Opinión ciclista
Ciclistas y conductores, no queda otra que entenderse
Si no hay convivencia entre ciclistas y conductores, pierden los primeros
Al calor del asesinato de dos ciclistas en Castellbisbal, recuerdo con espanto, sí, espanto, ciertas trifulcas que se montan entre ciclistas y conductores en las redes sociales.
Que lo escrito hable por cierta gentuza.
Nunca desearía algo así ni a i peor enemigo, cuanto si más a personas que lo único que hacen es pasar el rato y hacer deporte por la carreteras pic.twitter.com/8Ju01v0qUe— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) August 2, 2022
Todo esto es vergonzoso, un espejo de nuestra sociedad, tan airada en el teclado como incapaz de resolver muchos problemas sobre el terreno, argumentando y siendo civilizados.
¿Por qué no se ponen coto a esto de una vez?
Es brutal leer ciertos comentarios, en ambas direcciones, tengo que decir, con pesar además, pues no tengo, ni creo que tenga en breve carnet, y sí salgo en bicicleta.
Leo comentarios de otros ciclistas que me avergüenzan, no por lo que piensen terceros al leerlos, y sí por que parece que las carreteras sean una jungla, cuando la realidad dibuja un estado de convivencia mucho mejor de lo que leo en no pocos sitios y lo digo nada más saber de la tragedia de Castellbisbal.
Hijos de puta al volante siempre ha habido, los mismos que poco menos reclaman puntos en el Grand Theft Auto por atropellar un ciclista, pero chicas, chicos, seamos sensatos, ¿saldríamos a la carretera si la jungla que algunos describen fuera tan cierta y fiel a cómo lo cuentan?
Quiero creer que la misma sociedad que camina por la calle, va en metro al trabajo y compra el pan, la que no te mira mal, ni te desea nada malo, es la misma que coge su coche y va a los sitios.
De hecho no pocos ciclistas usan su coche y se desplazan en él, porque la vida te pone a cada momento a un lado y otro de la línea.
El caso del atropello ayer en Castellbisbal ha causado tremendo estupor. No debemos perder la perspectiva: el número de ciclistas en las carreteras ha aumentado en los últimos años y las cifras de siniestralidad han bajado. Montar por las carreteras españolas no es peligroso.
— Sergio Palomar (@serpal_) August 22, 2022
En las carreteras hay, como decimos, desaprensivos que no quisieran ni cruzarse otros conductores, pero también existe una amplia mayoría de bondad y respeto para quien va en bicicleta.
Seguro que más de uno dirá que sólo faltaba, pero ojo, cuidado con lo que se pone en las redes, pues a veces se dibuja un cuadro en el que sólo faltan cuchillos volando.
El ciclista, como parte débil de esta relación, es el primer interesado en llevarse bien con los coches.
En esa relación, no sólo entran los mínimos estándares de educación, también ser agradecido con quien te ha guardado la distancia y te ha adelantado cuando debía, o con quien te cede el paso -en Bélgica es brutal esto último-.
No cuesta nada y mejora una imagen que, hay que ser autocríticos, no es la mejor.
Mis condolencias para la familia, amigos y compañeros de ruta de los dos cilcistas muertos hoy en Castellbisbal.
Decir cosas en caliente no ayuda ni conduce a nada, pero a nadie se le escapa que esto no puede seguir así.— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) August 21, 2022
Cuando atropellaron a Valverde durante el primer fin de semana del Tour, pregunté si los ciclistas éramos conscientes de la opinión que se tenía de muchos de nosotros en la sociedad: nos saltamos semáforos en rojo, vamos en paralelo complicando el tráfico cuando quizá no es necesario, nos calentamos con facilidad…
Son cositas que yo mismo hago, y otras más, que hablan mal de nuestro colectivo, y que cambiar no debería ser tan complicado.
Cultivar una buena sintonía en la carretera es fundamental para llegar de una pieza a casa muchas veces, incluso en esta sociedad que incluye todo tipo de negligentes, desde auténticos salvajes a quienes van mirando el móvil medio empanados.
Si no somos capaces de ver nuestros errores y asumir nuestras obligaciones, poco podremos señalar con el dedo a los conductores que no nos respetan en la entrada de las rotondas y abren la puerta del coche sin mirar si viene un ciclista.
Y que conste, todo esto que hablamos es en circunstancias normales, lo que pasó en Castelbisbal, insisto, es un asesinato: un HDP que pasa al carril contrario, propicia un atropello múltiple y no se para.
Pero hay una mayoría de conductores con la que merece la pena tratar, nos va la vida en ello, no lo olvidéis.
Imagen: Todo Circuito
Opinión ciclista
Grandes vueltas: ¿Quién es el mejor de la historia?
También en grandes vueltas, nadie se puede medir a Eddy Merckx
Las grandes vueltas son al ciclismo lo que los contrafuertes a una catedral.
Podrán gustar más o menos que las grandes clásicas, ciclismo de un sorbo, cargado como un buen café, pero en las tres semanas de un Tour o Giro o Vuelta salen a flote las miserias y excelencias de los ciclistas.
Nosotros somos más de clásicas, ciertamente, pero el fuego lento también le sienta bien a este deporte.
Hemos visto este listado, este top ten en Facebook y no nos hemos podido resistir a opinar, un poquito sólo, sobre los grandes de siempre en esta historia de tres semanas y mil aventuras.
Y vemos que el primero, como en casi todo, porque superarle se antoja imposible en un largo tiempo es Eddy Merckx, el corredor que resume su carrera diciendo que lo ganó todo, todo lo importante, salvo la París-Tours.
Eddy Merckx instauró una especie de yugo sobre el ciclismo que conoció que no tuvo muchos más nombres salvo el suyo desde finales de los sesenta a mediatos de los setenta.
El control de Merckx fue tal que en esa lista sólo sale un contemporáneo suyo, el escurridizo Felice Gimondi, protagonista en aquella jornada de Pra-Loup que cantó el ocaso del belga.
Gimondi fue, como Alberto Contador, un ciclista que explotó pronto.
Pero se le cruzó Merckx, como a otros tantos.
A Alberto Contador se le cruzó Chris Froome, a quien pudo ganar netamente una vez, en la Vuelta del 2014.
Alberto Contador en este listado podría haber estado más arriba.
Pero…
Sin embargo, no se puede obviar ese legado de siete grandes vueltas, siendo además uno de los pocos con las tres.
La lista también contempla a Miguel Indurain: si esto fuera un medallero olímpico, el Tour sería la medalla de oro y eso le pone a la estela de los más grandes.
Es curioso porque el desempate de Merckx e Hinault lo provoca la Vuelta que el belga ganó.
El tejón sigue siendo, más de treinta años después, el último campeón de la vieja escuela, aunque Tadej Pogacar se ha empeñado en seguirle, con cantidad y calidad de éxitos.
Ambos son ciclistas que atacan de amarillo, rosa o lo que fuera, que amasan triunfos de etapa, que abren distancias de diez minutos sobre los rivales.
Miguel Indurain fue otra cosa, como Jacques Anquetil, un poder contenido, medido en la habilidad contra el reloj.
Luego están los italianos, auténticos pioneros.
Belle époque, inaugurada por Alfredo Binda, ciclista que recibía primas por no tomar parte en las carreras y abrir el pronóstico.
Fausto Coppi y Gino Bartali, cuya rivalidad despierta aún emociones.
¿El mejor de la historia?
Cada uno tuvo lo suyo: su tiempo, sus rivales, sus recorridos.
Medirlos en igualdad es imposible.
Si por algo hemos de fiarnos, más allá de los sentimientos que despertaron esos triunfos, es de la estadística.
Y ésta es inapelable: Eddy Merckx
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
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Jose Maria
22 de agosto, 2022 En 20:42
Jose Maria, que no lo conocia de nada, tenia mi edad, teniamos la misma afición, se llamaba como yo y ha pasado lo mismos miedos en a carretera como yo, me veo como si fuera él y encima ver los comentarios contra los ciclistas.
Un abrazo, nos veremos en el cielo
Iban Vega
22 de agosto, 2022 En 20:54
es horrible lo que ha pasado
Fernando Soiras Camino
23 de agosto, 2022 En 1:44
Estupendo artículo cargado de razón. Soy ciclista desde hace más de 30 años y cuando me llegan articulos de este tipo siempre digo que la solución no es nada fácil. Creo que hay mucha necesidad de una buena educacion vial a todos/as, ciclistas y conductores. Un ciclista de verdad no es el que sabe solo pedalear, creo que para que se nos respete, además hay que respetar. Vaya desde aquí un fuerte abrazo a la familia y amigos de los ciclistas atropellados en Castellbisbal y mi más enorme sentimiento de rechazo a ese conductor que no paro a socórrer a nadie.
Iban Vega
23 de agosto, 2022 En 9:42
muchas gracias