Primoz Roglic
Esta Vuelta sólo la puede perder Primoz Roglic
Tras la crono de la Vuelta, Primoz Roglic está igual que en el Giro pero con sensaciones muy diferentes
Viendo a Primoz Roglic en la crono de la Vuelta, menos de cuarenta kilómetros, una crono que, posiblemente, fuera diseñada para camelar a Chris Froome, cabe pensar…
¿Qué sería del ciclismo si recuperase prólogo individual y dos cronos largas?
¿Qué sería del ciclismo si pusiese sobre la mesa 12o kilómetros de test individual?
Cuando Primoz Roglic recibió de manos de Miguel Indurain el reloj de ganador de etapa, la simbología estaba dispuesta, el poder del cronómetro se impone…
…aunque el navarro quizá debiera contarle porqué la española fue la grande que nunca se le dio.
O quizá se lo debería explicar Chris Froome, que hoy tiene dos Vueltas en la vitrina, pero que hace dos años por estas fechas no escatimaba en sustos, aquel de los Machucos fue sonado, para ganar su primera Vuelta, porque entonces no sabía que tendría otra, que sería la primera en sentido cronológico, la segunda en el orden de sucesión de hechos.
La Vuelta a España afronta un escenario nuevo: casi dos semanas de carrera por delante, cinco más seis etapas, es decir, once, con una general que recuerda los tiempos de… Miguel Indurain.
y no es que el navarro se nos venga como ejemplo de nada, es que verle con Roglic en el podio causaba furor, el mismo que ver rodar a este esloveno que, en teoría, debería ser gregario de lujo, lujísimo de Tom Dumoulin, el año que viene.
Ojo la paradoja que se nos viene encima si Roglic ganara la Vuelta…
El año que viene podemos tener un Tour en el que los dos grandes favoritos (Froome & Dumoulin) podrían tener los ganadores de las tres grandes de este año como gregarios #LaVuelta19
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 3, 2019
Dicho esto, muchos nos agarramos al Giro de Italia para pensar que esto no está sentenciado.
Y creemos que no lo están, no por el momento, aunque la carrera camina en el alero, un mal paso del resto, uno bueno de Roglic y entonces diríamos que el primer esloveno de la historia gana la Vuelta.
Podemos, debemos, pensar en el Giro de Italia, aunque con matices.
Ahí, a Bolonia, Primoz Roglic llegó con todo, cargado de victorias y moral, y quizá pasado de forma, un dulce que se fue diluyendo, primero en un obsesivo duelo con Nibali, luego con Carapaz saliendo por el córner.
Pero es que en el Giro, Richard Carapaz, lo vimos el día del Lago Serrú, 24 horas antes de ser líder en la falda del Montblanc, era el mejor, sin discusión.
Su forma era insultante, su látigo irresistible.
Y Roglic iba a menos, cosa que en la Vuelta no acabamos de ver.
Tras un primer ciclo de carreras victorioso, Primoz Roglic tomó suspiro tras el Giro, dejó el Tour de lado y se apuntó en el último momento a la Vuelta.
Un tipo como el esloveno, que parece un actorazo de esos de Hollywood de acción, de acción de la buena, no viene a la Vuelta a ver qué tal, no.
Roglic aterrizó en Torrevieja para ganar la carrera y salvada la caída de la desastrosa crono colectiva inicial está en ello.
Su forma presenta la solidez que se desvaneció en la semana final del Giro y aquí el equipo responde con más solvencia.
Tiene un perro viejo como Gesink, un multiusos como Bennett y un joven que los pone en final como Kuss.
Este Jumbo no es aquel azucarillo en el café de Italia, es más fiable, más consistente, la antesala de ese equipazo que están montando para rivalizar con el Ineos en unos meses.
Pero claro, uno mira el mapa y ve una sucesión infernal: Machucos-Acebo-La Cubilla más sierra de Guadarrama y Gredos.
Una ruta infernal que pondrá a prueba especialmente a Miguel Angel López, en una escala del 1 al 5, el rival número uno y más en forma que tiene ahora mismo Primoz Roglic.
Alejado en la general, sí, pero con el caramelo de haber tocado el maillot de líder y con una situación inédita para él, tan acostumbrado a correr a la contra y desde atrás, López tiene forma y equipo para probarlo las veces que el cuerpo le dé de sí.
La tercera semana, dicen, es muchas veces para mantener lo conseguido, pero es que en esta crono de Pau todos han perdido salvo Roglic.
¿Le veis los beneficios ahora a una crono en condiciones?
Luego está el Movistar y su liderato interno.
Ahora Valverde ocupa la plaza que hace 24 horas ostentaba Nairo.
Dice Unzué que la capitanía no es un problema, que la decide la carretera, luego se ven imágenes de frustración en vivo y directo porque no se da un golpe en la mesa y se solventa el tema de inicio.
Macerar los problemas, eso tan español…
Sinceramente, no vemos forma que Valverde le meta mano a Roglic, ahora mismo no, todo sea que los celestes corran en bloque, a uno y Nairo quiera ser decisivo.
Igual el colombiano buscando el corte de lejos, poniendo al límite al líder, se encuentra con algo más.
Sea como fuere, la Vuelta 2019 es el epílogo a un Movistar que con savia nueva al frente, deberá saber más y mejor qué quiere y pretende.
Luego de Nairo, está Tadeg Pogacar, el segundo esloveno de la ecuación que, dada su juventud, debería tener suficiente con lo logrado, pero ya sabéis cómo funcionan estos.
La Vuelta podría tener un elemento inesperado, debería, pero no es sencillo, las diferencias más allá de Pogacar invitan a una reedición de lo de Perico y aquella edición del 85.
Y eso en este ciclismo, es mucho reeditar.
Imagen: FB de La Vuelta
Primoz Roglic
Keys2024 Roglic apura las últimas cartas
Sin atadura alguna y un buen bloque alrederor, Roglic vuelve a la quiniela del Tour
No eran muchas las opciones para Primoz Roglic para volar de Jumbo, en pleno desengaño por el desenlace de la Vuelta, y entre ellas el Bora parecía una con toda la lógica.
Ya con los colores de su equipo, y no luciendo los de su exequipo, con casco y bicicleta de Bora, Primoz Roglic sabía que su gran ilusión, aquello que todos extrañamos en su palmarés, pasaba por no seguir en el Jumbo Visma.
Si ya era obvio que Vingegaard no iba a ceder el mando tras ganar el primer Tour, imaginaros una vez ha ganado el segundo.
El movimiento de Roglic es audaz, como él, sin miedo al cambio ni al riesgo que entraña, él que se hizo un nombre en otro deporte y tantas veces se ha caído y levantado.
Además este cambio contribuye a que tengamos uno de los mejores carteles que le recuerdo al Tour de Francia,
Si nos dejamos llevar por las sensaciones previas, convendremos que Roglic no parece al nivel de su excompañero Vingegaard ni tampoco de su compatriota Pogacar.
Esa es la primera lectura y en una carrera plana, en línea recta, sin matices ni giros, seguramente lo tendría perdido.
Pero ciclismo es complicado, la predicción no siempre funciona y en ocasiones la sorpresa se hace hueco.
Curiosamente Roglic cayó, en el sentido estricto de la palabra, antes de ganar las dos mejores vueltas de una semana de Francia, tanto Dauphiné como París-Niza.
Ya le conocemos, es como el Ave Fénix e igual que le llevó un tiempo recuperar sendos tronos, ahora conecta con el Tour de Fracia 2020 que perdió en el momento final.
Y es que como digo, el Tour no es lineal, ni predecible, aunque muchas veces el pronóstico se imponga.
Bora le va a dar todo para lo intente su líder esloveno, un ocho con Hindley, Vlasov y Dani Martínez y una estrategia que, en tiempos recientes, se ha destacado por ser audaz, atrevida y en ocasiones exitosa.
En el equipo verde se tramó el vuelvo del Marie Blanque, la explosión de Pogacar, situando medio equipo en la escapada y aupando a Hindley a un efímero liderato y aquí también se dibujó la mejor etapa del Giro 2022, la de Turín.
Para Roglic la dificultad forma parte del negocio y es el motor para que acabe sacando lo mejor.
Su camino al Tour está marcado, irá con hambre de carrera y competir, espero no se pegue uno de sus célebres tortazos y que llegue al 110% a Florencia sin pasar, habrá que esperar, por la Vuelta a Suiza.
Imagen: @BORAhansgrohe
Primoz Roglic
Top2023 Primoz Roglic es el conseguidor
La temporada de Roglic vuelve a rozar el excelente
Nn ns engañemos, Primoz Roglic, esloveno, querido a más no poder por la afición, para firmar la nota máxima necesita el Tour, la general del Tour.
Él lo sabe, nosotros lo intuimos, en la lista de eslovenos queridos en el mundo no creo que haya más queridos que él.
Quizá el portero del Atletico o Pogacar, poco más.
El año que viene Primoz Roglic irá a por el Tour, la injusticia histórica que se perpetró en La Planche des Belles Filles hace poco más de tres años.
Mientras él va haciendo, que no es poco.
Roglic lleva en el listado de los mejores del año en este mal anillado cuaderno hace cinco temporadas, no es baladí.
Su forma de hacer es como la de un rodillo, gana hasta cuando parece que no le pone interés.
Como en la Tirreno-Adriático que firma a base de pancartazos, para alimentar su inmerecida leyenda.
En Italia consiguió duplicar, pero luego en la Volta en la que nos deleita con Remco, que si ataco, que si te sigo, que si paro, se quedó a una puñetera general de tener todas las grandes de de una semana en su palmarés.
Sólo le falta Suiza, y al parecer será su preludio de su Tour el año que viene.
Si lo logra, en eso, se diferenciará con Tony Rominger.
Porque hasta la fecha sigue los pasos y los quehaceres del helvético, incluso hasta en el Giro, una carrera que en 2023 no ha sido la más bonita, pero que fue ganada de la forma más in extremis posible.
La pena fue que se lo hizo al mismo Geraint, a las puertas del final en Roma, pero esa cronoescalada tenía tanta miga que sólo Roglic pudo desentrañarla.
Cierto es que hubo emoción hasta el final, pero qué emoción, verle sobrepasado por la avería casi al final, y sobreponerse con la adrenalina rebosando para hacerse con un rosa que era inapelable.
En la Vuelta, ya sabemos, se impuso la lógica de equipo, que no sé si la real de carrera.
Que Roglic respetara el liderato de Sepp Kuss fue de justicia en la intrahistoria del Jumbo, aunque no sé si en la propia de la carrera.
El año que viene más, y sin necesidad de responder ante nadie, Roglic volará solo ¿volverá a este listado de tops del año?
Primoz Roglic
Roglic a Bora, lo deportivo y lo económico
Buenas perspectivas con la llegada de Roglic al Bora
La noticia que no es noticia, pues ya no era ni rumor, saltó a 24 horas de Lombardía: Roglic se va a Bora.
Movimiento audaz y ambicioso por todas las partes, movimiento con cierto halo romántico, Roglic no llega a Bora con una mano delante y otra detrás, pero está claro que su salto obedece a un objetivo deportivo y también económico, como bien me han indicado.
Aun así pasará a cobrar cerca del doble de lo que venía cobrando en Jumbo. Renuncia a estructura y potencial de bloque pero ha firmado un contratazo y el equipo es bastante sólido para auparle a su objetivo del Tour.
— Rubén ᅠ (@rubmonhor_85) October 6, 2023
Salir de Jumbo, de este Jumbo, hay que te tenerlos gordos, pero para retos el esloveno y su ambición infinita.
Cuando hace unas semanas dije que Roglic debía dejar Jumbo, recuerdo gente poniendo en valor la temporada del ciclista, dando a entender que Giro y Vuelta eran objetivos gordos e interesantes, pero cuando ya has ganado sendas carreras, y otras muchas, sólo te mueve la más importante, sólo el Tour de Francia.
Y éste es el principal motivo que empuja al que podemos considerar fichaje de la década, de lo que llevamos de década, uno de los miembros del big6, a ver qué sucede con Evenepoel, cambia de aires.
Cualquier opción que hubiera escogido Roglic habría sido aplaudida, pero la de Bora me parece acertada no, lo siguiente.
A diferencia de Movistar, con muchas carencias en la estructura, e Ineos, con una desinversión notoria, Bora es la ambición hecha equipo, un bloque está creciendo de forma continuada desde que virara sus objetivos a las vueltas pequeñas y grandes, desprendiéndose de Peter Sagan.
El ocho de Jumbo para el Tour lo sabemos de memoria, pero ojo entre lo que tienen que escoger los alemanes: Buchmann, Schachmann, Dani Martínez, Higuita, Uijtdebroeks, Vlasov, Kämna y Hindley.
Eso sólo de inicio, pues tienen una columna vertebral potente.
Está claro que habrá objetivos para todos, pero Roglic tomará la delantera en el Tour en lo que significa una descarga importante para corredores muy buenos pero que no parecen al nivel de los grandes nombres.
Tanto Hindley como Vlasov no son bazas para porfiar por la carrera más importante, mientras que el joven belga tiene tiempo para crecer.
Pero no sólo importa Bora por los activos y nombres que le pongan a Roglic, está también la mentalidad, un equipo que juega al ataque, que innova cuando muchos dicen que los grandes no dejan margen de movimiento.
Recordad la jornada en la que Hindley gana y se pone de amarillo este Tour, o el año pasado en Turín, en la mejor jornada del Giro 22.
Bora es ambición, es calidad y tiene fondo de armario, pero si su maillot es top, sólo le faltaba Roglic.
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
Primoz Roglic
Roglic ha empezado a ganar el Tour
Con la salida del Jumbo, el Tour gana a Roglic como favorito
Incluso antes de el tema de la fusión de escuadras, incluso antes de la Vuelta a España y su desenlace, tomando que Roglic estaba comprometido con Jumbo hasta dentro de dos años, tenía claro que cualquier ambición del esloveno en el Tour estaba por salir del Jumbo.
Las cosas en tres años han dado un giro copernicano que poco a poco han arrinconado las opciones del ciclista en la carrera que sin duda falta en ese palmarés.
Bueno, el Tour y un mundial serían las dos grandes piezas que echamos de menos en el palmarés de Roglic.
Porque el resto ya lo tiene, y algunas cosas de forma holgada, incluso hasta oro olímpico y monumento.
Llevaba tiempo comentando que Primoz Roglic debía dejar el Jumbo si quería finalmente cobrarse la deuda que el Tour tiene con él.
El crecimiento de Jonas Vingegaard ha sido tan monstruoso que este año ni siquiera ha necesitado de Primoz para ganar el Tour por aplastamiento.
La inclusión del Giro y Vuelta en el plan de Roglic ha facilitado las cosas en Jumbo de cara al Tour, pero estaba claro que Francia es su asignatura pendiente.
Y aquí no valen lideratos compartidos ni otras mandangas, si hay dos ciclistas que no pueden coliderar en el pelotón son los dos mejores del Tour 2021, 2022 y 2023
La confirmación de Roglic sobre su salida del equipo me ha gustado porque pone sobre el tapete otro favorito al Tour, de hecho lanza al ciclista que está ahora más cerca de Vingegaard y Pogacar en el Tour.
Sé que hay un salto entre los dos favoritos y Roglic pero yo a éste nunca lo descartaría para nada, sobretodo si centra su tiro en julio.
Roglic saber perfectamente lo que tiene que mover y sacrificar para estar cerca de ambos, es un gran estratega y del marcaje entre los dos cocos puede surgir su baza.
Fue clave en el primer Tour de Vingegaard y ahora puede jugar su opción sabedor que la vida le ha tratado mal en muchos frentes pero que siempre ha tenido segundas oportunidades que ha sabido aprovechar.
Mirad Dauphiné y París-Niza dos carreras francesas que, como el Tour, tenía en la mano, las perdió pero volvió para llevárselas a casa.
Roglic sabe que una buena parte de su éxito es resistir y estar siempre, presto y delante, por eso si no desiste, no lo descartéis ni para el Tour, una carrera que ha acabado, os recuerdo, en la vitrina de ciclistas com Carlos Sastre, Cadel Evans y Geraint Thomas cuando todo indicaba que nunca lo iban a ganar.
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