Ciclistas
El no de Stybar y sus consecuencias
Estos días de invierno pelado y crudo frío, el cogollo de la vieja Europa mira por campas y helados sembrados el deambular de las estrellas de ciclocross. Con Sven Nys yendo y viniendo de Mallorca, Van Aert, haciendo lo propio desde Calpe, despuntando cada vez más y a la espera de que los holandeses afinen su tridente, a Van der Haar, se le une el campeón vigente Van der Poel y la promesa de Lars Boom de estar en el mundial de Zolder, el debate se ha centrado en quien podríamos llamar, eufemísticamente, “el ausente”.
La vinculación sentimental e histórica de Zdenek Stybar con el ciclocross es obvia. Tres veces campeón del mundo, ha sido el último ciclista en desenfocar el centro de la modalidad de sus límites naturales, el Benelux. Sin embargo, hubo un día que Stybar quiso más, miró a la carretera y ahora es una de sus estrellas.
En este mal anillado cuaderno siempre hemos mostrado predilección por el ciclocross, nos gusta la plástica que transmite, el color marrón, los caminos desollados, la arboleda desprovista de hojas,… todo en general nos transmite un ciclismo más íntimo y próximo, un ciclismo alejado de las distancias que marca la carretera.
Por todo eso no nos gustó que Stybar se fuera a la carretera. Sin embargo este checo tenía razones poderosas y lo demostró pronto. Casi de inicio ganó carreras y se estableció en la rigidísima jerarquía que marca su equipo, un potente grupo de gerifaltes entre los cuales hacerse un hueco es muy complicado. Pero Stybar lo ha hecho y vaya que si lo ha hecho. En 2015 ha sido uno de los nombres de la primavera, podio en Roubaix, y ganador de una etapa en el Tour de Francia.
Cada cuando campaña de carretera languidece, todos miramos al centroeuropeo con cara de interrogante ¿y el ciclocross qué? pues bien este año sólo una carrera, y parece que va en serio. Essen fue el escenario, donde llegó a más de tres minutos del ganador, y los otros que se barajaron se descartaron por el caro precio que supone su presencia. No hay duda de que es un tema de dinero, pero también de planificación y correr en invierno llamándose Stybar no permite paseos a la galería.
Sea como fuere de la decisión de Stybar se desprende lo complicado que lo tienen modalidades como ciclocross o pista para mantener sus estrellas ajenas a a carretera. Mirad el trasvase bestial de estrellas de la pista al asfalto, acentuado por la decisión de amputar el programa olimpico.
Con temporadas muy estacionales, el ciclocross no puede dar más de sí, por eso es de agradecer las pocas figuras que se le mantienen fieles en exclusiva, desde Nys, que hizo pinitos en BTT pero como algo secundario, a los Wellens, Vervecken o ahora Van Aert y Albert hasta hace poco. Ellos son el núcleo duro de la modalidad, espero que siga siendo así.
Imagen tomada de www.bicitech.it
INFO
Bicicletas de carretera de la talla 54
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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