Connect with us
Leaderboard 1 XX

Ciclistas

La grandeza de Purito

Publicado

en

Otros años por estas fechas Purito Rodríguez ya tenía el casillero en marcha. Podría ser en País Vasco, quizá en la Volta, otras veces en Omán, una etapita en la Tirreno,… el catalán normalmente llegaba a este punto de la temporada con algo en el zurrón. En este 2016 las cosas no le sonríen como en otras temporadas. No acaba de estar en el punto de antaño, y lo intenta, eso es cierto, formó parte de la terna de aspirantes a ganar País Vasco, pero Contador y los colombianos Henao y Nairo, estaban más fuertes, en la Amstel se cayó, recordando tiempos no tan pretéritos, el 2014, y en la Flecha fue el primer nombre importante en probarlo, pero apenas pudo sobresaltar a un Alejandro Valverde imperial.

No es sencillo querer y no poder. No lo es para un corredor que lleva encadenando temporadas redondas desde hace años, para un ciclista acostumbrado a cortar el bacalao en un deporte que le llena y apasiona a partes iguales. Sé que hay quien dice que cómo es posible que a más viejo más rendimiento, pero pocas personas llenan su vida de ciclismo como este chaval que surgió de Parets del Vallés, en medio de amistades que gustaban de hacer muchas cosas que un crío que quiere ser ciclista tiene prohibidas, ya se sabe, la vida loca, la noche, las chicas…

Al acabar la pasada Flecha Valona, Purito escribió un tweet de esos que sólo él acostumbra a hacer.

CCMM Valenciana

1

No es la primera vez que lo hace, en la Vuelta pasada escribió de Fabio Aru con esta sinceridad, otras veces lo ha hecho con Froome y Nairo. Si ha escrito algo de Contador, no lo recuerdo. No todo el mundo puede ser tu amigo.

El tweet de Purito sobre Alejandro Valverde destila la sinceridad de la que siempre se ha preciado este ciclista que tuvo su gran lección de vida el día que su padre le castigó por un absurdo berrinche tras una carrera que no le había salido bien. No es sencillo escribir así, hace dos años y medio el catalán y murciano protagonizaron el desenlace más increíble de los Mundiales.

Reconocer la superioridad del rival, no resguardarse en el “sexo de los ángeles” para justificar tu derrota, engrandece al personaje, casi más que cuando gana o es protagonista absoluto. En Huy Purito ha ganado una Flecha Valona y una etapa del Tour, a Froome nada menos, y el miércoles estuvo un escalón por debajo de los mejores.

No sabemos si Purito tiene cuerda para rato, no es un crío. En su carrera, fecunda en éxitos y también en anhelos no realizados -ganar una gran vuelta o imponerse en una Lieja-, siempre han habido altibajos, sin embargo acostumbra a volver.

Lo que no es de recibo es que a su tweet sobre Valverde, recibiera veladas invitaciones a desistir por tema edad de triunfos mayores. Me acuerdo de aquella etapa en la que se jugaba el Giro y atacó a Hesjedal en el Mortirolo. “Menudo gilipollas” llegué a leer de algunos. A veces la pasión nos deja secos de ingenio y recurrimos a la caballería cuando ni el personaje ni lo que hace lo merecen.

Yo me quedo con lo que leí de Purito tras acabar la Flecha, porque en este mundo “superprofesionalizado” las elementales reglas de cortesía y el reconocerle el mérito al rival, parece un tema tabú.

Imagen tomada del FB de Fleche Wallonne

Continuar Leyendo
1 Comentario

Dejar Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ciclistas

El cuarto fue el Tour más largo de Pogačar

Publicado

en

Por

La semana final del Tour puede ser el momento más delicado de Tadej Pogačar

Las sensaciones de carrera, las declaraciones al final de cada etapa de esa semana final del Tour 2026, todo hacía presagiar que el desenlace de la carrera no estaba siendo el deseado por Tadej Pogačar.

El testimonio de Tim Wellens en L’Équipe arroja luz sobre esos días: el Tour 2025 de Tadej Pogačar fue mucho más sufrido de lo que parecía.

El belga, compañero del esloveno en el UAE Team Emirates, ha revelado que el campeón estuvo a punto de abandonar la carrera por un fuerte dolor en la rodilla, un problema que se manifestó en la segunda semana, justo cuando el ritmo de la carrera parecía atragantársele.

CCMM Valenciana

Aquel malestar explicaría ese aire extraño que transmitía el maillot amarillo en los días decisivos: un Pogačar incómodo, a veces molesto, desconectado de su mejor versión, pero con lo justo para salvar su cuarto Tour.

Wellens cuenta que el incidente ocurrió en la etapa hacia Valence, cuando el propio Tadej le confesó que el dolor era insoportable.

Bajó del coche médico en plena jornada, algo impensable para un corredor que rara vez muestra debilidad.

Al final de la etapa, fue trasladado al hospital para realizarse pruebas.

Había una inflamación”, recuerda el belga, “pero nadie sabía bien qué pasaba”.

Dentro del equipo cundió el temor de que el campeón no pudiera continuar.

Las imágenes de aquellos días cobran ahora otro sentido: la falta de explosividad, la contención en los ataques, los gestos torcidos tras las etapas alpinas.

Según Wellens, el cuerpo del esloveno estaba “fuera de punto”, incluso hinchado, con signos de agotamiento físico.

Pese a todo, aguantó.

Llegar a París fue, dice su compañero, “un enorme alivio” para todo el equipo.

Estas revelaciones coinciden con unas declaraciones recientes de Jonas Vingegaard, que aseguró haberse sentido “más cerca que nunca” de Pogačar en un Tour.

Viendo ahora lo que pasaba tras bastidores, esa sensación cobra una lógica implacable.

El danés no se equivocaba: el líder del UAE no estaba en plenitud, aunque supo manejar su sufrimiento con inteligencia y orgullo.

El relato de Wellens también muestra el otro lado del fenómeno Pogačar: un ciclista obsesivo en el trabajo, profesional hasta el extremo, pero cada vez más atrapado por su propia fama.

Su compañero reconoce que a veces se le nota cansado del personaje, aunque sigue encontrando motivación en la bicicleta.

Quizá por eso resistió en silencio aquel Tour incómodo, sostenido más por su carácter que por sus piernas.

Hoy entendemos que aquel gesto distante no era arrogancia: era dolor, físico y mental, disimulado detrás de un cuarto Tour ganado a base de pura resistencia.

Imagen: A.S.O./Charly López

Continuar Leyendo

Ciclistas

La estatua dorada de Pogačar está en UAE y no en Eslovenia

Publicado

en

Por

Pogačar vive días de pompa en los UAE con su nueva estatua dorada

El ciclismo vive estos días su propio espejismo dorado en el desierto.

En Abu Dabi, el equipo UAE ha rendido homenaje a su gran emblema, Tadej Pogačar, con una estatua bañada en oro frente al club ciclista local.

No es metáfora: una figura brillante, a tamaño real, del esloveno inclinando el cuerpo en su gesto clásico de reverencia, como si agradeciera al cielo… o a su mecenas.

CCMM Valenciana

Una de esas figuras que cierto mandatario chalado se diseña con IA.

El acto fue la guinda de un fin de semana que lo tuvo todo: fans, patrocinadores, estrellas y fuegos artificiales.

El UAE Team Emirates celebró su mejor temporada con 95 victorias, 97 si se cuentan todas las del año, pero las de Del Toro en México cuentan para 2026.

Pogačar firmó 20 de ellas, incluyendo tres Monumentos, su segundo Mundial consecutivo en Ruanda y un cuarto Tour de Francia.

Una temporada de videojuego.

Y todo, en casa del patrón, donde el ciclismo se ha convertido en símbolo de modernidad y orgullo nacional.

La grandeza se compra podríamos decir, pero es es así.

En Al Hudayriat Island, el circuito de moda en Abu Dabi, se mezclaron niños con bicis nuevas, directivos con camisa blanca impecable y los ídolos de este deporte que, por un fin de semana, se vistió de gala en el país del lujo y los récords.

Todo a lo grande, como exige el guion en un lugar donde nada se hace a medias.

Pogačar llegó en 2019, con 21 años, y en apenas seis temporadas se ha convertido en la cara visible del proyecto y en el ciclista total del siglo XXI.

A su alrededor, el UAE ha levantado una estructura que combina músculo financiero y talento deportivo como pocas. Y ahora, la estatua cierra el círculo: el campeón convertido en mito… todavía en activo.

El ciclismo siempre ha tenido sus estatuas: Bahamontes en Toledo, Quintana en Boyacá, Boonen en su Taaienberg.

Pero lo de Pogačar es distinto, la suya no está en su casa, que se llena de maillots y trofeos, está en los Emiratos, como si el dinero atribuyera la bandera.

Es la imagen del nuevo tiempo: velocidad, datos, dinero, redes sociales y luces LED. Un deporte que se mira en el espejo del oro, mientras sigue soñando con la épica del barro.

El esloveno se tomará ahora un respiro antes de volver a la carga.

En 2026 puede igualar a Merckx, Hinault, Indurain y Anquetil.

Y quién sabe, quizá cuando eso ocurra, en Abu Dabi ya estén fundiendo otra estatua.

Continuar Leyendo

Ciclistas

Tim Merlier domina el arte en el que Philipsen es el mejor

Publicado

en

Por

Tim Merlier es el patrón silencioso del sprint

En un año de tanta igualdad entre los hombres rápidos, Tim Merlier ha sido el más constante.

Sin fuegos artificiales, sin grandes titulares, pero siempre ahí, ganando —al menos— una etapa en cada vuelta por etapas que disputó.

Desde febrero hasta octubre, el belga del Soudal-Quick Step se ha mantenido en la línea más pura del sprinter clásico: oportunista, sólido y, sobre todo, regular.

CCMM Valenciana

Su calendario ha sido un viaje sin apenas sombras, una demostración de oficio más que de velocidad bruta.

Merlier no es el que más impresiona en un esprint lanzado, pero sí el que más veces levanta los brazos cuando todo se ordena en el caos.

En ese caso me quedaría con Jasper Phiipsen, quien como su compi Mathieu, se centra en las grandes ocasiones, y a veces ni eso, porque en el Tour una caída le dejó fuera cuando tenía opciones de seguir sumando.

Pero volviendo sobre Tim, en un pelotón de talentos que vienen empujando, Merlier sigue representando esa vieja escuela del sprinter que elige su terreno, mide su energía y rara vez falla.

Olav Kooij ha sido se lleva también mención, y con motivos.

En un equipo, el Visma-Lease a Bike, que nunca se ha construido alrededor de un velocista, el neerlandés ha firmado una temporada de enorme consistencia.

Ha ganado en todas las vueltas que terminó, menos una.

Lo suyo no es la potencia bruta, sino la eficacia.

Ahora, el salto a Decathlon Ag2r La Mondiale promete cambiar su panorama.

Por fin tendrá un bloque que trabaje para él. Si el equipo francés logra entender su manera de correr —discreta pero letal—, Kooij podría ser una de las grandes irrupciones del próximo curso.

No será un Merlier o un Philipsen en cuanto a presencia mediática, pero tiene el perfil del sprinter moderno: rápido, inteligente y cada vez más completo.

Kooij competió con competencia en casa: A sus 20 años, Matthew Brennan ya es un nombre propio.

Doce victorias en su primer año WorldTour, una cifra que en otros tiempos habría parecido imposible.

Brennan representa esa nueva generación que no entiende de jerarquías, que no pide permiso.

Es rápido, sí, pero también fuerte y tácticamente despierto.

En un ciclismo donde la precocidad se ha vuelto norma, el británico destaca por su instinto: sabe cuándo arriesgar, cuándo esperar, y cómo leer un esprint con una madurez impropia de su edad. Lo suyo no es una promesa, sino un presente.

Y si mantiene la cabeza fría, su futuro puede ser enorme.

Otro que tal, Paul Magnier

Lo normal con un joven francés que gana en febrero es no volver a verlo en todo el año.

Pero Paul Magnier ha roto el molde.

Ganó el primer día en la Étoile de Bessèges y siguió brillando hasta el final de la temporada.

Casi tantas victorias como Tadej Pogacar: una cifra que obliga a mirarlo de otro modo.

Magnier ha demostrado algo más que velocidad: capacidad para sostener un nivel alto durante todo el año.

Su progresión invita a pensar en un 2026 con más oportunidades y mayor presencia en las grandes citas. Francia tiene en él a un velocista con alma de clásico.

Biniam Girmay, cuando el listón se vuelve carga

La decepción del año, aunque con matices, lleva el nombre de Biniam Girmay.

Tras su sensacional Tour 2024, con tres victorias y el verde de París, su 2025 se quedó sin brillo.

Estuvo cerca varias veces, pero no remató ninguna.

El eritreo ha pagado el peso de las expectativas y quizá la falta de una estructura pensada para él.

El talento sigue ahí, pero necesita recuperar confianza, reencontrarse con su mejor versión.

Porque el ciclismo necesita a un Girmay en plenitud: no solo como velocista, sino como símbolo de diversidad y ambición en el pelotón.

Imagen: A.S.O./Charly López

Continuar Leyendo

Ciclistas

El Top 3 del ciclismo español lo forman Ayuso, García Pierna y Romeo

Publicado

en

Por

El año del ciclismo español sigue la tónica de los anteriores: no es malo, pero se detecta mucho margen

El ciclismo español cierra 2026 con un sabor agridulce, entre el orgullo y la duda.

Hay talento, sí, pero seguimos esperando ese gran salto que devuelva al país al centro del mapa.

Y si hay que poner nombres, el podio nacional del año lo conforman tres jóvenes que representan tres formas distintas de entender la bicicleta: Juan Ayuso, Raúl García Pierna e Iván Romeo.

CCMM Valenciana

Empezando por Juan Ayuso, no hay debate posible: es el mejor ciclista español del momento.

Su temporada lo dice todo.

Dos etapas en la Vuelta, una en el Giro y otra en la Tirreno-Adriático.

Una hoja de servicios que muchos firmarían sin dudarlo, aunque deja ese regusto extraño de quien siempre parece estar cerca, pero no remata.

Ayuso sigue siendo un prodigio, valiente, con un punto de genio que a veces se le vuelve en contra.

Corre mirando de tú a tú a los mejores, pero también transmite la sensación de que sus antiguos compañeros del UAE, los del Toro, Almeida o el propio Pogacar, siguen un peldaño por encima.

Aun así, su madurez crece y su carácter competitivo mantiene viva la esperanza de una gran vuelta española en su nombre.

El segundo nombre es Raúl García Pierna, un ciclista que, sin ruido, se ha ganado respeto y minutos de pantalla.

Su victoria en la crono de la Route d’Occitanie fue solo la confirmación de un corredor en plena evolución.

En el Tour de Francia firmó una actuación meritoria, siempre al servicio del equipo, muchas veces al lado de un inspirado Kevin Vauquelin, y en la Vuelta demostró ambición hasta que una caída lo sacó del camino.

Raúl es constancia, trabajo y fiabilidad, un ciclista que no necesita luces de neón para brillar.

Y cerrando el podio, Iván Romeo, el más carismático, el más joven, quizá el más imprevisible.

Este año dio un paso adelante con victorias de calidad, incluso en el Critérium du Dauphiné, pero sobre todo dejó huella por actitud.

Su Tour, lanzado a por etapas y acabando en el suelo, resume bien quién es: coraje puro, sin cálculo.

Romeo no da puntos UCI con su carácter, pero sí algo más valioso: emoción, ilusión, esa chispa que hace volver a mirar el televisor cuando el pelotón se apaga.

Tres nombres, tres estilos, y un mismo deseo: que 2027 sea, por fin, el año en que España vuelva a ganar de verdad y que de paso otros que dieron un paso atrás, vuelvan donde merecen.

Imagen: ASO

Continuar Leyendo

DESTACADO: Giro de Italia

Lo + leído

Copyright © 2017 Página propiedad de JoanSeguidor. www.joanseguidor.com y www.elvelodromo.com son propiedad Joanseguidor. Agencia especializada en contenido deportivo, Ciclismo de carretera, BTT Mountain Bike, Gravel o ciclocross y el mundo relacionado con la bicicleta.