Geraint Thomas
¿Dónde queda Geraint Thomas?
De ganar el Tour a ser segundo va un abismo, según Geraint Thomas
Entre los protagonistas de 2019 no creo que Geraint Thomas figure en la primera línea.
El galés ha sido, salvando las distancias con Brad Wiggins, el corredor que ejemplifica las complicaciones que supone ser ganador del Tour de Francia y querer renovar la corona.
No es sencillo, claro está, pero ya no sólo por los rivales, por la carrera y la caravana en sí.
No es sencillo por todo lo que te rodea, que no es poco ni sencillo de gestionar.
Acabada casi la temporada 2019, catorce meses después, podemos decir que el ganador del Tour de 2018 ha pasado de puntillas por la temporada de su renovación.
Leer a Geraint Thomas es siempre una lección saludable, un retrato efectivo y fiel de la realidad que rodea esta gente.
Dice Geraint que volver a «construir» un estado de forma como el que le llevó ganar el Tour es complicadísimo.
En el día a día del ciclista, de la estrella rutilante, hay una parte visible y pública, que todos pueden ver en Strava, por ejemplo, en los resultados en carrera, pero otra que nadie percibe, la factura moral que pesa, ya creo que pesa, sobre los corredores.
Y a Geraint la factura le ha resultado alta, tanto que no ha sido la sombra del corredor que firmara el Tour perfecto no hace tanto, hace un año y pico.
Pero no sólo eso, hay otra parte que hay que gestionar, los días posteriores al Tour e incluso las semanas: mirar el teléfono y ver que no suena, que estás fuera del radar.
«Es increíble la diferencia de ser primero a ser segundo el Tour»
Lo podíamos suponer, pero nadie nos lo ha explicado como G.
Lo cierto es que desde que pisara el primer escalón del podio parisino, Geraint Thomas ha demostrado que lo complicado es llegar, pero sobre todo mantenerse.
Y no hay vuelta de hoja, este ciclismo no entiende de campeones ni aspirantes, pasa a rodillo a todos.
Ahora viene la pregunta del millón: ¿Qué será de Geraint Thomas el año que viene?
Él sigue sosteniendo que la estrategia de dos líderes en el equipo funciona, eso Ineos al menos lo ha manejado mejor que otros, pero a nadie se le escapa que le escenario se le hace estrecho al galés.
El año pasado ganó el Tour porque fue el mejor, pero sin duda porque Froome venía a medio gas tras ganar el Giro.
Ahora el paisaje se complica, a Froome, que ya monta en bicicleta y quiere el quinto Tour, se le suma el ganador vigente, Egan Bernal.
E incluso en el caso hipotético que el recorrido del Giro le hiciera tilín, ahí tendría a Richard Carapaz.
Nadie habría apostado porque el día que Geraint Thomas se subió a recibir el maillot amarillo en París iniciara el camino de su declive, lento, pero declive, pero cualquier análisis racional de situación podría convenir que el futuro inmediato no le sonríe.
Eso sí, sabe G que esto da mil vueltas y las cosas se tuercen o se enderezan casi sin percibirlo y él ya sabe que desistir no entra nunca en los planes.
Geraint Thomas
Ciclismo británico: Nadie ha envejecido como Geraint Thomas
Las prestaciones de Geraint Thomas siguen muy altas una década después
Este artículo sobre Geraint Thomas hacia tiempo que quería escribirlo.
No sé si estará o no en el Tour, donde todo pinta que Pidcock va a pasar bastante de pensar en Carlos Rodríguez, pero en este momento de impás, mirando a Florencia, pero con días de por medio, es bueno poner en contexto la figura del galés.
Siempre pistard excelente, Geraint Thomas estuvo desde el minuto cero en el Team Sky, cuando éste entró como elefante en el ciclismo mediante Wiggins, Rowe, Boasson Hagen y hasta el mismísimo Flecha, quien se retiró hace más de diez años.
En este tiempo G ha ido creciendo en la estructura y ha tocado todas las teclas con maestría y profesionalidad.
Le tocó actuar en muchos tablaos y en todos, ha estado excelente.
No obvio su obligación para con el Team GB en la cuarteta de persecución de Londres 2012.
Luego fue uno de los mejores clasicómanos del mundo, lidiando con Peter Sagan, Nikki Terpstra, Greg Van Avermaet y Zdenek Stybar, entre otros.
Ojo que de eso no han pasado ni diez años.
Mientras G fue hombre de confianza en los mejores años de Chris Froome en el Tour sabiendo incluso asomar la patita de vez en cuando, como esa vez que se puso de amarillo en el prólogo.
Siempre entre Froome, o con Wiggins y Cavendish, Geraint Thomas supo hacer su camino hasta ganar el mismísimo Tour de Francia, en una edición muy enrarecida para el Team Sky pues no sé hasta qué punto el plan era otro, que Froome intentara ganar su quinto Tour.
Por suerte para los ingleses no quemaron la carta de G, pues en medio se les coló el mejor Tom Dumoulin.
En todo caso, a lo que vamos, que Geraint Thomas, con el dorsal uno en la espalda, vio como Egan Bernal le daba su primer Tour a Ineos.
Ojo a la galería de nombres que bailan alrededor de Geraint, de Cav y Wiggins a Bernal.
Con todo, el galés siempre ha estado, siempre presente, hasta este mismo Giro, con otro podio, el segundo consecutivo en Italia.
Viendo a Cav quemar sus naves y buenos años de vida en la 35 victoria en el Tour, a Froome penando por carrera en la que concurre y Wiggins, con sus problemas vitales, podemos decir que nadie ha envejecido como Geraint.
Geraint Thomas
Las vacaciones en alcochol de Geraint Thomas
La admisión de Geraint sobre su consumo de alcohol es algo que no vi venir
A ver, que es muy probable que Geraint no haya finalizado borracho la práctica totalidad de días sin bicicleta, pero que haya admitido este nivel de consumo de alcohol en sus vacaciones me ha chocado.
Con el paso de los días crece la tolerancia al alcohol de Geraint https://t.co/cO4PzG3ofu
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) November 12, 2023
Cual adolescente, Geraint se ha sincerado en un tema que me parece una marcianada para un ciclista profesional ciclista: el consumo de alcohol en medidas que no vi venir.
Como digo seguro que exageró sobre la cantidad de días que acabó ebrio, pero que algún día seguro que pasó la línea, creo que ni cotiza.
Entre los ciclistas anglosajones estas cosas se prodigan con más facilidad, tanto que se admiten sin rubor alguno, muy diferente a los ciclistas latinos.
Geraint ha llegado a admitir que con los días su tolerancia al alcohol iba a mejor con dos narices.
No sé cómo se lo habrán tomado desde el seno de Ineos, por muy leyenda que sea y por muy en vacaciones que esté.
No me parece la mejor imagen, para el clima del equipo, más él que un día se quejó de cómo se les trata, pareciendo un simple número a los ojos de los mentores del bloque.
En Ineos las «marginal gains» han llegado a significar auténticas torturas para los en privaciones.
Las palabras de Geriant además llegan en días bajos para Bradley Wiggins, como os dije el domingo, con deudas acuciantes.
El primer ganador inglés del Tour ha admitido en varios sitios, incluso en su libro, una relación tormentosa con el alcohol en varios episodios de su vida, uno de los más sonados justo después de su 2012 inigualable.
En este caldo de cultivo se abre Geraint, sabedor de que su carrera está más que amortizada y puede hablar con una libertad prohibida para casi todos.
Geraint Thomas
No veía a Geraint fuera de Ineos
Ineos puede recuperar el Giro con su Geraint Thomas
Hace menos de diez años la primavera se poblaba de nombres com Peter Sagan, Greg Van Avermaet, Zdenek Stybar y Geraint Thomas, cuando Team Sky no era aún Ineos.
Hoy de esa lista, sólo queda Geraint, el galés de oro que anuncia su renovación por el equipo de su vida.
Cierto es que le conocimos en su época del aquel Barloworld, lleno de algunos ciclistas con el tiempo de culto como el mismo Froome pero también aquel sudafricano que bajó rodando por un pedregal alpino, John- Lee Agustyn o el entrañable Juan Maurio Soler, que tan acabara en un descenso de una Vuelta a Suiza.
Cuando fichó por el Team Sky, el año de su creación, hace ya catorce temporadas se consolidaba una historia de éxito, comparable a esa que escribíamos hace poco entre Roglic y Jumbo.
Geraint Thomas ha ganado en este periodo de Sky e Ineos un Tour, la París-Niza, la Vuelta a Suiza, el Dauphiné, Romandía, Harelbeke,… en una amplitud de registros que no ha dejado de lado la pista, donde se colgó sendas medallas de oro, en la cuartera británica.
Ser campeón olímpico en las islas son la palabras mayores.
Con ese bagaje y con el mal sabor de boca de una Vuelta que le fue de culo desde el inicio, Geraint Thomas no se va del equipo que le ha visto triunfar, incluso a pesar de aquellas gruesas palabras que le dedicó a Ineos, cuando dijo algo así que no eran más que números en un excel.
Ni con esas, Geraint no deja el equipo y sigue adelante hasta que cumpla los 39 como otros ilustres que aguantan entre la chavalada.
Sabedores del recorrido del Giro, con dos cronos medio largas y montaña asequible para él me cuesta verle en otra grande que no sea ésta.
El unfinished job que le propició Roglic in extremis este año tendrá segunda parte.
Geraint Thomas
Geraint Thomas en el Tour: la eterna generación dorada británica
El podio de Geraint Thomas en el Tour es la guinda a una década prodigiosa para el ciclismo británico
Hace diez años por estas fechas todo eran laureles en el ciclismo británico: la primera victoria en el Tour con Bradley Wiggins, la irrupción de Chris Froome, el dominio de Mark Cavendish de los sprints, el éxito de su pista en Londres 2012, éxito en el cual intervino Geraint Thomas…
En aquel momento todo aquello tenía un vaso comunicante, todo confluía en el Team Sky, el sueño de Dave Brailsford, tejido desde la cuneta del Tour y ejecutado por los velódromos y los caladeros de las islas.
Talento venido de las islas en un deporte en el que nunca se había destacado, salvo contadas excepciones como Tom Simpson, Stephen Roche o Sean Kelly, entre otros.
Pero esta vez la cosa era diferente, lo que vimos aquel verano de 2012 era la culminación a una historia de amor británico por el ciclismo como nunca habríamos imaginado.
Como digo, diez años después, aquella generación sigue dando coletazos.
Servidor pensó en un primer momento, cuando miramos la nómina del Ineos para el Tour que la mejor baza era la de Dani Martínez.
La carrera sacó rápido al colombiano de la terna, esta vez por enfermedad.
Pero emergió Geraint Thomas -nunca te olvides de un ganador de Tour-.
Lo hizo en el Galibier, siendo el único que aguantó la embestida del Jumbo, entrando a los golpes y siendo testigo privilegiado de los picotazos a Pogacar.
Ahí puso la primera piedra para un podio que tiene gran mérito.
Tanto tiempo después, cuatro años de su Tour y tres de su segunda plaza, Geraint Thomas ha firmado su tercer podio en la mejor carrera, siendo el mejor de los mortales, en un desafío en que ha nadado mucho solo, con los dos de delante a lo suyo y por detrás gente quedándose cada día del paquete de los mejores.
Salió de los Alpes con corredores como Nairo, Bardet, Gaudu, Yates y otros echándole el aliento y el paulatinamente fue haciendo para llegar a la crono final con todo resuelto.
Cuánta calidad hay que tener para firmar algo así.
Geraint es miembro destacado de la generación dorada que puso al ciclismo británico en el mapa
Una generación que, tanto tiempo después sigue dando qué hablar.
Cavendish se ha igualado en el ranking por etapas con un tal Eddy Merckx y prosigue el engorde de su abultadísimo palmarés.
Froome va haciendo el hombre, con un dignísimo Tour y esperando a la Vuelta, no será quien fue, pero sigue empeñado en lograr una última gran victoria que deje aquella del Giro 2018 como el penúltimo baile.
Bradley Wiggins se retiró hace unos años, su imagen en la moto de Eurosport ya da la medida del personaje que tiene un palmarés singular no, lo siguiente.
Tras ganar el Tour dijo que todo aquello era muy duro, volvió a la pista y contribuyó de nuevo para que la cuarteta Team GB volviera a lo más alto.
Estos cuatro aún dan que hablar, cuánto han vivido y cuánto podrían contarnos, son historia reciente, pero historia al fin, de nuestro querido ciclismo.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
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