Etapas tour de francia
Tour: La tabla rasa de Roubaix
Ciclismo de calidad pero inocuo, al menos siempre nos quedará Roubaix en el Tour
Es obvio que cuando el pelotón desembarque en París, dos semanas quedan, se mirará atrás y quedará Roubaix entre las esquirlas del espectáculo.
Y quedará como el día que los puso al límite, en todos los sentidos, pero que no tuvo efecto significativo sobre la parte nombre de la general.
En otras palabras: hubo tabla rasa en Roubaix.
Fiesta de Movistar en Roubaix
Por partes.
Llevábamos meses dando la matraca, rodeando el tema, merodeando el morbo.
Y no nos cabe otra que admitir que Movistar ha estado de diez en la jornada del adoquín.
Gestión perfecta, mostrando la convicción que algunas veces hemos echado en falta.
Sacando petróleo de cada situación, reponiéndose a la caída de José Joaquín Rojas.
Esta vez hubo cobertura, los pinganillos funcionaron.
Cuando Mikel Landa se cayó, por un momento le vimos fuera de la general e incluso de la carrera, la reacción fue rápida y sobre todo eficaz.
Movistar tenía nombres como Benatti, Ertivti y principalmente Amador para esta jornada.
Se multiplicaron.
Nos la envainamos, Movistar ha dado el nivel en la jornada que muchos creímos que se les cruzaría.
Enorme equipo!!!!! Muchas gracias ???????????? pic.twitter.com/T07LlJblHK
— Landa Meana (@MikelLandaMeana) July 15, 2018
Al punto que salen de Roubaix, siguen después de Roubaix con tres líderes.
Alejandro Valverde corre sin intenciones mayores, eso dice, como si las tuviera.
Nairo Quintana estuvo perfecto, sobrio, bien situado y muy atento.
Reiteramos, convicción inequívoca apuntando al Tour.
Lo mismo que el Team Sky, el equipo que pise el terreno que pise, quiere ser vanguardia.
No creo decir una barbaridad si afirmamos que Chris Froome es ahora mismo el gran favorito al Tour, porque sale bien parado de una semana complicada y está perfectamente rodeado.
Conoce los automatismos del Tour y sabiendo cómo trabajan en su equipo, es complicado pensar que le pesará el Giro.
Como Nairo días antes, Rigoberto Uran ha sido el gran perjudicado del pavé.
A los colombianos les tocará heroica en los Alpes, como a Romain Bardet, que acumula desgracias y cambios de bicicleta.
El día que Francia fue campeona del mundo, su mejor carta para recuperar el Tour camina lejos.
Si miramos atrás, en este cruce fútbol – ciclismo, en el ciclo sin franceses ganando el Tour, han cumplido por partida doble la injusticia futbolera con «les bleus».
Degenkolb, en las duchas de Roubaix
La jornada no ha resultado lo selectiva que podíamos prever porque los favoritos, igualados y acongojados por el peligro, fueron conservadores, de la misma manera que los especialistas se ciñeron a ir por la etapa.
El lucimiento es un tema del pasado, hay que ganar y atar el triunfo.
Y en ello hoy el Quick Step no fue el equipo que otras veces ha sido, Peter Sagan nos recordó a esas clásicas que se le quedan al alcance de la mano, y Greg Van Avermaet fue la punta de lanza.
Lo fue junto a John Degenkolb, cuyo éxito nos pareció formidable, volver al sitio que le vio triunfar, donde tocó el cielo, tras pasar por infierno de un accidente en la carretera, de consecuencias funestas, como comprobamos.
Degenkolb ha vuelto, lo ha hecho en el Tour, la carrera que encumbra y borra ilusiones, un recuerdo en ese caso a Richie Porte, un ciclista que nació para optar el Tour y quizá no ganarlo, nunca.
Imagen tomada de FB de Movistar Team
INFO
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El carril de aluminio del portabicicletas es de mayor longitud, lo que lo hace compatible con bicicletas de hasta 1350 mm de distancia entre ejes.
Ciclistas
Tadej Pogacar, no busquéis nada igual
Lo que Tadej Pogacar está consiguiendo es lo mejor a lo que podemos aspirar
Giro y Tour, sin entrar en otras estadísticas ni victorias, en un mismo año resumen lo que acabamos de presenciar de Tadej Pogacar.
Es el ciclista definitivo, total, todo lo que se propone, focaliza y no deja ni los restos.
No es el momento de entrar en ello, en todo caso sí en lo que nos regala cada vez que se fija un dorsal en su espalda, un premio completo y redondo, 360 diríamos, que va desde la sensación de apreciar algo único e histórico hasta el cumplimiento con una estadística brutal.
Tadej Pogacar hace bellos los fríos números, lleva el ciclismo a otro estadio y conecta con los ancestros, con aquellos que un día dijimos nadie más iba a poder imitar.
La temporada de Tadej Pogacar que se corona en el primer Tour de Francia que acaba lejos de París entra ya en los anales de siempre.
No sabría yo calibrar el tamaño de esta obra, pero conectaría directamente con alguna de las que firmó Bernard Hinault hace más de 40 años.
Eso es, cuatro década de historia contemporánea del ciclismo que el amigo Tadej Pogacar se ha papeado en la conquista de su tercer Tour de Francia.
Su cultura del esfuerzo quedó comprobada otra vez más, pero su hambre infinito es lo que impresiona, casi asusta.
Las victorias alimentan su casillero a una misma velocidad que parecen llegar casi sin buscarlas, como en el alto de Couillole.
Tadej Pogacar ha logrado recuperar el doblete ausente desde Marco Pantani 26 años después, y no sólo eso, seis etapas en el Giro y las mismas en el Tour de Francia.
Es abrumador, estadísticamente hablando, como decíamos, inapeable, nunca visto.
Si le añadimos Strade, Lieja y Volta tenemos una temporada de esas para enmarcar, que dejan atrás otras que vimos en primera persona, como la de Jalabert en 1995 o Gilbert en 2011.
Esto es otro nivel, es soñar entre los mejores de la historia, con la sensación de poder que todos apreciamos, sumada a una progresión que no encuentra techo, como es de suponer en un ciclista que por primera vez no ha optado al maillot blanco.
Y eso es lo que asusta y alimenta nuestros sueños, Tadej Pogacar sigue siendo joven, pero ello no le ha impedido ganar una barbaridad y mantener intacta la ambición.
Su tercer Tour de Francia engrosa una lista que empieza a crecer en números absolutos.
Seguro que volverá a defender su título el año que viene, pero por el camino seguirá haciéndonoso soñar.
¿Qué será lo siguiente?
¿El Mundial?
¿La París-Roubaix?
Va a seguir tirando abajo las puertas dela historia, sólo un tipo de su tamaño, de su calibre, logra insertar el Tour de Francia en esa ristra de éxitos con esa naturalidad, ganando no, aplastando, pero sin ofender, levantando una sonrisa.
Por muchas más…
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Etapas tour de francia
Tour: Mike Teunissen y el fondo de armario del Jumbo
Como no podía ser de otra manera, el Tour se abre con caídas, nervios y peligro
El Tour es otra cosa, lo hemos leído mil veces, leído otras tantas.
Jakob Fuglsang lo puede decir, afirmar.
El danés de la campaña, el tío que muchos vemos arriba cuando la carrera llegue en tres semanas a París, ha estado en la cornisa de todo.
Una caída, esas de la primera etapa, más cuando ésta se resuelve en línea, creo que nos ha encogido el corazón sólo con pensar sobre su abandono o pérdida de tiempo.
No sabemos si es que Astana está muy confiado, o que corredor y equipo vienen con deberes hechos, lo cierto, es que solventaron con tino y acierto una situación de esas que, vistas desde fuera, todo son urgencias.
Fuglsang es uno de los outsiders para un Tour que empieza con las habituales cribas de las caídas, y la certeza de que esta primera semana va a ser muy larga para algunos.
El espectáculo que no vemos es el que sucede.
Brad Wiggins desde la moto lo decía «aquí pasan cosas» y es que la tensión de estos días no se describe con palabras.
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No quiero pensar la adrenalina y el sueño cómo se conjugan en una la noche del estío de Bruselas, en la antesala de una crono por equipos que no es decisiva para la general, todos los capos tienen un equipazo para tirar del carro, pero seguro que puede arruinarle el Tour a alguno en un mal paso.
El Tour de Bruselas, el de Merckx, se abre con una victoria inesperada, la de Mike Teunissen, unos kilómetros después que Dylan Groenewegen se cayera en el remolque hacia meta.
Pensamos, algunos, desde lo lejos, en Wout Van Aert: «Ya la está liando».
Pero fue Teunissen, en una muestra del fondo de armario de uno de los equipos de la campaña, sin duda, este Jumbo, que pone el ciclismo neerlandés alto, muy alto, allí donde la pasión y querencia de este país por este deporte merecen.
El entremés de Bruselas no deja lecturas significativas, pero sí mella en las piernas de los grandes nombres.
Es el Tour, esa carrera que lima fuerzas, que mina la moral y que cuando te percatas, estás fuera
La segunda batalla de esta guerra pone en juego algo más que la honrilla, el arte de rodar en equipo se pone sobre la mesa… aquí no hay prisioneros.
Imagen: FB Jumbo Visma
Ciclistas
Tour: Démare responde en la carretera
Otra vez Arnaud Démare no se va de vacío en el Tour
Me alegra mucho el triunfo de Arnaud Démare en Pau.
Primero porque es uno de los ciclistas más adorables del pelotón, con un palmarés curioso y una polivalencia fuera de toda duda.
Démare evidencia un palmarés interesante, con dos etapas ya en el Tour, una San Remo y siendo un espectáculo en ciertas carreras con pavé.
Es por tanto un ciclista que se nota, bebe de una cultura de la bicicleta arraigada y sólida.
La dedicatoria de Démare a Greipel
Pero me alegra más por motivos revanchistas.
Como sabéis las dos jornadas de Pirineos no han sido sencillas para Démare.
En la jornada corta, en la que gana Nair0, iba descolgado casi de salida.
Se pasó la jornada persiguiendo y llegó penúltimo a meta.
Con muchos tramos en solitario. El año pasado recordaréis que medio equipo se fue a casa por esperarle.
https://www.facebook.com/equipecyclistegroupamafdj/videos/1794009847355403/
Pero lo que más duele es leer ciertas cosas, cosas que tienen que ver con el sempiterno problema de la envidia.
En la jornada reina de los Pirineos André Greipel opinó de cómo Arnaud Démare se salvó de la quema del cierre de control.
Feo, muy feo, horrible.
Greipel, fuera del Tour, tras dos Tours de vacío, opinando de Démare y cómo salvó los muebles.
Lamento decirlo pero el alemán se equivoca, la caga, mete la pata, mea fuera del tiesto.
Estas cosas no se dejan entrever en twitter, estas cosas se denuncian ante quien convenga.
El ciclismo no puede estar constantemente tirándose los platos entre sus personajes.
Es patético leer ciertas cosas, y de la cola de la carrera en las etapas de montaña hemos escuchado y leído mil historias de trampas, de remolques, de velocistas buscando acabar como sea.
Pero nadie muestra vídeos, fotos o pruebas concluyentes.
Si Démare, que además él responde a Greipel que estaba rodeado de comisarios, hizo trampas que lo denuncie y se pongan pruebas sobre la mesa.
Sembrar de mierda es sencillo y triste, aunque lo es más el daño que se hace al deporte que te emplea.
André Greipel ha errado, se ve que quitó el famoso tweet, pero al menos admita que Démare ha ganado sin trampa ni cartón.
Imagen tomada de FB de Groupama-FDJ
INFO
24 horas en Cheste, ese ciclismo que no entiende de horarios
Ciclistas
Tour: El Team Sky vino a ganar y eso hace
Si nada falla Geraint Thomas asegurará el triunfo en el Tour, que será el sexto del Team Sky en siete años
Dijo Bradley Wiggins que el Team Sky quería el Tour para sí, daba igual con quién, y eso era lo que importaba.
Dijo Bradley Wiggins que con tal de ganar el Tour con el equipo, a Dave Brailsford le daba igual tener engañados dos corredores o mantener la tensión entre ellos hasta el final.
La jornada reina de los Pirineos, una etapa de distancia de cadetes pero brutales desniveles, ha desvelado el plan del Team Sky.
Un plan que tenía bicefalia, no tridente, pero que ha sido efectivo, porque desde un principio trabajaron para hacerlo posible.
El equipo ha ganado el Giro con Chris Froome, y eso pesaba en el Tour, habida cuenta del desgaste que se experimenta en Italia.
Sabedores de ello, y de que Geraint Thomas está en la flor de la vida, en el mejor momento jamás soñado, activaron el plan: dos al frente.
De hecho Geraint Thomas lo ha dicho varias veces: Venía al Tour en plan líder.
Y para ello rodeado de nebulosa y confusión el liderato hasta que a más de 2000 metros, por encima de Saint Lary, la niebla se fue.
Geraint Thomas merece este Tour
El otro día fuimos pesimistas sobre las opciones de Geraint en el Tour.
Lo que Chris Froome está haciendo es tan grande, tan goloso, y encima cinco Tours que pensábamos que el Team Sky lo priorizaría.
Pero los kilómetros y horas de trabajo de Geraint para otros han tenido recompensa en el equipo de casa.
El equipo que recogió a un chaval del proyecto británico de pista, doble campeón olímpico, y le ha aupado a ganar el Tour.
Es cerrar el círculo. Un Wiggins, second part, pero con salvedades.
Geraint no parece que se vaya a conformar con esto.
Porque con dos minutos y algo más sobre sus rivales, una jornada de montaña, que no acaba en alto, y una crono, una hecatombe quitaría Geraint de ahí.
Sobre todo porque ha salvado el día más complicado.
La etapa de la parodia de la salida en parrilla, un poco de folclore para aderezar un paseo por las nubes de 65 kilómetros.
El Team Sky ha quemado kilómetro en superioridad, marcando el tempo, frenando cualquier intento, enfriando los ánimos hasta el final.
De Roglic a Nairo
La llegada a Portet, más allá de Saint Lary, allí donde ganara Jaskula a Rominger e Indurain, ha destapado, por fin, a un Nairo en su papel de capo.
Atacando desde abajo, sabedor que la general está imposible, ahí se lleva su segundo triunfo de etapa en el Tour.
Por fin Nairo corre como merece el caché que mueve.
Y el otro personaje es un esloveno de deportes de invierno que ha protagonizado la explosión más sonada de los últimos años.
Cuando Primoz Roglic ganó una crono del Giro entre viñedos de Chianti, de eso hace dos años y pico, nadie imaginó esto.
Es otro como Tom Dumoulin, lo que se gana, y ahora está a puertas de un podio del Tour, lo hace callando y trabajando.
Lo consigue en un ciclismo hostil para ciclistas como él y sacando provecho de cada paso.
Primoz Roglic es, desde ya, primer espada en los pronósticos del próximo Tour.
Lo mismo que Geraint.
Por suerte el ciclismo es un carrusel que no para, que no espera. Chris Froome lo ha probado.
Imagen tomada del FB del Team Sky
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Paco
16 de julio, 2018 En 8:38
Chicos, os leo porque veo cosas distintas en vosotros, opinamos muy muy distinto en casi todo, y da gusto darme cuenta que estoy equivocado normalmente y no tomármelo a mal. Aunque hay veces que no me equivoco, hoy es un día de esos:
1. Movistar ha corrido un etapón. Erviti, Benatti y Amador se han ganado el sueldo que no se ha ganado Moscon, por ejemplo.
2. Nairo. No tengo palabras. ¿De verdad tengo que seguir leyendo que Bernal, Porte, Dumolin, vuestro amado Chaves, los Yates… son corredores de su nivel? Con su altura y su peso, saliendo a cortes con Froome. Con su altura y su peso, metiendo el manillar en tramos de pavé a Sagan (¡A Sagan!). Le saldrá bien o mal, será más «defensivo» de lo que os gusta (aunque si el que no ataca nunca es Dumolin o Chaves estáis encantados).
3. Porte. Es la prueba de que el Tour es otra cosa. Lo mismo es que no tiene un Tour ni en la cabeza ni en las piernas. Creo que ha hecho el mismo número de Tours buenos que Rojas.
Iban Vega
16 de julio, 2018 En 8:56
gracias Paco por tu comentarios
unto por punto
en e primer punto estamos de acuerdo y no nos duele admitirlo, nosotros que siepre heoms sido críticos con Movistar
en el segundo nunca hemos comparado a Chaves con Nairo, a la vista están sus palmarés. Ahora bien, Chaves transmite mejor que Nairo y tiene más carisma.
De los que citas, párrafo a parte para Tom Dumoulin, el ciclista más meritorio de todos los grandes, que corre carreras que le van fatal a su cindiciones
Sobre Richie Porte creo que el tren ya pasó, pero a veces gana con esa facilidad durante el año que choca no verle delante en el Tour
Paco
16 de julio, 2018 En 12:01
Muchas gracias por vuestra respuesta. Sólo me queda una duda: ¿lo de ayer de Nairo no es carisma?; ¿lo de ayer de Nairo no es salirse en una carrera que le va fatal a sus condiciones?
Sé que soy bastante «pro Nairo», pero intento basarme en hechos más o menos objetivos. Y luego, en detalles. Y ayer hubo unos cuantos, pero sobre todo uno: verlo a la altura de Sagan metiendo manillar en un tramo de pavé con su cuerpecito. Un «aquí estoy yo» en toda regla. Lo de salir a responder a Froome es otro gesto (otro más) del único tío que se ha cargado a Froome y le ha competido de tú a tú en los últimos años.
Por cierto, no sé si compartís mi impresión pero, ¿Valverde disfruta cada día más? Es increíble la cara de felicidad que llevaba ayer en la bici.
Gracias por vuestra página!
Iban Vega
16 de julio, 2018 En 12:15
lo de Nairo ayer es mostrar convicción por querer ganar el Tour
que Nairo no transmita hoy lo que nos transmitió los primeros años, no significa que se un ciclista top, porque lo es. Pero el primer Nairo nos dejó prendados, más incluso, hasta la fecha, que el porpio Bernal.
Luego por exigencias del guión se ha vuelto más conservador, cosa que le puede reportar un Tour, pero sin enganchar como al principio.
Valverde tengo la impresión que va descaradamente a ver donde llega en este Tour y si cae algo gordo, bienvenido sea