Ciclismo
Maillot del Uno-X, no todos los triunfos son en la carretera
Que el Uno-X mantenga su maillot por motivos ecológicos es un buen «coup de théâtre»
Leo que el Uno-X no va a cambiar su maillot para 2023 y aducen que lo hacen para que el público les distinga igual de bien que en 2022, pero especialmente para cumplir con esa necesidad no escrita pero imperiosa de reducir el consumo.
¿Qué os parece este mensaje del @UnoXteam? 🤨 ¡A nosotros nos ha encantado! 🤩 https://t.co/Zdr1SgDgJz
— El Farolillo Rojo (@Farolillo_Rouge) January 3, 2023
El mensaje es brutal, una victoria en primera persona de un actor integrado en un deporte, el ciclismo, que está sujeto como ningún otro al cambio climático.
Recordemos que el anuncio parte de un equipo patrocinado por una marca de gasolineras, sembrando un precedente al revés del que germinó hace ya algún tiempo, cuando todos los equipos se volcaron en cambiar de piel anualmente.
Ya lo visteis en Nochevieja y todo lo que siguió a los anuncios de nuevos colores, marcas, matices y patrocinadores en la ropa.
Una moda que el fútbol lanzó hace tiempo y que el ciclismo ha recogido raudo
El anuncio del no cambio de maillot por parte del Uno-X es un paso al revés que no vimos venir, pero que una vez dado celebramos que se haya dado.
Como decía antes, es muy obvio que el ciclismo es uno de los deportes más sujetos a la mierda de clima que estamos moldeando para el futuro, por ser el deporte que se desarrolla en el territorio al amparo de cualquier cosa, desde una ola de calor a la peor tormenta.
Ver a ciclistas cruzar grandes charcos, sufrir chuzos de punta y padecer un golpe de calor se ha convertido en una imagen habitual, así como pensar en cuánto hace que no vemos un Tour de Flandes con una temperatura y lluvia gélidas o una Roubaix embarrada, salvando la excepción de 2021.
Hace un año, en una de sus últimas ediciones, la excelente revista Procycling dedicaba la portada al cambio climático.
No voy a mentir, a mí me gusta ver los nuevos colores de los equipos, saber cómo les vamos a ver en los próximos doce meses y esas cosas.
También criticar los diseños -lo haremos estos días- y valorar lo que nos parece bien.
Pero el punto de sensatez del Uno-X me ha gustado, en esta vorágine que nos hemos impuesto.
Veremos en qué quedan las promesas de ASO en quitar vehículos a gasolina en sus carreras.
El anuncio, como veis, llegó con Alexander Kristoff como protagonista, no en vano el noruego es una de las apuestas de los nórdicos para entrar, por fin, en el Tour de Francia.
Ese homenaje a las víctimas de la Nochebuena y Nochevieja. Feliz año, señor@s https://t.co/4VlTqIHSbF
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 31, 2022
Sabéis lo que me gusta Kristoff, un tipo que rompió hace un tiempo esos convencionalismos del peso y la percepción que era necesario ser un flaco flaquísimo para brillar en este ciclismo.
Un tipo que sale en su instagram de esta guisa, entrenando en Gran Canaria, merece todo nuestro cariño y admiración, así que nadie mejor que él para que el anuncio nos parezca aún mejor.
Por cierto que la decisión del X-Uno sobre su maillot ha llegado a portadas de diarios generalistas.
Ciclismo
Volta y Roglic, el honor es mutuo
Con la Volta Roglic va camino de una estadística excepcional
Cómo me ha gustado la entrevista final de Primoz Roglic en la Volta a Catalunya, cuando viene a decir que se siente muy honrado ganando esta carrera tan antigua.
Qué tipo, qué señor, en sus piernas corre una clase mundial y en su savoir faire, también.
Primoz Roglic ha sellado una Volta que él, y su compi de andanzas, Remco Evenepoel, podemos decir que han salvado de ser una más, como por otro lado esperamos cuando cada año la carrera da un pasito hacia atrás.
Un recorrido mejorable sobre el papel, sí, pero que cuando tiene a los artistas indicados en forma y motivados, gana por mil.
Y eso ha sucedido en la Volta, que ha tenido dosis de todo un poco, de emoción, rivalidad, pique y reconocimiento.
Porque en el fondo, Remco Evenepoel sabe que con Roglic es imposible enfadarse, te gana, lo hace y lo consigue con esa naturalidad y esa transparencia que te deja sin contestación posible.
A lo que vamos, siete etapas de ida y venidas que empezaron con estos dos marcando paquete ya desde el principio.
Entre ambos se han zampado cuatro etapas, dejando muy poco para los demás.
No me extraña la cara circunstancias de David de la Cruz en Barcelona, es que no les dejan ni las migas.
En el pulso con Remco, Roglic ha vuelto a sacar lo mejor de su habilidad en el cálculo para no errar en el tiro de esta Volta.
Lo que pasó en la Molina a más de uno le habría dejado sin dormir, con Remco recortando y siendo capaz de hasta dejarle.
Pero sin más, restañó heridas y en la cima de Lo Port devolvió las cosas a su estado natural, Roglic es fiable, sólido y sereno, todo lo necesario para sacar petróleo en carreras de este perfil.
Al margen de sus tres Vueltas, su palmarés reúne al menos una vez Romandía, Tirreno, Itzulia, Dauphiné, París-Niza y ahora Volta, es decir este tío que empezó tarde, que vino de los saltos de esquí aglutina en sus piernas una estadística excepcional, casi todas las grandes carreras de una semana del calendario, a excepción hecha de la Vuelta a Suiza.
Con este puzle, con esto en el bolsillo, ya mira a Italia y al Giro, donde esta hermosa rivalidad con Remco va a escribir nuevas páginas.
Imagen: Guillem Riera
Ciclismo
Estrenamos podcast con el ciclista más peleón, Sergio Higuita
Sergio Higuita nos acompaña en la primera entrega de El Velódromo, el nuevo podcast de JoanSeguidor
Teníamos una sorpresa bien guardada y es esta nueva versión de El Velódromo, el nuevo podcast de JoanSeguidor en un estreno en el que hemos invitado a Sergio Higuita, un ciclista que está de celebración, hace un año que ganó la Volta a Catalunya.
Nuestro compañero Guillem Riera conduce esta nueva temporada de podcast en JoanSeguidor, repasando una charla que hemos tenido con Sergio Higuita velando armas para nueva temporada, hablando en un entorno relajado de cómo le supo ganar la Volta, sus inicios en ciclismo con una bicicleta de BMX, el salto a Europa, su casa de la Fundación Euskadi, la victoria de etapa en la Vuelta 2019…
No os perdáis cuando Sergio habla de las broncas que le caían en las escapadas que reventaba a ataques.
Además se incorpora nuestra «Pelotona», Paula, una ciclista advenediza pero con buenas e interesantes cosas qe contarnos suyas y de las chicas que van en bicicleta.
Aquí nos cuenta su primera vez en bicicleta y esas cosillas que siempre ocurren en los estrenos.
Tras repasar qué nos dice la gente sobre nuestro tweet de la semana, en este caso sobre Wout Van Aert, hemos recordado un poco qué sucede en las carreras y hablamos de lo que nos visto en Milán-SanRemo y Volta a Catalunya.
Ciclismo
Ciclismo y maquinitas, diez años después seguimos en lo mismo
A veces nos rodeamos de tantas maquinitas, que omitimos la esencia del ciclismo
Recuerdo que hace diez años por estas fechas Libros de Ruta empezaba su andadura con un libro muy celebrado, el del Team Sky, en el que se daba cuenta de la entrada del equipo británico en el ciclismo.
Un libro que detalla la revolución que supuso su irrupción en este deporte de centenarias competiciones y arraigadas costumbres.
Es curioso cómo hablan de los marginal gains tan de moda desde entonces, de los rodillos al final de las etapas, de maquinitas y como todo eso era muy nuevo para el ciclismo
Un libreto de estilo que tuvo contestación de inmediato y no de gente cualquiera.
Ahí estaban algunos como Vincenzo Nibali o Paolo Bettini, ya retirado, hablando del ciclismo de sensaciones de toda la vida, de la intuición en carrera y esas cosas con las crecimos algunos, entre otros Luisle, que ve un deporte completamente diferente al que él practicaba hace quince años.
La foto que ilustra este artículo es de la primera llegada en alto de la Volta a Catalunya, una instantánea que Ciccone deberá guardarse en la salida de su casa por el valor de un triunfo ante dos cocos del nivel de Primoz Roglic y Remco Evenepoel.
La imagen del tweet por eso da la medida…
El que gana renuncia a la precisión de parar el Garmin en el momento M https://t.co/hFzZGRCbtG
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 22, 2023
Mientras el italiano celebra el triunfo, Roglic y Evenepoel paran su Garmin nada más cruzar la meta.
Me dicen, no lo sabía, que luego de la meta se pueden recortar esos segundos de lapso con el mismo computador, pero ajenos a esa posibilidad, ambos corredores paran el aparatito.
El ciclismo de maquinitas en su máxima expresión, como cuando vemos cunetas en las que casi nadie mira la carrera con sus ojos y sí a través del móvil.
Yo no veo mal que esto suceda, cada uno es muy libre de hacerlo, pero sí me refresca la forma en la que crecí en el ciclismo, más real, más sensorial, alejada de maquinitas y otras historias.
No es ni mejor ni peor, pero sí que me sugiere una cosa, entre tanto número, vatio, carbohidrato y demás creo que nos perdemos buena parte del placer de la bicicleta y el ciclismo.
Y no lo puedo decir por Roglic y Remco, ellos son pros y lo que digan esos Garmins va a misa, lo digo por mucha gente que veo que, sin comerlo ni beberlo, fía demasiadas cosas a la tecnología, cuando la experiencia de ir en bicicleta es una, personal e intransferible.
Imagen: Guillem Riera
Ciclismo
Para mí siempre será Harelbeke
Conocí este carrerón como Harelbeke y lo siento por Saxo Bank, pero seguirá siendo Harelbeke
Ya sé que sonara a historia de abuelo cebolleta, pero hay cosas que cuesta aceptar, incluso con el paso de los años y siempre tan necesaria entrada de patrocinadores como el caso de uno conocido, Saxo Bank, en el E3 de Harelbeke de toda la vida.
Corre por las redes el nombre con el mecenas, obviando que la carrera es ahí, en Harelbeke, una pequeña localidad cerca de Francia, por donde también pasa la Kuurne-Bruselas-Kuurne, que para mí es la apertura de la parte guapa de las clásicas flamencas, con todo lo que nos queda por delante, desde la Gante-Wevelgem, el domingo y por otra parte de la región, al Tour de Flandes, en una semana.
Por suerte el ciclismo mantiene en gran medida casi todos los nombres de las carreras que le han traído hasta el presente.
Quizá algún cambio, como el notorio de la Het Nieuwsbald, la Het Volk de toda la vida, pero no muchos más.
Pero en este caso me gusta el nombre del pueblo que acoge la carrera, más allá que el de la carretera alrededor de la cual se desarrolla.
Harelbeke es como esos impronunciables pueblos del ciclocross en invierno, como Oudenaarde, Brujas, Gante o Wevelgem, por mucho que la carrera salga y llegue a Ypres.
Sólo verlo escrito eriza el bello, por ser una de las grandes previas de De Ronde, que no tiene el peso específico de Wevelgem, pero que deja hojas brutales de ciclismo por estos parajes que tan bien conocemos.
Y por mucho que en las carpas y espacios VIP de la carrera importen un pimiento, recorre o roza todos nuestros iconos de Flandes, si bien el Kapelmuur no lo sube, pero sí pasa por Geraardsbergen, cosa que no hace De Ronde en la actualidad.
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