Ciclismo antiguo
El eterno vuelo de Thierry Claveyrolat
Aquel ciclista llamado Claveyrolat fue tan peculiar como inolvidable
Como me gusta la foto de este artículo, icónica del Tour de 1990, cinco ases mirando carretera arriba, hacia Alpe d´ Huez, todos más o menos juntos y uno de ellos, algo separado: Thierry Claveyrolat.
Siempre que hay Dauphiné me acuerdo de Claveyrolat.
Lo que son las cosas, a veces hay carreras o circunstancias que sitúan nombres interesantes entre otras leyendas, y eso es lo que le ha pasado al ciclista de Vizille, cerca de Grenoble, en el Delfinado, con registros que le ponen por encima de Luis Ocaña, Lucien Van Impe y Bernard Hinault en lo que a premios de la montaña se refiere.
Yo recuerdo muy bien a Claveyrolat, aquella etapa que ganó en el Tour de 1990 en Saint Gervais Montblanc.
Ese año subió al podio de los Campos Elíseos junto a Greg Lemond.
El americano de amarillo, el francés con el “polka jersey” de rey de la montaña. Recuerdo sus gafas oscuras, amplias como platos y montura fina.
Su densa cabellera, escondiendo los rasgos de la ambición que siempre demostró en la carrera, una ambición plasmada en un pedaleo anárquico y zigzagueante.
Todo un personaje.
Hacía tiempo que teníamos un artículo de Claveyrolat en las manos, fruto de la revista francesa Pédale!
En el mismo se detallan muchas intimidades del francés que le sugieren como un corredor único en su especie, una especie de incomprendido que puso fin a su vida de forma trágica, suicidándose en su domicilio.
En su memoria, un grupo de ciclistas la AS Grenoble se reúnen cada cierto tiempo para recordarle.
Entre otros asistentes a esas reuniones suele presentarse Laurent Biondi, hoy director de Romain Bardet en el AG2R.
También está por la zona su hermano William que se enteró del fatal suceso de Thierry por el gentío y la prensa que habían enfrente de su casa el día del suceso.
Thierry Claveyrolat fue un ciclista peculiar.
Su mejor amigo fue Jean Claude Colotti, uno de los gregarios de Lemond en el Tour de 1990 dentro de la estructura del Z.
Ambos compartieron altillo en Grenoble cuando corrían para el RMO, el equipo en el que también militó Paul Kimmage, hoy periodista y autor de un libro que leímos hace un tiempo y en el que se cita varias veces a Claveyrolat.
Este francés introvertido acostumbraba a llegar tarde a la mesa de la cena y no escatimaba mal humor para los conductores que le increpaban en la carretera..
Colotti recuerda cuando se puso implantes de pelo y también su relación amor odio con quienes muchos consideraron su sucesor natural, Richard Virenque, quien también creció en las huestes del RMO aprendiendo de las artes de un chaval que siempre quiso se “grimpeur”, aunque curiosamente inició su coqueteo con las anfetaminas, en un meeting de pista en el año 87.
Deportivamente tuvo una gran decepción, el mundial de Chambery de 1989.
El influjo de Cyrile Guimard en la selección francesa era tal que todo aquel ciclista que no fuera del Renault se consideraba rival.
Claveyrolat quedó quinto, por delante de Laurent Fignon, en una carrera que había preparado con tanto mimo que obviamente no iba a trabajar para otro.
Aquello le valieron los reproches de su propia selección.
A pesar de la disciplina del equipo, no disimulaba en exceso su gran momento de la tarde, cuando en las terrazas de los bares daba cuenta de una Pelforth.
Sembraba de miguitas, en pleno apogeo ciclista, el camino hacia un alcoholismo destructivo que tuvo su momento cumbre cuando se emborrachaba con los clientes de su bar. Mal negocio que acabaría aún peor con los años.
Imagen de echozas.wordpress.com
Ciclismo antiguo
Indurain: Amor por los Pirineos
Podemos decir que lo mejor de Indurain empezó y acabó en los Pirineos
Ya lo sabéis, Miguel Indurain es un navarro de Villaba, un pueblo cercano a Pamplona, situado en el Camino de Santiago, con los Pirineos a unos 40 kilómetros, por lo que no es raro que desde pequeño pudiera disfrutar de esos paisajes montañosos.
A solo un paso de su casa, tenía lugares como Roncesvalles y otras zonas para entrenar.
Cuando Miguel empezaba a formarse como ciclista, recorría rutas como Larrau, Ochagavía y Valcarlos.
Y esos Pirineos tan cercanos fueron clave para su desarrollo y también lo trataron muy bien. Desde sus primeras victorias en carreras como Cauterets y Luz Ardiden, quedó claro que iba en serio y que su objetivo era el Tour.
Ya en 1991, Miguel tuvo su primer gran golpe en el Tour, aunque las cosas no estaban siendo fáciles para los ciclistas españoles en general, ni para su equipo Banesto en particular, en especial por la etapa de Jaca.
Pero la gran jugada vino al día siguiente, en la etapa de Jaca a Val Louron, cuando Miguel aprovechó una jornada épica en los Pirineos para dejar huella.
En el Tourmalet, a mitad de etapa, se fue para adelante con el italiano Claudio Chiapucci, y al final, subió al podio con el maillot amarillo por primera vez.
Los Pirineos siempre fueron su terreno.
En Cauterets logró su primer triunfo en el Tour y en Luz Ardiden se perfiló como el ciclista imparable que llegó a ser, incluso dejando atrás a figuras como Greg Lemond.
Ya antes, en el Tour del Porvenir, se mostró como un gran talento en las montañas, que siempre fueron su zona de gloria y sufrimiento.
Y aunque en 1996 sufrió un golpe durísimo en Hautacam, cuando se despidió de su sexto Tour, Miguel siempre encontró más alegrías que decepciones en los Pirineos.
Esos mismos Pirineos que le dieron tanto y lo vieron brillar, también fueron testigos de sus inicios, pero su historia sigue siendo una de las más grandes del ciclismo.
Ciclismo antiguo
100 años de Bernardo Ruiz
Bernardo Ruiz fue el primer español en pisar el podio del Tour
Cuando Bernardo Ruiz nació, ayer hace 100 años, España en pleno periodo de la dictadura conducida por Miguel Primo de Rivera en conexión directa con el el rey Alfonso XIII, el último monarca antes de la irrupción de la segunda república.
En Orihuela, Bernardo Ruiz daba sus primeros pasos, los de un un pionero que abrió el camino para el ciclismo español en competiciones internacionales, primer podio en el Tour, en un contexto muy diferente al actual, puesto que en su época el ciclismo en España estaba en la prehistoria.
Desde joven, Ruiz demostró su talento.
Empezó a ganar competiciones importantes como la Vuelta a España en 1948 y la Volta a Catalunya en 1945, con 20 años. También ganó varias veces el Campeonato de España y la Vuelta a Valencia.
Pero lo más destacado de su carrera fue su participación en el Tour de Francia, el gran escaparate y restablecido tras el parón por la Segunda Guerra Mundial.
En 1951, Bernardo destacó en el Tour al ganar dos etapas y quedar en noveno lugar en la clasificación general, lo cual fue un gran logro para un ciclista español en esa época.
Al año siguiente, en 1952, logró el tercer puesto en la clasificación general del Tour, convirtiéndose en el primer español en subir al podio, fue el primero de una lista larga y fecunda en nombres que vienen hasta hace bien poco.
Este logro fue muy importante para el ciclismo español, que en ese entonces no tenía mucho reconocimiento internacional.
Además, Bernardo siempre destacó la figura de Fausto Coppi, el ciclista italiano que para él fue el mejor de todos, por su talento y versatilidad tanto en carretera como en pista.
Después de catorce años de carrera, Bernardo Ruiz decidió retirarse en 1958.
Su legado en el ciclismo español es enorme, pues fue el primero en lograr un podio en el Tour y abrió las puertas para que otros ciclistas españoles pudieran destacar en el ámbito internacional.
Por todo, Bernardo Ruiz fue un ciclista clave en la historia del ciclismo español, especialmente por su papel en el Tour de Francia, y su legado sigue muy vigente desde la expo que se le ha dedicado en su Orihuela natal.
Imagen: Córdoba Hoy
Ciclismo antiguo
DEP Emile Idée, el ganador de etapa del Tour de más edad
Fallecido a los 104 años, Emile Idée se hizo ciclista en plena Segunda Guerra Mundial
No hace mucho Federico Martín Bahamontes nos dejaba a los 95 años para dejar de ser el ganador de Tour vivo más viejo.
Estos días leemos que se ha ido Emile Idée, un exciclista francés de 104 años que con su etapa en el Tour de Francia a finales de la década de los 40, suponía el vínculo vivo más longevo con aquellos años de postguerra.
Como decimos, Emile Idée era el ciclista más veterano en ganar una etapa del Tour de Francia, y nos dejó a los 104 años en su casa, cerca de París.
Fue una figura destacada del ciclismo francés en los años 40, a pesar de que su carrera se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial.
Idée se convirtió en profesional en 1942 -en plena Segunda Guerra Mundial y los nazis ocupando Francia- y destacó como especialista en contrarreloj.
Ganó varios Campeonatos Nacionales y el desaparecido GP Nations, considerado en su época como el título no oficial de contrarreloj mundial.
Durante su carrera de 12 años, corrió para equipos como Alcyon-Dunlop, La Perle–Hutchinson y Peugeot-Dunlop. Además, compartió pelotón con leyendas francesas como Louison Bobet y corredores internacionales como Fausto Coppi y Briek Schotte.
Incluso quedó segundo en la París-Roubaix de 1948, detrás del belga Rik van Steenbergen.
Uno de sus mayores logros fue ganar cinco veces el Critérium Nacional, una de las carreras por etapas más prestigiosas de Francia. También fue el ciclista más longevo de la primera edición del Tour de Francia tras la guerra, en 1947.
El momento cumbre de su carrera llegó en 1949, cuando ganó la etapa 13 del Tour de Francia en un sprint final en Nimes. En una entrevista, Idée recordó haber intimidado a un rival italiano durante esa escapada, diciéndole: «Si intentas atacar, te doy una buena paliza«.
Aunque no se sabe si el italiano le tomó en serio, Idée demostró ser el más rápido y se llevó su única victoria en el Tour.
Se retiró en 1952 y luego abrió varias tiendas de bicicletas, viviendo el resto de su vida en Melun, cerca de París.
Emile Idée será recordado no solo como un gran ciclista, sino como un testimonio viviente de una era crucial del ciclismo.
Imagen: Journal L´Union
Ciclismo antiguo
DEP Pascal Hervé
Para mí, Pascal Hervé fue uno de los mejores ciclistas que sucumbieron en el derrumbe del equipo Festina
Imagen: Ciclismo a fondo
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