Opinión ciclista
Vallter 2000, el rincón de Xavi Tondo
Los cicloturistas tenemos que estar muy agradecidos a los esquiadores, tan aficionados como nosotros a la alta montaña, que han hecho posible que se hayan asfaltado pistas dirección a las estaciones de esquí, dejándonos para nosotros, los ciclistas, carreteras que salen disparadas hacia el cielo, para nuestro disfrute y, todo hay que decirlo, dulce sufrimiento. Altos de montaña que son territorio blanco en invierno pero que durante el resto del año quedan ahí, como retos para cualquier cicloturista caza-puertos que se precie de serlo.
La apertura de la estación de esquí de Vallter 2000 en los años setenta hizo que se acondicionara el viejo camino de ascenso de la trashumancia por el valle del Ter, rodeado de pastos y bosques. Una carretera de ida y vuelta a la estación, en 12 duros kilómetros de ascensión, que nos dejaba en un paraíso de alta montaña, en pleno Pirineo catalán, muy cerca de la frontera con Francia y cuyo paisaje no tiene que envidiar en nada al de los Alpes. Todo un coloso situado a 2145 m de altura donde nos sentiremos tocando el cielo con las manos. Estamos en el techo asfaltado de Catalunya, rodeados de hermosas montañas que forman el bello circo de Ulldeter, donde nace el río Ter (“ull”, ojos del Ter).
En esta cima, en el año 1909 y promovido por Cèsar August Torras, uno de los pioneros del excursionismo catalán y autor de la primera guía de “El Pirineu Català”, se construyó el primer refugio de montaña de España, destruido durante la Guerra Civil, aunque en 1959 se abrió uno nuevo que aún sigue siendo referencia de excursionistas y escaladores.
Camprodón, punto de partida .
Iniciamos nuestra escalada en esta bella Vila del Ripollés gironí, situada a 955 m de altura, reseteando nuestro GPS en la empedrada calle junto al medieval Puente Nuevo, que lo era en el siglo XIII, por supuesto. Pedaleando por sus calles rodeados de tiendas que venden las famosas galletas de Camprodón o de escaparates mostrando deliciosos embutidos de la zona, iremos saliendo de tan señorial villa para casi sin darnos cuenta pasar por la iglesia de Llanars, municipio vecino al que está prácticamente unida.
En unos cómodos 11 km de ligero ascenso llegaremos en seguida a Setcases, situado a 1270 m de altura, con lo que habremos superado algo más de 300 m de desnivel de falso llano. En la población de las “siete casas”, aunque ha crecido bastante más de lo que su nombre indica gracias al turismo deportivo pirenaico, iniciaremos la ascensión propiamente dicha, doce exigentes kilómetros de escalada, con una pendiente media del 7% en los que salvaremos un desnivel de casi 900 metros. Lo peor, sus largas y empinadas rectas de inicio del puerto. Lo mejor, algún descanso llegando a la altura del aparcamiento de la estación de esquí, dejando el valle atrás y adentrándonos ya en el circo de Ulldeter, remontando sus divertidos, y ya no tan duros, últimos 2 km de paellas y revueltas, dejándonos en la misma raya con Francia.
Ninguneado por la Vuelta a España
¿Cómo? ¿Que un puerto de categoría como Vallter nunca se ha ascendido en la ronda española? Pues sí, este puerto está inédito aún en la Vuelta y está pidiendo a gritos, o mejor dicho, lo estamos haciendo nosotros, los aficionados, que por fin algún día sea reconocido como final de etapa en una gran vuelta, ya que lo tiene todo para triunfar: dureza, longitud, altura, belleza, curvas, contra curvas y 100 x 100 pirenaico. Todo un puerto Tour. Los organizadores de la Vuelta sólo tienen que darse un paseo hasta aquí y comprobar el espectáculo que se esconde en sus rampas, como sí lo hicieron hace 26 años los amigos de la U.C. Sants que nos dieron a conocer esta subida a los aficionados para celebrar el 75 aniversario de la Volta a Catalunya (1911-1986), la ronda por etapas catalana por excelencia. Peirató, su entusiasta presidente, nos presentaba la edición de aquel año como la “más alta” (Vallter 2000), la “más larga” (9 etapas) y la “más lejana” (salida en l’Alguer, Cerdeña).
13 de septiembre de 1986. Se disputa la etapa reina de la Volta entre Solsona y Vallter 2000, con 171 km de recorrido. Como curiosidad, el techo de aquella edición no lo catalogan como “fuera categoría” sino como Súper 1ª. En sus rampas disfrutamos de la victoria de un sprinter: el alavés Juan Fernández del “Zor”, que iba escapado junto a Carlos Hernández y Mottet, atacando a 3 km para meta y marchándose en solitario para alcanzar la gloria a más de dos mil metros de altitud. Tuvo mucho mérito lo que hizo Juan Fernández aquel día ya que, detrás de él, en su persecución, había nombres ilustres como Kelly, Lejarreta, Perico, Pino y Anselmo Fuerte, que se convirtió en nuevo líder completando el festival “Zor” en Vallter 2000.
Aunque la Vuelta nunca haya venido por aquí, no por eso nos hemos privado de ver a las grandes figuras del pelotón internacional peleando en sus duras cuestas ya que, de nuevo en el año 1992, la prueba por etapas catalanas repetía, llevando a los corredores desde el nivel del mar (Platja d’Aro) hasta los 2140 m de altitud, en una etapa reina de 154 km afrontando una exigente subida que “convertiría las piernas de los corredores en mármol” (David Llorens). Era la 6ª etapa en aquel 14 de septiembre del 92 y a pesar de celebrarse en tan tardías fechas, la Volta tenía el suficiente gancho como para atraer a los mejores ciclistas del momento, y aquel año pudimos disfrutar de la presencia de Indurain, Rominger, Bugno, Alcalá, Breukink, Fondriest, Kelly, Mottet, Mauri, Cubino, Etxabe y Perico. Un cartel de lujo.
En Vallter 2000 ganó el suizo Rominger que “sabía que, como mucho, solo ganaría la etapa”, distanciando en 5”, dejando en sus últimos metros a sus compañeros de escapada, a Miguel Indurain y un emergente Antonio Martín. El navarro se hizo con el liderato y ganó su tercera ronda catalana.
La sonrisa de Xavi
En 2011 los amigos de Xavi Tondo organizaron una marcha cicloturista en su homenaje, con la ascensión final a Vallter 2000, donde el ciclista catalán se preparaba para las grandes vueltas. Aquel día fue muy triste y lloraron hasta las nubes. Yo no pude participar pero me lo contaron. Fue una jornada épica. Al año siguiente, en la 2ª edición de la 100 x 100 Tondo, pude asistir para reunirme junto a otros casi mil cicloturistas en Sant Joan de les Fonts para rendir homenaje a Xavi. Era la primera vez que lo ascendía y lo hacía sin temor.
No guardé nada durante la marcha y nos presentamos en Setcases a una media cercana a los 28 km/h. Pero en sus primeros kilómetros lo pasé muy mal. El tío del mazo me había dado fuerte en el inicio de la ascensión. No respeté lo suficiente Vallter y lo pagué caro. Es un puerto llevadero, pero si te cebas te puede reventar. Habíamos volado a fuerte ritmo desde Camprodón y cuando empezaron sus duras rampas vi que no iba. Algo me empujaba a seguir, notaba el aliento de alguien que me invitaba a continuar. Superé este primer tramo terrible y pude recuperar un poco y coger un buen ritmo, antes de afrontar las paellas finales disfrutando, ahora sí, de las revueltas y el paisaje. Llegué arriba, contento y rodeado de cientos de ciclistas. Uno de ellos, a lo lejos, me miró y me sonrió. Me acerqué como pude hasta él, esquivando bicicletas, pero cuando llegué a su encuentro no había nadie. Miré hacia arriba, un cielo azul completamente despejado. Solo había una nube en el horizonte con forma de sonrisa, la sonrisa de Xavi.
Por Jordi Escrihuela, desde Ziklo
INFO
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Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
Opinión ciclista
Faltan datos para valorar el convenio de Movistar con Arabia
El anuncio de colaboración de Movistar y Arabia es incompleto
Dinero e influencia árabe en el deporte occidental es algo tan corriente, que a veces no entiendo tanto revuelo como ayer, cuando supimos del acuerdo de colaboración entre el Movistar Team y Arabia Saudí, a través, tengo entendido, de su federación.
Lo cierto es que el anuncio de ayer entra el molde habitual de estos comunicados.
Hablan de colaboración, lo centran en personal técnico y métodos de entrenamiento, pero poco hablan de lo que todos queremos saber: la panoja.
Y es así, y así lo refleja, por ejemplo, Cyclingnews, que deja la duda en el ambiente, cosa que no he leído en otros sitios.
Hace unas semanas, durante la Vuelta, Eusebio Unzue habló de dinero fresco para la estructura, luego vinieron los efímeros rumores de Repsol y ahora esto.
¿Es Arabia el mecenas que va a incrementar el presupuesto del Movistar Team?
Esa es la madre del cordero y la pregunta para la que nadie tiene, ahora mismo, una respuesta, por mucho que nos podamos imaginar que así habría de ser.
Como decía al principio, dinero e influencia árabe en el carísimo deporte occidental es un hecho que ya sabemos no es exclusivo del ciclismo.
En el caso de Arabia Saudí, es obvia su relación con el fútbol español, además de invertir en otros deportes como Fórmula 1, golf y ciclismo, con el Saudi Tour que les organiza ASO, como uno de esos bolos de pretemporada en medio del desierto, antes que empiece la campaña trascendente.
Para los países de la zona, es capital sacarse de encima el yugo del petróleo activando acciones ajenas al mismo, bien asesorados desde occidente.
Empezaron entrando en marcas de lujo de moda, colonias y esas cosas, siguiendo por infraestructuras y llegaron deporte, viendo el ciclismo como algo muy occidental en lo que también les interesa estar presentes y de paso blanquear su imagen.
A nadie se le escapa que estos países no son paradigma de derechos humanos ni tde rato igualitario entre mujeres y hombres, pero eso no ha sido óbice para negar su dinero y que siga la fiesta.
Porque cuando aplaudimos a un corredor del Bahrain o el UAE, o a ver el año que viene el Movistar, nos desproveemos de todos los prejuicios que podamos tenerles.
Hay en este sentido una entrevista muy interesante a Gino Mäder, corredor que ha tenido cierto compromiso con temas como el medio ambiente, en la que se encoge de hombros cuando se le pregunta por el sueldo que percibe y su pagador, el estado de Bahrain.
Vengo a decir que sí, que no es estético, que no es edificante de primeras, pero que el tinglado necesita de pasta y ésta ahora mismo está en ese lado del hemisferio y aunque nos hagamos cruces, el que gestiona las estructuras no dudará en cogerlo si en ello le va el futuro.
No olvidemos que en breve veremos un mundial de fútbol sacado del verano por jugarse en Qatar y que todos acabaremos mirando para otro lado en estas cuestiones.
Como en todo, el diablo está en el detalle y no sabemos el 100% del contenido de ese acuerdo, cuánto le supone a las arcas del gestor del equipo y que contraprestaciones tendrá, por ejemplo, en el maillot.
Por eso practicar la autopsia antes de cualquier saber el precio de todo esto, me parece precipitado.
Opinión ciclista
La llegada de la Vuelta a Croacia es criminal
La cantidad de peligro de los finales de la Vuelta a Croacia supera muy por encima la media
No he visto la Vuelta a Croacia mucho, pero lo que he podido apreciar, me ha parecido un desastre.
No me gusta hablar así de las organizaciones ciclistas, sé lo que hay detrás, el cariño e ilusión que ponen, la necesidad de los países y ciudades por enseñar qué ofrecen.
Todo eso lo sé, y lo valoro, pero hay veces que se diseñan circuitos y llegadas que parecen tiros en el pie.
Mirad la llegada final del Tour de Croacia, y decidme si es medio normal.
La vuelta a Croacia ha tenido finales criminales. Éste es una fiesta https://t.co/m5Sfsm7fJW
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 3, 2022
La cantidad de cambios de sentido y rasante, diferentes superficies por la ruta, elementos en medio de la misma, hasta aceras separadas con mini bolardos (recordar la que se lio en una Itzulia con Pardilla) y ciclistas esquivándolos.
Me pareció increíble -por suerte- que no pasara nada, nada más serio y grave, una caída de esas que te quitan las ganas de comer y te dejan mal cuerpo para todo el día.
Había motivos para pensar que eso podía acabar así.
Es alucinante que haya asociaciones y entes como la UCI diciendo que hacen su trabajo y se cuelen cosas así.
Pusimos el grito en el cielo una de las llegadas en la Vuelta a Burgos y ahora esto.
Entiendo que haya mucho cachondeo con la UCI y la longitud permitida de los calcetines.
La norma, aunque nos parezca ridícula, tendrá sus motivos, como las muchas que el gran ente del ciclismo mundial aplica y mejoran este deporte -de esas no se habla- pero es que deja en bandeja el meme cuando se les cuela una llegada como ésta.
Que no es la primera que vemos recientemente, ni será la última que nos toque padecer.
Entre semana la Tour de Croacia ofreció otra llegada en mojado que tenía mil cambios de sentido, me parció increíble no se produjera una buena hostia, más allá de algún ciclista que se fue al suelo.
Todo esto nos hace pensar en los mecanismos de control en el ciclismo y si la precariedad que detectamos muchas veces no es más que la economía de este deporte, a nivel profesional, que no se puede permitir ciertos calendarios ni nivel de competiciones.
Lo curioso es que estas llegadas las vemos, nos lamentamos, se arma el pollo y poco después, aquí paz y después gloria.
No sé pues a qué tanta asociación, gremio e historias.
Imagen: @cro_race
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