Connect with us
Leaderboard 1 XX
Leaderboard 2 XX

Síguenos y subscríbete

Como estar informado y participar en sorteos de carreras y productos, NO TE LO PIERDAS!

Mundo Bicicleta

Suiza, la contracrónica

Publicado

en

World Fondo WT – Epic

Aunque el resultado de la ronda helvética se había mantenido incierto hasta casi su conclusión, la etapa de contrarreloj consolidó de todas a todas sus posiciones: cada ciclista en su justo lugar. En vigilia del veredicto definitivo comprobábamos que la tabla de la clasificación general encerraba a seis ciclistas bajo el escaso y mínimo margen de un minuto con 24 segundos de tiempo.

La etapa de la verdad acabó de hablar claro ante un recorrido algo complicado de 38,4 kilómetros, que los concurrentes afrontaron individualmente sin trampas ni cartón. La realidad estaba allí en las aspas del cronómetro como único y severo juez. El corredor esloveno Simon Spilak, aunque no llegara a imponerse en este sector decisivo frente al holandés Tom Dumoulin, que venció  con una ventaja de 18 segundos, se tomó el lujo con todo de adjudicarse la victoria absoluta en la ronda helvética en contra de todo pronóstico.

La decisiva hora de la verdad

La Vuelta a Suiza básicamente ha constado de nueve etapas más o menos montañosas que totalizaron 1.320 kilómetros con 20 altos puntuables, alguno de los cuales de denodada dureza. Somos francos diciendo que la mayoría de etapas fueron un poco de relleno. Se producía la clásica escapada matutina de tres o cuatro hombres, empujados por la audacia, y luego venía lo que venía.

A poco de la línea de llegada, ante el clamor de las gentes, eran alcanzados para dar paso majestuoso a los velocistas que iban por la disputa de la victoria de etapa. Todo calculado al dedillo. Esta era la historia. Los respectivos directores técnicos hacían uso de sus facultades para que venciera uno de sus pupilos. Una gloria, si se quiere, un algo efímera. Los movimientos más trascendentes se originaron en la etapa reina, la quinta, que finalizaba en la población de Rettenbach, en donde el francés Thibaut Pinot arrebató el liderato al holandés Tom Dumoulin, que encabezaba la clasificación desde el primer día.

La trascendencia, tal como hemos dicho, se centró en la última jornada. Spilak, incisivo en la mayoría de etapas, fue al fin y al cabo el ganador indiscutible de la ronda a pesar de no poseer hasta la fecha un historial de campanillas. Acaba de cumplir estos días su vigésimo noveno aniversario. Nació en la localidad de Tisina (Eslovenia) y pertene al equipo Team Katusha. Es profesional desde la temporada 2005. Lo más destacado a lo largo de su carrera constituye un triunfo en la Vuelta a Romandía, por etapas (2010), y en el Gran Premio Miguel Induráin (2013). Tiene algunas etapas en su palmarés. Su estatura es de un metro con 76 y la báscula registra un peso de 68 kilogramos.

El gran derrotado fue el británico Geraint Thomas, que debió ceder su victoria global por tan sólo cinco segundos, demasiado poco para tantos kilómetros. El cronómetro le jugó una mala pasada que asimiló con gran pena. Le pudimos contemplar en la línea de meta al romper en sollozos al verse incapaz de compensar sus ilusiones. El deporte tiene esas amarguras.

Una clasificación final tuvo un neto color internacional

Sirva como relato el confrontar el resultado final de esta competición tal como en realidad ha quedado. Se da la circunstancia de que entre los diez primeros, los ciclistas implicados, representan a países distintos. Veamos: Simon Spilak, el vencedor, procede de Eslovenia. El segundo, Geraint Thomas, de Gran Bretaña; el tercero, Tom Dumoulin, de los Países Bajos; el cuarto, Thibaut Pinot, de Francia; el quinto, Domenico Pozzovivo, de Italia; Bob Jungels, de Luxemburgo; el séptimo, Miguel A. López, de Colombia; el octavo, Steve Morabito, de Suiza; el noveno, Robert Gesink, de Países Bajos, y el décimo, Rafal Majka, de Polonia. Extraña coincidencia que da a entender la variedad impuesta por las naciones que han concurrido en esta prueba, casi en vigilias del inminente Tour de Francia. Son casualidades de la vida.

Los ciclistas españoles corrieron en minoría. De entre todos ellos tan sólo hemos de destacar no precisamente en alto grado, pero sí mencionar, al madrileño Daniel Moreno (16º) y al murciano José Joaquín Rojas (35º). Los demás, unos pocos, se pierden en la tabla.

Los rescoldos de la historia: los españoles

La Vuelta a Suiza no es una carrera de las consideradas como veteranas. Por vez primera, se puso en órbita en el año 1933, anotándose el triunfo del austríaco Max Bulla, un ciclista famoso y muy respetado en su tiempo, oriundo de la ciudad cosmopolita de Viena. Por otra parte, al que le cabe el honor de ostentar un mayor número de victorias en esta prueba es el italiano Pasquale Fornara, con cuatro (1952-1954-1957-1958). Mientras que le siguen en el elenco, con tres, los suizos Ferdi Kubler (1942-1948-1951) y Hugo Koblet (1950-1953-1955), dos estrellas rutilantes como nunca tuvo esta nación  pionera en la producción de quesos y sumergida en una superficie más bien montañosa.

Más de uno se preguntará con cierta curiosidad si esta competición ha sido o fue favorable a los corredores españoles. Revisando su historial hemos de destacar a tres ganadores de nuestra nación. Se trata de los norteños José Manuel Fuente (1973), Aitor González (2005) y Koldo Gil (2006). Nuestro elogio para este trío. Imponerse en Suiza no es tarea fácil. Lo sabemos los que hemos tenido la oportunidad de frecuentar aquellos contornos con sus inconfundibles abetos y una decoración flamante con las banderas de color rojo intenso bajo un fondo inconfundible cincelado con su cruz blanca.

Por otra parte, ya que estamos en ello, vale la pena enumerar a otros compatriotas que a golpes de pedal, hicieron su camino en los citados confines helvéticos. Registramos un segundo lugar de Aurelio Gonzalez (1969), y otros terceros puestos, que fueron obra de Federico Martín Bahamontes (1959), Luís Pedro Santamarina (1967), José Pesarrodona (1976), Fernando Escartín (1993), Óscar Pereiro (2003), Ángel Vicioso (2006) e Igor Antón (2008).  En vista a estos datos estadísticos nos quedamos convencidos de que la Vuelta a Suiza ha resultado ser una prueba que ha sido bastante propicia para los ciclistas españoles.

Los corredores helvéticos, por lo general, han dominado la situación. Es una tónica que vive su lógica cuando se corre en terreno propio. Parece como si el ganar en la tierra que les vio nacer es casi una obligación, un compromiso a cumplir. Suiza lo ha conseguido en 23 ocasiones. Italia le sigue con 19 triunfos. A continuación, anotamos a Bélgica, con 8 victorias, y a España, cosa que ya hemos recalcado, con 3.

Aquel cuento de Heidi que entusiasma a los niños

No quisiéramos finalizar el presente escrito sin comentar algo con un eco más bien anecdótico y concerniente a la Vuelta a Suiza, que ha finalizado  en la cosmopolita ciudad de Berna. Nos viene a la memoria el recuerdo del  Principado de Liechenstein, no lejano al lago de Walensee, en la parte oriental del país, una región sugestiva que pudimos visitar dándole a los pedales tras recorrer como antesala otros seis países. Anotamos, efectivamente, que fue el lugar de inspiración para la escritora Johanna Spyri, que fraguó y redactó este cuento de divulgación universal llamado Heidi, un cuento lleno de ternura y delicadeza a favor de los niños.

Por  Gerardo  Fuster

Fotografía tomada del FB de Tour de Suisse

INFO

Que os queréis ir de vacaciones con la bicicleta… os interesará saber deNacex Promo y la forma de llevarla sin colas ni molestias

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo
1 Comentario

1 Comentario

  1. Gerard

    23 de junio, 2015 En 16:53

    Magnífica crónica esta sobre la Vuelta a Suiza, siempre encantadora por sus paisajes, con el aliciente final del cuento de Heidi que el autor añade.

Dejar Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ciclismo antiguo

Mende siempre será la cima Jalabert

Publicado

en

Por

World Fondo WT – Epic

Aquel día en Mende, Jalabert puso en jaque el quinto Tour de Indurain

Ese año 1995 estaba siendo el año de Jalabert, la brutalidad más grande jamás vista y Mende entraría en la geografía del éxito del francés.
Cuando hablamos con él durante el confinamiento, la verdad es que le daba bastante igual que le llamaran «cima Jalabert

Mende, dia D ¿qué te parece que llamen al lugar Montée Laurent Jalabert?

«Si te soy sincero me da bastante igual, quizá hubiera tenido sentido llamarle así al año siguiente pero…»

Mende es un lugar insertado en el Macizo Central francés que sea como fuere para los siglos quedará como la cima Laurent Jalabert.
La inequívoca figura del mejor ciclista galo de los últimos 20 años fue aquel día de julio del 95 el cuchillo que resquebrajó la resistencia de Miguel Indurain y los suyos en una de las jornadas que quedaron grabadas a fuego en nuestra conciencia.
La pizarra del entonces rosáceo equipo de la ONCE echó humo en aquella travesía por los montes de Lorèze ataviando el mejor ataque que jamás sufriría Miguel. Con la sapiencia de que cerca de meta era tarea imposible importunar al titular del maillot jaune, la cosa quedó en mover la carrera desde lejos, tanto que 200 kilómetros se hicieron cortos.
La fuga que hizo temblar los cimientos del Tour la integraron tres ONCE más otros tantos italianos.

 

Gran canaria 400×400
Endura 400×400
Cruz 400×400

A Jalabert, aquel día hacia Mende, le secundaba el mejor Melchor Mauri jamás visto junto al australiano Neil Stephens.

Con ellos Massimo Podenzana, Dario Bottaro y Andre Peron. Los seis habrían de abrir un hueco más allá de los nueve minutos.

En Banesto no daban crédito.

Las piernas de los gregarios de Indurain al unísono no enjuagaban el desperfecto. Surgieron entonces varias tesis. A cola del pelotón se fraguaba la ayuda de otros equipos. El manejo de José Miguel Echávarri dio frutos apetecidos para mantener a raya la afrenta de Jalabert.

En la subida final Jaja se deshacía de todos sus rivales.
En la recta del aeródromo, un 14 de julio, al cielo, el de Mazamet sumaba una victoria antológica, algo no visto desde que Chiapucci se armara de valor hacia Sestriere.
A aquellos que nos empañaron la mirada aquel día.
Muchas gracias.
Imagen: Graham Watson

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

En el Galibier somos como un pálido y vulgar animalillo

Publicado

en

World Fondo WT – Epic

«En el Galibier somos como un pálido y vulgar animalillo; ante este gigante, sólo podemos quitarnos el sombrero y saludar con modestia»

La frase de Henry Desgrange, el padre del Tour, exclamada en 1911, define a la perfección lo que el ciclista siente cuando se tiene que enfrentar al gigante alpino en un terreno grandioso, inexpugnable hasta aquel entonces, donde incluso los más grandes campeones empequeñecen ascendiendo por su carretera ganada a los hielos, que cubren tres cuartas partes del año alcanzando los siete metros de manto blanco bajo las órdenes del general Invierno.

Territorio hostil, en su cumbre a 2645 metros sobre el nivel del mar reina el silencio y solo nos queda admirar. Y meditar. Por encima de la cota 2000 hay poca vida en sus laderas, quizás alguna marmota que se despereza del letargo hibernal, pero la actividad humana es prácticamente nula. Es el triunfo de la naturaleza sobre el hombre, en toda su expresión, un monumento hecho montaña donde solo llegar hasta allí arriba supone una victoria y ganar, la gloria, tocando el cielo con las manos.

Así debió sentirse Émile Georget -igual que Neil Armstrong cuando pisó la Luna-, al ser el primer hombre en pedalear por el túnel abierto en su cima, porque el francés, a diferencia del norteamericano, no puso pie durante las 2 h y 38 minutos que invirtió en toda su ascensión, «una gesta sin precedentes en los anales del ciclismo», tal y como tituló L’Auto en su portada del 11 de julio de 1911.

Siguiendo con la analogía, el mismo diario aquella fecha podría haber definido la épica etapa como un pequeño paso para el ciclista pero un gran salto para el ciclismo mundial y el Tour, que con aquella montaña adquiría una nueva dimensión.

Itzulia

El túnel que la mayoría de vosotros conocéis ya estaba abierto en aquellos años, ya que fue nada menos que en 1891 cuando se construyó para comunicar a los vecinos de la Saboya con los de la Provenza, bajo 90 metros de piedra y roca y 365 de largo, tantos como días tiene el año. Poco se podían imaginar que 20 años más tarde alguien montado en aquel invento reciente sería capaz de semejante hazaña.

Le habrían tachado de loco, de lunático, pero así fue para asombro de los aficionados a este increíble deporte que se engancharon a un espectáculo sin igual en el que los ciclistas «fueron capaces de ser alados y elevarse hasta unas alturas donde ni siquiera llegan las águilas», como también pronunció en su día el propio patrón de la Grand Boucle.

Por aquí volaron Fausto Coppi en el Tour del 52 «escalando como un teleférico deslizándose por su cable de acero» (Goddet), Charly Gaul en 1955, Bahamontes en el 64 o Anquetil dos años más tarde en una de sus mejores vuelos.

El Galibier es un paso de montaña casi tan viejo como la propia Humanidad. Se dice que esta ruta se fue trazando siguiendo los pasos de contrabandistas y vendedores ambulantes que desafiaban el frío y las ventiscas de nieve incluso en verano. Acceder a uno de los otros valles era como hacerlo a la cara oculta de la Luna, a un territorio desconocido, otro mundo.

Sin embargo no fue hasta 1979 cuando el coloso da su estirón definitivo y crece nada menos que 89 metros, alcanzando los 2645 actuales. En efecto, el viejo túnel se resintió de una sus bóvedas y amenazaba con desplomarse de un momento a otro.

Gran canaria 400×400
Endura 400×400
Cruz 400×400

Se cerraron sus grandes portalones de madera durante 25 años y se construyó una nueva carretera para cruzar el paso en forma de curvas diseñadas «a la mula», mil metros más de escalada al 10%, convirtiéndose en el tramo más duro de toda la ascensión, siendo Lucien Van Impe, aquel mismo año, el primero en estrenarlo pasando en solitario en cabeza.

Aunque las puertas del túnel fueron abiertas de nuevo en el año 2003, después de las reformas que ya permitían el paso incluso de autocares, el Tour prescinde de él y prefiere el nuevo tramo que lleva a la cima, para disfrute de los aficionados que sienten en aquellas nuevas rampas toda la épica de los esforzados de la ruta que se convierten en gigantes cuando hollan su cumbre, igual que lo seréis vosotros si superáis el miedo escénico del cartel «Col du Galibier: 35 km», saliendo de St Michel de Maurienne. Más que un fuera categoría, un puerto de otro planeta.

Por Jordi Escrihuela

Imagen: Ciclismo Épico

 

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

Mi querido Miguel Delibes

Publicado

en

Por

World Fondo WT – Epic

La bicicleta y el ciclismo ocuparon grandes ratos de la vida de Miguel Delibes

Cuenta El País que Miguel Delibes tuvo siete hijos, dieciocho nietos y dos bisnietos.

Nosotros sabemos que Miguel Delibes fue un genio de la arquitectura dela letra y un apasionado, un fiel seguidor de la bicicleta y el ciclismo que hace unos meses nos describió Angel María de Pablos en compañía de Peio Ruiz Cabestany 

No fue por eso extraño que aquí nos hiciéramos eco de la primera pieza que La Biciteca publica en su renglón “Re-ciclados” que no es otra que “Mi querida bicicleta” firmada por el literaro como testimonio y pieza de que esta máquina fluye y construye los sueños en la vida de muchas personas.

Itzulia

Porque Delibes no crece con los años, ni evoluciona con el tiempo, se hace, se construye a través de la bicicleta.

Así lo dejó escribo en este manual. Su vida son capítulos en forma de eslabones, los eslabones de la cadena que mueve su bicicleta.

Aprendió a ir en ella, en círculos, sin apoyarse, hasta que el sol cayó, sin saber cómo aterrizar. Con ella supo disimular la debilidad, conoció el amor, consumó ese amor y tuvo hijos y nietos que se envenenaron de tal cariño.

Delibes siempre dijo que el oscuro deseo de cualquier persona era coronar primero el Tourmalet, como si en el gen hispano existiera ese componente de escalador, de sufridor de la vida.

Como decimos La Biciteca se apresuró en reeditar esta pequeña joyita que viene ilustrada por Luis Horna en un todo, un círculo, donde letras y trazos saben hilar una narración sencillamente prodigiosa por su sinceridad.

Un cuadro íntimo, en el que la bicicleta desnuda a uno de los grandes de las letras castellanas.

Imagen: Rutas Pangea

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

Mundo Bicicleta

El ciclista del Xorret de Catí

Publicado

en

World Fondo WT – Epic

En la cumbre de Xorret del Catí espera un ciclista como en el Tourmalet

Xorret de Catí, «la cima de los Jiménez». Un puerto chiquito pero matón, como lo denominan los que han osado a enfrentarse a sus duros 4 km de ascensión desde la población alicantina de Castalla, sin desmerecer de modo alguno su otra vertiente, la de Petrer, uniendo ambos pueblos salvando el magnífico medio natural de la Sierra del Maigmó.

Nos trasladamos al año 1998 y la Diputación de Alicante decide promocionar el Hotel de su propiedad que hay después de coronar el puerto por su vertiente más dura. Por tanto, la aparición de esta montaña en el mundo del ciclismo y más concretamente en la Vuelta a España, inédita hasta aquel momento, respondía más bien a un motivo comercial, más que deportivo o geográfico, pero no deslució estos dos últimos dos conceptos, ya que la ascensión fue una sorpresa mayúscula para todo el pelotón.

En septiembre de aquel mismo año, días antes de correr aquella etapa marcada en rojo en el calendario, el pánico se apoderaba de los corredores. Sólo los Kelme, que habían estado concentrados en dicho hotel,  lo conocían, asegurando que se habían retorcido en sus breves pero brutales rampas al 18, 22 y hasta el 23% de desnivel. Datos que lo hacían muy temible.

Itzulia

Hasta Álvaro Pino tuvo que responder ante los medios informativos sobre la gran dureza de la subida: «Es dura, ciertamente, pero tiene 3 km. No vayamos a hacer un Tourmalet del Xorret de Catí».

El primero en dignificar este puerto ganando aquí, después de coronar y bajar los 3.400 m de distancia que le separaban de meta, fue el añorado «Chaba» Jiménez. Después, casualidades de la vida, fue otro Jiménez, Eladio Jiménez, quien recogía el testigo de su tocayo de apellido ganando nada menos que en dos ocasiones, en el año 2000 y 2004. Aún recuerdo sus declaraciones después de ganar su primera etapa: «Es un puerto que si lo entras pasado, al poco rato parece que no avanzas».

Chaba Jiménez ganando en Xorret de Catí

Anteriormente a su segundo triunfo, el 26 de febrero del 2003, el entonces presidente de la Diputación de Alicante, Julio de España, tuvo el honor de inaugurar el Monumento al Ciclista en una jornada festiva en la que participaron niños de 40 colegios, para homenajear a ambos ciclistas. Sus nombres quedaron grabados en una placa en la propia piedra que soporta la escultura.

Gran canaria 400×400
Endura 400×400
Cruz 400×400

Situada a unos 300 m de la meta, cerca del Área Recreativa y justo delante del parking del Hotel, el monumento fundido en bronce y con unas medidas de 5x3x2 se ha convertido por derecho propio en lugar de visita obligada para todo aquel cicloturista que afronte sus endiabladas rampas y se fotografíe junto a este «Monumento al Valor», como lo definieron en su día los amigos Ander y Juanto, porque valor, y mucho, hay que tener para ascender hasta aquí.

El Ciclista, prácticamente de tamaño natural, nos recuerda a otro gran Ciclista: el Gigante del Tourmalet. La obra pertenece al escultor alicantino Vicente Ferrero Molina nacido en el año 1944 y toda una eminencia en Bellas Artes: catedrático, doctor, ex-director del Museo de Bellas Artes de Alicante y miembro del Consell Valencià de Cultura.

El lugar volvió al mapa de la Vuelta a España, en año 2009, ganando el gallego Gustavo César Veloso, de momento el último español en inscribir su nombre en la placa homenaje a los ciclistas, pues le siguieron dos franceses, David Moncoutié y Julian Alaphilippe.

En 2023 tendremos un nuevo nombre en la cima de los Jiménez…

Por Jordi Escrihuela

Terres Ebre – Inferior post 1024×300
Continuar Leyendo

DESTACADO: Volta a Catalunya 2023

Lo + leído

Copyright © 2017 Página propiedad de JoanSeguidor. www.joanseguidor.com y www.elvelodromo.com son propiedad Joanseguidor. Agencia especializada en contenido deportivo, Ciclismo de carretera, BTT Mountain Bike, Gravel o ciclocross y el mundo relacionado con la bicicleta.