En medio de una jungla de tráfico el retrovisor es un aliado para el ciclista
Hace unos años, bastantes diría yo, salir equipado con tu “bici de carreras” con luces delanteras y traseras, con bolsita en el sillín, con tapones en las válvulas o con espejos retrovisores, era de ser un auténtico globero.
Al menos, así te llamaban si te presentabas de esta guisa en la salida de fin de semana con tu grupeta.
Pero esto, de un tiempo a esta parte, afortunadamente está cambiando y ya se acepta en nuestro entorno más “pro” de “globero élite” que llevar, por ejemplo, una buena iluminación, ya sea de noche o de día, invierno o verano, es un accesorio fundamental -casi obligatorio- que vela por nuestra seguridad.
Esto está claro, por supuesto, y parece que ya todos estamos de acuerdo.
Porque, a ver, que levante la mano el que hace diez años ya llevaba luces diurnas en su bici.
Y ya no digo 20 años.
Creo que nadie, vamos.
O al menos, muy pocos.
Se podrían contar con los dedos de una mano.
Esto hoy en día no pasa y lo raro es ver a alguien (¡aún!) sin unos buenos LED brillantes… y sí, también parpadeantes.
Es como lo de ir de negro… ¡que nos estamos jugando el tipo, hombre!
Parece que ya muchos empiezan a mentalizarse que vestirse con colores oscuros no es lo mejor para hacerse ver y se está dejando de lado esta mala costumbre que se impuso por su “elegancia” y, sin duda, también por la mala influencia de la equipación de muchos equipos “pro”.
Dicho esto, otro elemento de seguridad como es el espejo retrovisor está llegando a nuestras bicis para quedarse.
Y eso a pesar de que siguen habiendo los típicos haters que critican su uso por lo de siempre: porque llevarlo es de globeros.
Piensan que es cutre o bien que «esos gramos de más» les van a lastrar o incluso que puedan que haga perder toda la aerodinámica al pepino de bici que llevan entre las piernas.
Dicho esto con todo el doble sentido del mundo, por supuesto.
Si es que son así, no tienen remedio.
Como siempre, ha tenido que ser en Twitter -dónde si no-, y gracias a otro influencer del ciclismo actual como Antonio Alix, donde de nuevo se ha desatado la polémica.
Ahora que me salten los típicos de "Por mucho espejo y luces que lleves si te atropella un camión no hay nada que hacer". Evidentemente ni aunque lleves casco ni un mono de motorista de cuero. Pero se trata de ir más tranquilo y evitar sustos sabiendo lo que te viene por detrás.
No han faltado los que enseguida le han contestado como, de nuevo, nuestro querido amigo Sergio Palomar (Serpal), que no ha podido evitar decir que “¿de verdad necesitáis un espejo para saber lo que viene por detrás y cómo viene? El ser humano tiene cinco sentidos para percibir su entorno, no sólo la vista. El oído es otro de ellos”.
Y claro, Sergio que, dicho por él mismo, tiene la mala costumbre de decir siempre lo que piensa y de no ser políticamente correcto en muchas ocasiones, pues se ha puesto otra vez a los pies de los caballos.
¡Ay, Sergio! ¿Qué habrás hecho para merecer esto, verdad?
El caso es que entre respuestas, réplicas y contrarréplicas, se ha abierto un interesante debate sobre la conveniencia o no del uso de los espejos retrovisores en nuestras bicicletas.
Un hilo iniciado por Alix, seguido por Serpal y otros muchos que han expuesto sus opiniones, sus pros y sus contras, sus beneficios y perjuicios, en lo que ha sido otra nueva e intensa discusión en esta controvertida red social.
En el caso de Sergio, más que estar en contra de su uso, faltaría más, él no lo ve indispensable para nuestra seguridad pues encuentra que estar pendiente de él, en su caso concreto, “le genera estrés”.
Argumenta que lo ha probado y que le pone nervioso el hecho de estar pendiente del dichoso retrovisor, siempre mirando a lo que pueda venir por detrás.
Serpal confía más en su oído para estar alerta de lo que se le acerque más de la cuenta:
«Prefiero confiar en mis sentidos. Vale que luego sobre la bici parezco un arisco y hablo poco. Es que voy centrado a lo que voy».
Algunos apoyan esta afirmación comentando que es cierto, que han visto ciclistas pegar bandazos o ir haciendo eses por ir mirando el retrovisor.
O también por comerse baches al no estar pendiente de lo que tienen delante.
Con lo que, visto lo visto, parece que para algunos es más peligroso que otra cosa.
Incluso se han podido leer comentarios de que el espejo en la bici debería estar prohibido porque la bicicleta va por donde miras.
Además son muchos los que opinan que con el espejo retrovisor te vuelves dependiente y es mejor, siempre, estar acostumbrado a mirar y echar un ojo.
También es cierto, como alguien contestó, que si por mirar un retrovisor no pueden mantener la línea recta es porque realmente son muy novatos, o muy malos o les falta práctica.
Está claro.
Los defensores del retrovisor en la bici que son muchos, más de lo que parecen y con toda la razón, hablan de un elemento más que mejora nuestra seguridad, que permite llevar mejor el control sobre los vehículos que nos rodean.
Y que hay que probarlo para convencerse.
Que los que dicen que el espejo no sirve para nada en la bici es que hablan desde la más absoluta ignorancia.
Los que lo llevan se sienten tranquilos y más seguros sabiendo lo que viene detrás.
No molestan y nos dan un importante plus de visión.
Lo consideran 100% útil y recomendable.
Anticipar si nos va a adelantar un coche antes de escucharlo, es necesario.
Y ya no solo por seguridad, también por comodidad para evitar el dolor de cuello al girarnos tanto y repetir ese movimiento de cabeza que puede hacer que acabemos con contracturas, porque ese pequeño espejo evita giros de hasta 180 grados por mirar atrás.
Sin embargo este gesto, el de girar la cabeza, para muchos es un indicativo de seguridad para el resto de vehículos que intuyen nuestra maniobra.
Piensan que, con este contacto visual, salen rápido de dudas de si el coche les va a permitir o no cambiar de carril.
Otro argumento de peso de los defensores del retrovisor es para ciclistas que puedan tener problemas auditivos porque les da ese plus de seguridad que necesitan para poder seguir disfrutando de la bici.
Algo realmente muy válido.
El caso es que parece que el debate está abierto, pero sería fácil zanjarlo pensando en quién puede ver un problema en utilizarlo si al ciclista le parece útil.
Cada uno que lleve lo que le dé la gana, pensando siempre en su seguridad.
La verdad es que son ganas de polemizar donde no las hay.
Yo personalmente no lo he usado , si que lo he visto bastante en ciclistas veteranos , aficionados a las brevets . Reconozco que soy de los que suele girar la cabeza al oir acercarse un vehiculo más grande o más rápido de lo normal , lo que no quita para reconocer que el retrovisor seguramente aporta un plus .
Del tal Sergio Palomar , nada nuevo ….es un personaje prepotente , estupido y que se cree siempre en posesión de la verdad absoluta .
Totalmenre de acuerdo con lo de Sergio Palomar se cree que ha inventado el ciclismo y me da ami que ed otro frustrado de la bicicleta.Yo no he usado retrovisor y ni lo usare pero hay personas que se toman el ciclismo de otra manera y se sienten mas seguros con el pues adelante,sobre todo gente mayor,hay que respetar a la gente y no reirnos por su apariencia encima de la bici y mas valorar que es una persona que esta haciendo deporte
Entre ambos pasaron 18 años, una mayoría de edad que curiosamente adquirió el ciclismo español en una de las asignaturas pendientes que venía arrastrando desde el segundo cero de su creación.
En ese tiempo sólo queda al margen el oro de Alejandro Valverde, una de las victorias más deseadas del pelotón, en Innsbruck, todo lo demás entra directo en ese periodo, los tres oros de Freire, el doblete de Hamilton de Astarloa, las medallas del mentado Valverde… incluso hasta el registro singular de Abraham Olano, único ciclista capaz de ser campeón contra el reloj y de fondo.
Al ciclismo español le quedan otras asignaturas, no os penséis, como las clásicas del adoquín, pero en esas peleas, salvo Flecha nadie pareció estar con visos de salir exitoso.
Volviendo a Duitama y a aquella tarde-noche, por el horario de aquí, lo cierto es que hemos recordado y debatido ampliamente, en este mal anillado cuaderno, lo que pasó.
Incluso nuestro amigo Miguel González, nos trajo el otro día una opinión muy alejada de la nuestra en la que se volvía sobre si Olano debió o no disputar la jerarquía de Miguel Indurain.
Nosotros siempre defendimos que aquello fue de manual de primero de ciclismo, en una escapada en la que tienes ventaja numérica, lo normal es lanzar al segundo para que los rivales quemen cartuchos en la caza.
Aquello que vimos claro y de cajón se convirtió en el principio del fin para Abraham Olano, quien ganando ese arcoíris se cargó de un peso que le lastró para siempre.
Sin embargo, más allá de lo que Olano hiciera, la grandeza de Miguel quedó reforzada en un día que llevaba su nombre y apellido.
El control que ejerció para que su compañero volara al triunfo contrasta con lo que vimos en Florencia tantos años después.
Si en Colombia el gran rival fue Marco Pantani en Italia, la rueda de Vincenzo Nibali fue veneno para la selección española.
Cuando Alejandro Valverde se obcecó en marcar al italiano y Rui Costa tomó metros, que luego fueron segundos irreducibles, la suerte de control y estrategia que Indurain sí supo plasmar para Olano, se esfumó en Valverde, para desgracia de Purito.
El catalán, como Olano, ejerció de segundo espada venido a líder, pero le falló la retaguardia.
Hizo la carrera perfecta, incluso la convenida con el propio Valverde, pues al murciano ya le iba bien que su compañero incordiara, pero la clave estuvo en el marcaje, dejar a Nibali entre él y Rui Costa, en cabeza, fue faltal.
De un oro y plata que muchos saboreábamos, se pasó a los dos escalones bajos del podio.
Valverde dijo que no pudo, que no le dio para salir a por el portugués, cuando sólo cabía esperar algo del luso, siempre escondido, siempre tan fresco.
Aquella tarde, como 18 años antes, hubo lágrimas, pero no de felicidad y sí de incredulidad, Valverde no había sido Indurain, y mira que lo tenía todo para romper la lanza a su favor.
La fotografía es ésta, la actitud y habilidad de uno y otro en un momento similar, separados por tantos años, sin más intención que poner negro sobre blanco lo que hicieron ambos en un momento crítico, y sin olvidar méritos de Valverde, quien fue clave para el tercero de Freire o una ayuda in extremis en la carrera final de Purito en los Juegos Olímpicos de Río.
Que siempre hayamos pensado que Valverde es y ha sido capo, no quita que haya realizado alguna labor para terceros, pero aquel día su perenne grandeza nos cayó a los pies.
Para Nairo correr en el Arkea no le da más margen que el Tour
Nairo Quintana parece tener previsto el debut para la campaña que ya rueda en los Alpes Marítimos, la misma carrera que ganara hace un año por delante de una plana mayor formada por Romain Bardet, Riche Porte y Thibaut Pinot, tres ciclistas que tienen en común con el colombiano el podio del Tour de Francia.
Pero no, si una cosa nos demuestra el ciclismo cada poco es que el mes de febrero no es el de julio, ni mucho menos el Tour.
Pero tampoco es la París-Niza, la carrera que el año pasado marcó el final del ciclismo como lo conocíamos, en la que Nairo no pudo estar delante, a excepción de la jornada final de montaña que ganara sin opción alguna para la general.
Desde que el Tour 2020 llegara a París en septiembre, no hemos visto competir más al colombiano que pasó además por quirófano.
Conocido el recorrido del Tour 2021, quedó claro que las ediciones aquellas en las que Nairo iba a tener un ratio de montaña-crono favorable habían pasado a la historia.
Tras varios años de empacho de cumbres, en lo que tampoco ha servido para ver mejores espectáculos, la mejor carrera del mundo ha optado por modular el mensaje, bajando en tono en las cumbres y abriendo un poco la mano a los croners.
Nairo, como Landa, como otros tantos, sale malparado de este giro en los recorridos, giro que por otro lado era previsible, viendo como la carrera se convierte en una especie de clase de spinning sin más opción a distanciar los rivales que en una crono individual, aquella modalidad que se corre sin gregarios que caminen como los líderes.
Barruntó entonces Nairo Quintana la posibilidad de ir al Giro, pero según está montado este ciclismo, Arkea lo iba a tener complicado, al punto que se ha confirmado que no va tener sitio.
La Vuelta a España no tampoco invita al Arkea, al final como hacen en el Giro, la española mira por los equipos de casa, como bien nos dice Guillén «el organizador tiene total discreción sobre sus invitaciones y nuestro objetivo son los equipos españoles«.
De esta manera la campaña de Nairo pasará inevitablemente por el Tour de Francia, en lo que supone ya el día dela marmota, algo ya visto: cada cosa que haga será leída en clave Tour, cada triunfo, cada gesto y luego, ya en Francia, la realidad seguirá marcando que para el colombiano el tren francés hace tiempo que partió.
Las nuevas decisiones de la UCI retratan un gremio ciclista desunido
El lío generado por la UCI y sus decisiones sobre las posturas de los ciclistas sobre la bicicleta, en especial en los descensos y en los llanos en los que se puede rodar acoplado a un «imaginario» manillar de triatleta, ha vuelto a poner de relieve que en el gremio de los ciclistas la coherencia brilla por su ausencia.
«La UCI entra en un terreno muy pantanoso que es el de decirle a ciclistas con muchos años de experiencia cómo gestionar su bicicleta, prohibiendo esas dos posiciones en cualquier circunstancia. Es posible que recuperaremos posturas olvidadas que al final pueden acaban ser siendo más peligrosas»
Las palabras de Jorge llegaron más o menos el día que, en la primera etapa de la Provenza, nos encontramos con un final criminal lleno de isletas y rotondas que hizo padecer por la seguridad de los corredores.
Carlos Verona lo denunció con toda la razón aquella misma tarde…
La @UCI_cycling y la @cpacycling ven más peligroso que bajemos en según que posiciones o que seamos un pelotón de 200 corredores… cuando lo que realmente hace peligroso nuestro deporte es ESTO!!👇🏼 https://t.co/sFCno8V8cx
Sucede en cambio que a la luz de las prohibiciones de la UCI, algunos pros pusieron el grito en el cielo, hablando pestes del fondo de la medida, tachándola de ridícula, poniendo en duda el hecho, como rezaba la nota de la UCI, de que los ciclistas hubieran dado su OK.
Y es ahí donde vamos a la segunda parte de la historia, que muchos ciclistas no se sienten representados por su sindicato.
Matteo Trentin y Philippe Gilbert fueron los firmantes de ese acuerdo en nombre del sindicato de un gremio formado por gente que en muchos casos no debe abrir los mails de comunicados que afectan a su profesión.
Las quejas de Matteo Trentin son coherentes, «menos redes y más abrir mails« y es que lo cómodo, quejarse en twitter, desplaza a la posibilidad de asumir un liderazgo más activo ahora, que es cuando se toman las decisiones.
Estamos trabajando en @TheRidersUnion , una alternativa bastante más democrática y transparente que la @cpacycling !! Time to time!!
Verona habla de The Riders Union y está bien, pero mientras se fragua esa opción, «más democrática y transparente» a su juicio que la hoy operativa CPA, pasan cosas y se deciden temas importantes.
Algo se están perdiendo por el camino y quizá la primera consigna del sindicato en ciernes sea desandar lo andado estos días.
En definitiva otro, uno más, ejemplo de lo que es este mundillo, tan pequeño en apariencia, tan grande y gélido en esencia, si el ciclista no es capaz de encontrar unanimidad en decisiones que ponen en cuestión, como dice Jorge, su forma de manejar la bicicleta, ¿cómo han de atacar a fondo a organizaciones tipo Polonia con negligencias como las de Jakobsen y Groenewegen?.
El ciclista profesional que se instala en Andorra no sólo lo hace por un tema financiero
Recuerdo que en casa de un afamado ciclista contemplar una vista privilegiada sobre el valle, abajo Andorra la Vella, la parte más comercial y turística, la famosa calle en la que un camión perdió el control, calle que hoy es peatonal, a la izquierda de ese balcón el cristal punzante de Caldea y las montañas que van a Francia, a la derecha la vega yéndose hacia la frontera…
«Mira ahí vive Luisle, por ahí Dan Martin…, los tengo todos a la vista» me comentaba mi interlocutor orgulloso de su vista.
Una vista que trasladada al mapa supone más de 50 profesionales ciclistas viviendo ahora mismo en Andorra, y subiendo.
¿Por qué Andorra le ha tomado la delantera ciclista a Girona?
Nos vamos más de veinte años atrás, cuando a Lance Armstrong le vendieron el palacete en el centro de Girona.
Pero el ejemplo de Lance Armstrong cundió y muchos se vinieron a una de las ciudades más bonitas que conocemos.
Pequeña, recoleta, cargada de rincones, es sencillo que una grupeta de tres o cuatro ciclistas perfectamente y lujosamente uniformados te asalte por Girona.
Ver un corredor del Orica, otro del Garmin, entonces, hoy Education First… Girona, a pesar de haber perdido la aureola de antaño, sigue siendo hub ciclista.
Dice Aleix Serra en este artículo que el pelotón se divide entre Girona, Andorra y la Costa Azul.
💥Youtubers, Andorra… Los "pros" también se piran! 💸⚡"Desvelados" más de 50 nombres😱🔥NUEVO VIDEO 🔥
Nosotros pudimos ver a Philippe Gilbert en un cambio de guardia frente al palacio de los Grimaldi en Mónaco, venía de hacer una ruta que se sabrá tanto como las ganas que tiene de añadir San Remo a su palmarés.
Allí tiene su vida como otros tantos, e incluso una tienda de bicicletas en el centro-centro, cerca donde pasa la F1.
Pero Andorra es otra cosa, para el ciclista es el boom.
Atribuirlo todo al tema fiscal, ahora que se está pasando lija a los Youtubers, y que Purito se ha puesto en el foco, será incompleto
Obviamente que lo fiscal pesa, como lo haría si cualquiera de nosotros estuviera en su lugar: tienen una corta y a veces efímera trayectoria profesional, en la que algunos ganan mucho en poco tiempo y hay que agarrarse a cualquier historia que les ayude a alargar las ganancias.
No son tontos.
Otra cosa es cuando van por ahí defendiendo los colores no sólo de España, también de otros países y la gente se lo recrimina, cuando en el fondo hacen su trabajo, sin más.
Quien crea que la bandera les mueve, que vuelvan a tiempos de Melchor y Gaspar.
Pero a lo fiscal se unen otras cuestiones.
Purito probó a entrenar en Andorra siendo aún del Caisse d´ Epargne con un objetivo, dejar tras esa etiqueta de buen “uphill finisher” y empezar a aguantar los puertos de más de una hora.
Entrenó y entrenó al punto que llegó un día que se percató de dos cosas: que el sitio era ideal para lo que buscaba y que pasaba más tiempo en él que en casa.
¿Solución?
Instalarse e iniciar la vida allí.
Es decir que lo fiscal seguro que pesa, pero que hubo un amor cruzado de primera vista, el primer antecedente de la primavera ciclista que vive hoy Andorra.
Y así tenemos un pelotón de figuras internacionales que permite cruzarte con Simon Yates con la bici de 2021 y la ropa de 2020 lo mismo que saber de un bloque de apartamentos donde duermen los Movistar cuando suben a entrenar.
La lista de “andorranos” en el pelotón la tenéis todos clara, ya se lo han repasado a Aleix Espargaró y Purito Rodríguez por su vídeo de hace unos días en cada comentario, en cada ataque, pero insisto, si estuvierais en su lugar muy posiblemente haríais lo mismo.
Ellos son unos privilegiados, ni más ni menos, que disfrutan de un ambiente exclusivo entre otros que son similares, en estatus e ingresos, y por eso harían bien en cuidar sus modos y lo que dicen.
Sin embargo dejar de admirarles o de quererles por este hecho es tan ridículo como no sentarse un momento y pensar qué sistema estamos alimentando para existan sitios así en el siglo XXI.
La UCI prohíbe el «bicho bola» ¿qué será lo siguiente?
Una vez más la UCI vuelve a dar que hablar con su último comunicado anunciando diferentes medidas y modificaciones del reglamento, esta vez sobre el peligro de posiciones como el «bicho bola».
Si en otras ocasiones han sido aspectos como la regulación del a medida de los calcetines, esta vez el revuelo en las redes se ha producido por el párrafo en el que se anuncia: “…and taking up dangerous positions on the bike (especially sitting on the top tube)”.
Medida de aplicación a partir del 1 de abril y que acaba de facto con la popular postura de «bicho bola» que vimos utilizar a Peter Sagan tras su ataque ganador en el Mundial de Richmond en 2015 pero que popularizó definitivamente Chris Froome en el descenso del Peyresourde en la 8ª etapa del Tour de Francia y que le sirvió para alzarse con la victoria en la meta situada en Luchon.
Casualmente el mismo puerto y el mismo final de etapa en el que Pedro Delgado se ganaba en el Tour de 1983 el apodo de “Le fou del Pyrénées”.
https://pedrodelgado.com/
Nuevamente resulta curioso que la UCI se dedique a establecer una regulación sobre una posición de la que, hasta la fecha, no se conoce que haya sido la causa de ninguna caída ni incidente habiendo tantos otros aspectos que quizás requieran una atención más inmediata.
Esta ausencia de percances nos lleva a la suposición (interpretación totalmente personal) de que la federación internacional en este caso lo que pretende parar es la imitación que se produce entre los cicloturistas y corredores de otras categorías, habitualmente con menos destreza técnica y dominio de la bicicleta que los propios profesionales que han venido utilizando este recurso para raspar segundos en los descensos.
Más allá de opinar en si está bien o mal la prohibición, o si es o no una postura peligrosa, que personalmente opino que no lo es más que, por ejemplo, quitarse o ponerse ropa mientras se rueda a 60 por hora dentro de un pelotón lo que preocupa es el melón que la UCI abre con esta regulación.
En primer lugar por la arbitrariedad de la frase “adoptar posiciones peligrosas sobre la bici”
¿Qué define lo que es o no una posición peligrosa más allá de la reseñada postura de sentado sobre el tubo?
¿Esto significa que posiciones como la utilizada por Perico con el pecho volcado sobre el manillar o su opuesta empleada por Pantani descolgando el trasero tras el sillín se pueden seguir utilizando?
¿Es o no peligrosa la posición aerodinámica tradicional con la cabeza pegada al manillar y las manos muy juntas agarradas a la cruceta?
¿Y esa colocación tan típica de los rodadores con los antebrazos sobre un imaginario manillar de contrarreloj?
La ambigüedad nunca es buena cuando hablamos de normas y regulaciones, pero precisamente eso es lo que parece haber introducido la UCI con este último comunicado, dejando la potestad de decidir qué es o no peligroso en manos del juez-árbitro de turno.
Las respuestas a la retirada de Dumoulin se encuentran en el límite que está el deporte profesional
Con la retirada de Tom Dumoulin de la concentración del Jumbo Visma y por ende del ciclismo profesional por tiempo indeterminado las reacciones, y especialmente preguntas, empezaron a aflorar por las redes…
Tom Dumoulin cuelga, por ahora, la bicicleta. Un caso más de ciclista de primer nivel que necesita aire. ¿Os acordáis de Kittel? Es algo que les honora pero, ¿debemos hacernos preguntas? https://t.co/HTHom9Htaq
Cierto es que Tom Dumoulin se une a otros casos de ciclistas que en la flor de la vida o con lo mejor por venir deciden dar un paso al lado, cuando no por la retirada.
Dumoulin asegura que lo deja por un tiempo, quiero ser optimista y pensar que volverá, pero da mala espina.
Otros dieron el paso atrás definitivo y salieron de una espiral que en el mundo del mortal aficionado es complejo entender.
Algún joven australiano colgó antes de tiempo, también Marcel Kittel, incluso mantuvimos no hace mucho una charla con Martín Bouzas, un ciclista gallego que ha elegido estudiar para cartero en su pueblo antes que proseguir con algo que no le hacía feliz: el ciclismo.
¿Qué motivos les empuja a dejar el ciclismo?
Muchos y variados, después de hablarlo con no pocos ciclistas, y leyendo las palabras de Dumoulin basar tu felicidad en la vida en el éxito deportivo es muy arriesgado, pero es que el éxito deportivo marcará tu estatus… un círculo vicioso.
Un ciclista profesional está en medio de tantas cosas que caer de un pedestal es más sencillo de lo que en principio parece.
Con su retirada temporal, Dumoulin admite quitarse kilos de encima saliendo del foco y de los escrutinios de los aficionados que esperan lo mejor de él.
El paisaje que muchos idealizamos en el deporte profesional de éxito, glamour y dinero es algo muy poco común, la inmensa mayoría queda fuera de mismo, las penurias son tremendas y las recompensas, casi siempre, pingües.
Martín Bouzas era muy explícito hablando de estar separado de los tuyos, «tirado en cualquier aeropuerto» tras poner tu cuerpo mucho más allá de lo recomendable.
El ciclismo profesional es cualquier cosa menos salud
No es complicado percatarse de ello, os invito a ir a cualquier desayuno de un concentración un día de estos en Levante, tipos huesudos y tostados ya en enero, fuera de temporada, ¿cómo estarán en la tercera semana del Tour?
Lo que muchas veces hemos dicho, lo lo hagáis en casa, pues eso.
Son máquinas de matar y generar vatios, medidos hasta la obsesión, sin margen para un nugget de pollo extra o un helado, por que cada gramo penaliza, sin más horizonte que la carretera, la línea continua y no perder la rueda de tu rival.
Es eso, y lo que a nosotros nos entretiene, es un peso colosal sobre las espaldas de esta gente.
Gente que, como sucede como Dumoulin, lo ha sido todo, fama y gloria, Giro, Mundial, el podio del Tour… les sobreviene una lesión y cuando vuelven el panorama es diferente al que dejaron.
Esto le ha sucedido al campeón saliente del Tour ¿qué no le habrá de suceder a Dumoulin?
Dumoulin ve cómo la vida le sonríe a su compañero Van Aert y de paso a Van der Poel trepar por los corazones de los neerlandeses, tan amantes de la bicicleta per al mismo tiempo ávidos de volver a tener grandes campeones.
Viendo al neerlandés, viendo a Kittel y a otros menos conocidos, cabe valorar lo que han hecho y hacen otros como Valverde o Froome, regresando de los infiernos de caídas de pesadilla y recuperaciones que minan a cualquiera.
Esperemos ver a Tom de nuevo, es una debilidad de este mal anillado cuaderno, pero mucho me temo que lo que nos dijo Borja Cuadrado sobre que no le veía ganando otra vez una grande es un pronóstico con visos de éxito.
En todo caso, esto es más común de lo que imaginamos, al fin y al cabo la psicología del pelotón es algo de lo que se habla hace mucho…
Rara es la vez que un contenido de Indurain no recibe respuestas de dopaje en las redes
Hace casi cinco años un conocido seguidor de Miguel Indurain, Manuel Pérez, en su grupo de Facebook escribió un bonito artículo en este mal anillado cuaderno, que finalizaba con una referencia al dopaje…
No tengo ni la más remota idea si dentro de 200 años aparecerá en algún laboratorio de Francia, un doctor o un investigador con una micro muestra de un pis que dejó Induráin en no sé qué sitio, ni si ese pis tendrá un nanogramo de una sustancia que tenía uso terapéutico u otro… Me daría igual, le he visto atender a todo el mundo siempre con una sonrisa; tener detalles personales que te dejan boquiabierto, miles de cosas que darían para un libro. Pero me quedo con una sola cosa. Miguel Induráin es de verdad, es real. Fue, es y será el mejor.
En este cuaderno nos gusta recordar mucho a Miguel Indurain, lo admitimos
Ponemos acento en gestas deportivas que creemos nunca volveremos a ver, La Plagne, Luxmeburgo, el mundial de Colombia… fueron tantas cosas, en tantos años, que los recuerdos trepan hasta estas manos y toman forma a través de un teclado que sí, rezuma nostalgia, a veces mucha.
Pero fueron nuestros años, los de nuestra adolescencia, crecimos viéndole en la televisión, soñando vagamente un día estar ahí, entre la gente, en los puertos, sorteando mil obstáculos, todos con suerte, omitiendo lo mucho de duro y triste que tiene este oficio.
Escuchad cualquier capítulo de Pedal Vintage, que nos firman los excelentes Saúl Miguel y Miguel González, para entender que los noventa pusieron los cimientos de esta pasión que demostramos por el ciclismo.
Y el rey de esa época, fue Miguel.
Sin embargo, raro es el artículo sobre Indurain que no acaba con insinuaciones de dopaje por alguna de las redes en las que nos movemos.
Para muestra un botón…
Hasta que apareció el.controm de EPO y acabo el sueño…..
Ya sabemos que el ciclismo de los noventa arrastra un merecido estigma, ya sabemos de exhibiciones estratosféricas, somos conscientes de la factura que le ha supuesto al ciclismo y queremos creer, así nos lo repiten por mil sitios, que todo está más limpio y decente.
Queremos creerlo, incluso cuando sale alguna noticia en sentido contrario, incluso cuando vemos cosas que necesitas de frotarte los ojos para creerlas.
Como todo en la vida, lo que vemos en la tele tiene magia, y la magia, el truco, y si no somos capaces de admitirla, quizá es que malgastamos el tiempo y energía en algo que no nos merece la pena.
Claro que hay que denunciar cuando la falta es flagrante e incluso está juzgada, todo lo demás es ruido, mala hostia y mal perder, pues insinuar estaríamos insinuando hasta el infinito.
Cuando te dicen «es que es un secreto a voces», es sencillo, ve y denuncia, para lanzar porquería, mejor quedarse en la cueva.
Nosotros sabemos bien lo que había en los noventa. como dije aquello era magia, pero la vimos saliendo del caparazón, la recordamos como eso y ese recuerdo es más potente, como bien dice Manuel en el primer párrafo, que todas las insinuaciones que puedan caer, vengan de donde vengan.
Javier
21 de junio, 2019 En 21:10
Yo personalmente no lo he usado , si que lo he visto bastante en ciclistas veteranos , aficionados a las brevets . Reconozco que soy de los que suele girar la cabeza al oir acercarse un vehiculo más grande o más rápido de lo normal , lo que no quita para reconocer que el retrovisor seguramente aporta un plus .
Del tal Sergio Palomar , nada nuevo ….es un personaje prepotente , estupido y que se cree siempre en posesión de la verdad absoluta .
Ruben
23 de junio, 2019 En 9:34
Totalmenre de acuerdo con lo de Sergio Palomar se cree que ha inventado el ciclismo y me da ami que ed otro frustrado de la bicicleta.Yo no he usado retrovisor y ni lo usare pero hay personas que se toman el ciclismo de otra manera y se sienten mas seguros con el pues adelante,sobre todo gente mayor,hay que respetar a la gente y no reirnos por su apariencia encima de la bici y mas valorar que es una persona que esta haciendo deporte