Ciclistas
Las obligaciones morales de Alberto Contador
Rueda la Vuelta al País Vasco con un gran nombre por encima del resto: Alberto Contador. Hablábamos ayer de Cancellara & Sagan, dos ciclistas uno de entre un millón. El madrileño está en este estatus. Es un corredor tocado de la habilidad del triunfo y casado con el éxito. Salió escalado del surrealista episodio del solomillo de Pau y las trazas de clembuterol y ahora rueda con total despreocupación judicial. Válganos, no obstante, de hacer un juicio del suceso, el TAS se encargó de dejarlo claro. En ese terreno, una vez juzgado y fallado, por qué darle más vueltas. A este blog de relleno no le va las pingües lecturas que ello le proporcionaría.
Alberto Contador ganó dos veces la Vuelta al País Vasco, también la París-Niza y alguna otra vuelta de menor tamaño. Es un corredor que rara vez surge para figurar. No le gusta entrenar con un dorsal a la espalda y eso es de loar. Incluso a veces se vende en peor forma de la que mantiene en realidad, va de cordero, pero en el fondo sabemos de su condición de lobo.
Esta temproada por ejemp0lo llegó al Tour de San Luis, ya por enero, comentando que de él poco bueno cabría esperar, y mira: Etapa reina al saco. El problema para el madrileño es que desde entonces ese éxito surge como el único de su cuenta. Pobre balance para un corredor acostumbrado a lidiar vestido de líder.
Miremos que sus dos vueltas hasta el momento fueron un quiero y no puedo, curiosamente ante rivales idénticos. Tanto en Omán como en Tirreno, donde las cosas ya van más en serio, vimos la versión arrugada de este ciclista acostumbrado a golpear y no recibir contrarréplica. En ambas carreras un nombre, el de Chris Froome, le demostró que posiblemente haya encontrado la horma de su zapato. El inglés sube como él y contrarrelojea un poco mejor. Es el antídoto Sky frente al fenómeno madrileño. Incluso ciclistas que Contador suele batir, dígase Nibali y Purito, le pasaron por delante. Es más, en el caso del catalán el pistolero se las vio y se las deseó para ganarle en la pasada Vuelta a España.
Con todo Alberto Contador vuelve a escenario que solía dominar antes de la sanción y ante rivales que irremisiblemente están un escaló por debajo. A la espera de que la Itzulia pase por Arrate convendrá ver cómo se maneja un Sky de segunda línea, Richie Porte, frente al madrileño. Ambos, hace tan sólo dos años fueron compañeros, pero el australiano ha rendido cien veces más para Wiggins que para el doble ganador del Tour de Francia.
Estos seis días por Euskadi brindan por tanto una lectura clave en el futuro inmediato de Alberto Contador, al menos en sus servidumbres morales, esas que sustentan sus mejores momentos como ciclista. Si Contador no encuentra el golpe de pedal estos días conviene por tanto plantearse si los objetivos serios están a su alcance. Y sí, aunque parezca muy pronto lo que pase ahora puede influir en julio. El propio pinteño así nos lo ha dejado entrever siempre.
Ciclistas
¿Qué sería un buen Giro para Juanpe López?
Espero que Juanpe López no se obsesione con la general del Giro
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que el ganador del Giro del Trentino, hoy el Tour de los Alpes ganado por Juanpe López, entraba directamente en las quinielas del Giro de Italia.
Quien está bien en la vuelta pequeña es que llega bien a la grande de tres semanas.
Juanpe López vuelve al Giro de Italia con muchas cosas a su favor.
La inercia ganadora del Tour de los Alpes la lleva en el cuerpo, igual que el estado de forma que mostró esos días.
Se le vio mejor que nunca, sabiendo sentenciar una etapa a su favor, su primer triunfo pro, y luego defendiendo el maillot de líder hasta el final, en jornadas que sin duda no fueron fáciles, pues hubo momentos en los que corrió rodeado de rivales, desde Bardet a los Decathlon, pasando por los Ineos y los Bahrain.
Muchos de esos rivales estarán además en el Giro, además de Romain Bardet, quien acabó esa semana siendo segundo en Lieja, O´Connor, Geraint Thomas y Antonio Tiberi, entre otros.
Juanpe demostró un punto dulce en los Alpes y llega al Giro con el casillero estrenado, un golpe de moral importante.
Además en Italia, en el Giro, este ciclista se dio a conocer en el mundo entero, portando durante tantos días la maglia rosa hace dos años.
Llevar una prenda así es muy potente, te sitúa en el mapa, te da protagonismo, es un aprendizaje brutal y te hace crecer en el pelotón.
Que un ciclista español sea líder de una gran vuelta es algo inédito que el andaluz pudo probar.
Nuestro ciclismo se ha nutrido, y se sigue nutriendo, de muchos corredores que lo centran todo en la general dejando por el camino otras muy buenas formas de brillar.
Juanpe López brilló mucho en el Giro de hace dos años por esa maglia rosa, de eso se acuerdan muchos, mucho más que de la décima plaza que acabó firmando, un buen resultado que tuvo un ímprobo esfuerzo detrás.
Para este Giro espero que no se fije en la general, que un décimo puesto da puntos UCi y esas cosas, pero el aficionado quiere verle delante, escapadas, disputando etapas y quizá vistiendo el rosa de nuevo.
Eso sería una excelente noticia y acentuaría su perfil propio en un ciclismo lleno de tantos corredores que han fijado su mirada en las generales.
Incluso en su mejor momento, veo ciclistas con mayor solidez en el paso de las etapas que el propio Juanpe y además corre en un equipo con la cultura de disputarlo todo y sin un líder nítido.
De hecho va a ser el principal aliciente de un ciclismo, el español, con una presencia más que testimonial.
Ciclistas
Los niveles de Egan Bernal
El Egan Bernal de 2019 no habría estado al nivel de los capos actuales, pero no habría estado lejos
Entre las parejas del pelotón hay una que me gusta mucho, la de Carlos Rodríguez con Egan Bernal.
No sé, hablamos de dos ciclistas tremendos, en diferentes épocas, Carlos más joven, y Egan, en plan mentor.
Comparten muchas cosas, pero una muy importante, son dos ciclistas espectaculares, que no se esconden, que toman el mando, les da el aire y son de fiar.
Por eso posiblemente se lleven tan bien, por eso en el pasado Tour, Egan Bernal no vaciló en echarle un cable al andaluz porque veía en él el ciclista que un día fue el colombiano.
Uno de los mejores del mundo.
Y por eso en Romandía, en el momento clave no dudó ponerse a su servicio para ayudarle en la conquista de una carrera que sin duda es un antes y un después para Carlos.
Valorad, por eso, que este Egan es el mismo que pisó el podio de la Volta y O Gran Camiño, que es un ciclista completamente recuperado de aquel horrible accidente.
Día redondo en #TDR2024
✅ Vuelve a ganar Carapaz
✅ Carlos Rodríguez sentencia la general
✅ Egan Bernal, excelente en favor de su compañero
Para Ayuso queda la asignatura pendiente de este tipo de etapas y de Enric pensé, ilusamente, que podía estar en una carrera propicia— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 27, 2024
Leí el otro día a Egan Bernal hablar del cambio de nivel en el ciclismo estos últimos años.
Entiendo que el paso es brutal, lo hemos visto todos.
Dice el colombiano que su nivel de antes del accidente, el que le valió para ganar un Giro, no sería suficiente ante Vingegaard, Pogacar y cía.
Él lo sabe mejor que nadie, pero a diferencia de lo que pasó en ese Giro, creo que el Egan Bernal de 2019 estaba en otro nivel.
Posiblemente intermedio.
En este ciclismo de maravillas que estamos viviendo creo que Egan Bernal fue uno de los primeros en destapar la caja mágica.
Su forma de correr en 2019 fue un anticipo de lo que habría de venir.
Un ciclista presto a correrlo todo, agresivo y eficaz, aunando un tridente como París-Niza, Vuelta a Suiza y Tour de Francia, dando la cara y ofreciendo espectáculo.
Egan Bernal tanto reventaba cuesta arriba como en abanicos, siendo el cabeza de cartel del primer Ineos post Froome.
Ese Egan Bernal de 2019 superaba al de 2021 y creo que no habría estado lejos de los cocos actuales.
Ojalá un día le recuperemos.
Ciclistas
El balance agridulce de Juan Ayuso
Juan Ayuso ha pasado por los tres estados de ánimo esta primavera
Sota, caballo y rey, Juan Ayuso concluye la primavera 2024 con las tres sensaciones en el balance.
Si tomamos como termómetro las tres vueltas del World Tour que ha realizado, el ciclista ha pisado los tres peldaños de un podio imaginario.
Sin embargo a nadie se le escapa que ceder el liderato en la etapa reina del Tour de Romandía es un palo.
Desconozco si estaba cansado, si estaba enfermo o similar.
A diferencia del año pasado, cuando ganó la crono casi sin haber competido y luego cedió el amarillo, esta vez llegaba rodado y con kilómetros, quizá demasiados.
Lo que todos vimos fue un corredor que cuando Carlos Rodríguez se puso a tope empezó a sufrir, una imagen que nos remonta al Romandía del año pasado, igual que a la Vuelta a Suiza.
Son jornadas de similar perfil y resultado que se repite.
Parecen la piedra en el zapato de Juan Ayuso.
Sigo pensando que en etapas como las de hoy tiene una piedra en el zapato, aunque le quiten lo bailado
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 27, 2024
Esta vez llegaba a la vuelta suiza con buen bagaje, demostrando que cuando los grandes nombres no concurren, él está presto para ganar una carrera del nivel de la Itzulia.
Incluso, cuando coincide con un grande como Jonas Vingegaard, se erige como principal alternativa.
Lo vimos en Tirreno.
Lo que en cualquier otro equipo sería fruto de la normal evolución de un ciclista, Juan Ayuso sigue siendo muy joven, en el UAE Team Emirates hay otras prioridades.
El equipo es un pelotón en sí, una competencia real y desmedida entre grandísimos ciclistas que buscan hacerse un hueco a la sombra del incuestionable Tadej Pogacar.
Porque el esloveno es lo único inalterable en este equipo, todo lo demás está por hacer y lograr.
En esa carrera asoman nombres incluso más jóvenes que Juan Ayuso, el mil veces mentado Isaac Del Toro en especial.
Por eso cada resultado que se logre, cada victoria que se sume, cuenta doble, dentro y fuera del equipo emirat´.
Ahora, descanso y a pesanr en el Tour.
Imagen: UAE Team Emirates
Ciclistas
Los 5 mejores gregarios
Sepp Kuss encabeza con solvencia la lista de gregarios top
Grandes vueltas en el horizonte y clásicas recién concluidas, hicimos una pequeña encuesta sobre el estado del mundo de los gregarios, quizá impresionados por la increíble última etapa que se cascó Marc Soler en la Itzulia.
Hemos sacado los cinco nombres más relevantes, pero una conclusión ante las respuestas, sigue pesando mucho el ciclo de Chris Froome, pues no son pocos los que se acuerdan de nombres como Landa, Kwiatkowski, Poels o el mismo Castroviejo.
Pero vamos con los cinco más significados….
Sepp Kuss
El americano es el más repetido entre los nombres que van surgiendo.
Gregarios muchos, pero como Sepp sólo él, a la vista del 2023 que se marcó.
Ganó la Vuelta, pero antes había sido decisivo para la victoria de Roglic en el Giro y de Vingegaard en el Tour.
Cuando Kuss se ponía al frente, Pogacar sabía que el danés le iba a complicar mucho las cosas.
Las imágenes del Marie Blanque me parecen más que significativas, ese día el Tour empezó a decantarse.
Marc Soler
Sin duda que suscita controversia.
Aún pesa aquella etapa de la Vuelta 2019, en Andorra, pero negarle a Marc Soler la capacidad de trabajo por terceros es de ciegos.
Cuando el catalán tiene el día, camina como los rivales del líder, llevando el arte de los gregarios a otro nivel.
❓❓❓Una pregunta rápida…
¿Mejor o mejores gregarios actuales?— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 9, 2024
Michael Morkov
El conseguidor en los sprints.
Nadie que quiera brillar en una volata puede prescindir de él.
El danés, que no se si se centrará de nuevo en el objetivo olímpico, está de último servicio para Mark Cavendish en el Tour, pero anteriormente ha sentado cátedra cómo moverse en el pelotón cuando éste va lanzado hacia el sprint, siendo clave en el treno azul de los Soudal y Quick Step.
Wout Van Aert
El multiherrmaienta sin duda.
Como Sepp Kuss un ganador que Visma viste de gregario cuando le interesa.
Sus servicios a Vingegaard en el Tour han sido decisivos, pero no sólo eso también ha sido útil a Roglic e incluso cedido ese tipo de victorias que muchos le reprochan no haber disputado para sí.
Jonathan Castroviejo
Un clásico que no viene de la época de Froome, habría que remontarse a Movistar, incluso a esos Juegos Olímpicos de Londres en los que remó y remó para Luisle y Valverde.
Desde entonces tres ciclistas le han disfrutado: Nairo Quintana, Chris Froome -lo que decíamos al principio- y Egan Bernal.
Gregarios, sin ellos no habría ciclismo, sin ellos las victorias no tendrían lugar.
Nunca bien ponderados, pues no salen en la estadística, ni en el palmarés, por eso es importante dejar algo escrito sobre ellos, para que lo suyo no quede en el olvido.
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