en el equipo rojo, pero es madera para lo que viene por delante.
Es curioso, casi paradójico, que fuera quien evitara la Flecha Valona de Valverde en abril, pero las cosas salen así porque así está montado el tinglado.
Movistar y su gente juegan en la liga de los mayores, ante rivales con posibles y margen de maniobra.
Quizá les convenga otra cosa que no celebrar los «puntos» de Valverde con su puesto en una etapa de Burgos.
Mientras el Israel tira de chequera y cierra un transfer de tronío, que diría Ares, Eusebio Unzué concede entrevistas en las que invoca a la benevolencia de la UCI para «dejar las cosas como están» que venimos de la pandemia y está todo muy mal.
En qué embolado se han metido los telefónicos y qué zozobra van a tener hasta final de campaña.
Imagen: A.S.O./Gautier Demouveaux


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