Gravel
Libros sobre viajes de ciclismo
Aquí tenéis un libro de ciclismo para leer este verano
José Manuel Aparicio Rodríguez (1980) es un enamorado de la bicicleta, las montañas y los puertos llenos de curvas y eso lo plasma en sus libros de ciclismo.
En su día corredor amateur, profesa una intensa pasión por los viajes en bicicleta. Le entusiasma descubrir nuevos rincones, contemplar nuevos paisajes, transitar por rutas escarpadas en estrecho contacto con el entorno, buscando el asombro ante la multitud de parajes, especialmente montañosos, que la naturaleza ofrece, siempre a lomos de su burrita.
Con estos alicientes como motores, lleva ya unos cuantos viajes realizados, siempre de unas pocas semanas de duración, por la geografía peninsular, con alguna incursión en el extranjero.
Ha pedaleado cargando con las alforjas por lugares como las Alpujarras, la sierra de los Filabres almeriense, o las sierras de Ronda y Grazalema por territorio andaluz, dando cuenta de sus puertos y ascensiones, siempre buscando las rutas más románticas, por carreteras cuanto más secundarias y comarcales, mejor. También conoce buena parte del norte peninsular, habiendo pedaleado en viaje por la Sierra de Ancares, gran parte de la montaña asturiana y leonesa, así como por picos de Europa. Todo ello como prolegómeno y en vista de empresas más ambiciosas, como el viaje por los Pirineos de este a oeste en el que se inspiró su libro.
“Tras el sol de poniente. Una travesía pirenaica en bicicleta”, o su última expedición más allá del territorio estatal, para realizar un viaje por los Alpes franceses y piamonteses de cuarenta días de duración, peregrinando a golpe de pedal por ascensiones míticas, y otras de no tanta celebridad, pero siempre de gran atractivo, en clave cicloturista.
Si deseáis saber más de este libro aquí os dejamos los enlaces de para su compra. Apoyamos iniciativas como la de nuestro amigo, que ha autoeditado este libro, por eso queremos aportar ese granito de arena a este proyecto, ayudando a su difusión.
https://www.desdemiburrita.com/mis-libros/
Gravel
Guava Bikes, gravel «made in Barcelona»
Guava se instala en Vallvidrera con todo Collserola para ver sus gravel rodar
Este martes ha visto la luz Guava, una nueva marca de bicicletas nacida en Barcelona de la mano de NSN Ventures. Guava pone el foco en la experiencia del ciclista que quiere disfrutar, divertirse y romper con la rutina por las mejores rutas, pistas y senderos para el ciclismo de gravel.
La marca es el resultado de la idea de dos amigos, David Álvarez y Nacho Suárez, que cuentan con más de 25 años de experiencia en la industria de la bicicleta; un proyecto al que también se ha sumado el futbolista Bojan Krkić, exjugador de clubes como el FC Barcelona, el AC Milán, la Roma, el Ajax o el Vissel Kobe, entre otros.
Bojan Krkić se incorpora como socio de la compañía dada su pasión por el mundo de la bicicleta y, sobre todo, por el gravel. Y es que el ciclismo es uno de los deportes que más le gusta y practica, más allá del fútbol.
El proyecto cuenta con el respaldo de Never say never Ventures (NSN), la incubadora de empresas del futbolista Andrés Iniesta, convirtiéndose así en una nueva venture del grupo.
Guava se ha propuesto hacer tres cosas…
Primero, centrarse en la experiencia del ciclista y en el disfrute al rodar, especialmente en gravel.
Segundo, ser una marca divertida e inclusiva donde todo el mundo sea bienvenido.
Y finalmente, ofrecer una bicicleta excelente a un precio muy competitivo, eliminando intermediarios y conectando de manera directa con l@s ciclistas a través de los distintos puntos de contacto (ecosistema digital, Guava Clubhouse, Eventos propios y de terceros, etc.)
Los cuadros están diseñados desde cero por el equipo de Guava para implementar únicamente las características que ayudan a hacer la experiencia gravel lo mejor posible. En Barcelona se diseñan, se pintan y se montan todas las bicicletas, con la posibilidad de personalizar el color del cuadro y los detalles, con más de 140 combinaciones distintas.
En Guava, puedes probar la bici antes de comprarla
A diferencia de la gran mayoría de marcas del mercado, en Guava se pueden probar las bicicletas antes de comprarlas. Algo que desde la marca barcelonesa creen que es fundamental y clave para tomar una decisión de estas características. Se ha desarrollado un plan completo de test para que los interesados puedan pedalear con una Guava, durante 48 horas, antes de hacerse con ella.
Habrá bicicletas de prueba en el clubhouse de Guava en Barcelona y se puede reservar una demo a través de la página web. También se ofrece la opción de
pasar directamente por el clubhouse y salir a probar una de las bicis disponibles por las pistas de Collserola durante dos horas.
El showroom y clubhouse se abrirá en breve en Vallvidrera, Barcelona.
Allí se montan todas las bicis Guava, se sirve muy buen café, hay bicis para probar y todo rodeado de un gran ambiente ciclista.
La primera gravel de Guava
La Guava Spot es el primer modelo de la marca Guava y tendrá dos posibilidades de montaje distintas. Comparten el mismo diseño con cuadro de carbono y la diferencia está en los componentes.
La base de la gravel Guava Spot son el cuadro y la horquilla, ambos de carbono y con un diseño propio. El cuadro cuenta con un compartimento de carga con cierre magnético Fidlock, con bolsa de herramientas incluida. Tres soportes para portabidón y un anclaje para poder añadir una bolsa de cuadro en el tubo superior, además de soportes para bolsas y guardabarros para las aventuras más épicas. Se ha diseñado también el manillar de carbono integrado Guava, con cableado interno. Lleva montadas las ruedas de carbono premium Volte, cubiertas WTB tubeless y transmisión SRAM Force AXS con cassette Eagle. Una bici lista para cualquier aventura.
La segunda posibilidad de montaje, que estará disponible próximamente, tendrá manillar, potencia y tija de aluminio, también con cableado interno. Las ruedas Volte serán de aluminio, las cubiertas WTB tubeless y los componentes SRAM Rival AXS con cassette Eagle para cualquier tipo de terreno.
Imagen: Guava / Oriol Batista
Gravel
Las Gravel Series pisarán los 5 continentes y 12 países
Las Gravel Series han reunido el circuito más internacional de la comunidad de gravel
Las GFWT ® Gravel Series proponen un variedad de destinos y paisajes para juntar todo tipo de evento de «gravel», auto suficiencia de larga distancia , pruebas por etapas y eventos de un dia .
Francia, Rwanda, Kazakhstan, USA, Sudafrica, Korea del Sur, Canada, Eslovenia, Chile, Islandia, Australia, Chipre, Italia, con una representante de la peninsula iberica, la Pirinexus Challenge 2022 y una final en la Belgian Waffle Ride en Kansas, la cuna del «gravel» mundial, pasando por los 5 continentes i más de 12 paises.
«El gravel forma una parte esencial de mi entrenamiento en invierno» Robert Gesink
«El gravel está en la cresta de la ola, es un estilo de vida. Hemos incluido varios tipos de eventos para 2023 porque no creemos que en la estandarización. Creemos que el gravel es diverso» Dani Buyo, CEO de Gran Fondo World Tour
Montaña, selva, desierto, estepa, alta montaña y mar ; en una oferta de eventos que establecera un ranking de «gravel» amateur en cooperacion con Pro Cycling Stats (www.procyclingstats.com), además de cooperaciones con ciclistas del sector en programas de coaching/training con Dennis Van Winden (Orange Seal off road team) o master rides con Robert Gesink .
«Estamos muy contentos por expandirnos por los cinco continentes con nuestra marca de gravel. Es sin duda el desafío más importante que hemos afrontado desde que empezamos hace ya ocho años» Dani Buyo, CEO de Gran Fondo World Tour
Un circuito inclusivo, «open» con espacio para todo tipo de miembro de la comunidad gravel mundial.
Gravel
Shimano RX6, espíritu gravel resumido en unas zapatillas
En las RX6 de Shimano tenemos zapatillas para largas salidas de gravel
Contábamos el otro día lo que mola del gravel, especialmente por que se trata de una modalidad que no te condiciona, que abre el abanico y pone muchas opciones sobre la mesa. Una forma polivalente de entender el ciclismo que implica, por otro lado, que muchas cosas se alineen. En este caso hemos venido a hablar de zapatillas, de las R6 de Shimano, en negro fino y elegante, hechas para los caminos, pero también para otras superficies y especialmente ajenas a la bicicleta, eso que muchas veces nos sucede cuando hacemos una travesía en gravel y nos toca patear un rato pues el camino no era lo trillado que esperábamos.
Y esa es la primera percepción sobre las zapatillas, lo cómodas que resultan fuera de la bicicleta. Envuelven el pie con suavidad, una cuestión que no entra en conflicto con la rigidez que buscamos en el pedaleo.
Como digo, la concepción del modelo fija al pie, que lo notas confortablemente envuelto en una sensación de calidez que luego en ruta se transmite en el traspaso de la fuerza del pedaleo a la marcha.
Suela cómoda
En la primera puesta, caminamos con ellas, me engancho al pedal, doy las primeras pedaladas y una percepción me viene a la cabeza: Qué cómoda es la suela.
Ojo que esto lo afirma uno que usa plantillas en su vida diaria, pero encuentra que la parte baja de la zapatilla se acopla muy bien a la planta del pie. Caminar con ellas no es un engorro, todo lo contrario. Ofrecen unos tacos más profundos, quedando la zona de enganche más disimulada, aunque luego no cuesta hacer clic en el pedal.
Primera impresión
Antes, por eso, recién sacadas de la caja, resulta llamativo lo ligeras que son. Así lo comprobamos además en la tabla de pesos de modelos anteriores. Creo que no voy equivocado si digo que hace unos cuatro años que Shimano sacó sus primeras zapatillas gravel y la evolución es brutal.
Por dentro, la zapatilla contiene una plantilla fina sobre una entresuela interior de nylon y carbono que sabe darle confort al pie
Las probamos en negro total -full black- pero hay versión en verde con suela de crema, para ir a juego con esos tubulares de color pálido que algunos ciclistas. En todos los casos perpetúan el efecto camuflaje.
Un detalle que nos llama la atención tanto la puntera y talonera no son muy anchas. Ojo con esto y con los roces que pueden producirse en la marcha, especialmente cuando toca un tramo de pateo por una zona con buenas piedras.
Me llama la atención el tema de la talonera porque conozco modelos de carretera con taloneras más grandes y llamativas.
Ajuste «cálido» y cómodo
Eso sí ajustan bien por detrás, al nivel del resto del pie, que además respira, ya no solo por los canales de la planta, también por los laterales que le rodean.
Para ese acople una BOA hace las funciones. Lo hace en una dirección, hasta que el pie parece bien sujeto. Para soltar, lo de otras , se acciona hacia fuera y la zapatilla pierde toda su “rigidez”. En la parte baja un velcro ajusta sobre los dedos.
La mirad delantera viene rebajada, para mejor comodidad tanto pedaleando como caminando.
Sobre la bicicleta
Las sensaciones de parado hay que llevarlas ahora a la salida. La concepción de las zapatillas está pensada para durar, no sólo por los materiales y acabados, también para durar en la machar, tragar kilómetros y kilómetros con unos pies bien anclados y envueltos pero nunca tensionados.
Son perfectas para salidas largas y salvar las típicas encerronas de los recorridos graveleros. El paso de los kilómetros no pesa en ellas, lo puedo decir que pasadas las tres horas acostumbro a tener los pies “tocados”.
Un par de cosas más, los pedales utilizados son los habituales SPD y un acabado, en la talonera, bien visible, un motivo reflectante que ayuda a ser más visible por los caminos, pero también las carreteras y carreteritas que enlazan los tramos de tierra.
Imágenes: Guillem Riera
Ciclismo
Si la bicicleta de gravel mola ¿qué más da cómo le llamemos?
Puedo decir que eso que llamamos gravel me ha devuelto las ganas de bicicleta
Hacía mucho que no montaba en bicicleta con la frecuencia que lo hago en la actualidad, y admito que el gravel ha tenido la culpa.
Ha llovido mucho desde que era asiduo a salidas en bicicleta por carretera, incluso en BTT, haciendo algunas rutillas, trilladas como el Camino de Santiago, otras más personales, como esas de infancia por las montañas de León, esas que nunca olvidas.
En todo caso, la bicicleta siempre ha estado en mi vida, bien fuera montando una o escribiendo sobre ella, sin importarme ruedas gordas, finas o de gravel.
En su día accidentes como el de los hermanos Otxoa me afectaron al punto de dejar de un lado la flaca, ante el peligro que implicaba adentrarse con ella en las carreteras.
Ese «miedo», muy común entre muchos ciclistas, raro es quien no admite respeto cada vez que sale por la puerta de casa a dar una vuelta -la muerte de Rebellin, como persona conocida, nos refresca la memoria-, aún persiste en cierto modo en mi interior -a pesar de transmitir tan mal lo de pasar los semáforos en rojo-.
Sin embargo, las ganas de volver a ver mundo sobre una burra de aluminio me ha podido.
Y de ahí que probara con una sencilla bicicleta de gravel de la que estoy encantado.
No es la más cara, ni la más lujosa, pero su geometría es cómoda, pesa, pero no mucho, y, cuando le exijo, responde.
Es perfecta para ciudad, para carretera y para caminos, ¿quién no se ha visto en una encerrona que le ha tenido varios kilómetros pateando un pedregal en medio del monte?
Salvados esos momentos de zozobra, la bicicleta de gravel creo que ha sido un gran aliado para que muchas personas encontráramos el camino del medio, ni montaña pura y dura ni carretera, y nos echáramos a caminos en los que a veces nos paramos entre un rebaño de ovejas.
Hemos vuelto al redil de la forma más natural y poco estresante posible, pues circular por ciertos sitios con tráfico abierto es una locura en el sentido más amplio de la palabra y pasar por ciertas trialeras me supera.
Veo a todo tipo de gente probando con la bicicleta de gravel, algo a caballo entre la montaña y la carretera, aunque con una posición más road que el betetero de toda la vida, pero menos racing que los flipados que nos cruzamos por la carretera sin tiempo para saludar.
Por suerte son muy pocos.
En todo caso dándole vueltas a esto del gravel y cómo llamarlo, me encanta leer a algunos clasicones, entre los que me incluyo, decir que esta bicicleta es algo que se inventó hace mucho tiempo y que llamarla así responde a otro gol de los anglosajones y de los que el otro día describía en lo del postureo.
Sea bicicleta de gravel, bicicleta todo terreno, bicicleta «lo que sea» mola, mola mucho, y bravo por ese alguien que supo ver un agujero en el cada vez más atiborrado catálogo de las marcas y llenarlo con algo tan sencillo como una bicicleta tanto para un roto como para un «descosío», pues al final ha hecho más grande el globo de ciclistas pululando por el mundo.
En un tiempo, es posible que escriba lo mismo, pero sobre una bicicleta eléctrica, cruzo los dedos para que tarde mucho en hacerlo…
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