Ciclismo
Ciclocross con nieve, un futuro que veo inevitable
El ciclocross sale de la zona de confort en la nieve y eso es obligatorio si se quiere crecer
No he podido ver en directo la carrera de Val di Sole del sábado, pero sí que he visto algunos pasajes y leído impresiones de gente y declaraciones de implicados, junto a las crónicas de una carrera de ciclocross en nieve que a dejado una lista de bajas importante.
Es difícil mirar con indiferencia a Iserbyt, dolorido en el circuito abandonando una carrera que le puede pesar en la lucha por la general de la Copa del Mundo.
Son costes, riesgos que hay que asumir en una temporada en la que todo está tan concentrado que te puedes quedar fuera en un mal paso.
Es cierto que ver ciclocross en nieve puede parecer atractivo pero que no es lo habitual, aunque casi todos los años acaba sucediendo que en alguna carrera acabe nevando.
No es lo mismo que te nieve por tema de meteorología en Flandes, donde la altitud no es mucha, a irte a Val di Sole, al Trentino, a buscar una nieve que seguro te vas a encontrar: más que nada es diciembre, a más de mil metros de altitud.
Leo muchos comentarios hablando mal de la apuesta de irse a Italia, que fue una carrera muy peligrosa, una pista de hielo, algo poco parecido al ciclocross que conocemos, a causa de la nieve.
Es cierto que la carrera fue una lotería, en cierto modo, pero una lotería en la que todos jugaron los mismos números.
El padre de Mathieu Van der Poel, Adrie, dice que su hijo corrió con miedo y que por eso no estuvo en el concurso por ganar.
Recordemos que hace un año, por esas fechas, en el mismo escenario, Van Aert ganó sencillo y las conclusiones fueron opuestas por no registrar, creo recordar, importantes bajas.
Van der Poel al final no quiso tomar riesgos, tenía miedo y es humano.
Dice su padre que no estaba contento con el recorrido, quizá Adrie debería recordarle a su hijo que él, cuando era pro, le gustaban las condiciones más extremas, recordándole cómo reventó un plante del pelotón camino de Andorra en la Vuelta 1991 a causa de un tiempo gélido.
En todo caso, no me parece bien que se critique la propuesta italiana, que si tiene que ser para que el ciclocross puede ser un día olímpico es un peaje que hay que pagar.
Ser olímpico le valdría más dinero a la modalidad y por tanto progreso
Mejorar siempre está fuera de la zona de confort, como llevar la prueba al helado lodazal de Dublín o la amable climatología de Benidorm en enero.
Hacer más grande este deporte obliga a sacarlo del Benelux y los circuitos que consideramos deben ser dogma en la modalidad.
Y lo digo yo, que a veces miro con nostalgia los recorridos de siempre en las grandes vueltas, sin embargo a diferencia del Tour, el ciclocross tiene margen de mejora y explorar nuevos escenarios va en el tren del progreso.
Imagen: FB UCI Cyclo-cross
Ciclismo
Volta y Roglic, el honor es mutuo
Con la Volta Roglic va camino de una estadística excepcional
Cómo me ha gustado la entrevista final de Primoz Roglic en la Volta a Catalunya, cuando viene a decir que se siente muy honrado ganando esta carrera tan antigua.
Qué tipo, qué señor, en sus piernas corre una clase mundial y en su savoir faire, también.
Primoz Roglic ha sellado una Volta que él, y su compi de andanzas, Remco Evenepoel, podemos decir que han salvado de ser una más, como por otro lado esperamos cuando cada año la carrera da un pasito hacia atrás.
Un recorrido mejorable sobre el papel, sí, pero que cuando tiene a los artistas indicados en forma y motivados, gana por mil.
Y eso ha sucedido en la Volta, que ha tenido dosis de todo un poco, de emoción, rivalidad, pique y reconocimiento.
Porque en el fondo, Remco Evenepoel sabe que con Roglic es imposible enfadarse, te gana, lo hace y lo consigue con esa naturalidad y esa transparencia que te deja sin contestación posible.
A lo que vamos, siete etapas de ida y venidas que empezaron con estos dos marcando paquete ya desde el principio.
Entre ambos se han zampado cuatro etapas, dejando muy poco para los demás.
No me extraña la cara circunstancias de David de la Cruz en Barcelona, es que no les dejan ni las migas.
En el pulso con Remco, Roglic ha vuelto a sacar lo mejor de su habilidad en el cálculo para no errar en el tiro de esta Volta.
Lo que pasó en la Molina a más de uno le habría dejado sin dormir, con Remco recortando y siendo capaz de hasta dejarle.
Pero sin más, restañó heridas y en la cima de Lo Port devolvió las cosas a su estado natural, Roglic es fiable, sólido y sereno, todo lo necesario para sacar petróleo en carreras de este perfil.
Al margen de sus tres Vueltas, su palmarés reúne al menos una vez Romandía, Tirreno, Itzulia, Dauphiné, París-Niza y ahora Volta, es decir este tío que empezó tarde, que vino de los saltos de esquí aglutina en sus piernas una estadística excepcional, casi todas las grandes carreras de una semana del calendario, a excepción hecha de la Vuelta a Suiza.
Con este puzle, con esto en el bolsillo, ya mira a Italia y al Giro, donde esta hermosa rivalidad con Remco va a escribir nuevas páginas.
Imagen: Guillem Riera
Ciclismo
Estrenamos podcast con el ciclista más peleón, Sergio Higuita
Sergio Higuita nos acompaña en la primera entrega de El Velódromo, el nuevo podcast de JoanSeguidor
Teníamos una sorpresa bien guardada y es esta nueva versión de El Velódromo, el nuevo podcast de JoanSeguidor en un estreno en el que hemos invitado a Sergio Higuita, un ciclista que está de celebración, hace un año que ganó la Volta a Catalunya.
Nuestro compañero Guillem Riera conduce esta nueva temporada de podcast en JoanSeguidor, repasando una charla que hemos tenido con Sergio Higuita velando armas para nueva temporada, hablando en un entorno relajado de cómo le supo ganar la Volta, sus inicios en ciclismo con una bicicleta de BMX, el salto a Europa, su casa de la Fundación Euskadi, la victoria de etapa en la Vuelta 2019…
No os perdáis cuando Sergio habla de las broncas que le caían en las escapadas que reventaba a ataques.
Además se incorpora nuestra «Pelotona», Paula, una ciclista advenediza pero con buenas e interesantes cosas qe contarnos suyas y de las chicas que van en bicicleta.
Aquí nos cuenta su primera vez en bicicleta y esas cosillas que siempre ocurren en los estrenos.
Tras repasar qué nos dice la gente sobre nuestro tweet de la semana, en este caso sobre Wout Van Aert, hemos recordado un poco qué sucede en las carreras y hablamos de lo que nos visto en Milán-SanRemo y Volta a Catalunya.
Ciclismo
Ciclismo y maquinitas, diez años después seguimos en lo mismo
A veces nos rodeamos de tantas maquinitas, que omitimos la esencia del ciclismo
Recuerdo que hace diez años por estas fechas Libros de Ruta empezaba su andadura con un libro muy celebrado, el del Team Sky, en el que se daba cuenta de la entrada del equipo británico en el ciclismo.
Un libro que detalla la revolución que supuso su irrupción en este deporte de centenarias competiciones y arraigadas costumbres.
Es curioso cómo hablan de los marginal gains tan de moda desde entonces, de los rodillos al final de las etapas, de maquinitas y como todo eso era muy nuevo para el ciclismo
Un libreto de estilo que tuvo contestación de inmediato y no de gente cualquiera.
Ahí estaban algunos como Vincenzo Nibali o Paolo Bettini, ya retirado, hablando del ciclismo de sensaciones de toda la vida, de la intuición en carrera y esas cosas con las crecimos algunos, entre otros Luisle, que ve un deporte completamente diferente al que él practicaba hace quince años.
La foto que ilustra este artículo es de la primera llegada en alto de la Volta a Catalunya, una instantánea que Ciccone deberá guardarse en la salida de su casa por el valor de un triunfo ante dos cocos del nivel de Primoz Roglic y Remco Evenepoel.
La imagen del tweet por eso da la medida…
El que gana renuncia a la precisión de parar el Garmin en el momento M https://t.co/hFzZGRCbtG
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 22, 2023
Mientras el italiano celebra el triunfo, Roglic y Evenepoel paran su Garmin nada más cruzar la meta.
Me dicen, no lo sabía, que luego de la meta se pueden recortar esos segundos de lapso con el mismo computador, pero ajenos a esa posibilidad, ambos corredores paran el aparatito.
El ciclismo de maquinitas en su máxima expresión, como cuando vemos cunetas en las que casi nadie mira la carrera con sus ojos y sí a través del móvil.
Yo no veo mal que esto suceda, cada uno es muy libre de hacerlo, pero sí me refresca la forma en la que crecí en el ciclismo, más real, más sensorial, alejada de maquinitas y otras historias.
No es ni mejor ni peor, pero sí que me sugiere una cosa, entre tanto número, vatio, carbohidrato y demás creo que nos perdemos buena parte del placer de la bicicleta y el ciclismo.
Y no lo puedo decir por Roglic y Remco, ellos son pros y lo que digan esos Garmins va a misa, lo digo por mucha gente que veo que, sin comerlo ni beberlo, fía demasiadas cosas a la tecnología, cuando la experiencia de ir en bicicleta es una, personal e intransferible.
Imagen: Guillem Riera
Ciclismo
Para mí siempre será Harelbeke
Conocí este carrerón como Harelbeke y lo siento por Saxo Bank, pero seguirá siendo Harelbeke
Ya sé que sonara a historia de abuelo cebolleta, pero hay cosas que cuesta aceptar, incluso con el paso de los años y siempre tan necesaria entrada de patrocinadores como el caso de uno conocido, Saxo Bank, en el E3 de Harelbeke de toda la vida.
Corre por las redes el nombre con el mecenas, obviando que la carrera es ahí, en Harelbeke, una pequeña localidad cerca de Francia, por donde también pasa la Kuurne-Bruselas-Kuurne, que para mí es la apertura de la parte guapa de las clásicas flamencas, con todo lo que nos queda por delante, desde la Gante-Wevelgem, el domingo y por otra parte de la región, al Tour de Flandes, en una semana.
Por suerte el ciclismo mantiene en gran medida casi todos los nombres de las carreras que le han traído hasta el presente.
Quizá algún cambio, como el notorio de la Het Nieuwsbald, la Het Volk de toda la vida, pero no muchos más.
Pero en este caso me gusta el nombre del pueblo que acoge la carrera, más allá que el de la carretera alrededor de la cual se desarrolla.
Harelbeke es como esos impronunciables pueblos del ciclocross en invierno, como Oudenaarde, Brujas, Gante o Wevelgem, por mucho que la carrera salga y llegue a Ypres.
Sólo verlo escrito eriza el bello, por ser una de las grandes previas de De Ronde, que no tiene el peso específico de Wevelgem, pero que deja hojas brutales de ciclismo por estos parajes que tan bien conocemos.
Y por mucho que en las carpas y espacios VIP de la carrera importen un pimiento, recorre o roza todos nuestros iconos de Flandes, si bien el Kapelmuur no lo sube, pero sí pasa por Geraardsbergen, cosa que no hace De Ronde en la actualidad.
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