Ciclistas
“Liberad a Kiryienka”
Hay un tipo en el pelotón que anda por dos, por tres, por cuatro. Supe de él en un mundial de pista. En 2008, cuando ganó el título de puntuación sucediendo a Joan Llaneras. Luego a las pocas semanas en la mejor jornada del Giro de ese año le vimos tremendo, lozano. Era en el Monte Pora. En el marco de una gélida jornada, terrible, que puso a prueba a Alberto Contador rodeado de rivales italianos. Lo que no pudieron hacerle subiendo lo intentaron bajando. Dios cómo le atosigaron Di Luca y Savoldelli en aquel descenso donde las manos no tenían la sensibilidad para frenar. Qué mal lo pasó ese día el madrileño que vino desde Cádiz para ganar la grande italiana.
Ese día de perros un ciclista rodó por delante, con margen, para ganar la etapa. Bajo la pertinaz lluvia confundida con algún copo helado Vasil Kiryienka firmaba su primera gran muesca. Vestía los colores del banquero ruso por excelencia: Oleg Tinkoff. Ese equipo fue el germen del Katusha y ahora parte de su dinero va a parar a la estructura que lidera Bjarne Rijs. Qué cosas, ese ciclismo global y redondo. Años después Kyrienka rubricaría otro éxito mayúsculo en el Giro, en Sestriere, en el recuerdo a Xavier Tondo.
Estas semanas de primeros rounds en las vueltas por etapas, la gente exclama asustada por el poderío del Team Sky. Quizá antes de dejarse impresionar por tales escenarios convendría reparar en qué tipo y qué corredores reclutan en el tenido como mejor equipo del mundo. No fueron tontos los ingleses cuando reclamaron a Kiryienka. Con su fichaje apuntalaban una ya de por sí terrible guardia alrededor de sus líderes. Un ciclista que suple con más que garantías la marcha de Michael Rogers, pues a la solvencia que iguala del australiano se suma una fidelidad como no veíamos en el pelotón desde años muy lejanos, quizá desde auténticos consortes del triunfo como Herminio Díaz Zabala o Alberto Leanizbarrutia, garantes a partes iguales de los éxitos de sus capos.
Dice el bielorruso que no le sabe mal entregar sus mejores pedaladas en pos del éxito de un compañero. Sin embargo, la acción de Kiryienka no es sólo de generosidad pues ésta la acompaña de un poso de grandeza que le da a su obra la dimensión de perfecta. La jornada más dura e histriónica del País Vasco destapó en su justa medida las sensaciones que este ciclista nos transmite: un profundo respeto por el oficio de ser no el gregario, si no el Gregario con mayúsculas que lo dispone todo desde la incondicionalidad y generosidad más absoluta para el mejor desempeño de sus jefes.
Por qué, viendo los últimos sesenta kilómetros del comodín del Sky se podría pensar que en clave egoísta, y viendo además cómo se defiende en todos los terrenos, haría pero que muy bien en pensar en sus propios intereses. Seguro que habrá que piense que hace aquello para lo que le pagan, pero a veces las cosas no resultan tan sencillas cuando tu forma es tal y tu pedaleo causa estragos hasta en los rivales de los tus líderes. Sólo reprocharle una cosa a Kiryienka, su exhibición en el circuito de Beasain nubló en gran medida el éxito de Omar Fraile. Eso no sabemos si personárselo.
Imagen tomada de Zikliamatore
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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Esta Tirreno es muy importante para Juan Ayuso
Joseba Barron Arniches
10 de abril, 2013 En 17:58
Cuánta razón tienes en todo lo que has mencionado. Yo estaba pensando en los mismos nombres cuando has puesto el título del post. Pero yo creo que este es mejor aún. Kiryienka es más que los Leaniz y Herminio. Yo creo que éste sí sabe ganar. Sabe escaparse a lo Luisle y ganar y si no al tiempo.
Diego Sánchez
10 de abril, 2013 En 18:33
Sky fichó a un gran gregario pero perdimos a un gran corredor. Lo que hizo otro día en la Itzulia o en la París-Niza demuestra que se deja la piel por sus líderes y si se busca en el diccionario la palabra gregario aparece su foto; pero a su vez no podremos disfrutar de la combatividad y escapadas que nos brinda siempre Kyrienka.