Noticias de ciclismo
Marc Soler en el Giro: haga lo que haga, saldrá ganando
Publicado
1 año atrásen
Por
Iban Vega

Este Giro es la oportunidad que Marc Soler lleva tanto tiempo esperando
A pocas horas que arranque el Giro ¿Qué habrá hecho Marc Soler para levantar tantas pasiones?
El otro día, comentamos que pasó el Rubicón el día que se mosqueó por tener que esperar a Nairo en Andorra.
Dicen que claro, que renunció a un triunfo en una gran vuelta, cuando a esas alturas de etapa, lo único que era obvio es que salió mejor que nadie del aguacero que les cayó en la tierra de la subida final, pues para la victoria aún quedaban unos kilómetros y de aquella jornada emergió un gigante que en doce meses ganaría el Tour, Tadej Pogacar.
Sea como fuere a Marc Soler se le mide todo, cada gesto, cada acción, se le evalúa un triunfo, se le proyectan posibilidades
Todos tenemos un Marc Soler ideal, incluso para el Giro que va a comenzar en breve.
Él, nos consta, nunca quiso ser tan protagonista, es un chaval de «poble» tranquilo y laborioso, dotado de un talento que vemos en cada carrera a la que oposita, con la misma ambición que cualquier hijo de vecino y unas expectativas que no son pequeñas.
Al final que todos esperemos tantas cosas, y tan variadas, de Marc Soler en este Giro en especial y en su carrera en general hasta va a ser bueno para el catalán, por que en el fondo, siempre habrá alguien que se contente con lo que haga.
Ante este Giro, podemos pensar que Marc Soler no está en la primera línea de favoritos, y quizá estemos en lo cierto, pero es legítimo que el chaval quiera probarse, más cuando ha tenido que esperar tanto para ir a una grande sin condiciones ni sombras a su alrededor.
Sobre el papel, la italiana es una carrera mayúscula para un ciclista de su envergadura, pero… doctores tiene la iglesia.
En todo caso si el bueno de Marc desconecta y se cae de la lucha por la general, veremos el ciclista que nos gusta, ese martillo pilón que para domarlo hay que darlo todo y un poco más.
Sea como sea, haga lo haga en este Giro, Marc Soler saldrá ganando
Hemos leído la entrevista que Nacho Labarga le hace al ciclista en Marca y nos han llamado la atención estas dos respuestas…
P. En Romandía sorprendió a todos haciendo el gesto del silencio, ¿le salió de dentro?
R. No lo sé, me salió. No tengo problemas en reconocerlo. Tampoco me sorprende ahora ver la imagen de cuando lo hice. Aguantamos muchas cosas y a veces uno es humano y explota. Siempre se nos da mucha caña tanto a nivel equipo como individual. Fue un gesto de reivindicación.
P. ¿Por qué notan tanta presión? ¿A través de dónde le viene? ¿Están muy pendientes de la prensa o redes?
R. Yo personalmente no estoy muy pendiente de todo lo que se dice, pero al final siempre te llega por un sitio u otro. Hay costumbre de criticarlo todo. Nosotros nos cuidamos mucho, trabajamos al máximo con ilusión y a veces no salen las cosas. Si no salen es porque no salen, no porque no lo hayamos dado todo. Existe la costumbre de criticarlo todo.
Que en su momento dijéramos que el gesto de mandar callar no era el más acertado, no significa que si él explota y se evade, sea bienvenido, todos somos de carne y hueso.
Es obvio que se le mira con lupa, como a su equipo, pero es que son la cabeza de carrera del ciclismo español, un ciclismo histórico que no pasa por sus mejores días, aunque como en cada generación, poco a poco aparezcan mimbres para amortiguar el golpe.
¿Se critica? sí, pero también se aplaude, cuando es menester
Lo que no es de recibo es tener tanta alergia a la autocrítica, cuando ésta además es una sana forma de evolucionar… y en los azules la palabra evolución, en lo meramente deportivo, no hace justicia a lo que vemos.
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Ciclismo antiguo
Tour 1992, eso ya no volverá
Publicado
6 días atrásen
22 de junio, 2022Por
Iban Vega

Por muchos motivos el Tour 1992 es irrepetible
El otro día me invitaron al ejercicio «friki» que el amigo Miguel González propone cada semana con su Pedal Vintage para hablar del Tour 1992.
La efeméride, ojo que pesa, cumple treinta añazos, treinta primaveras de nuestra vida que delata un poco la edad que tenemos cada uno.
Lo cierto es que sumergirse en un podcast tan metódico y concienzudo tiene ventajas intangibles, como el echar mano de los recuerdos que te quedan y de los que ya habías pasado página.
De aquel Tour guardo grandes instantes, como todos los que lo vivieron de mi generación o anteriores, pero hablar con Miguel tiene un plus de memoria que te hace entrar en trance.
Recordar y contar lo que tenemos sobre el Tour 1992 es un viaje a un ciclismo del que nunca quisimos salir.
Me pilló con la edad de mi hijo ahora mismo, con los mismos sueños y anhelos, con pensamientos tan alejados de lo que en realidad pasaba que hoy cuesta casi admitirlo.
Pero fue el primer ciclismo de los muchos que pululamos por las redes, el ciclismo de unos corredores que no pensaban en mañana, si podían competir con todo hoy, de unos ciclistas que afrontaban unas salvajadas de etapas que hoy no entrarían en el molde.
En la charla, con Miguel ya hablamos del prólogo de San Sebastián y cómo el dorsal 1, Miguel Indurain sale con todos los cohetes para ser el primer líder delante de su afición.
No contentos con eso, los grandes nombres ya se pusieron delante en el primer puerto de entidad, el Marie Blanque que no vio la QH este sábado, para empezar a marcar paquete.
Aquella carrera fue, podríamos decir, deforme, pues partía con varios condicionantes, la salida de San Sebastián diezmaba los Pirineos y se tenía que rendir visita a varios países europeos por el trabado de Maastricht.
Que la montaña estuviera concentrada no quitó que hubiera gresca casi a diario, un dato que refleja la cantidad de sprints masivos que se vieron.
Especial fue aquella etapa de Bruselas, bajo el diluvió, con el Kapelmuur y Chiapucci y Lemond poniendo las cosas muy tensas.
Fue un Tour de quiero y no puedo para muchos, pues lo que sucedió en Luxemburgo trascendió la historia: una crono, más de 60 kilómetros, tres ciclistas doblados y la seguridad de que mientras Indurain fuera de la partida y estuviera bien, el Tour no iba a ser para otro.
Para quienes dicen que una crono hace un daño terrible a una grande, la reacción monumental de Claudio Chiapucci en Sestriere, si no la etapa de nuestras vidas, en el top 3 de siempre.
Ese día Indurain sentenció el Tour, entre la nebulosa de una pájara final y la caída total de la oposición de Gianni Bugno.
Días así, de 60 kilómetros contra el reloj, de 250 kilómetros por la montaña, competidos como si no hubiera un mañana… eso era otro ciclismo.
Y ojo que no quiero decir que ese ciclismo fuera mejor, tampoco peor, era diferente, al que estaba acostumbrado entonces y sí, lo extraño.
El Tour que empieza en unos días casi no ofrece etapas que podamos imaginarlos llegando de uno en uno, al mismo tiempo empieza a anunciar superequipos que no dejarán nada al azar y el control numérico se impondrá.
Espero equivocarme, mientras seguiré recordando aquellas carreras que nos tuvieron seis horas delante de la televisión.
Imagen: Diario Vasco
Noticias de ciclismo
Pirinexus Challenge: la cara más amable y menos conocida de los Pirineos
Publicado
2 semanas atrásen
15 de junio, 2022Por
Iban Vega

Larga distancia, paisaje y ciclismo íntimo esperan en la Pirinexus Challenge
Hace diez años un reto se propuso un reto en la Unión Europea, su nombre fue Pirinexus y no era otra cosa que una ruta ideada desde el consorcio de Vies Verdes de Girona uniendo varios puntos a un lado y otro de los Pirineos.
Con un fondo comunitario dedicado a su creación, la ruta pasó del papel al territorio.
Se señalaron rutas, curvas, en medio de la nada, entre bosques, los contrafuertes de la montaña, un círculo en el mapa que creció y se hizo mayor con lo más importante, el beneplácito de los ciclistas.
La Pirinexus, como su nombre indica, unía lugares, puntos más allá de la frontera, el Vallespir con otros de Girona, ese sitio que alguien cinceló para que los ciclistas se explayaran.
Y para ello se dispuso de una ruta de 350 kilómetros por carreteras secundarias que invitaban a aquello que un día idearon los randonneurs, esos magos de la larga distancia, que encontraban el placer en el pedalear sin prisa, pero por horas y horas, por medio mundo.
En las entrañas de la Pirinexus
Jordi Cantal fue el ideador de todo esto.
Un día tomó un mapa, recorrió con su dedo el contorno de los Pirineos, pensó en lo que sería la Pirinexus y se propuso recorrerla en 24 horas, o menos.
“Me salieron veinte horas, al final. Me fui al Patronat de Vies Verdes para presentar un proyecto de reto, una challenge que se hiciera de un tirón pero en un marco horario: de sol a sol».
Así nació la Pirinexus Challenge, un libro de hojas blancas para el gravel tranquilo, que busca respirar en parajes únicos, íntimos, en terreno fronterizo.
En 2015 se celebró la primera edición, con doce equipos, pues se realizó a relevos.
Con el tiempo entró en el programa de la Sea Otter Europe, formando parte ahora mismo de su programa deportivo.
Este año será el 24 de septiembre.
Se trata de una propuesta diferente, porque es el ciclismo de larga distancia, el alejado de toda prisa y que respira en una cita de frenética actividad.
Un reto non stop que prevé reunir ciclistas con todo tipo de pretensiones: acabar, explorar límites y buscar la compañía del sol
Por delante una propuesta redondeada en 335 kilómetros, que se inicia de madrugada con tiempo para finalizarla hasta la media noche.
Un reto cambiante, con tierra y asfalto que propone diversión, variedad y ciclismo en esencia.
El lado menos conocido de los Pirineos
En el mapa sería el tramo más a la derecha, en la realidad son los Pirineos menos conocidos, aquellos que pierden altura porque el Mediterráneo les reclama.
La Challenge Pirinexus no pretende el Tourmalet, ni el Aubisque, pero el límite del horizonte dibuja el perfil mismo del placer.
Su desnivel, unos 3500 metros en 335 kilómetros, habla del placer de rodar y rodar.
Los tres grandes escenarios
Si la ruta ofrece sorpresas, ya vendrán, pero a priori la Pirinexus esconde algunos tesoros que pueden ser dibujados.
Uno es la bajada del Coll d´ Ares hacia el Vallespir, ya en Francia: “es asfalto rugoso, típico, los paisajes llenan la mirada”.
Otro el Coll de Panissar, que marca el regreso a Girona, cerca de Le Perthus, con L´ Empordá ahí abajo.
El último la leyenda e historia de Empúries y el eterno legado griego que nos ha dejado.
Mejoras en el recorrido
Para quienes tengan referencias de experiencias pasadas, hay que anotar algunas mejoras en el recorrido que evidencian la apuesta del territorio por esta fórmula.
Así las cosas, en el tramo de Sant Joan de les Abadesses a Ripoll se ha propuesto una vía completamente nueva que incluso incorpora algún puente.
También señalar que en Platja d´ Aro se han mejorado los carriles bici de forma paralela a la carretera.
Recordemos que este año la ruta será en sentido de las agujas del reloj…
Noticias de ciclismo
Un libro en homenaje de las bicicletas
Publicado
4 semanas atrásen
31 de mayo, 2022Por
Iban Vega

El libro pone en valor las bicicletas, el medio de transporte más utilizado
La editorial Takatuka ha publicado esta primavera «Bicicletas», un libro que pone de relieve la importancia de este medio de transporte y de práctica deportiva.
Escrito por Fleur Daugey e ilustrado por Karine Maincent, es un homenaje al vehículo más ecológico y sostenible, que revolucionó la historia de la humanidad.
Un libro ideal para los amantes de las bicicletas y el deporte
Con un lenguaje sencillo, fácil de leer y comprender, el pequeño lector conocerá la historia de la bicicleta y su evolución, desde el velocípedo hasta la BTT. Un gran invento del que cada año se fabrican 140 millones en todo el mundo, el triple que de coches. Gracias a él, muchos de nosotros podemos desplazarnos de una manera rápida y fácil para ir a trabajar, para hacer deporte o simplemente para pasarlo bien.
En este álbum ilustrado viajaremos a través de la historia y cultura de diferentes países para conocer la importancia y diferentes utilidades de este medio de transporte extraordinario.
Así conoceremos a Karl Drais von Sauerbronn, el inventor del velocípedo en 1817, antecesor de la bicicleta, o a Pierre Michaux quien en 1861 inventó los pedales para poner en ellos los pies y transmitir la fuerza de las piernas a la rueda.
Además, sabremos cómo la bicicleta ayudó a la liberación de las mujeres, hizo la revolución en China y sustituyó a los coches durante la Segunda Guerra Mundial, cuando había escasez de combustible. Y analizaremos los elementos que lo hacen un vehículo único e indispensable.
El libro también le dedica un espacio a las competiciones ciclistas como las carreras o las grandes vueltas que se celebran en diferentes países y que cada vez tienen más seguidores, sin olvidar las malas prácticas, como el dopaje, o las modernizaciones técnicas que ha ido adoptando la bicicleta.
Acompañado de atractivas ilustraciones coloridas, el texto nos invita a reflexionar sobre cómo la bicicleta puede formar parte de la solución para desplazarse y divertirse en el mundo sin perjudicar el medio ambiente.
Sobre su autora y su ilustradora
Fleur Daugey se formó en Piscología y Etología e inició su carrera trabajando en numerosas ONGs de protección de la naturaleza, antes de volcarse en la escritura y el periodismo.
Redactora durante tres años de la revista La Salamandre, trabaja actualmente como periodista independiente y autora para diferentes revistas y editoriales.
Karine Maincent es una diseñadora e ilustradora francesa, licenciada en la Ecole Supérieure d’Art et de Design d’Amiens.
En 2007 se fue a trabajar como diseñadora gráfica para el Instituto Francés en Cotonou, en Benin.
A su vuelta fundó en 2009 el estudio Tokpa, que le permite partirse el tiempo entre la dirección artística, la ilustración, la realización de reportajes ilustrados y la animación de talleres infantiles.
Noticias de ciclismo
El Giro 2022 toca el cielo en el Pordoi
Publicado
1 mes atrásen
28 de mayo, 2022Por
Iban Vega

El Pordoi es la Cima Coppi de este Giro de Italia
Antes de la Marmolada, el Giro pasará por el Pordoi con la seguridad que está en su punto más alto.
Hubo por estos pagos una etapa mítica hace casi treinta años. Corrían en aquel pelotón nombres que suenan a gloria en tiempos en los que los héroes corren escondidos.
Fue una jornada de esas que deja la memoria marcada a una generacion, porque la generosidad en la carretera se cobra el recuerdo, el cariño de quien ama este deporte, lo que significa e implica.
Y la historia la escribieron con mayúsculas dos gigantes como Claudio Chiapucci y Miguel Indurain, bajo la pertinaz lluvia de los Dolomitas, en el enjambre de puertos del lugar, de subidas inhumanas, aquellos días ocultas y escondidas en la niebla que agarraba con obsesión la piedra del paisaje.
Pero ese día Miguel Induriain, generoso habitualmente, hizo un gesto que dejó huella, quiso pasar primero por el Pordoi, esa edición la “cima Coppi” de la carrera.
Quizá supiera el navarro de la vinculación de esa subida con el gran Fausto, quizá supiera de las estelas que adornan la subida en recuerdo del irrepetible ciclista que marcó los tiempos tan hondamente que todos en su país o en cualquier rincón del universo ciclístico le recuerdan como el grandísimo que fue.
En la cima del Pordoi, Jordi Escrihuela nos dijo que hay una bicicleta de Gilberto Simoni, que también hay un monumento a Fausto Coppi, el corredor que un día voló sobre las 33 curvas del puerto, que puso el Pordoi en el mapa.
“Fíjense en Fausto Coppi ¿escala? No, no escala. Corre, sencillamente, como si la mesa fuese llana como una mesa de billar. Desde lejos se diría que ha salido a dar un alegre paseo. Desde lejos, porque desde cerca se ve como se le enflaquece el rostro y se le contrae el labio superior, lo que le confiere una singular expresión de ratón apresado en una trampa”
Dino Buzzati, el cronista del “Corriere della Sera”, estaba ahí, en el Giro de 1949, viendo a Coppi volar, distanciar al resto, perpetuar el Pordoi. El narrador de la escena deportiva en la Italia que recuperaba el resuello tras la Segunda Guerra Mundial, plasmó ese Giro que marcó la línea entre Bartali y Coppi.
Dicen que hay cimas más duras, más altas, si se nos permite, hasta más fuertes, en los alrededores, pero el Pordoi es la esencia de los Dolomitas.
Cercado por el Sella, la Marmolada, aquí se tienen las mejores vistas, incluso de los puertos suizos cuando el verano cae sobre las cumbres que rebosan nieves perennes.
El sitio vivió otras batallas, como en el Grappa, osarios recuerdan soldados que se dejaron el aliento en las guerras mundiales.
Sin embargo el lugar está prendado de Coppi y su figura, quizá por eso Franco Chioccioli, el corredor que más se le asemejó sentenció un Giro, el de hace 25 años, ante el desespero de Marino Lejarrera.
No es el más, duro, como dijimos pero su sucesión de curvas, rítmicas, casi sinfónicas le confieren carácter musical, primero entre pinos, luego con la singular flor de edelweis como testigo.
Arriba está cima, esta vez la «cima Coppi».


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