Ciclistas
La pólvora mojada de Peter Sagan
Un monumento es otra cosa, es otro ciclismo, es territorio inhóspito para todos y desconocido para muchos. Cuando el cuentakilómetros entra en el guarismo de los 200 kilómetros y se enfila hacia los 260, las cosas normales dejan de ser normales y muchas situaciones que la lógica predice, no tienen que ocurrir según lo previsto. Pasará en unos días, en el rush final de las Ardenas, cuando veamos que corredores que se vienen arriba en la Flecha Valona, en el umbral de los 200 kilómetros, no pueden con los más de 260 que presenta el trayecto de ida y vuelta entre Lieja y Bastogne.
Ocurre esto con Peter Sagan por ejemplo, ese fenómeno que desde muy tierna edad gana fácil y sencillo pero que ha consumido otra primavera sin llevarse un monumento a casa. En estas dos últimas campañas el eslovaco ha sido capaz de sumar dos enormes carreras como la Gante- Wevelgem, el año pasado, y el E3, éste. Ambas caminan por el límite de la Flecha Valona, en ambas Sagan ha ganado con autoridad, mandando sobre los rivales e incluso haciendo el caballito para cruzar la meta. Pocos días después de ganar en ambas no ha podido con la hermana mayor, no ha podido con el Tour de Flandes.
Sea como fuere la medida de un monumento la delata Sagan. Siempre ha tenido un verdugo el ciclista de verde fosforito. Fabian Cancellara se le ha declarado inaccesible en este territorio. Lo mismo le ha ocurrido en San Remo en la que no pudo ni con Gerald Ciolek hace un año –en una edición reducida para más inri- ni con Alexander Kristoff esta última edición. Sagan llegó tan muerto a la ciudad de la Liguria que ni siquiera entró en plazas delanteras. Incluso en una carrera que no es un monumento como la Strade Bianche se vio superado por Michal Kiatkowski en las estrechas calles de Siena. Ganar seguirá ganando, pero le han tomado la matrícula.
Por lo que sea, los obstáculos que siempre superó con facilidad en otras ocasiones atenazan a Sagan en los monumentos. Quizá sienta la mirada del respetable, el aliento de los rivales, pero no acaba de rendir, corre como atenazado y a la expectativa. Es por ello que por ejemplo en la París-Roubaix quizá lo haya hecho tan bien, pues se sentía desprovisto de presión. En una carrera que no conocía, no tuvo problema en ensayar escapadas y ser cabeza de carrera en muchos pasajes. Cabrá ver si el año que viene, cuando la gente sepa que en Roubaix es rueda a vigilar, se mostrará con tanta soltura.
Ahora Sagan busca el verde del Tour y lograr otro hito de la larga distancia, el Mundial, una carrera en la que además de correr solo, también se le cruza por la kilometrada que propone. Sagan sigue siendo grande, tiene margen, pero su problema es que la irrupción que protagonizó fue tan estruendosa, tan bestia, que la vara de medir para cualquier mortal no es válida con él.
Imagen tomada de www.elpedaldefrodo.com
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Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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