Ciclismo
Cartel de lleno absoluto en la Sea Otter Europe que empieza en viernes
Sea Otter Europe: 500 marcas, 65.000 visitantes y 6.000 corredores
La Sea Otter Europe Costa Brava-Girona by Continental aterrizará en Girona durante los próximos 20, 21 y 22 de septiembre. El festival de ciclismo se ha ganado el derecho a ser una de las ferias internacionales más importantes del sector, un lugar único en el que poder conocer de cerca la industria de la bicicleta, representada por la cifra récord de 500 marcas expositoras. El programa de actividades ha sido concebido para atraer tanto a profesionales como a aficionados.
El Euro Mobility Festival vuelve durante las mismas fechas y regresa con su particular apuesta por crear un entorno dedicado a la movilidad urbana sostenible.
El apartado deportivo destaca por una oferta enorme: 12 pruebas de todas las modalidades ciclistas –XCO, XCM, XCE, XCC, DH, e-MTB, trial, gravel y carretera-, en una combinación de carreras competitivas y salidas lúdicas. Cabe destacar la presencia de la Trek UCI Gravel World Series, convertida en el mayor reclamo del cartel deportivo, que ha seducido al propio Matej Mohoric, Campeón del Mundo.
El sector del ciclismo mirará con atención todo cuanto ocurra en el Pavelló de Fontajau (Girona) durante los tres días del festival. El recinto ferial espera acoger a 65.000 visitantes y 3.000 profesionales, repartidos en 298 estands, 42.000 metros cuadrados de exposición y 80.000 metros cuadrados de feria. La cita es obligada para empaparse del catálogo de todas las marcas expositoras y descubrir las últimas novedades. De hecho, hay fabricantes que ya han anunciado que aprovecharán la ocasión para realizar nuevos lanzamientos al mercado.
La Sea Otter Europe encara la octava edición del festival con la certeza de ser uno de los eventos más importantes para la industria ciclista mundial y con el deseo de cumplir con las altas expectativas que se han generado.
Sea Otter Europe Connect: el espacio por y para profesionales
Tras el éxito del año pasado, la Sea Otter Europe Connect regresa con más músculo que en la edición anterior. Así, el punto de encuentro entre los profesionales del sector amplía la oferta para ser aún más el espíritu con el que nació: un espacio donde discutir y analizar las estrategias de negocio en la industria de la bicicleta.
Todo ello se cimienta en dos jornadas temáticas que contarán con un total de 13 ponencias presentadas por expertos. El viernes se dedicará a la industria, mientras que el sábado será el turno del cicloturismo. En ambos casos también habrá momento para parlamentos sobre marketing y comunicación. El programa del sábado es el más extenso y contará con dos franjas de networking.
La apuesta de Sea Otter Europe por convertir el festival en un lugar ideal para los profesionales ha llevado a la organización a impulsar otras iniciativas como la nueva acreditación para profesionales, Sea Otter Europe PRO. Así, se ofrecen varios servicios exclusivos más allá del Connect: el Business Club –una zona de networking adaptada para reuniones-, la aplicación Sea Otter Europe Match –nacida para facilitar las conexiones entre profesionales y aumentar la agenda de contactos-, el Prime Time –una fiesta privada para expositores- y la Cantina Expo –una zona de restauración al aire libre abierta desde el jueves-.
12 pruebas deportivas y 6.000 inscritos
Otro de los platos fuertes de la Sea Otter Europe será el programa deportivo. La Trek UCI Gravel World Series llega como el principal reclamo; una prueba que forma parte del selecto grupo de carreras que dan acceso al Campeonato del Mundo. Una cita de primer nivel que será también el mejor escaparate para que Girona proyecte al mundo sus espectaculares pistas de gravel. Matej Mohoric lucirá el maillot aroíris en una jornada en la que también estarán Alejandro Valverde, Iván García Cortina, Tiago Ferreira, Samuel Sánchez, Miguel Induráin o Alain Prost.
La Ciclobrava by Orbea congregará a más de 1.300 personas para recorrer las carreteras de los alrededores de Girona en una prueba no competitiva multitudinaria. Por otro lado, los amantes de la montaña podrán disfrutar en la Canyon Marathon Cup BTT o en la Shimano Super Cup Massi, mientras que quienes quieran realizar una salida lúdica podrán hacerlo en la Gravel Ride Tour.
Además, los más pequeños gozarán de su protagonismo en la Super Cup Youth y la Mini DH Kids Cup, mientras que con toda seguridad serán parte destacada de la Copa de Girona de Trial. Las clásicas tendrán un hueco con la MTB Classic y también habrá espacio para el Ebike Day Girona, competición de Short Track y Eliminator y una salida exclusiva para mujeres, el Women Social Ride de Jelenew.
Demobike: el cliente final como probador de producto
El Demobike volverá otra vez y será de nuevo una de las actividades que recibirán más cariño por parte del público. Un total de 35 marcas pondrán sus productos –entre los que se encuentran más de 500 bicis- a disposición de cualquier visitante, que tendrá 9 circuitos a su disposición para testearlos. Se trata de un momento clave para los usuarios, que podrán sacar sus propias conclusiones de lo probado y acercarse a las últimas novedades del mercado en diversas categorías.
Euro Mobility Festival: el festival de movilidad urbana sostenible consolida su papel
El Euro Mobility Festival sigue ampliando horizontes con la intención de convertirse como un festival independiente. Aún bajo el paraguas de Sea Otter Europe, pero con una identidad propia, la nueva edición de este festival será la referencia en movilidad urbana sostenible a nivel europeo. Los asistentes encontrarán expositores, talleres, conferencias, tests, zona de restauración y otras actividades.
El festival nació como catalizador para la transformación de la movilidad amigable con las ciudades, un espacio donde enfrentarse a los retos inmediatos y de futuro del sector.
Otras actividades
La Sea Otter Europe también verá nacer el proyecto ‘Girona Innovación Salud Ciclismo’ (GISC), un clúster socioeconómico liderado por el Ayuntamiento de Girona –e integrado por empresas de los sectores de la bicicleta, la salud, la tecnología y las administraciones públicas- que tiene por objetivo promover la salud a través del ciclismo e integrar la bicicleta en la movilidad sostenible, el bienestar y la innovación.
Una de las novedades de esta edición será la puesta en marcha de un espacio al aire libre dedicado a acoger presentaciones de cicloturismo abierto a todo el público del festival. El lugar escogido es el Auditori Costa Brava Pirineu de Girona y se programarán breves presentaciones de expositores, destinos y productos turísticos vinculados al ciclismo.
Además, Sea Otter Europe contará con foodtrucks, actuaciones musicales, activaciones en muchos de los stands expositores y muchas más actividades.
El acceso al festival se realizará a través de la entrada gratuita que todos los visitantes deberán descargar antes de poder entrar.
Ciclismo
Giro Lombardía: Como es la meta por excelencia
La llegada de Lombardía en Como me parece más bella que la de Bérgamo
La foto que ilustra este artículo no es del Giro de Lombardía en Como y sí del de Italia, de hace cinco años, cuando la etapa acabó en el zurrón de Dario Cataldo ante Mattia Cattaneo, en los tiempos que éste corría en el Androni.
Pero la estampa sirve para ilustrar por que creo que el final en Como me parece el perfecto para el último gran monumento, incluso por delante de Bérgamo.
Cierto es que el Giro de Lombardía ha empezado y acabado en muchos sitios antes de esta alternancia entre Como y Bérgamo.
Recordamos hace un tiempo, por ejemplo, el sexto triunfo en la carrera que Coppi no logró en el mismo Vigorelli milanés por culpa de Darridage.
No conozco Bérgamo, aunque puedo imaginar la elegancia de su ciudad alta, un lugar mágico, como una buena parte de cascos históricos en Italia, ideal para acoger el desenlace de las hojas muertas de Lombardía por el recorrido de sus murallas.
Como sin embargo me parece el LUGAR por excelencia para esta carrera, tanto en lo deportivo como en escenario
En el último aspecto, cualquier lago del norte italiano es una delicia en este tiempo de cambio, pero es que el de Como sabe lucir como pocos, en un recorrido con una escenografía que ha llenado grandes filmes.
Un sitio de una belleza que abruma e intimida, como telón de fondo de una competición de las grandes, de las que para el país y en especial una cuna como es la región del norte italiano.
Grandes emblemas del Giro de Lombardía se sitúan en los alrededores del lago de Como.
Saliendo de su orilla, empiezas a subir hasta oír las campanas de la iglesia del Ghisallo al paso de los ciclistas, con los bustos de los grandes vigilantes y el museo del ciclismo al lado.
El lugar rezuma ciclismo e historia, eso que los italianos saben vender y envolver como nadie.
Un poco más allá Sormano es el muro que deja el grupo pelado antes de escenarios históricos como San Fermo della Bataglia y Civiglio, dureza, pasillos humanos, kilometraje inhumano y criba definitiva.
Por cierto, que esta vez si Pogacar gana su cuarto Lombardía lo hará con San Fermo dell Bataglia como escenario único en los alrededores de Como, esta vez no hay Civiglio, lo que acerca Sormano a la meta.
Acabar al cerca del lago, de la catedral, de ese precioso y pequeño casco antiguo es la guinda a un espectáculo que aúna deporte, historia, turismo y escenario como pocos.
Por último, y aunque Lombardía haya sido el monumento que más varíe su recorrido y emblemas, mantener iconos como Ghisallo, relativamente cerca de meta es clave para que la carrera mantenga inalterada su grandeza.
Ciclismo
El casi trébol de arcoíris de Mathieu Van der Poel
Con el de gravel, sólo le queda el arcoíris de MTB a Van der Poel para cerrar el círculo
Lo que vimos en el mundial de gravel en Lovaina me parece el anticipo de lo que va a ser la campaña de ciclocross en unas semanas: Mathieu Van der Poel batiendo a belgas, aunque esta vez por el arcoíris de gravel.
Lo comentábamos ayer, fue curioso que en el mundial de gravel y la Paris-Tours que frecuenta caminos de tierra entre viñedos coincidieran en la fecha y de paso la cita flamenca que quitara alguna estrella a la centenaria carrera francesa.
En todo caso no deja de ser el tercer maillot arcoíris en otras tantas disciplinas para Mathieu Van der Poel desde que se calara el de carretera en Glasgow, agosto del año pasado.
En este periodo, Van der Poel renovó por aplastamiento su título en ciclocross, situándose a uno para ser el mejor de todos los tiempos y ahora éste de gravel, que tarde o temprano debía caer de su lado sabedores que era el primer corredor en el que todos pensábamos cuando la competición irrumpió en el mundo del gravel.
La carrera de Lovaina, leo, porque no he podido verla, ha ofrecido esa estampa tan de mundial de ciclocross, de un maillot orange entre las celestes belgas, si bien hay voces que hablan de «Alpecines» muy proclives a echarle una mano al campeón final.
Aunque pueda existir cierta labor de equipo, en el gravel, las cosas acaban siendo siempre a título individual, y Van der Poel se fue haciendo la cena plato a plato desde bien lejos, dejando atrás corredores hasta quedarse solo con Florian Vermersch.
No sé si le vendría el fantasma de las Navidades pasadas o no, pero escaparse con el belga, le supondría un extra de emoción por aquella París-Roubaix, muy similar a la París-Tours del año pasado, en la que el mismo Florian y Sonny Colbrelli le dejaron tercero en el sprint del velódromo.
El arcoíris de gravel tiene un valora hoy muy testimonial, sin casi calendario para lucirlo, más que nada por que se centra en la carretera, pero veremos si en el futuro el hecho de Van der Poel sea campeón, como lo fue Mohoric o Gianni Vermersch, supone una carga de prestigio para la competición.
Van der Poel ya tiene un casi trébol, le falta el mundial de MTB, modalidad que ha arrinconado en cierta medida, quedándose a uno de las reinas Pauline Ferrand-Prévot (oros en MTB, ciclocross, ruta y gravel) y Marianne Vos (oros en pista, ciclocross, ruta y gravel) porque a Mathieu no le veo en un velódromo que no sea el de Roubaix.
Imagen: Alex Whitehead/SWpix.com – FB UCI
Ciclismo
Laporte, en la París-Tours para los álbumes
La Paris-Tours de Laporte puede ser la carrera más icónica de la temporada
No es la primera vez que utilizo este mal anillado cuaderno para explicar la admiración que me produce la mal llamada París-Tours, por salir de la bellísima filigrana gótica de Chartres y no de París, su historia y esta edición en el bolsillo de Christophe Laporte.
Curiosamente, en el mismo día del Mundial de gravel hemos visto más porquería y barro en los caminos de viñas de Tours.
Una carrera que desde lejos sabíamos que iba a ser resultona y nos dio una excelente tarde ciclismo, ya en octubre, contando los días para que la temporada eche la cortina.
La victoria de Christophe Laporte en esta París-Tours es la redención a una temporada muy extraña para el francés, y por ende para su equipo.
Ausente en las grandes citas de la temporada, inédito en el Tour, la carrera que se le había dado a las mil maravillas años antes, sin opción para defender el título europeo, al menos le cae una de las clásicas más prestigiosas pero más desprestigiadas de la campaña.
Ganar la París-Tours debe ser un premio enorme para cualquier ciclista francés que esté medianamente versado en historia de ciclismo, como creo que es el caso de Laporte.
Grandes velocistas de todas las épocas llenan las casillas de sus 119 ediciones, en un clásico renovado que ha sabido encontrar, yo creo, el tono adecuado, pues los famosos «chemins de vigne» le han renovado el atractivo a una carrera en evidente declive a pesar de ofrecer uno de los finales más emocionantes del año en la avenida de Grammont.
La victoria de Laporte volvió a mostrarnos un ciclista que bien alienado es un puñal táctico para los rivales.
El francés juega como nadie su balance entre rodar fuerte y sprintar muy bien para adjudicarse pocas pero muy buenas victorias.
Esta vez en especial saco petróleo a la inexplicable táctica del Lidl con Mads Pedersen jugando a Pogacar muy lejos de meta y quemando sus opciones.
Dejarle al checo Mathias Vacek la tostada de jugársela con el francés del Visma fue demasiado en una jornada que, como la Roubaix de hace tres años, pasará a ser icónica y recordada en ese libro de carreras sucias y heroicas que cada vez menos episodios nos ofrece.
Que los ciclistas lleguen irreconocibles, que el barro se adueñe de la foto, que lleguen como los de antaño.
Todo eso, mola.
Imagen: A.S.O./Gautier Demouveaux
Ciclismo
Pogacar habría ganado la Vuelta pero…
La Vuelta ya es de lo poco que le queda por ganar a Pogacar
En la cada vez más certera y reiterada comparación entre Tadej Pogacar y Eddy Merckx, es sin duda el ciclista que más se ha aproximado al belga, incluso más que Hinault, hay una cosa que sucede con el esloveno que sucedió con Caníbal, y es que podemos relatar su palmarés comentando aquello que aún no ha ganado, entre otras cosas la Vuelta a España.
Es curioso que el idilio de Pogacar con las carreras de tres semanas empezara hace cinco años en la Vuelta a España, en la antesala del Covid, aunque marcando las pautas de lo que sería su futuro inmediato y no haya vuelto a esta carrera.
La jornada aquella de Gredos, atacando a más de 30 de meta, para asaltar el podio y llegar solo a meta, fue la carta de presentación de este corredor, que con ecasos veinte años se batía con Alejandro Valverde y Primoz Roglic, casi nada.
Pogacar pisó su primer podio en la Vuelta 2019, fue tercero y desde entonces acumula otros seis podios más, de ellos tres victorias y dos segundas plazas en el Tour más el Giro que ganó en mayo.
Así las cosas, la Vuelta a España aprece como la grande que le falta al mejor talento que hemos visto nunca.
El trofeo de la grande española se une a la Milán-San Remo y la París-Roubaix, si nos centramos en lo más vistoso del cilcismo, sin perder de vista la corona olímpica y alguna vuelta de una semana como Itzulia, Suiza o Dauphiné.
Lo demás Pogacar ya lo tiene.
He leído a mucha gente, por eso, incluso en nuestro podcasr Antonio Alix lo dijo convencido, que Pogacar habría ganado la Vuelta con una pata.
Es posible que eso fuera así, pero yo no lo veo tan fácil.
Para empezar en un deporte más que centenario, nadie ha ganado las tres grandes el mismo año y que Pogacar y los suyos no se lo plantearan tras el Tour seguro que tiene base firme.
Entre la victoria en Francia y la siguiente carrera. en Quebec, pasaron casi dos meses sin competir para el esloveno, una dosificaicón que muchos no tienen en cuenta pero que seguro influye en su rendimiento estratosférico.
Correr las tres grandes para ganarlas fue una ocurrencia que puso muy de moda Oleg Tinkov hace unos diez años y nadie ha tenido opción a hacerlo.
Sepp Kuss el año pasado corrió Giro, Tour y Vuelta, ganando la última, y nunca más le hemos visto al mismo nivel.
Una cosa es decir que se puede ganar la Vuelta fácil, más viendo el nivel que ha tenido, y otra hacerlo y gestionar los costes en el futuro.
Si Pogacar y los suyos no se lo han planteado, por algo será.
Imagen: ©PHOTOGOMEZSPORT 2019
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