Ciclistas
¿Por qué no se pueden comparar los resultados de Van Aert y Van der Poel?
La rivalidad Van der Poel – Van Aert llega a sus capítulos de carretera
La primavera, bella estación, verde, días de asueto para el ciclocrossman de tiempo completo, un periodo en el que se saborean las privaciones del invierno y se planifica el siguiente.
Eso ha sido así para quienes centraron el tiro de octubre a febrero en las campas que lucen heladas, embarradas y siempre abarrotadas.
Pero eso no fue así el año pasado para Wout Van Aert ni lo está siendo para el citado ni Mathieu Van der Poel.
El ciclismo, deporte de rivalidades, de antagonía, países resueltos en dos partes, tiene hoy un duelo transversal que no entiende de terrenos.
El otro día, mientras Sagan, Trentin y cía iban escapados en ruta a Wevelgem, hubo un momento que Van Aert y Van der Poel se fueron solos por delante del grupo de donde saldría el ganador Kristoff.
Fue el flash de todos aquellos que nos gusta seguir la campaña de invierno, el ciclismo del barro, que nos llevó a los grandes momentos que estos dos ciclistas han mantenido en la rivalidad más extrema.
Una historia vista en campas, pero que se daba por primera vez en el asfalto.
Los fenómenos ya están aqui.
Están los dos, cada uno en su medida y con sus ambiciones.
Lo de Mathieu Van der Poel es de traca
Tres carreras en los adoquines, dos victorias, porque en la primera se pegó un talegazo que amenazó con arruinar la apuesta de carretera.
Y para seguir con el “pique mediático”, esta batiendo en cuanto resultados se refiere a su “archienemigo” Van Aert.
— Robert Brugué Casadevall (@RBrugue) April 3, 2019
El desenlace de A Través de Flandes es excepcional, un manejo y sprint final que sencillamente parece sacados de un manual.
«El nieto de Poulidor gana carreras» titula Carlos Arribas: es un ciclista dotado, tocado por las hadas, un corredor uno de los de entre un millón, parece que nació aprendido.
FB Flanders Classics
En A Través de Flandes Van der Poel gana a ciclistas con monumentos en su zurrón, clasicómanos de enciclopedia y corredores tan curiosos como Anthony Turgis, qué forma de sufrir.
Así gana Van der Poel en grupos a cinco, y así ganaba hace unos diez días sobre adoquines descarnados.
Es un prodigio, un corredor que rompe moldes, ciclos y clichés, no aprende rápido, es que ejecuta según va haciendo.
Pero que no nos deslumbre Van der Poel para hablar de Wout Van Aert
¿Recuerdas qué hacías el día que Perico sentenció su primera Vuelta?
El neerlandés es un prodigio, repetimos, pero el belga es otro que tal.
Ahora mismo podemos decir que el Wout Van Aert de 2019 es el Peter Sagan de 2016.
El corredor del Jumbo-Visma ha estado en todas las pomadas, la ha visto de todos los colores.
Debutó en esto hace un año, y ya dio qué hablar, pero esta temporada qué manera de rodar, de exponer, de exhibir, de ser un corredor con mayúsculas.
???????? #E3BinckBankClassic
With the sixth stage of @VoltaCatalunya in the first half an hour of racing, we take you back to @WoutvanAert's second place in the @E3BinckClassic through some photos! pic.twitter.com/xfXKTBCBpU— Team Jumbo-Visma cycling (@JumboVismaRoad) March 30, 2019
Llegó vivo y entero al final de San Remo, posiblemente el día que más nos impresionó, pero no contento con ello se ha metido en varios podios y sido decisivo en algún trance.
Wout Van Aert es primera línea de favoritos para el domingo en De Ronde, es un corredor que coge confianza cada carrera que consume entre los elegidos, que tiene una personalidad arrolladora y rueda a las mil maravillas.
Se le ve fuerte al final, de los que más.
Le faltará un punto de velocidad, no tanto como parece, pero su primavera 2019, a falta de Roubaix y Flandes le posicionan muy alto en las apuestas.
Los dos, Van der Poel y Van Aert, son unos privilegiados por la naturaleza del ciclismo, cada uno con sus méritos y defectos, tienen todo por delante y vaya que nos hacen disfrutar.
Imagen: FB de Team Jumbo Visma
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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