Ciclistas
El «relevo del ciclismo español» será la canción de la Vuelta
Ha llegado el momento que el público, el gran público, ese que apela la organización de la Vuelta con grandes subidas y muros, conozca los apellidos de Soler, Fernández, Rosón, Arcas, Pedrero… como depositarios de la reciente tradición ciclista en este bendito país. A vueltas con el relevo del ciclismo español.
Es imperioso que en esta Vuelta, la de la retirada de Alberto Contador, con Alejandro Valverde en reposo y Purito retirado, arroje un nombre que la prensa mayúscula pueda mascullar cuando hable de ciclismo a la parroquia que sigue viendo bajo banderas y enseñas y mira el ciclismo como si fuera un partido de fútbol.
Será, lo no olvidéis, la canción de la Vuelta. Perico ya ha atizado el fuego, los plumillas escudriñan alineaciones y marcan los nombres ganadores de la armada patria ante la buena colección de estrellas que vienen a la Vuelta.
Pero, ¿es de recibo poner sobre la espalda de estos corredores tal grado de responsabilidad? Las circunstancias obligan, y el gran público pide madera, se le ha acostumbrado a ello. Es curioso el nueve de Movistar, es un nueve que muchos tacharían de circunstancias, pero ojo, a veces, cuando las cosas parece que no van a rular, van y rulan. Que se lo digan a Antequera cuando fue a un Mundial con Freire a cubrir el expediente.
La Vuelta a España de 2017 recibe la herencia que el ciclismo español ha cultivado durante largo tiempo. En esta historia, que no es la primera vez que contamos, hay muchos culpables y grandes perjudicados, aquellos que un día en este lado de los Pirineos un día quisieron ser ciclistas en el peor momento de la historia para hacerlo.
Todo movimiento, todo gesto será interpretado en clave de futuro, pero no de largo plazo, del corto, del de pasado mañana. No se reparará en lo que nos dice Nico Van Looy en esta pieza sobre la experiencia corta de Rubén Fernández en las tres semanas e inexistente de Marc Soler en dicho terreno. Lo mismo podemos decir de os citados anteriormente, hay que dejar a los chavales crecer, y si la travesía en el desierto es larga, pensar en qué nos ha llevado a este punto.
El ciclismo español tiene muy buenos nombres para el futuro, pero está claro que de la cantidad sale la calidad, y la primera simplemente no se da. Nos hace especial ilusión ver a Garcia Cortina, desparpajo y calidad al servicio de Nibali, pero de éste no os preocupéis hablarán de forma tangencial, quizá algún día para decir que es “rarito” como Oscar Freire, cuando decía que le molaban las clásicas.
En la vida cada uno tiene lo que recoge, el ciclismo español exactamente tendrá eso y la factura de tener sólo un bloque en el máximo nivel. El precio es alto, penoso, pero no cabrá otra. Ahora bien, cuando oigáis la musiquita de fondo de la carrera, recordad que la letra y las líneas que llenen el guion tendrán un elemento común: “el relevo del ciclismo español”.
Imagen tomada de Movistar Team
INFO
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Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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