Ciclistas
Tao Geoghegan en el imperio de Ineos
Sobre la suerte de Tao Geoghegan en el Team Ineos no hay nada escrito
Es curioso, lo decía Adrián García en Eurosport tras la victoria de Tao Geoghegan en el Giro, las vueltas que le hemos dado a la tricefalía del Ineos para el Tour y lo que la temporada nos está dando.
Si en Francia, Egan Bernal pasó de puntillas en la defensa de su dorsal uno, sin el concurso de Geraint y Froome, siendo Carapaz su mejor ciclista, en el Giro de Italia el plan a pie cambiado dejó a Geraint fuera de la quiniela casi sin salir de Sicilia y acabó coronando de rosa a Tao Geoghegan en Milán.
No contentos con un cuadro que parece el lado español del de las lanzas de Velázquez, la primera semana de la Vuelta concluye con Ricard Carapaz al frente de la carrera tras un día que nos recordó cuando la ronda hispana se disputaba en abril.
Lo veis, no hemos echado en falta el Tourmalet.
Está claro que Ineos Grenadier come en otra mesa y de otros platos, pero lo de este año está rompiendo los límites naturales de un equipo que años atrás fiaba su suerte al Tour y al resto de carreras no es que fuera a probar, aunque sí con un perfil mucho más bajo.
El Giro más inesperado de la historia tuvo un desenlace acorde al caos y desorden que reinó desde bien entrada la carrera, con los favoritos cayendo en serpentín y el salto de calidad de segundos y terceros espadas que, siendo sinceros, ninguno de nosotros hubiéramos puesto en un pronóstico hace tres semanas.
Un río revuelto que explica en qué nivel se manejan los británicos que vinieron a cambiar el ciclismo para hacerlo a su imagen y semejanza.
Con este Giro, caben once grandes en la vitrina de Brailsford, a saber siete Tours y un par de las otras dos grandes, un botín que se consolida en la décima campaña de los ingleses en todo esto y que amenaza con crecer con su líder ecuatoriano de la Vuelta.
¿Qué hará Tao Geoghegan en el Ineos?
Una pregunta en la que no va prevalecer su nacionalidad, ni siquiera su triunfo en el Giro, por que sencillamente está rodeado de estrellas y ciclistas ilustres.
Lo que en cualquier otro equipo te sirve la capitanía en bandeja, aquí te estimula a trabajar con la ilusión de sacar un día la cabecita entre tanto gallo.
Por que una cosa es el guión escrito a priori y otra la realidad, como bien se ha encargado de mostrar este rarísimo año.
En Ineos, las cosas funcionan en otro orden, sólo cabe ver este mismo Giro, en el que Rohan Dennis, un doble campeón del mundo contrarreloj defendió la suerte de su compañero como propia, mientras Filippo Ganna se hizo con cuatro etapas, abriendo la puerta a metas diferentes y más altas en el futuro.
En la Vuelta a España, Richard Carapaz lidera con Chris Froome en labores de doméstico y la sensación de que el ecuatoriano es, ahora mismo, el más fuerte de la carrera.
Lo indecente de la cuestión es que Ineos tiene capacidad de retener a Tao Geoghegan como ganador del Giro para llevarle el año que viene al Tour en labores de doméstico de lujo de quien se decida, como es capaz de traer a Dani Martínez o Adam Yates o mantener una base de gente del tipo Pavel Sivakov, sin menospreciar que Geraint Thomas sigue ahí y es una leyenda en vivo.
Es terrible, una pasada, y Tao supongo que será consciente, aquí hay topes y estos no te los marcan los directores, son tus propios compañeros que además de compartir hotel contigo en las carreras son competencia pura y dura, pues muchos de ellos pueden, en un momento determinado, hacerse valer y sacar palmarés o caché…
Pero ojo, no todo lo fiéis al presupuesto, también hay gestión, cuando la baraja se rompió con el hundimiento de Bernal en el Tour, nos preguntamos ¿hay plan B en Ineos? las semanas nos han demostrado que lo había y que se han sabido recomponer.
Ciclistas
Rémi Cavagna deja en uno sus tres años en Movistar
El temporada de Cavagna en Movistar ha sido inédita
Qué poco ha durado el periplo de Rémi Cavagna en el Movistar, qué poco y qué mal sabor de boca ha dejado.
El ciclista francés de 29 años, dejó el equipo azul este invierno, a pesar de tener contrato hasta 2026, es decir uno de tres años para una de las incorporaciones más interesantes para la temporada pasada.
Una temporada que resultó tensa, algo que él mismo reconoció en una entrevista, en la que Cavagna explicó que se sentía insatisfecho con su rendimiento y el trato recibido, ya que, aunque había llegado para progresar, sintió que había retrocedido.
Ojo el dardo.
La falta de comunicación fue uno de los problemas más destacados, a pesar de su esfuerzo por integrarse mejor aprendiendo español.
Cavagna se va a Groupama-FDJ en 2025, un equipo francés, vuelta a casa, un cambio que llega después de una temporada difícil, tanto física como mentalmente.
Dice que quiere compartir su experiencia con los jóvenes ciclistas del equipo, que no solo competirá en el World Tour, sino también en el equipo continental, donde había varios talentos prometedores.
Además, se mostró impresionado con la infraestructura del equipo y su enfoque en el rendimiento, especialmente en contrarreloj, su especialidad.
La salida de Cavagna ha dejado un vacío en Movistar, que ya había anunciado varios fichajes para la temporada 2025, pero aún no contaba con un especialista en contrarreloj
Rémi Cavagna ya había sido campeón nacional en 2020 y 2023.
Si unimos la salida del galo a la Jorgenson y todo lo que ha ido soltando durante este tiempo, está claro que en Movistar las cosas no siempre resultan como debieran, pues otro de los fichajes que tampoco ha brillado como podíamos imaginar, fue Davide Formolo.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Caleb Ewan
Caleb Ewan en la cuerda floja
Es increíble el declive tan rápido que está viviendo Caleb Ewan
Caleb Ewan, que ya va por lows 30 años, sigue dando que hablar incluso con su carrera en declive.
A pesar de contar con 63 victorias en la máxima categoría, incluyendo 11 etapas en las grandes vueltas, su futuro en el ciclismo está incierto.
Ewan aún tenía un contrato con el equipo Lotto Dstny, pero los problemas comenzaron cuando el equipo lo desplazó en las jerarquías internas.
A su regreso a Australia al Jayco, intentó encontrar su sitio, pero su rendimiento nunca volvió a ser el mismo, quedando superado por Dylan Groenewegen, quien destacó con victorias importantes como en el Tour de Francia.
En el Giro de Italia, Ewan no logró brillar, con solo un sexto puesto en Lucca y otros resultados discretos.
Tras algunos éxitos menores en la Vuelta a Castilla y León y Vuelta a Burgos, las tensiones con su equipo aumentaron, y finalmente fue excluido de la lista para la Vuelta a España. Todo esto, sumado a su ausencia en el primer campamento de pretemporada, aceleró la ruptura con Lotto Dstny.
Ahora, Ewan se encuentra sin equipo para la próxima temporada.
Aunque su nombre ha sido vinculado con INEOS Grenadiers, reemplazando a Tom Pidcock, parece difícil que logre un puesto en el World Tour debido a su largo período sin victorias importantes.
Si no se concretara esta opción, lo más probable es que termine en un equipo de categoría inferior, pero los equipos interesados son escasos.
En resumen, la situación de Ewan es complicada y su futuro en el ciclismo profesional está en el aire.
Imagen: A.S.O./Oman Cycling Association/Pauline Ballet
Mikel landa
El Giro es la grande que mejor se le da a Mikel Landa
La decisión de ir al Giro por parte de Mikel Landa tiene mucho sentido
Tres años después de aquel tercer puesto y diez desde su primer podio en el Giro, Mikel Landa vuelve a la carrera que parece hecha para él.
En esta ocasión además en una edición que anuncia cronos las justas.
En sus primeros años como profesional, destacó en entornos italianos, especialmente cuando compartió equipo con Fabio Aru y Martinelli.
El estilo de correr en Italia, donde todavía se premia competir por sensaciones en lugar de depender completamente de la tecnología, encaja perfectamente con el carácter romántico de Mikel Landa.
Además, los perfiles de las etapas del Giro, con subidas largas y exigentes, favorecen su condición de fondista.
Suele brillar especialmente en las etapas más duras de la última semana, cuando otros corredores comienzan a flaquear.
Este año, todo indica que Mikel tendrá libertad para ser el líder de su equipo, ya que Remco Evenepoel no llegará a tiempo para la cita italiana.
Cuando Landa fichó por Soudal lo comentamos, al margen de estar al lado del belga, seguramente tendría sus opciones.
La experiencia también está de su lado.
No sería la primera vez que combina Giro y Tour con éxito: en 2017, cuando corría para el Team Sky, ganó una etapa del Giro, se llevó el premio de la montaña y luego fue clave en la victoria de Chris Froome en el Tour, donde además terminó cuarto.
El Giro de Italia es, sin duda, la carrera que más alegrías le ha dado a Landa.
En la Vuelta a España nunca ha logrado pisar el podio, y en el Tour de Francia, aunque ha sumado dos cuartos puestos (uno de ellos por apenas unos segundos), nunca ha mostrado la misma ilusión que siente por la carrera italiana.
Es imposible no recordar el Giro de 2015, cuando Mikel volaba sobre la bicicleta, siendo incluso más fuerte que su propio líder en aquel entonces.
Fue un factor determinante que complicó la victoria de Alberto Contador.
Además, ese Giro sigue siendo histórico: fue la última gran vuelta ganada por un español, hace ya una década, y Landa fue una pieza clave en aquella edición.
Aunque no lo veo como un favorito absoluto para ganar este Giro, sí lo considero un «outsider», un corredor que puede sorprender.
Por su carisma, su conexión con la afición y su capacidad para rendir en los momentos más difíciles, seguro que dará de qué hablar.
Imagen: A.S.O. Unipublic
Ciclistas
Enric Mas y Movistar insisten en el mismo plan, aunque no dé más de sí
Sigue el mismo guión de Enric Mas en Movistar, todo a la Vuelta y Tour
La temporada que está arrancando será la sexta para Enric Mas en el Movistar, y si echamos la vista atrás, ha vivido de todo desde que llegó al equipo.
Desde subirse al podio en la Vuelta a España en varias ocasiones, hasta estrellarse una y otra vez contra el muro del Tour de Francia.
Si analizamos estos años, podemos decir que solo un Tour le salió como esperaba. Fue en 2020, justo después de la pandemia, cuando logró ese quinto puesto que le dejó con la sensación de que podría haber hecho algo más.
Desde entonces, el Tour ha sido una especie de muro impenetrable para sus aspiraciones, hasta que, en 2024, parece que encontró la fórmula para intentar brillar en la carrera francesa.
En ese 2024, Movistar y Enric Mas cambiaron el enfoque y decidió que, si quería destacar en el Tour, tal vez su mejor carta fuera apostar por un tipo de estrategia más arriesgada. En lugar de centrarse en la general, se tiró a la última semana con todo, buscando victorias de etapa.
No fue una misión fácil, porque las etapas que le quedaban eran complicadísimas, pero era un intento de escapar de la sombra de la clasificación general, que hasta ese momento le había sido esquiva.
Quizás esa fue la clave para empezar a ver un cambio en su forma de correr: buscar un lugar en la historia de la carrera no solo a través de la lucha por la general, sino también con victorias parciales.
El Tour de Francia siempre ha sido un reto que, por diversas razones, no le ha permitido brillar de la manera que muchos esperábamos.
Aunque en 2020 estuvo cerca de meterse en el podio, la historia ha sido distinta en otros años. En 2021, por ejemplo, el recorrido le favorecía, pero una caída y problemas físicos terminaron por derrumbar sus sueños de estar en lo más alto. Ese año, las lesiones lo persiguieron y la clasificación general se le escapó rápidamente.
Sin embargo, la Vuelta a España ha sido otra historia. Ahí sí que ha conseguido destacar, logrando su tercer puesto en 2021 y mostrando que, cuando el recorrido se adapta a su tipo de ciclismo, tiene la capacidad de estar entre los mejores.
Es como si el Tour y la Vuelta fueran dos mundos diferentes para él, y en el segundo se siente mucho más cómodo que en el primero.
En la Vuelta, Enric Mas sabe cómo pelear, cómo gestionar las etapas y cómo estar en los momentos clave. En el Tour, por otro lado, se encuentra con una competencia que le obliga a ir siempre al límite, y no siempre le ha salido bien.
Pero hay algo que no se le puede negar: su constancia y su capacidad para seguir luchando, incluso repitiendo el plan. Es cierto que no ha conseguido ese gran resultado en el Tour, pero ha demostrado que tiene la mentalidad de seguir intentándolo, año tras año, aprendiendo de cada error.
Y a pesar de las dificultades, sigue siendo un excelente ciclista, con esa pizca de determinación que a veces le ha faltado a otros.
Ahora, con la temporada 2025 en el horizonte, Enric Mas se enfrenta a una nueva oportunidad de hacer historia. Aunque el Tour siempre será un objetivo complicado, su estrategia en la última edición, apostando por las etapas, podría ser una señal de que está listo para un cambio.
Quizá no sea la general del Tour lo que le vaya a dar el protagonismo que busca, pero con victorias de etapa, con un enfoque más arriesgado, puede encontrar su lugar en la historia de la carrera.
Y quién sabe, tal vez el 2024 sea el año en que finalmente consiga ese ansiado triunfo parcial en Francia.
Aquí se celebraría.
Imagen: Unipublic
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