Primoz Roglic
El mundo nunca se acaba para Primoz Roglic
No entiendo cómo se puede criticar a Primoz Roglic
He leído de todo estos días sobre Primoz Roglic.
Nunca un ciclista ta frío en apariencia, la lejano en esencia ha podido tener la perspectiva de generar tanto y tan variado a su alrededor.
Nosotros nuestra postura nunca la hemos ocultado…
Este hombre está felicitando a demasiados que le levantan la camisa en el último momento, pero aún y así qué grande eres Primoz Roglic
????@BORAhansgrohe pic.twitter.com/nMkwVuHx25— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 14, 2021
La palabra admiración se nos queda pequeña cuando hablamos del esloveno, Primoz Roglic es uno de los ciclistas más importantes del pelotón, aterrizando, nunca mejor dicho, entre las estrellas en el ya lejano 2016, cuando rivalizó con Dumoulin por las cronos del Giro y no paró de crecer hasta lo que es hoy en día.
Podríamos decir que, a excepción de las figuras que se baten en Tirreno, Roglic es el perfecto competidor del ciclismo contemporáneo.
Poderoso al final y sólido en el desarrollo de las carreras, a veces bien rodeado y mejor gestionado, es un ciclista del que, a nuestro juicio, sólo se puede hablar bien.
Se la ha criticado por su afán de acumular palmarés, tres etapas del tirón y por que en la crono tuvo un par mejor que él, pero no se ha valorado que Roglic llegó a la París-Niza con el kilometraje de competición a cero y desde el mismo momento que se puso la carrera en marcha, Roglic ya estaba presto a competir.
Tampoco se dice que ha dominado cada metro de la carrera en plan rodillo, que en la primera llegada en alto, entre los viñedos del Beaujolais, voló a tres de meta, eso ahora mismo es lejos para este tipo de carreras, para este perfil de ciclista, y luego se dedicó a hacer grande el hueco abierto.
Si una cosa hay que admitirle es el encaje que tiene para los cada vez más frecuentes malos momentos que el ciclismo le propicia.
Roglic, como dijimos ayer, ha perdido tres carreras en Francia en el último momento.
Dauphiné y París-Niza las perdió por caídas, el Tour voló pues hubo un rival muy superior en el momento decisivo.
A ello se le añade que el siempre efectista, que no efectivo, Jumbo no le da la medida que necesita para acabar con los rivales que se le cruzan en el camino.
No valió la estrategia del Tour y no tuvo ruedas amigas en la persecución hacia el final de la París-Niza, aunque el cúmulo de caídas que Roglic se llevó en el epílogo de la carrera hacia el sol fue demasiado, incluso para él.
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Dice que corrió a full, a cara perro y persiguiendo con un hombro dislocado setenta kilómetros, pero lo hizo, consiguió enlazar y volvió a caerse.
Imaginaros que los segundillos que le quitó a Mader el día antes hubieran sido decisivos en la consecución final de la carrera…
No lo fueron por que el desastre fue mayúsculo, pero demuestran que en este ciclismo, como lo ha sido, yo creo toda la vida, no hay motivo para hacer amigos, no en la clave que muchos entienden de que si cazas a un escapado cerca de meta hay que dejarle ir, como Jalabert con Dietz en Sierra Nevada.
Aquello fue entonces, lo hizo Jalabert y quedó ahí, esto es otra circunstancia, otros protagonistas.
Roglic no perdonó a Mader, como a él no le perdonaron en la etapa final.
No hay más vuelta.
Imagen: © BORA – hansgrohe / Bettiniphoto
Primoz Roglic
Keys2024 Roglic apura las últimas cartas
Sin atadura alguna y un buen bloque alrederor, Roglic vuelve a la quiniela del Tour
No eran muchas las opciones para Primoz Roglic para volar de Jumbo, en pleno desengaño por el desenlace de la Vuelta, y entre ellas el Bora parecía una con toda la lógica.
Ya con los colores de su equipo, y no luciendo los de su exequipo, con casco y bicicleta de Bora, Primoz Roglic sabía que su gran ilusión, aquello que todos extrañamos en su palmarés, pasaba por no seguir en el Jumbo Visma.
Si ya era obvio que Vingegaard no iba a ceder el mando tras ganar el primer Tour, imaginaros una vez ha ganado el segundo.
El movimiento de Roglic es audaz, como él, sin miedo al cambio ni al riesgo que entraña, él que se hizo un nombre en otro deporte y tantas veces se ha caído y levantado.
Además este cambio contribuye a que tengamos uno de los mejores carteles que le recuerdo al Tour de Francia,
Si nos dejamos llevar por las sensaciones previas, convendremos que Roglic no parece al nivel de su excompañero Vingegaard ni tampoco de su compatriota Pogacar.
Esa es la primera lectura y en una carrera plana, en línea recta, sin matices ni giros, seguramente lo tendría perdido.
Pero ciclismo es complicado, la predicción no siempre funciona y en ocasiones la sorpresa se hace hueco.
Curiosamente Roglic cayó, en el sentido estricto de la palabra, antes de ganar las dos mejores vueltas de una semana de Francia, tanto Dauphiné como París-Niza.
Ya le conocemos, es como el Ave Fénix e igual que le llevó un tiempo recuperar sendos tronos, ahora conecta con el Tour de Fracia 2020 que perdió en el momento final.
Y es que como digo, el Tour no es lineal, ni predecible, aunque muchas veces el pronóstico se imponga.
Bora le va a dar todo para lo intente su líder esloveno, un ocho con Hindley, Vlasov y Dani Martínez y una estrategia que, en tiempos recientes, se ha destacado por ser audaz, atrevida y en ocasiones exitosa.
En el equipo verde se tramó el vuelvo del Marie Blanque, la explosión de Pogacar, situando medio equipo en la escapada y aupando a Hindley a un efímero liderato y aquí también se dibujó la mejor etapa del Giro 2022, la de Turín.
Para Roglic la dificultad forma parte del negocio y es el motor para que acabe sacando lo mejor.
Su camino al Tour está marcado, irá con hambre de carrera y competir, espero no se pegue uno de sus célebres tortazos y que llegue al 110% a Florencia sin pasar, habrá que esperar, por la Vuelta a Suiza.
Imagen: @BORAhansgrohe
Primoz Roglic
Top2023 Primoz Roglic es el conseguidor
La temporada de Roglic vuelve a rozar el excelente
Nn ns engañemos, Primoz Roglic, esloveno, querido a más no poder por la afición, para firmar la nota máxima necesita el Tour, la general del Tour.
Él lo sabe, nosotros lo intuimos, en la lista de eslovenos queridos en el mundo no creo que haya más queridos que él.
Quizá el portero del Atletico o Pogacar, poco más.
El año que viene Primoz Roglic irá a por el Tour, la injusticia histórica que se perpetró en La Planche des Belles Filles hace poco más de tres años.
Mientras él va haciendo, que no es poco.
Roglic lleva en el listado de los mejores del año en este mal anillado cuaderno hace cinco temporadas, no es baladí.
Su forma de hacer es como la de un rodillo, gana hasta cuando parece que no le pone interés.
Como en la Tirreno-Adriático que firma a base de pancartazos, para alimentar su inmerecida leyenda.
En Italia consiguió duplicar, pero luego en la Volta en la que nos deleita con Remco, que si ataco, que si te sigo, que si paro, se quedó a una puñetera general de tener todas las grandes de de una semana en su palmarés.
Sólo le falta Suiza, y al parecer será su preludio de su Tour el año que viene.
Si lo logra, en eso, se diferenciará con Tony Rominger.
Porque hasta la fecha sigue los pasos y los quehaceres del helvético, incluso hasta en el Giro, una carrera que en 2023 no ha sido la más bonita, pero que fue ganada de la forma más in extremis posible.
La pena fue que se lo hizo al mismo Geraint, a las puertas del final en Roma, pero esa cronoescalada tenía tanta miga que sólo Roglic pudo desentrañarla.
Cierto es que hubo emoción hasta el final, pero qué emoción, verle sobrepasado por la avería casi al final, y sobreponerse con la adrenalina rebosando para hacerse con un rosa que era inapelable.
En la Vuelta, ya sabemos, se impuso la lógica de equipo, que no sé si la real de carrera.
Que Roglic respetara el liderato de Sepp Kuss fue de justicia en la intrahistoria del Jumbo, aunque no sé si en la propia de la carrera.
El año que viene más, y sin necesidad de responder ante nadie, Roglic volará solo ¿volverá a este listado de tops del año?
Primoz Roglic
Roglic a Bora, lo deportivo y lo económico
Buenas perspectivas con la llegada de Roglic al Bora
La noticia que no es noticia, pues ya no era ni rumor, saltó a 24 horas de Lombardía: Roglic se va a Bora.
Movimiento audaz y ambicioso por todas las partes, movimiento con cierto halo romántico, Roglic no llega a Bora con una mano delante y otra detrás, pero está claro que su salto obedece a un objetivo deportivo y también económico, como bien me han indicado.
Aun así pasará a cobrar cerca del doble de lo que venía cobrando en Jumbo. Renuncia a estructura y potencial de bloque pero ha firmado un contratazo y el equipo es bastante sólido para auparle a su objetivo del Tour.
— Rubén ᅠ (@rubmonhor_85) October 6, 2023
Salir de Jumbo, de este Jumbo, hay que te tenerlos gordos, pero para retos el esloveno y su ambición infinita.
Cuando hace unas semanas dije que Roglic debía dejar Jumbo, recuerdo gente poniendo en valor la temporada del ciclista, dando a entender que Giro y Vuelta eran objetivos gordos e interesantes, pero cuando ya has ganado sendas carreras, y otras muchas, sólo te mueve la más importante, sólo el Tour de Francia.
Y éste es el principal motivo que empuja al que podemos considerar fichaje de la década, de lo que llevamos de década, uno de los miembros del big6, a ver qué sucede con Evenepoel, cambia de aires.
Cualquier opción que hubiera escogido Roglic habría sido aplaudida, pero la de Bora me parece acertada no, lo siguiente.
A diferencia de Movistar, con muchas carencias en la estructura, e Ineos, con una desinversión notoria, Bora es la ambición hecha equipo, un bloque está creciendo de forma continuada desde que virara sus objetivos a las vueltas pequeñas y grandes, desprendiéndose de Peter Sagan.
El ocho de Jumbo para el Tour lo sabemos de memoria, pero ojo entre lo que tienen que escoger los alemanes: Buchmann, Schachmann, Dani Martínez, Higuita, Uijtdebroeks, Vlasov, Kämna y Hindley.
Eso sólo de inicio, pues tienen una columna vertebral potente.
Está claro que habrá objetivos para todos, pero Roglic tomará la delantera en el Tour en lo que significa una descarga importante para corredores muy buenos pero que no parecen al nivel de los grandes nombres.
Tanto Hindley como Vlasov no son bazas para porfiar por la carrera más importante, mientras que el joven belga tiene tiempo para crecer.
Pero no sólo importa Bora por los activos y nombres que le pongan a Roglic, está también la mentalidad, un equipo que juega al ataque, que innova cuando muchos dicen que los grandes no dejan margen de movimiento.
Recordad la jornada en la que Hindley gana y se pone de amarillo este Tour, o el año pasado en Turín, en la mejor jornada del Giro 22.
Bora es ambición, es calidad y tiene fondo de armario, pero si su maillot es top, sólo le faltaba Roglic.
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
Primoz Roglic
Roglic ha empezado a ganar el Tour
Con la salida del Jumbo, el Tour gana a Roglic como favorito
Incluso antes de el tema de la fusión de escuadras, incluso antes de la Vuelta a España y su desenlace, tomando que Roglic estaba comprometido con Jumbo hasta dentro de dos años, tenía claro que cualquier ambición del esloveno en el Tour estaba por salir del Jumbo.
Las cosas en tres años han dado un giro copernicano que poco a poco han arrinconado las opciones del ciclista en la carrera que sin duda falta en ese palmarés.
Bueno, el Tour y un mundial serían las dos grandes piezas que echamos de menos en el palmarés de Roglic.
Porque el resto ya lo tiene, y algunas cosas de forma holgada, incluso hasta oro olímpico y monumento.
Llevaba tiempo comentando que Primoz Roglic debía dejar el Jumbo si quería finalmente cobrarse la deuda que el Tour tiene con él.
El crecimiento de Jonas Vingegaard ha sido tan monstruoso que este año ni siquiera ha necesitado de Primoz para ganar el Tour por aplastamiento.
La inclusión del Giro y Vuelta en el plan de Roglic ha facilitado las cosas en Jumbo de cara al Tour, pero estaba claro que Francia es su asignatura pendiente.
Y aquí no valen lideratos compartidos ni otras mandangas, si hay dos ciclistas que no pueden coliderar en el pelotón son los dos mejores del Tour 2021, 2022 y 2023
La confirmación de Roglic sobre su salida del equipo me ha gustado porque pone sobre el tapete otro favorito al Tour, de hecho lanza al ciclista que está ahora más cerca de Vingegaard y Pogacar en el Tour.
Sé que hay un salto entre los dos favoritos y Roglic pero yo a éste nunca lo descartaría para nada, sobretodo si centra su tiro en julio.
Roglic saber perfectamente lo que tiene que mover y sacrificar para estar cerca de ambos, es un gran estratega y del marcaje entre los dos cocos puede surgir su baza.
Fue clave en el primer Tour de Vingegaard y ahora puede jugar su opción sabedor que la vida le ha tratado mal en muchos frentes pero que siempre ha tenido segundas oportunidades que ha sabido aprovechar.
Mirad Dauphiné y París-Niza dos carreras francesas que, como el Tour, tenía en la mano, las perdió pero volvió para llevárselas a casa.
Roglic sabe que una buena parte de su éxito es resistir y estar siempre, presto y delante, por eso si no desiste, no lo descartéis ni para el Tour, una carrera que ha acabado, os recuerdo, en la vitrina de ciclistas com Carlos Sastre, Cadel Evans y Geraint Thomas cuando todo indicaba que nunca lo iban a ganar.
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Paco
15 de marzo, 2021 En 15:55
Creo que confundes dos cosas. En carrera estamos ante un auténtico genio que se pone un dorsal sin km de competición y destroza a todos. Mi opinión personal es que el tipo de ciclismo actual le beneficia: etapas cortas, puertos de pendientes imposibles y clasificaciones que se deciden por bonificaciones. Ahí brilla, y mucho.
Por el contrario, no sé si por su «culpa» o del equipo, no toma buenas decisiones a medio/largo plazo. Ha perdido un Tour en el último minuto por no aprovechar al equipo. Ha perdido un Giro por centrarse en Nibali y no en Carapaz (además del espectáculo del pis del director). Casi pierde dos Vueltas el último día, una por no estar bien colocado y caerse (le salvó la organización) y otra salvada por Movistar. Con un equipo y un director al que le tiemblan las piernas en determinados momentos (parece ve broma la frase de «esta París-Niza nos puede servir para aprender»… ¿es que todas las cagadas de antes no han servido?) no puedes perder posibles aliados en carrera (de hecho, la vuelta se la salvó Movistar por una deuda pendiente con Carapaz) con tonterías como la de Mader.
reo que fue a vosotros a quienes os lei que Indurain se cobró favores en Mende y que Manolo Saiz pagó el pato por querer acapararlo todo. Lo de Mader se paga, la gente es rencorosa y tiene memoria.
Eso sí, chapeau al tío, cuando pierde ni una excusa.