Opinión ciclista
La indescifrable filosofía de Eusebio Unzué
Publicado
4 años atrásen
Por
Iban Vega

Las propuestas de Eusebio Unzué para mejorar el ciclismo…
Ayer, mientras quemábamos kilómetros de la basura hacia Prato Nevoso, esos kilómetros que enervan a Javier Ares, porque no pasa nada, en Eurosport entró Eusebio Unzué.
Contrariamente a otras veces, Eusebio Unzué dejó titulares.
Se mojó vamos, algo que no acostumbramos a presenciar.
Aunque se mojó para el lado que le interesa.
Eusebio Unzué y los corredores suplentes
El mánager volvió sobre algo que nos es la primera vez que oímos: tener suplentes en las grandes vueltas. Incluso valoró la posibilidad de que un ciclista lesionado pueda quedarse en el dique seco dos días y vuelva a competir.
Lo curioso fue que el propio Ares se alineó con él, casi antes que lo dijera.
VÍDEO | La propuesta de Eusebio Unzue sobre la posibilidad de hacer sustituciones en plena carrera, y un intenso debate en @Eurosport_ES https://t.co/8lfXD1XaL3 ¿Vosotros véis esa posibilidad? #Giro101
— adriangroca (@adriangroca) May 24, 2018
Sea como fuere, Eusebio Unzué acabó diciendo que por ahí van los tiros.
Es decir, que la parroquia se puede poner como quiera, que mucho me temo que tendremos cambios, tarde o temprano, a la vista.
Cambios que, para felicidad del mánager del Movistar Team, abundan en la calidad y profundidad de la plantilla de los equipos más potentes.
Es decir, se quita un ciclista por equipo para restarle potencial y capacidad de bloqueo, pero se puede dar la opción de meter ciclistas de refresco según avance la carrera.
A mí me suena lo comido por lo servido.
Nadar y guardar la ropa, cuestión en que Eusebio Unzué es especialista y casi catedrático.
Decir que el Movistar Team es conservador es ser muy generoso
Habla, curioso, del espectáculo porque los ciclistas irán más enteros.
Lo aduce el responsable de un equipo que ha hecho de la especulación un arte, salvo cuando Valverde se ha desmelenado y a la espera de ver qué es capaz de aportar Mikel Landa de improvisación y fresco.
Porque Nairo se ha convertido en el ciclista prototipo de los azules, con el codito siempre pidiendo relevo.
Así las cosas, no se puede hablar de espectáculo mientras el regulador no ponga unas normas que impidan por ejemplo que haya superequipos que hacen y deshacen a placer en las grandes carreras.
Si Movistar va a ir al Tour con tres líderes, mientras otros equipos tendrán problemas para acabar la carrera con todos sus efectivos.
Ahí reside la clave del espectáculo. En idear un sistema que reparta mejor el talento.
En el ciclismo, como en la vida, hay clases, siempre las ha habido, pero a veces la diferencia es tal, que no cabe la sorpresa.
Y si la hubiere podría ser en terrenos que rompan de verdad, como el pavés, por ejemplo, esa superficie del diablo también para Unzué, muy contrario siempre a lo que le perjudique: el pavés en Roubaix, el viento camino de Montpellier…
En directo @Eurosport_ES 1 durante #Giro101 Eusebio Unzúe desde la meta. 1-Marc Soler no está decidido si Tour o Vuelta. 2-Propone poder hacer sustituciones durante las tres grandes Vueltas con ciclistas que no cuenten para la general; no solo por caídas sino también por táctica
— Antonio Alix (@antoalix) May 24, 2018
Aquí no hay vuelta de hoja, cambiar corredores, cosa que no me extrañaría que acabara sucediendo, acabaría con uno de los imponderables del ciclismo, las caídas, las lesiones, los cortes,… en definitiva el peligro.
Humanizar el deporte está bien, pero quitarle la esencia no.
Y aunque que Javier Ares, que asiente veloz a lo que dice el navarro, diga que la épica estuvo bien en su tiempo, creo que la épica es de lo poco que mantiene el ciclismo donde está.
La épica es lo que busca la gente que se apunta a animaladas como esa cicloturista de 300 kilómetros en Mallorca, o el tiempo de la QH o los desniveles positivos de la Purito.
Incluso en el ciclismo super igualado y ultra medido, la épica hace pasar jornadas a la historia.
Jornadas de las que todos hablan pasados unos años.
Y si no, que vea los gentíos del Zoncolan, las rutas de Flandes y las calzadas de Roubaix para entenderlo.
Imagen tomada de FB de Giro d´ Italia
INFO
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Opinión ciclista
Ya no hay equipos de bandera
Publicado
1 semana atrásen
8 de agosto, 2022Por
Iban Vega

Hoy los equipos de bandera son multinacionales del triunfo
Hace años, cuando me introduje en el mundo del turismo, me llamó mucho la atención una terminología «Compañía de bandera», refiriéndose a aquella línea aérea que portaba los colores del país por medio mundo como quizá, algunos, siguen pensando que sucede con algunos equipos ciclistas.
Pero nada más lejos de la realidad.
Cuando Van Vleuten ganó el Tour Femmes con Movistar recibí varios mensajes lamentando que la neerlandesa ganara sin casi españolas en el equipo y sin una labor de base entre las nuestras.
El gran éxito del Movistar femenino reside en haber hecho todo lo contrario que en el masculino: sin sentimentalismos patrios, fueron a por la mejor, abrieron el calendario y salen a competirlo todo.
¿El resultado? ahí está https://t.co/cZTST2LjvB pic.twitter.com/tsUiyb0UpO— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) August 1, 2022
No entienden que esto ya ha cambiado, que cuando digo que el Movistar femenino está hecho sin sentimientos patrios es precisamente por que el equipo quiere ganar y punto, sea con una neerlandesa, cubana o noruega.
No tiene nada de odio a España ni chorradas de esas.
Una realidad que vemos en el top del ciclismo mundial.
Jumbo Visma, como equipo ahora mismo en boca de todos, es un ejemplo claro cuando confía el liderato del Tour a un danés, Jonas Vingegaard, quien además firmó historia gruesa ganándolo.
El equipo es de los Países Bajos, pero cuesta encontrar gente nacida allí en el equipo.
Creo, por percepción, más que por otra cosa, que la firma de supermercados no tiene la implicación que en su día sí llegó a tener Rabobank, con la abundante cantera neerlandesa, por lo que su compromiso de hacer caso al talento patrio no es tal, si viene un esloveno como Primoz Roglic o un belga como Wout Van Aert que suman para la causa.
¿Qué decir de los dos equipos sostenidos por dinero árabe?
En el UAE, el equipo de bandera emiratí cuida de la suerte y salud de un esloveno llamado Tadej Pogacar en medio de italianos, portugueses y otras nacionalidades.
Bahrain, con Landa, Caruso, Mohoric, Teuns y Pello, pasa más o menos lo mismo, y es comprensible por la escasa tradición ciclista de esos lugares.
Si volvemos a la vieja Europa, tenemos el Team Ineos.
Recuerdo cuando Dave Brailsford dijo un día que le gustaría que el primer francés en ganar el Tour, tras Hinault, debía hacerlo en su equipo.
No ha sucedido, pero sí que lograron el primer Tour para Colombia con Egan Bernal y estuvieron cerca de hacer lo mismo con el Giro de Richard Carapaz.
Ineos, a excepción de Geraint, es un equipo cuyos mejores resultados han traído ciclistas no británicos, como la Roubaix de Van Baarle y la Itzulia de Dani Martínez.
Un caso evidente de multinacional del éxito es el Quick Step del viejo Lefevere, quien ha demostrado ser mucho más hábil que Eusebio Unzué en la lectura de los cambios de ciclo.
Ahí van los éxitos de un inglés como Cavendish, un neerlandés como Jakobsen y un francés como Alaphilippe.
Está claro que para el discurso interno del equipo, van bien jugadas como las de Yves Lampaert en el prólogo del Tour o Remco Evenepoel en Lieja y San Sebastián, pero no se les caen los anillos en trabajar para bazas internacionales.
El caso más obvio fue el de Kasper Asgreen en Flandes, trayéndome a recuerdo lo que un día dijo Angel Edo para justificar el fichaje de Cortina por Movistar: «Mejor un equipo de casa, en el que siempre apostarán más por él que en el equipo de Lefevere«.
Pues bien, no señor, la realidad se demuestra que eso no es matemático, que el ciclismo ahora mismo juega a otra cosa y que lo de equipos de bandera es pasado.
Opinión ciclista
La caída de la Vuelta a Burgos viene por un error garrafal
Publicado
2 semanas atrásen
3 de agosto, 2022Por
Iban Vega

Si la caída de la Vuelta a Burgos sucede en Polonia prendemos fuego a la carrera
Hace dos años, por estas fechas, andábamos felicitándonos por la vuelta del ciclismo tras la pandemia en Burgos, con una organización ejemplar y pionera, por ser la primera competición disputada en los nuevos tiempos de Covid.
Hace dos años, también por estos días, mirábamos espantados el desenlace entre Groenewegen y Jakobsen en la famosa recta cuesta abajo de Katowice de la Vuelta a Polonia, tan criticada antes, durante y después de la aquella horrible llegada.
Aquellos días se tachó a Groenewegen de criminal y temerario y a la organización de imprudente, cuanto menos,
Polonia es una carrera llena de color, disputada en hermosos parajes, fruto de largos, fríos y húmedos inviernos que aquel día quedó marcada por el terror de aquellas imágenes.
Pues bien, el mal diseño de aquella llegada entre los dos neerlandeses me recordó en parte a la de Villadiego en la Vuelta a Burgos.
Cuando el corredor del equipo Jumbo pierde el control de su bicicleta, pudo parecer mil cosas, cuando vimos las repeticiones, no hubo duda de la causa, ese badén a menos de un kilómetro de meta, en ligera bajada, que sumado a la velocidad que iban, propició el desastre.
La explosión de ciclistas fue de las que no se olvidan.
Saltaron por todos los lados, también por los laterales, llevándose las vallas por delante,
No ha pasado nada grave para lo que podía haber sido, pero se ha jugado con fuego.
Es increíble que en el ciclismo de las mil regulaciones pasen esas cosas.
¿De verdad que nadie vio esta llegada de la Vuelta a Burgos? ¿Nadie advirtió del peligro?
Cuesta creer que pasen estas cosas, incluso creo que la labor de señalización que se hace resulta insuficiente.
Me viene a la mente una conversación que tuvimos con Pascual Momparler, seleccionador nacional. y Fernando Ferrari, director de Ciclo21, a raíz de la caída y retirada de Mikel Landa en el Giro 2021, en la que se hablaba cómo conciliarlo todo: seguridad, elementos urbanos, velocidad, centros de pueblos…
Sé perfectamente que es imposible, a veces, conciliarlo todo, pero en una escalada de valores, la seguridad debería estar por encima de todo, incluso de lo económico, pues sin seguridad las carreras no tendrían lugar.
Alguien debió ver que ese badén ahí poco o nada pintaba.
Ahora mismo, la Vuelta a Burgos está señalada por mil cuentas en las redes sociales, desde aficionados, a equipos, ciclismo y técnicos y lo lamento, pues, puedo imaginar lo que cuesta sacar esto adelante.
Pero se ha cometido un error, una imprudencia flagrante que si llega a suceder en Polonia les estamos dando hasta pasados dos años.
Espero que los afectados salgan adelante, ante todo son personas, y como tales sufren, padecen y se equivocan, como los Jumbo que llegan delante y celebran el triunfo en medio de la confusión.
Imagen: FB Vuelta a Burgos
Opinión ciclista
Es el fin del ciclismo de banderas como lo habíamos conocido
Publicado
3 semanas atrásen
28 de julio, 2022Por
Iban Vega

Un Tour como éste sirve para dejar de ver el ciclismo de banderas al que estamos acostumbrados
Sobre el ciclismo de banderas y bufanda que va de capa caída quiero rescataros un wasap textual que un veterano periodista me escribió el pasado sábado, recién concluida la crono que ganó Wout Van Aert…
«De nuevo, otra gran etapa en el Tour de Francia.
Fantástico el duelo Vingengaar Pogacar.
Pero respecto al ciclismo español, desde 1981, o sea hace 41 años, no había un Tour tan desastroso, sin ninguna etapa, sin nadie en el Top Teen, sin montaña, equipos ni nada.
Ya el malogrado Alberto Fernández acabó décimo, y en el 83 , Ángel Arroyo acabó tercero y se inició la época dorada de Reynolds .
Antes, antes de los nefastos finales de los 70 y principios de los 80, con el legendario Kas, también se ganaban etapas, montaña, equipos, los Gabica, Momeñe, Galera en el Top Teen sin olvidar a los Lopez Carril, Errandonea ganando un prólogo, como no Julio Jiménez, Tarangu Fuente, Pérez Francés, con los Tours de Bahamontes 59 y Luis Ocaña 73»
Su mensaje me llegó en un momento de euforia personal por la satisfacción que me ha dejado esta edición.
Una satisfacción explicada por los mil instantes de ciclismo de gran intensidad durante tres semanas.
Luego, leí el mensaje y respondí que poco o nada me interesaba la suerte del ciclismo español -de lo que se nos venía encima ya opiné antes de la carrera- con el carrerón que habíamos vivido.
Me respondieron algo así como que «con estos resultados y la falta de estrellas, la afición se iba a resentir. Mira cómo ha crecido la afición al ciclismo en Eslovenia«.
El argumento, lo siento, era bueno antes, pero ya no.
Creo que el aficionado medio al ciclismo, el de verdad, ha cambiado mucho respecto al de hace 10 ó 20 años.
El aficionado de ahora suele ser, por lo general, ciclista en activo que ve ciclismo, entiende y viaja por él, que sabe del esfuerzo de los corredores en carne propia y se identifica con ellos.
Por eso nos nos vemos en Michael Matthews en Mende, con Jonas Vingegaard en el Granon y Wout Van Aert, durante tres semanas.
El aficionado de hoy valora el esfuerzo y el espectáculo sin importar de dónde es quien lo firma.
Pero si las audiencias han subido un montón en todos los sitios, porque el ciclismo necesitaba una catarsis de gente comprometida con el espectáculo y el publico.
Estábamos hartos de ciclismo control, de ritmos inasumibles que disuadían de ataques.
En un ciclismo de banderas este Tour habría caído en picado en interés en todo aquel país que no fuera Dinamarca, Eslovenia, UK y Colombia.
Pero no, el aficionado vive las locuras de Van Aert como si fuera del pueblo de al lado, y se identifica con la voluntad perenne de Nairo, Bardet y Meintjes porque ama este deporte, lo quiere como si fuera suyo, pues en el fondo lo es.
Así que, como efecto colateral, celebramos que este Tour haya cumplido con todas y cada una de las líneas que expresamos en este artículo.
Sobre el ciclismo español y su suerte, ya nos preocuparemos cuando toque.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
Opinión ciclista
Huérfanos de ciclistas piratas, diablos, caníbales y tejones
Publicado
3 semanas atrásen
28 de julio, 2022Por
Escrihuela

Alegato de aquellos ciclistas nos dejaron recuerdo eterno
Ciclismo de Youtube, a eso parece que sin remedio nos va abocar el ciclismo del siglo XXI.
Ataques a pocos kilómetros de meta, a veces a apenas un centenar de metros, subidas a bloque con tímidos arranques de peseta, de fuegos artificiales.
Una lástima porque hoy en día te puedes ver los últimos kilómetros de la etapa en el famoso canal de vídeos porque en definitiva, y con mucha lástima, son los únicos que valen la pena.
Que puertos como el Tourmalet se suban a bloque, un col que ya ni marca diferencias, que en recorridos como el día de Plateau de Beille, con Portet d’Aspet, La Core y Lers, ninguno de los favoritos sea capaz de romper la carrera y ponerla patas arriba y que en definitiva se necesitan puertos extremos, de Youtube como yo les llamo, para que los ciclistas afronten terribles desniveles «al filo de lo imposible», ascensiones con muros salvajes por encima del 20%, para poder ofrecer espectáculo.
La situación me parece algo preocupante.
Necesitamos de corredores valientes que no se preocupen por hacer segundo o tercero, ni siquiera por entrar en el Top Ten, que se líen la manta a la cabeza, que nos ofrezcan largas escapadas, largas cabalgadas, que tiren el pinganillo y se lancen a la aventura, que arriesguen.
Esto es un deporte de héroes y de épica, no de conformistas que nunca dejarán huella.
Por eso amamos lo que nos propuso Van Aert, por muy contra natura que fuera.
Chiapucci nunca ganó el Tour, ni siquiera el Giro, pero todo el mundo le recuerda sobre todo por su cabalgada en Sestrière ’92 dejando exhausto a un gran Indurain, porqué él era así, un inconformista, un luchador nato, un diablo en la carretera.
Estamos huérfanos de piratas, diablos, caníbales y tejones.
Por Jordi Escrihuela
Imagen tomada de thegranfondoitalia.com


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El Tour 83 queda lejos en el calendario, pero cerca en el recuerdo.
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En ese caos , se creció Arroyo...
https://www.ivoox.com/angel-arroyo-el-tour-1983-audios-mp3_rf_90672277_1.html
#PodcastJS con @Tuvalum
Con el debut de Juan Ayuso en la Vuelta pasa lo mismo que con Carlos Rodríguez. Está integrado en un equipo top, con bazas y gente experimentada.
Lo que le llegue bien, pero por el momento es su primera grande y está en el sitio perfecto para aprender
https://joanseguidor.com/vuelta-2022-juan-ayuso/
Elia Viviani no es el mejor velocista de su época, pero lleva años batiéndose con los mejores, aunando un palmarés de + 80 victorias y mimando la pista, siendo puntal del éxito italiano.
Ayer fue campeón europeo de eliminación tras ser top10 en el fondo
https://joanseguidor.com/elia-viviani-europeo-eliminacion/
Egan Bernal ya está de vuelta, Dinamarca le espera.
Como si quisiera rendir visita al vigente ganador del Tour para volver a la casilla de salida
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