Ciclistas
El ejemplo de John Degenkolb
La metáfora que el ciclismo supone de la vida es tan radical que a veces roza la caricatura. Del cielo al suelo y viceversa, en cuestión de milésimas de segundo. La gloria y el infierno casi al unísono, tan cerca, tan trenzados que llegan a confundirse, a no poder distinguirse.
Así es el deporte en general y el ciclismo en particular. Dicen que hay historias que motivan, que inspiran, gusta decir: Mirad John Degenkolb, corredor por que el profesamos admiración en todos los sentidos. Como profesional, excelente, ciclista competitivo, ganador e instinto, como persona también chapeau, dando lección de dignidad y saber estar cuando requiere, y este año ha tenido mucho de eso.
Hace 365 días pasábamos revista a una temporada inolvidable para Degenkolb, con un doblete digno de Sean Kelly, ganando San Remo y Roubaix, entre otras muchas cosas. Ya veis 26 años, joven, fuerte, seguro, con margen. Todo pintaba excelente hasta que en una ruta por Calpe fue arrollado por un coche junto a sus compañeros Max Walscheld, Chad Haga, Fredik Ludvigsson, Ramon Sinkeldam y Barren Warguil.
Un atropello casi mortal que no cobró víctimas mortales pero sí dejó muy tocados a los afectados. El daño fue tal que estoy seguro que la campaña del Giant-Alpecin se vio gravemente comprometida en ese momento, pues Degenkolb era una baza que en circunstancias normales habría asegurado media docena de victorias y sobre todo una buena presencia en las mejores plazas.
El Degenkolb de ahora es un tipo cien veces más endurecido que el de hace un año. Entre otras lesiones le queda el importante tajo que se llevó su dedo índice. Degenkkolb ha tenido que aprender a frenar con cuatro dedos, entre otras muchas cosas que cuentan en esta entrevista en Cyclingnews.
“Mentalmente ha sido duro, pero físicamente también. Por supuesto que tuve momentos que dije a la mierda todo, pero es importante no abandonar nunca, creer siempre que vas a volver. Ahora mismo ya puedo decir que lo peor quedó atrás”
“Lo peor es cuando estaba en el hospital y sabes del alcance de las heridas. No sabes si podrás volver o no algún día. Ese momento es crucial. Debes ser muy fuerte”
Admite que no fue a psicólogo alguno, que hizo terapia con amigos y familia y que sale en bici en medio de coches sin miedo alguno. Que lo ha superado. Aunque se perdió todas las clásicas y no llegó al 100% al Tour, al menos pudo inaugurar el casillero en la singular Artic Race y una carrera en Alemania, algo es algo, aunque su frustración quedó patente a los ojos de todos cuando, cabreado por pinchar en el momento de realizarse el corte del Mundial, arrojó agua a Jens Debusschere, que andaba estorbando en los relevos por detrás. En esos momentos muchos criticaron a Degenkolb, y aunque no estuvo bien lo que hizo, llevaba el vaso a rebosar, y el pinchazo en el peor momento lo desbordó.
Esperemos que, sin Cancellara, con Boonen en la prórroga, Degenkolb sea de la partida de la próxima primavera, que ponga la pica a Sagan y dé el espectáculo que merecen esas carreras. Por cierto que todo eso será con el maillot del Trek, el mismo que Contador.
Imagen tomada de Youtube
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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cronoramia
7 de noviembre, 2016 En 17:00
Para mas Degenkolb en estado puro, la película «Clean Spirit», que protagoniza junto a Kittel.
Obligatoria!