Ciclistas
¿Dónde perdió el carisma Nairo?
Han pasado unos días, el agua baja más calmada y Nairo pasa revista al año que está en la prórroga. Con la seguridad que Alberto Contador portará el dorsal uno de la Vuelta que le correspondería llevar a él, no sé cómo se habrán tomado en Movistar el “homenaje”, Nairo tiene cuatro cosas de aquí a final de temporada, de la temporada de su pretendido doblete.
Asegura Nairo que ha tomado nota de las vivencias del año en curso. Serán muchas las conclusiones que habrá alcazando, y seguro que la certeza sobre los errores. Querer Giro-Tour de una tacada, cuando aún no has ganado la segunda era una temeridad, pero bueno, ahí estábamos expectantes a ver cómo se desenvolvía.
Y no lo hizo bien. Llegó corto al Giro y al Tour, pasado, o qué se yo. No estuvo en la carrera nunca, y tengo la medio seguridad de que la baza azul era murciana, que por eso arriesgó en la crono y acabó fuera en el séptimo kilómetro.
El problema de Nairo ya no es Froome, su problema es que lleva dos Tours venido a menos, descolgándose de las lazas que probó en sus primeras participaciones y viendo como le adelantan rivales –dígase Bardet, Dumolin y Uran– por siquiera y derecha. Le adelantan estos y otros tienen visos de estar un día ahí: Porte, Landa, Aru,
No sé si Nairo seguirá en Movistar. Romper contratos en ciclismo no es usual, pero de lo que no cabe duda es de que su periplo con los telefónicos ha pasado un punto de inflexión, una línea que no es clara pero sí tangible en el día a día. No es normal que el progenitor del ciclista hablara de esa manera durante la carrera, con esa alegría, ni descaro. Eso es un síntoma.
Como lo es también que el núcleo duro de este ciclista de peil de cordero pero alma de depredador, se vaya deshaciendo. A la marcha de Fran Ventoso, se le suma la de Jonathan Castroviejo, corredores españoles, cercanos a Nairo, a veces muy próximos, gente de su confianza que se ha ido o se va a ir.
Otra cosa es ese argumento de que a Movistar le interesa mucho Latinoamérica, porque en ese caso el papel de Nairo no es nítido. Si en Colombia es Dios, y hablar de él, es tocar el hueso de la Nación, en el resto del continente, pues ni bien ni mal, ni todo lo contrario. Pensar que Nairo es clave para el negocio de la marca en el cono sur, es mucho pensar. Por ahí creo que a Telefónica no se le pilla.
Y es que el carisma de Nairo ha sido como esa vela que se apaga poco a poco, de forma paulatina pero inexorable, como ese eslabón que se rompe y se suelta… fue un corredor que enamoró por su forma de subir, elegante, sutil, y ahora es todo excusas, ambiciones desproporcionadas, se ha visto, y alejado de sus inicios. Espero que entre las lecciones que dice haber aprendido, esté también algo de esto último, de los resquicios del ciclista que caía en gracia y a una amplia mayoría gustaba.
Imagen tomada de FB del Movistar Team
INFO
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Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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Andrés Felipe Escovar
14 de agosto, 2017 En 14:55
En algo disiento: Movistar, antes de Quintana, no tenía un sólo símbolo en el cono sur en términos comerciales; ahora cuenta con un personaje que le sirve a esa empresa para posicionarse (aunque la sigue vapuleando Claro, cosa que no es menor y quizá no se ve en España donde presumirán que Movistar es una gran marca cuando ni siquiera lidera el mercado de celulares en el continente americano) en el segundo mercado, en tamaño, de sudamérica – hay que recordar que Colombia es el segundo país más habitado del subcontinente, luego de Brasil-. De modo que sí creo que a Movstar se lo «pilla» por ahí porque es preferible tener al ídolo de, al menos, un país del subcontinente a no tener nada, como ocurría antes. Saludos
Jorge Eliecer Ojeda Rodriguez
14 de agosto, 2017 En 16:02
Totalmente de acuerdo, pero ademas no es que Nairo se haya venido a menos, es que sus contrincantes han subido un peldaño y si quiere volver a ser protagonista, debe estar un paso adelante de sus contendores, una fria y bien calculada preparación como lo hace Froome y a mejorar en la montaña, donde debe hacer diferencia