Ciclistas
Vuelta: El final feliz de Alberto Contador
“Tenía que acabar así. Sabía que éste era mi día” Alberto Contador
Durante las ultimas rampas del Angliru, mirábamos a Contador, clavado, anestesiado por la fatiga, no sé si levitando, como le preguntó Juan Carlos García. En ese momento, el tiempo se para y se rebobina. Habrá mirado atrás, abierto el baúl de los recuerdos, miles de mañanas, miles de días, miles de madrugones, miles de todo, miles de días de perros hasta llegar a este momento… una vida en bicicleta.
En la antesala de su retirada Alberto Contador ha querido todo. Sabía de la importancia de la bajada del Cordal, ahí donde grandes nombres dejaron sus opciones y salud, entre otros Fernando Escartín, quien hace los recorridos. Tomó la ventaja suficiente y empezó el Angliru con ventaja, con la ventaja suficiente para ganar la etapa, porque el podio, aunque lo acarició no fue posible.
¿El final feliz? Desde luego. Tras un año rozando el palo, tras una campaña prendada de sinsabores y una Vuelta en la que sencillamente lo ha petado en popularidad, Contador se convierte en el primer ciclista en ganar dos veces en el Angliru.
¿Que si se lo merecía? No os quepa la menor duda. Ajeno a lo terrenal, sin la presión de un resultado, sin más objetivo que dar una “Vuelta de honor”, a Contador sólo le faltaba una victoria para poner la guinda. Decir que no lo ha luchado no sería justo, ha puesto a equipo a full desde el inicio, no dejó que una escapada llena de grandes nombres tomara tiempo y al final salió
Alberto Contador deja el ciclismo en plenitud, ha sido el mejor ciclista de grandes vueltas de su generación y el Angliru es la prueba. Que le vaya bien en la nueva vida y que saque todo el rédito que se ha ganado estos años. Trek ya tiene creatividad para las próximas publicidades.
La Vuelta, la general y el ganador no tuvieron mayor historia, al menos en lo que al líder se refiere. Cuando Chris Froome pasó el arco de meta con Poels sonreía generosamente consciente de que la pesadilla había tocado a su fin. Para el inglés, el mal momento de los Machucos, las caídas de Antequera habían sido cicatrices de lo complicado que le ha resultado ganar esta carrera.
La Vuelta cae en manos de un grande, el más ahora, y el más grande tiene ya la Vuelta. Es merecido, incluso rodeado de ese equipo tan poderoso que le pone gregarios cuando el resto de rivales se queda. Lo de Wouter Poels en el Angliru roza el escándalo, subía las curvas por dentro.
El podio lo completarán Nibali y Zakarin quien evita el cajón más prestigioso de los últimos tiempos. El ruso tiene eso, labor silenciosa y efectiva. Si Froome merecía el primero, Nibali, el segundo y Contador, el Angliru, el ruso la tercera plaza.
Imagen tomada del FB de La Vuelta
Ciclistas
Tour: Van der Poel quiere volar «demasiado» alto
Mathieu van der Poel, en el punto de mira por su acuerdo con una empresa de jets privados
Van der Poel vuelve a brillar en el Tour, cumple con lo que esperábamos -dos de dos en Alpecin-.
Yendo unos días antes, pensé en Icaro cuando leí esta noticia, en el momento de saber que Mathieu van der Poel es embajador de una compañía de jets privados.
Es tan inusual esto entre ciclistas que cualquier reacción que haya leído el neerlandés estos días era más que previsible.
Lo que me alucina es que se sorprenda, más cuando ya había oído murmullo cuando llegaba a los circuitos de ciclocross en un deportivo italiano de alta gama o llevaba esos relojes que patrocinan también el UAE.
Seguimos con el cliché del ciclista, como el deportista menos rico de la elite, y quizá sea cierto.
El tema es que al ciclista le ha venido la polémica a ver tras anunciar en Instagram que será embajador de Flying Group, una empresa de vuelos en jet privado.
El anuncio fue breve: “Encantado de compartir que soy embajador de Flying Group, orgulloso de representar a una empresa que está revolucionando la aviación privada”.
La respuesta del público no se hizo esperar: más de 1.100 comentarios, en su mayoría críticos, señalaban la contradicción entre el uso de jets privados y la necesidad urgente de reducir las emisiones contaminantes.
Algunos comentarios iban al grano: “Coge el tren, tío, y da ejemplo” o “¿El cambio climático te parece una broma?”.
Ante la avalancha de críticas, Van der Poel respondió defendiendo su elección: “Entiendo las preocupaciones medioambientales y respeto todas las opiniones, pero también tengo que cuidar mi tiempo, mi salud y mi tranquilidad. Viajar relajado, con menos estrés y menos exposición, me ayuda a rendir mejor y a mantenerme sano”.
Insistió en que el acuerdo no es por lujo sino por rendimiento deportivo: “Este acuerdo no va de lujo, sino de recuperación y de apoyo para rendir al 100%”.
El argumento, aunque pillado, no deja indiferente más cuando afirma que intenta tomar decisiones responsables con el medio ambiente siempre que puede, aunque reconoce que a veces prioriza sus objetivos profesionales.
A pesar de sus explicaciones, los datos no le ayudan mucho: un vuelo privado medio emite 3,6 toneladas de CO2, más de la mitad de lo que contamina en un año entero un ciudadano medio en Países Bajos.
Y un solo trayecto corto, como de Amberes a Alicante, puede emitir 6,29 toneladas de CO2, lo que supone más de 45 veces lo que emite un vuelo comercial por persona.
Mientras tanto, Flying Group se presenta como una empresa comprometida con la sostenibilidad, aunque no publica cifras concretas de emisiones.
Ciclistas
Carlos Rodríguez llega de vacío al Tour
Ciclistas
Pogačar y Vingegaard, otra vez en el Ventoux
Ciclistas
Tour: La diferencia entre Pogacar y Vingegaard es grande, pero no definitiva
Pensar ahora mismo que el Tour está sentenciado para Pogacar ante Vingegaard es precipitado
Ya podéis contar que de aquí a que empiece el Tour, dos semanas y un día, vamos a darle mil vueltas a la diferencia real entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar.
Tras lo visto en el Dauphiné, leemos que Jan Bakelants, retirado en 2022, entró sobre el enfrentamiento entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard de cara al Tour.
A través de una columna en el medio Het Laatste Nieuws, Bakelants no dudó en criticar la actitud de Vingegaard, al que consideró superado por Pogacar.
Según el belga, la forma en que Vingegaard se enfrentó a la superioridad de Pogacar en las etapas montañosas de la carrera parecía más una señal de rendición que de competencia.
«La forma amistosa en que Vingegaard aceptó la supremacía de Pogacar se pareció más a izar la bandera blanca que a demostrar que todavía puede hacer que el Tour sea emocionante«, afirmó Bakelants, dejando claro su descontento con el rendimiento del danés.
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Nunca paséis por alto el Van der Poel del Tour
Francisco Bonilla T (@ertiodelatiza)
9 de septiembre, 2017 En 22:28
Puede que sea la Vuelta más importante de la historia, junto con la de 1983, la de Hinault. Ha ganado Froome, el mejor ciclista de vueltas, para mí, del siglo XXI, con la colaboración del «showman» Contador que pudo haber sido un rival del británico pero entre el débil equipo Trek-Segafredo y la etapa de Andorra poca opción quedó para la sorpresa. Gran campeón y buenos rivales.