E-bike
Cicloturismo, mentiras y e-bikes
E-bikes en el cicloturismo, la última vuelta de tuerca
El otro día publicamos, en este mal anillado Cuaderno, una reflexión sobre el mal que está haciendo el espíritu competitivo entre amigos y colegas de una misma grupeta a la hora de salir ahí afuera a demostrar, sábado sí y domingo también, “lo fuertes que están” delante de sus compañeros de fatigas de fin de semana, a los que a muchos pueden considerar “rivales” por un día.
El texto, defendido por muchos y criticado por no tantos -los menos-, que no por ser minoritarios dejaron de ser, en su mayoría, bastante ácidos, habiendo tenido que leer lindezas del estilo: “eso es mentira”, “pura paja” e incluso que era “basura”.
Si es que no hay más ciego que el que no quiere ver.
Eso está claro.
En nuestra defensa, replicar que todo lo que escribimos, en este caso el que esto suscribe, está basado en hechos reales y para nada inventados, y que en ese pequeño artículo sólo intentamos mostrar algunos pocos ejemplos de algo que “está pasando” y no de ahora, sino de hace ya bastante tiempo.
Como os decimos, fueron mayoría los que nos dieron la razón, con cierto aire de amargura, de resignación e incluso de conformismo: “es lo que hay”, y muchos nos dejaron constancia por escrito de vivencias que sólo hacían que cargarnos de razón en los argumentos expuestos.
Comentarios como “es una pena que grupos numerosos de compañeros se hayan disuelto sólo por la pedantería de querer demostrar no sé qué a alguien”.
No se dan cuenta que todo esto tiene fecha de caducidad conforme vaya aumentando la edad y se vaya dejando de lado lo bonito que es formar parte de un grupo compartiendo momentos y experiencias, aunque esto implique sacrificar demostraciones de potencia… o exhibiciones de fuegos de artificio.
No sin razón, nos comentaban que salir todos juntos esperando a los colegas que se retrasan, almorzar unidos y volver de la misma manera, todos agrupados, es uno de los méritos más apreciados a la hora de formar parte de una colla.
Estamos todos de acuerdo ¿no?
Aunque haya habido gente que con sus despectivos comentarios haya echado por tierra cualquier posible argumento en defensa de este tipo de cicloturismo.
Porque… ¿somos cicloturistas, no?
Casualmente, un buen amigo, que me apoyó en esta crítica constructiva sobre el destructivo comportamiento de algunos que cuando salen con su club y se ponen el culote “no conocen ni a su padre”, hoy me envió un privado que os trasncribo literalmente porque verdaderamente es para reflexionar.
Y mucho.
Sólo os diré que Daniel, como así se llama, es un feliz joven jubilado de 70 años que disfruta de sus salidas en bici con sus amigos más próximos y que no es cojo a la hora de pedalear, pues efectúa sus tres o cuatro salidas a la semana (¡bendita jubilación!) junto a su inseparable grupeta.
Es un gran veterano que igual a más de uno podría hacerle sonrojar dándole un magistral ejemplo de lo que es andar en bici y comportarse como un caballero tanto encima como desmontado de ella.
Sobre la marcha que nos describe, explicando su frustrante experiencia, lógicamente obviaremos su nombre.
Sólo diremos que se trata de una “cicloturista” de apenas 90 kilómetros de recorrido y con unos 1200 metros de desnivel, una prueba asequible para mi estimado protagonista que se vio con ganas y fuerzas para presentarse en la línea de salida, junto a su otro inseparable joven amigo jubilado, con la única ilusión de disfrutar de una agradable jornada dominical sobre ruedas en buena compañía, practicando cicloturismo y contemplando los hermosos paisajes.
Porque de eso se trata ¿no? Vamos, el llamado (o mal llamado, según que casos) cicloturismo de toda la vida.
¿Seguimos estando todos de acuerdo?
En definitiva, os dejo con él, con lo que me ha explicado y lo que me ha transmitido con sus amargas palabras:
“Hola, Jordi. Este domingo asistí junto a un buen amigo a participar en la marcha cicloturista de los “Desahogados”, una prueba que me parecía asumible, pero he observado que de un tiempo a esta parte, la gente que ya tenemos una edad, nos es privativo de participar, pues los más jóvenes imprimen un ritmo demasiado fuerte y nos es imposible, claro está, el poder seguirles.
Esto a los organizadores parece importarles muy poco y no les preocupa demasiado.
En el caso que te explico, tanto mi compañero como yo nos quedamos solos a las primeras de cambios y sin ningún tipo de apoyo.
Ascendiendo el primer alto de la jornada ya teníamos al camión escoba detrás, preguntándonos si nos queríamos subir ya o bien nos dejaban ir haciendo bajo nuestra responsabilidad.
Sólo llevábamos 15 kilómetros de recorrido y nuestra media era de unos 18 km/h.
No quería alargar mucho más el tema, sólo quería que lo supieras y preguntarte si alguna vez os habéis replanteado hacer un estudio sobre el desarrollo de las cicloturistas que en los encabezados de los reglamentos la organización habla de ellas mismas como “salida NO competitiva” y después luego son nada más lejos de la realidad.
Para finalizar, otro tema: la gente que participa con bicis eléctricas. ¿Qué me dices? ¿Es justo o no?”.
Pues sí amigo Daniel, no es justo ni lo que os ha pasado ni que vaya gente a “disputar” estas marchas con bicis eléctricas dejando tirada a los que participan con bicicletas convencionales en la primera cuesta.
Tú me pides que haga de notario de esta realidad y yo con mucho gusto la transmito dándote toda la razón.
De las marchas “no competitivas”, que finalmente se convierten en “carreras encubiertas”, se han escrito -criticándolas- ríos de tinta.
No sé cómo va a acabar esto pero tiene mala solución y el debate sigue abierto, con sus defensores y detractores a partes iguales.
Soy globero, ¿y qué? Pequeñas historias que Jordi ha vivido en primera persona, antecedentes biográficos narrados con un estilo muy próximo y entrañable que hoy quiere compartir.
El tema de la e-bike ya es otra historia
Yo ya llevaba un buen tiempo barruntando en la posibilidad de qué puede pasar si te presentas en una de las grandes marchas internacionales, que ya todos conocemos, con una eléctrica, y ya no digo para ganar, pero sí para lucir oro todo el año y presumir con los amigos. Seguramente esto ya está pasando y a mí no me parece ético.
De hecho yo, por sistema y convicciones, soy purista de pro y no veo con buenos ojos la introducción de bicis eléctricas en las marchas.
Algunos pueden que digan, no sin razón, que es la única manera de que muchos puedan disfrutar de las cicloturistas que de otra manera no podrían.
Estaríamos hablando de gente con problemas físicos o de otro tipo. Vale.
Estamos de acuerdo, pero quizás sería bueno darles de comer a parte ¿no?
Siempre he pensado que este hecho, el de participar con motorcillos en las grandes pruebas, va a crear grandes conflictos en el futuro.
Al tiempo.
Por Jordi Escrihuela
Imagen tomada de Biboobikes
E-bike
Black Friday: La Ibiza Dogma 03 viene con el mantenimiento asegurado
La Ibiza Dogma 03 incluirá de regalo los productos de mantenimiento, cuidado y limpieza
Littium lanza una promoción especial de Black Friday que será difícil dejar escapar. Del 15 al 30 de noviembre, como decimos a compra del modelo Ibiza Dogma 03 incluirá de regalo los productos de mantenimiento, cuidado y limpieza con la bolsa para parrilla de Littium.
La oferta estará activa por tiempo limitado. Solo durante la segunda quincena de noviembre, la compra de una Ibiza Dogma 03, incluirá este regalazo totalmente gratis. Cuatro productos de la mejor calidad para el cuidado de bicicletas tanto eléctricas como tradicionales, junto a una bolsa para la parrilla totalmente versátil donde guardar toda una infinidad de cosas a la hora de moverse en bicicleta.
La marca de movilidad eléctrica Littium sacó al mercado su modelo Ibiza Dogma 03 el pasado verano y desde entonces, arrasa allí donde va. El modelo Ibiza es una bicicleta eléctrica diseñada y desarrollada para moverse por la ciudad como respuesta a la necesidad actual de una movilidad sostenible. Una ebike plegable de gran versatilidad y potencia que cuenta con las mejores prestaciones del mercado. Manejable, ágil y cómoda, Ibiza es perfecta para el ajetreo de la ciudad y la calma de las escapadas ocasionales a las afueras. Con los mejores acabados y accesorios, Ibiza es la bicicleta eléctrica plegable del futuro.
¿Qué incorpora la Ibiza Dogma 03?
Neumáticos Maxxis Grifter PRO 20” x 2.15: alta gama para un mayor agarre sobre cualquier superficie.
Asiento ergonómico Selle Royal modelo Viento: para una mayor comodidad y ventilación.
Luz LED trasera por carga solar integrada en asiento.
Luz LED delantera integrada en chasis (IP65).
Cargador de carga ultra rápida (3A): cargas en 3 horas la batería de 10.4A y en 4,5 horas la batería de 14A.
Cintas de agarre especiales que sujetan la ebike cuando está plegada.
Esta es una oportunidad única para conseguir los mejores productos de mantenimiento, cuidado y limpieza de forma gratuita. Los cuatro productos que constituyen el pack, aplican la nanotecnología más avanzada desarrollada para los circuitos de competición. Estos productos, además de biodegradables cumplen con creces las necesidades de los ciclistas más exigentes.
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E-bike
La Ibiza Titanium por la ciudad: una bicicleta eléctrica para toda la vida
La bicicleta eléctrica que nos presenta Littium combina sencillez y durabilidad
En la situación actual, la movilidad por la ciudad emerge como una de las grandes cuestiones y una bicicleta eléctrica crece como opción.
Moverse rápido y seguro, llegar a tiempo, sacar partido a la creciente infraestructura ciclista que las urbes están sembrando, poder utilizar otros medios de transporte…
Luego están las ciudades en sí, su configuración, si tienen o no cuestas, el clima también cuenta, pues algunos sudamos con pestañear.
Nosotros encontramos un buen aliado en la Littium Ibiza Titanium, una bicicleta eléctrica y plegable para ciudad, que cuando la recibes asusta, por su tamaño y peso, pero que, tomándole la medida, tienes la sensación de montar un caballo ganador.
El primer contacto engaña
Como decimos la primera impresión es de susto. Puede sonar fuerte, pero fue la percepción que nos vino a la mente, cuando una caja de grandes dimensiones aterriza en tu comedor. Una caja que miras asustado, pero que abres con ilusión de Día de Reyes, hasta comprobar que el despliegue y montaje de la bicicleta eléctrica son muy sencillos.
Todo viene perfectamente embalado, la batería presta a ser utilizada, bien cargada, un candado de alta seguridad, pues la bicicleta resulta golosa una vez la dejas en la calle, y diferentes elementos que vas completando, una vez tienes la máquina desplegada sobre su caballete. Familiarizarse con ella, sus partes, sus prestaciones es muy sencillo. El siguiente paso es probarla…
La experiencia en la calle
Salir a la calle con ella es experiencia gratificante. Sobre ella la sensación es de seguridad y alivio, no cabe otra explicación. Lo primero porque, en calzada, somos de calzada antes que de carril bici, te sientes integrado en la circulación. La máquina pesada que habíamos recibido en casa, ahora se convierte en un elemento ágil entre el tráfico, integrado y muy útil.
Obviamente el motor ayuda, sobre todo en la salida de los semáforos, la asistencia al pedaleado es inmediata y arrancas con facilidad. Ello sumado al desarrollo adecuado es una combinación ganadora cuando al circular por ciudad, no te atrancas, ni te sientes presa de miradas indiscretas que te ven en problemas. Arrancas sencillo, fácil y fluido, luego, en marcha, todo viene solo con el manejo de marchas y motor.
La máquina da seguridad, sientes que no vas sobre pies de barro, al fin y al cabo, circular en bicicleta por ciudad necesita un gran componente de confianza, no son pocas las veces que debes adelantar un coche parado, sortear, algún peatón incauto o irrumpir en carriles bici cuando la situación lo requiere.
Su suspensión mejorada quita presión sobre los brazos en baches inesperados y bordillos “asesinos” que seguro formarán parte de nuestro paisaje.
Y es ahí donde emerge esa sensación de alivio que decíamos antes, por que aprecias que la bicicleta responde, es útil y maniobrable, en marcha, pero también cuando te apeas de ella y procedes a caminar, por una acera o por el lobbie de un edificio. Plegada ocupa poco espacio y permite discreción, pero sobre todo evitarte quebraderos de cabeza para dejarla a resguardo. Un caballete central la sujeta perfectamente, una vez plegada.
Importante, muy importante, cuando la pleguéis cuidado con la batería, ésta se dispone en el tubo diagonal y conviene tenerla controlada para que nos caiga al suelo. Obviamente a nosotros nos pasó, no nos percatamos de una llave de seguridad que conviene tener controlada para que no tengáis sustos.
Gestión de la batería y elementos de la bicicleta
En el día a día, es importante tener presente que hablamos de una bicicleta con asistencia eléctrica al pedaleo, es decir, esa ayuda es para economizar fuerzas, pero no para fiarlo todo al “motorcillo”. Hay que tener cultura de ciclista, que te guste pedalear y sacar placer del mismo, por que así la batería nos dará la sensación de ser eterna al tiempo que quemamos calorías mientras disfrutamos de una perspectiva inédita de la ciudad.
Tras varias salidas, tomando la costumbre de tener la bicicleta como nuestra compañera por la ciudad, podremos entrar en el detalle de algunos de sus elementos y cómo estos influyen en nuestros trayectos.
Si los cambios Shimano Altus nos parecen una opción mejorable, destaca el sillín, un SR muy bueno y cómodo que no pasa factura por ante un uso reiterado. Ya sabemos lo que sufren algunos de posaderas y cómo despotrican de la bicicleta cuando la usan dos días seguidos. A esa sensación de confort contribuyen también las dos ruedas, pequeñas y seguras, neumáticos Maxxis, muy seguras y estables. Ideales para aguantar los no pocos golpes que les deparará la gran ciudad.
Un detallazo es el portabultos, acabado en madera, elegante y con buena imagen y capacidad de carga, o mismo que las luces, perfectamente integradas. Importante la trasera, parpadeante, muy visible para ir por la ciudad perfectamente identificado por los coches.
En el manillar los elementos están al alcance durante el pedaleo. Quizá la potencia necesitaría dos o tres tallas, pues vemos que es fija. La pantalla, por su parte, contiene la información necesaria, datos de velocidad y kilómetros realizados, aunque para nuestro gusto, un poco pequeña, sobre todo la franja donde se refleja el trabajo del motorcillo, a veces, según dé el reflejo no se sencillo verlo en marcha.
El mantenimiento
En la elección de la máquina el mantenimiento, si el uso va a ser reiterado, es una clave a manejar. La profusión de cables, sobre todo el trasero, es un factor a tener en cuenta, pero también la robustez de los materiales y elementos que os hemos detallado. Su mantenimiento no debería ser problemático. Hablamos de una bicicleta concebida para durar y dar muchos servicios.
En todo caso Littium dispone de una oferta de 44,90 euros en la que se incluyen cuatro productos de mantenimiento biodegradables, ideales para E Bikes. Hablamos de un Total Cleaner para tener la bicicleta limpia, un “Full protection” que mantendrá la máquina ajena a todo tipo de humedades y fricciones que perjudiquen las conexiones y cables, el desengrasante y un lubricador optimizado hasta un 90% más que el resto que tiene por objetivo sacar mayor partido de los vatios y alargar la vida de la batería.
A favor
Sencilla de montar y primer uso
Manejo rápido y seguro por la ciudad
Concebida para durar, buenos elementos y mantenimiento sencillo si se que cuida bien
En contra
Excesivo peso
Necesidad de un buen espacio en casa para guardarla con desahogo
Pantalla muy pequeña, resulta complicado ver la velocidad a la que asiste el motor eléctrico
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Ciclistas
¿Cuál sería la mejor versión de George Bennett?
El rendimiento irregular de George Bennett tiene una explicación
De entre la maraña de grandes ciclistas que el Jumbo Visma ha armado para el año 2020, George Bennett sería algo así como el comodín.
Neozelandés, con una clase sobre la bicicleta que le hace distinguible de lejos, siempre esperamos un poco más de él, un salto de calidad que no llega, no en la medida que esperamos, aunque siempre merodee las plazas de vanguardia.
Que su talento quede patente donde toma parte, que haya logrado acabar octavo en un Giro de Italia no es para tomarlo a la ligera.
El tramo final de esa carrera fuer durísimo, ese fin de semana, con el «Landis» de Chris Froome, las reventadas de corredores como Pinot o Pozzovivo, una sensación de fatiga extrema en la que Bennett no se ahogó.
Este año George Bennett estuvo en Tour y Vuelta: ha sido uno de los peones que ha marcado el salto de calidad del Jumbo Visma que ha tenido un corredor en cada podio de una grande.
En España ha sido una de las grandes ayudas de Roglic, mientras que California, la carrera que entra en un paréntesis, logró el mejor resultado del año: cuarto.
Y ahí acabó todo en el capítulo personal.
Esta semana leemos que uno de los motivos de su rendimiento capado, un fuerte color en el pecho cada vez que pone el motor a tope.
Y para ello ha pasado por quirófano para quitarse tres costillas, como suena, que le causaban ese pinchazo en los momentos de máximo esfuerzo.
La historia es curiosa, desde luego una de esas intimidades que no sabemos cuando miramos la carrera por la televisión con ojo crítico y expectativas sin saber qué pasa.
George Bennett no lo tiene sencillo, su equipo le necesita a full y en su jerarquía crecen corredores que sobre el papel estaban un peldaño por debajo, tipo Sep Kuss.
Le queda remar, incluso con tres costillas menos…
E-bike
¿Y si vuestr@ compañer@ de fatigas se comprara una e-Bike?
Con una e-bike te puedes plantear rutas más largas y compañeros de fatigas que no imaginarías tener
Pues eso… ¿cómo os lo tomaríais?
Sí, hombre, que vuestro/a cuñado/a, o pariente, se comprara una bicicleta eléctrica, o vuestro/a mejor amigo/a, compañero/a de club y de fatigas, de muchas salidas y de muchos kilómetros juntos encima de la bici.
De muchos sudores, esfuerzos y sueños compartidos.
Y con la de piques que habéis tenido juntos ¿verdad?
¿Qué haríais vosotros?
¿Os compraríais una también para estar a su «altura» en los puertos?
¿Dejaríais de salir con él?
¿Le diríais que con vosotros no cuente?
¿Os enfadaría o molestaría?
¿O podríais pensar que es igual, que como estáis más fuertes que él -o ella- le vais a seguir dando cera en las subidas?
Aunque la verdad es que esto último parece poco probable.
Por este motivo, hemos querido pulsar la opinión de muchos ciclistas, o cicloturistas de este país para comprobar, de primera mano, cuál sería la reacción ante un hecho así, en el que seguramente, al principio, quedaríamos bastante perplejos y sin poco margen de maniobra porque, evidentemente, la sorpresa sería mayúscula.
Lo que viene a continuación es un resumen de las respuestas vertidas por los miembros de un reconocido foro de ciclismo.
¿Preparamos palomitas?
Hay de todo.
Respuestas chocantes, divertidas, locas, delirantes, agresivas, serias y hasta razonables.
Hay algunos que piensan que este hecho no les afectaría demasiado, que les daría igual si no hace el “mónguer” por llevar motor y que mientras no tense el ritmo hasta que se haga insoportable, y se le pudiera seguir, no tendrían problemas, la verdad.
Aunque esto no es para nada fácil y no siempre el que lleva la e-Bike se comporta de manera cívica.
Hubo alguien que explicó su amarga experiencia con su compañero de salidas de siempre:
“Cuando íbamos con la flaca subiendo algún puerto yo lo ascendía a 15-16 km/h y él lo subía a 12-13 km/h, pero yo me adaptaba para ir juntos y charlando, porque a mí no me molestaba para nada ir a su ritmo, ya que yo salgo a pasear y pasarlo bien. Pero esto se acabó cuando pilló la eBike. Las siguientes salidas cambiaron por completo y era él quien se ponía a subir nada menos que a 25 km/h. Yo intentaba seguirle a 18-19 km hasta que no podía más y reventaba. Por eso ya llevo dos años que ni salgo con él ni quiero verlo ni tomando una caña. Esto es un claro ejemplo de lo que pasa cuando el que tiene la eléctrica cambia su forma de ir en bici cuando va con su gente”.
No puede tener más razón, ¿cierto?
Otros medio en broma, medio en serio, no aceptarían de buen grado el cambio de prestaciones de la bici de su compañero de fatigas: “le partiría la cara”, “yo le dejaría de hablar”, “le quitaría la batería”, “le pincharía las ruedas” o un divertido “le diría a su mujer lo que de verdad le ha costado la e-Bike”.
Realmente, muchos, argumentaban que dejarían de salir en bici con él… o con ella:
“Le diría que, ya que vamos a comenzar a practicar deportes distintos, se buscara a otro compañero de rutas”.
Eso, o a partir de ese momento solo se iban a hacer rutas llanas para llevarle siempre por encima de los 25 km/h, sin ningún puerto y con más de 100 kilómetros de distancia, para dejarle sin batería y rematarle con alguna ascensión, para que en la subida tuviera que apechugar con los 13 kg de peso de la bici (“por verle la cara arrastrando el puerto bien merecería la pena”).
Ya lo veis, todo un manual de buenas intenciones sobre la bicicleta.
Belador Aero Hybrid by Berria, donde el ciclista que eres quiera llevarte
Los más resignados se lo toman con más filosofía: “pues nada, así me serviría para hacer un tras moto”, “así me pondría más fuerte al seguirlo” o “que a su amigo le tocaría esperar arribar en los puertos” o que “me compraría una cuerda para engancharme a él en las subidas” y que “se echarían las mismas risas de siempre, por supuesto”.
Y es que, como siempre, el asunto estaría en la mentalidad de la persona y no en la bici que tuviera, está claro.
Incluso algunos explicaban que ya estaban viviendo esta “experiencia” y que habían llegado ya a pequeños acuerdos, como el que explicaba que sale con su hermano que tiene una bici eléctrica:
“nos ponemos de acuerdo en la ruta y es necesario llegar a un compromiso porque la batalla es imposible, a no ser que seas un verdadero máquina, que no es mi caso. Él me espera todo el rato y lo asumimos. Nos aguantamos porque somos hermanos y porque yo con otro no saldría a andar en bici si llevara eBike. No me importa esperar a la gente, pero sí me molesta que me esperen a mí”.
Otros han contado como la grupeta se ha ido transformando durante este último año:
“de mi grupeta de los domingos, de 12 integrantes que somos, 8 ya van con eBikes. Sólo quedamos cuatro “atmosféricos”, “pulmonares” o “mortales”, como ellos mismos nos llaman. Yo siempre les digo que antes acabarán sus baterías que conmigo, pero es evidente que siempre nos tienen que esperar en las subidas, pero para eso somos amigos y prefiero que vayan así a que dejen de salir con nosotros”.
Para ellos, a pesar de esto, es la grupeta dominguera, la de las risas y los almuerzos. Y eso es algo sagrado, intocable y que si quieren entrenar ya tienen el resto de la semana.
Pero no todos piensan lo mismo y creen que la introducción de bicis eléctricas están rompiendo más de una grupeta.
Los más extremistas y pesimistas recalcitrantes se preguntan: ¿y qué más da?
Creen que es el futuro de este deporte y que al final todos vamos a acabar con una gravel aero gran fondo con frenos de disco y motor.
No le faltan razón y si no al tiempo.
Por otro lado, los más optimistas se felicitan de no tener a nadie cerca, de los que salen en bici juntos habitualmente, que piensen en comprarse una en un futuro próximo.
Eso, de momento, claro.
También hay amigos que animan a otros a comprarse una de éstas.
Sí, sí, como lo leéis. ¿Por qué?
Pues porque a lo mejor por problemas de salud o por motivos laborales no disponen de tiempo para entrenar.
De esta forma, si se hacen con una bicicleta con asistencia al pedaleo (que es su nombre correcto) pueden seguir saliendo todos juntos los fines de semana.
Por eso dicen que les apoyan para que se las compren y así, además, los más fuertes y rápidos (“los gallos”) tienen con quién medirse y ponerse a prueba.
Son los más chulos: “para eso los quiero, para que me puedan seguir”.
Y no faltan las carcajadas, claro.
Los hay que perdonarían la “afrenta” de llevar al lado a alguien con una bici eléctrica si no le se ocurriera el pecado capital de “registrar sus rutas en Strava como una bicicleta convencional”.
Eso, no lo perdona nadie.
Está clarísimo.
Porque cuentan que hay algunos con e-Bikes, en según que zonas, que tienen varios segmentos reventados y esto pone al personal de muy mala leche.
Si es que tontos los hay en todos sitios.
Para finalizar, nos gustaría quedarnos con la respuesta más sensata que leímos de entre más de 50 comentarios:
“Se la pediría y así podría opinar, habiéndola probado antes”
¿Vosotros cómo lo veríais?
Disculpad si a alguno le supone un dilema sentimental o emocional.
Imagen de la marcha cicloturista © Sea Otter
Agradecimientos a ForoMTB.com
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Turismo ciclista en una Gran Canaria sostenible
Javier Machin Palacios
14 de octubre, 2018 En 15:14
Suscribo todo lo escrito en cuanto a las grupetas y a las marchas. Cuando corría en aficionados y salía con mis amigos, q no entrenaban igual q yo, siempre intentaba ir a su paso y disfrutar con ellos. Ahora parece q lo que se lleva es ir a tope hasta q te quedes solo. En fin. De las marchas, gracias a la nueva normativa, las organizaciones se van a tener que preocuparse todos.
Y de las ebikes, está muy sencillo. Solo hay q registrase como ebikes y punto. La pregunta, seremos tan honestos como para hacerlo?
Miguel Angel Corbella Carmona
16 de octubre, 2018 En 1:30
Suscribo todo lo dicho, es mas yo me declaro cicloturista en el primigenio sentido de esa palabra compuesta que mezcla dos conceptos, turismo y bicicleta, yo hago turismo a pedales, no me he apuntado a ninguna de estas marchas cicloturistas mi lo hare jamas porque no hacen justicia a este concepto, porque para nada me interesa la competicion, a mis 42 años, ya he ganado todos los premios que tenia que tenia que ganar, que son ninguno, no me interesan, me interesa el compañerismo y compadreo con mi grupo me interesa salir en bici y parar a hacer fotos, me interesa hacer kilometros sin echar el corazon por la boca y
omo me dijo una vez un cicloalforjero entrañable me gusta y me fascina el cicloturismo pausado, ese cicloturismo en el que se pedalea a la velocidad de laz mariposas, lo suficientemente rapido como para mantener el equilibrio en lo alto de la bici, y lo suficientemente lento para disfrutar de todo lo que me ofre el entorno, olores, sensaciones, por supuesto que subo puertos, difrutando de ellos y los bajo incluso frenando y disfrutando de a brisa que reconforta y recupera del esfuerzo de la subida anterior,y en este cicloturismo, tiene cabida todos las bicicletas ebikes, montaña,gravel y/o carretera, porque realmente digo y repito, realmente no se compite, no hay inscripciones ni categorias ni tiempos ni clasificaciones, y no tengo que medirme con nadie, solo me interesa mantenerme en forma para disfrutar del turismo a pedales
Mikel
15 de marzo, 2020 En 0:07
Muy buen articulo, totalmente de acuerdo. El puro cicloturismo deja de serlo cuando entra el dinero y los intereses de por medio.
Pablo
5 de agosto, 2021 En 9:13
Estoy de acuerdo que en una marcha cicloturista con e-bike sean todas iguales, que estemos apartados, a mi eso me da igual, sabes porque? Porque con 43 años que tengo y 1 año jubilado, si no voy con e-bike, me sería imposible ir en bicicleta, este año me e apuntado a la de Contador por el simple echo de demostrarme a mi mismo que puedo seguir adelante con mi enfermedad, la empecé la marcha de Contador hace 2 años y me fue imposible terminarla por los grandes dolores de espalda, 4 meses después estaba operado y mis dos bicicletas de carretera (normales) a la venta, así que para mi, la e-bike me a salvado la vida, ya que sin mi bicicleta estaría perdido porque caminar tampoco puedo, creo que todos tenemos nuestras historias, la mía es por salud, así que cuando paso a alguien por ejemplo subiendo, me duele en el alma porque se que piensan y me lo dicen chillando que hago trampas, y eso en mi caso no es así, me cambiaría por ellos sin dudarlo.
Lola
21 de mayo, 2024 En 12:28
En una marcha cicloturista no se compite, con lo cual uno puede ir como quiera y pasarlo bien que de eso se trata
Yo monto en bici desde los 25 años y hoy tengo 60 , tengo ostoporosis en la columna y ya dejé de competí, pero compre una ebike para hacer cicloturista, ya que mi vida sin bici , como que no puedo vivir si ella
Aún así me esfuerzo como si no fuese eléctrica, en llano , en subidas cortas y en subidas largas voy en eco, sigo esforzándome, pero cuando tengo dolor de espalda, tiro de motor, por eso solo hago cicloturista y no ciclodeportivas
Creo que hay diferencias