Ciclistas
Que la Vuelta no esté sentenciada depende de Roglic y Enric Mas
No creo que Roglic y Enric Mas hayan hecho su último movimiento para ganar la Vuelta
Esto está escrito antes de Tomares con el ataque y caída de Roglic más el pinchazo de Remco que algunos cuestionan…
Viendo lo que ha pasado, cómo está le general y comprobando lo que queda, que no es mucho, me cuesta creer que Remco Evenepoel tenga ya la general de la Vuelta en su mano, aunque Primoz Roglic y Enric Mas no lo tienen nada sencillo.
No sé si se cumplirá el gran deseo de Javier Guillén, quien quiere emoción hasta la penúltima jornada, pero desde luego todo invita a pensar que, en lo que la general se refiere, puede ser así.
Mirando la general, sucede un poco como en el Giro, que llegó al tramo final con el podio bastante definido.
Veo complicado que Juan Ayuso y los de atrás puedan recortarle tres minutos a Enric Mas en lo que queda de Vuelta, que por otro lado, no es tanto, porque el diseño de la carrera, ya lo dije, presentaba ciertas carencias que ahora empezamos a notar.
Una de ellas era la tercera semana, muy similar a la de la primera Vuelta que gana Roglic.
Entonces, el esloveno no pasó grandes apuros pero la carrera tuvo ciertos pasajes de emoción, como las etapas de Toledo y Guadalajara.
Como veis no hablamos de llegadas en alto y sí de días en los que la actitud de los ciclistas condicionará todo como ha sucedido en Tomares con Roglic.
Ahora tenemos dos llegadas en alto, no muy duras, en Piornal y Tentudia, junto al tránsito madrileño y su sierra, una papeleta que a Remco no le debe dejar tranquilo.
Tras él van los dos mejores de la pasada Vuelta, dos ciclistas muy diferentes que sin embargo tienen un objetivo común: sacar al belga de ahí.
A ello se añaden dos variables: la tercera semana que siempre recordamos a Remco y que en sendos instantes, Pandera y Sierra Nevada, Roglic y Enric fueron capaces de sacarle tiempo al primero.
De ambos, por eso, quien se lleva todos los focos es sin duda Primoz Roglic por ser el campeón en ejercicio y por no valerle otra cosa que no sea ganar.
Roglic estuvo grande en Pandera, individualmente hablando, pero la clave del equipo le falló en Sierra Nevada.
En esta última semana, los equipos van a ser la clave y Roglic tiene mimbres para lanzar gente y soñar con distanciar a Evenepoel para luego contactar.
Es un tres veces ganador de esta carrera, nada tiene que perder y su forma crece, si gana esta Vuelta habrá apurado todos los registros: de ganar sobrado a ir pidiendo la hora, pasando por una remontada final.
Todo esto que formulé antes de la llegada a Tomares toma ahora otra relevancia, a la espera que la caída final no le pase factura al campeón vigente, cosa que es muy complicada: quizá se haya roto nada, pero… una caída nunca es un bien aliado en el rendimiento, como posiblemente le pasara a Remco en el finde andaluz tras la caída previa.
Enric Mas es otra historia.
Lo que vimos en Sierra Nevada es un chute, qué duda cabe, pero en él siempre subyace lo mismo, nunca es capaz de ser el primero en atacar, en romper el hielo.
Es como si la avanzadilla de un rival le fuera imprescindible para mover ficha, en Pandera el guía fue Roglic y en Sierra Nevada, el amigo López.
Está fuerte, aunque igualado al mismo tiempo a los otros dos, sin embargo nunca resolverá la incógnita si no mueve la carrera, y hablo de moverla bien, echando mano de un Movistar que ha corre como mejor sabe hacer, planeando la carrera como si tuviera al favorito número uno.
Pero no, no lo tienen, tienen al tercero de la general y por delante cuentan con etapas cuyo diseño le debe dar voz y voto al equipo, a sabiendas además, que el mejor puesto en la general les dará la mayor cantidad de puntos.
Imagen: Unipublic / Charly López
Primoz Roglic
¿Roglic fuera del Jumbo? perfectamente factible
Ya hace tiempo que Primoz Roglic suena para salir del Jumbo
Mientras se confirma si Jumbo se fusiona con Soudal, y el nivel de inmersión de Amazon como patrocinador, ambas cosas parece que no son sólo rumores, me fijo mucho en las cosas que se cuentan sobre Primoz Roglic y su futuro inmediato al parecer fuera de su equipo.
Sí lo sé, en los márgenes del Jumbo hace frío, como bien se ha dicho de otros ciclistas cuando han dejado estructuras poderosas, pero no es menos cierto que para Roglic el corral se hace pequeño.
Cuando hace unas semanas comentamos la posibilidad de su marcha del Jumbo, muchos nos pusieron al corriente de la gran campaña del esloveno, con Tirreno, Volta, Giro, Burgos y podio en la Vuelta.
Incluso con contrato hasta 2025, creo que el tiempo de Roglic en Jumbo debería tocar a su fin si quiere seguir optando a las grandes victoriashttps://t.co/khBpQEBKUP pic.twitter.com/2O4gHiqrJK
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 16, 2023
Eso es cierto y tan real como el hecho que Roglic lo tiene ganado casi todo en el radar de sus posibilidades y cuando digo casi todo ya sabéis a qué ausencia me refiero.
Ahora mismo para que Roglic opte al Tour de Francia es casi imposible que lo haga en el equipo en el que ha crecido y explotado como estrella ciclista.
Con todos los meneos que hay alrededor del equipo, esa fusión, ese copatrocinio, ojo que al bloque le quedaría una sobrepoblación de estrellas que si ya sólo estos años no ha sido sencilla, imaginaros con Remco y cia.
La posibilidad de fusión ha ido acompañada por noticias sobre Roglic y su posible paso a Ineos o Movistar.
Ambas opciones tendrían sentido, aunque es obvio que ninguna ofrece lo que el Jumbo,
En la balanza Ineos ahora tiene más caché que Movistar, pero no creáis que los ingleses andan descapitalizando de talento el equipo, quizá por que la química tiene que atender muchos frentes entre fútbol y vela, sin ir más lejos en el puerto de BCN ya tienen sus instalaciones para la Copa América a la vista de todos.
No me parecería mala la opción de un tipo experimentado y fiable como el esloveno al lado de Carlos Rodríguez, quien podría tener otras miras y pensar en el Tour cuando se vea más hecho, a sabiendas del nivel que se manejan hoy los mejores del mundo.
Movistar por su parte tiene congelada la batería de anuncio de fichajes, no se cuenta nada en el equipo telefónico que sabe que gente del valor de Jorgenson o Verona se van y que duda si extender algo más la trayectoria de Rojas y Erviti, dos históricos de la estructura.
En todo caso, Movistar debería hacer acopio de varios nombres para que Roglic tuviera una guardia al nivel de sus opciones en el Tour, la joya que le falta a ese palmarés tan bestial.
Una joya que no por más brillo, le va a ser fácil lograr con Vingegaard y Pogacar en un nivel superlativo y subiendo.
Ciclistas
Cavendish no podía dejar el ciclismo así
Adicto al ciclismo y al triunfo, Cavendish alarga un año más
La imagen no es de este año, es de uno de los años felices de Mark Cavendish en ciclismo, uno de esos en los que amasaba uno de esos brutales botines en el Tour, ganando y ganando etapas hasta empatarse con Eddy Merckx en lo más alto de la historia.
Una historia que sí, es muy diferente en ambos casos, el belga era total, el inglés un anotador de sprints, cosa que no es para tomarse en broma, pero que implica una dificultad muy diferente al gran Eddy.
Pero numéricamente, está ahí, a un paso.
Y el caramelo es goloso, es entrar en lo más alto del ciclismo y su historia, es escribir tu nombre en los cenotafios más prestigiosos, quedarse solo en la cubre, algo tan grande que, a la vista está, no quiere dejar escapar.
Más cuando en el último Tour, se fue justo después de quedar segundo tras Phlipsen en la meca de Burdeos, la meca de los velocistas, allí donde los mejores de la velocidad, y él, han ganado alguna vez.
Mark Cavendish anunció durante el Giro, antes de ganar su etapa en Roma, que dejaba el ciclismo a final de campaña, esa decisión tiene marcha atrás, conectando con esos ciclistas que tantas veces recularon una vez anunciado su retiro.
Recuerdo a su compi de americana, Brad Wiggins en ese plano.
Si han habido años en los que se le ha visto lejos de los mejores, lo cierto es que el meneo que está sufriendo la velocidad mundial le ha dado otra oportunidad.
Caleb Ewan no se encuentra, Fabio Jakobsen no termina de explotar, lo mismo que Sam Bennett… sólo los Alpecin rinden a satisfacción, pero incluso los registros tan abiertos de Jasper Philipsen le pueden hacer albergar ciertas esperanzas de volver a ganar una etapa en el Tour.
Si lo pensamos bien, si vemos lo que sucedió en el pasado Tour, no lo tiene tan complicado y claro, dejarlo ahora, así, sentado en medio de una carretera francesa por caída, pues no procede.
Pues hablamos de un «adicto al ciclismo», un «yonki del triunfo», que seguro no llenaría con la familia los huecos que le dejase la competición.
Cuando anunció su retirada, pensé, lo juro, en esta posibilidad, sobretodo si se quedaba cerca de ganar una etapa en el Tour.
Además, el que viene es año olímpico, y quién sabe si hasta se anima en los velódromos, igual que quien será su lanzador, de nuevo, el danés Michael Morkov, favorito a colgarse el oro en madison.
En todo caso, repito lo que he dicho otras veces, los récords están para batirlos y el de Merckx me gustaría que cayera en sus manos, por muy mal que caiga en ciertas esferas.
Es un ciclista histórico, nadie se lo puede negar y le da un motivo más a Astana para seguir adelante, porque los celestes la verdad es que llevan unos años de auténtica lástima.
Wout Van Aert
Demasiadas medallas de plata para Wout Van Aert
El Europeo le deja otra plata a Van Aert, y van trece
Sí, lo sabéis, si ahora me pidieran una mano por alguien en el pelotón la pondría por Wout Van Aert, para mí el ciclista más valioso de la actualidad, un portento omnipresente, con un bagaje que no discutiremos ahora, pero con un gran qué en esa relación especial que ha construido con la medalla de plata, hasta trece, excesivas en su balance frente al oro en un balance en el que su némesis, el amigo Mathieu le ha sabido doblegar.
Trece medallas de plata, así nos lo confirman, contando Juegos Olímpicos, Mundiales, Europeos y Campeonatos belgas que, en ciertos momentos, como en ciclocross, son como mundiales encubiertos.
Ayer cuando le vi que no llegaba a tiempo para superar a Laporte en el final, cuando la medalla de plata colgaba del cuello del Van Aert pensé en esa cifra, y con ella en la mano, me pregunto cuál fue el oro que más me dolió que perdiera el belga.
Y en esa tesitura me acuerdo de la carrera de fondo olímpica de Tokio, cuando estaba sublime de forma, recién llegado del Tour, tres etapas ganadas, cada una totalmente diferente, y vio como el hábil Carapaz le levantó el título olímpico.
Fue esa mañana de sábado, a primera hora, un esquema que se nos ha hecho favorito.
Van Aert es el más fuerte de la concurrencia, rodó como nunca y perdió como siempre, pues cada vez que comparece en este plan, sucede lo mismo, alguien es más listo, se anticipa, y luego todos le miran a él para que emprenda la caza que, lógicamente, no llega a buen puerto.
Dice Van Aert que claro que piensa en la cantidad de medallas de plata que tiene en casa, que lo tiene presente, por mucho que en carrera no le venga a la mente.
Pero le condicionan, le tienen que perturbar, a cualquier crack en lo suyo tiene que pesar verse en el día de la marmota
A mí me pasaría.
Le hemos visto a la derecha del ganador, cuando el podio ha estado bien dispuesto, en muchas ocasiones y no cuento Roubaix y Flandes, otras que son de su perfil.
El tema de disputarlo todo, de ser bueno en casi cualquier terreno es lo que tiene, un coste en plazas de honor equiparable a las que lograba, por ejemplo, Alejandro Valverde.
Por eso molesta, por eso sabe mal, ver tanto talento vestido en plata, cuando debería tocar el dorado.
Ojalá Wout le dé la vuelta a la situación, que aprenda de los Carapaz en su día, o Laporte ayer mismo, ciclistas que no le son superiores, pero que son hábiles, se mueven bien y tienen instinto.
Imagen: FB UEC
Ciclistas
Juan Ayuso necesita un año entero y limpio
No pisar el podio de la Vuelta no es una mala noticia para Juan Ayuso
Volver al podio de Madrid para recoger el maillot blanco de mejor joven era un objetivo que Juan Ayuso veía más o menos factible.
De hecho creo que, salvo Remco Evenepoel, era el gran favorito a vestir una prenda que en el ciclismo actual no tiene el valor de hace no tanto tiempo, cuando los jóvenes llevaban una programación más calmada y su progresión se fijaba más a largo plazo.
Si los cambios que ha vivido el ciclismo se podrían resumir en esa prenda y su valor.
Para Juan Ayuso el objetivo era volver al podio de Madrid, un año después de estar en él, tras debutar en una gran vuelta.
Conociendo su ambición y sabedor de lo claras que tiene las cosas, me cuesta creer que el ciclista esté contento con esa cuarta plaza, más cuando tampoco estuvo nunca en disposición de ganar una etapa, otro objetivo que se marcó a fuego.
Lo dijo varias veces, incluso dando a entender que podía sacrificar la plaza en la general por levantar los brazos en meta.
No le fue posible…
Y es aquí donde quiero ir con Juan Ayuso, que ha demostrado que incluso en este ciclismo de prodigios las cosas no son sencillas para los jóvenes, que esto no es llegar y besar el santo, más bien todo lo contrario.
Los que llegan tan rápido a la elite no siempre lo tienen tan sencillo y Juan lo ha demostrado en la Vuelta.
Ha estado delante siempre, la ambición la tenía, el equipo no tanto –la forma de hacer de Almeida es muy difícil de entender– y la forma era la mejor en sus circunstancias, pero ahora mismo el Jumbo está en otro nivel, incluso para los todopoderosos del UAE.
Juan Ayuso nunca amenazó el podio de los neerlandeses y acabó entre el cansancio extremo de Enric Mas y el hastío final de Mikel Landa ante tal dominio.
A ello se le añade ese catarro que mencionó en alguna ocasión y la sensación que no ha hecho limpio de aquella lesión de principios de año.
La suma de todo ha pesado en un ciclista cuyo techo creo que sigue estando lejos, a pesar de algunos comentarios, pues tiene 21 años y en lo poco que ha podido competir ya ha logrado cuatro victorias y de ellas, tres en el World Tour.
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
-
Enric Mas1 semana atrás
Enric Mas, otros objetivos serían más factibles
-
Ciclistas1 semana atrás
El año de Pogacar, pendiente de Lombardía
-
Ciclismo1 semana atrás
Stefan Kûng y el peligro de la bici de contrarreloj
-
Ciclistas1 semana atrás
Jonas Vingegaard no se ha comido un niño
-
Ciclistas6 días atrás
Juan Ayuso necesita un año entero y limpio
-
Ciclismo3 días atrás
Tres cosas que anticipó Peter Sagan
-
Ciclismo1 semana atrás
¿Volverá Sepp Kuss a ser líder?
-
Ciclismo1 semana atrás
La nueva vida de Nathan Van Hooydonck