Ciclistas
Recordad a Tony Martin como el mago del reloj
La retirada de Tony nos deja sin uno de los mejores croners de la década
Cuando miremos, con el paso de los años, quién fue Tony Martin en el ciclismo, quizá nuestra percepción sea más justa que la que tenemos actualmente, incluso tras verle retirarse con un maillot, otro más, arcoíris…
Así se despide uno del deporte profesional
Tony Martin y Alemania ? campeones del mundo ? por equipos mixtos#Flanders2021pic.twitter.com/uBWDHkrS73
— La Espada de Indurain ??♂️ (@DeIndurain) September 22, 2021
Del flaco alemán, de cara angulada, ojos llamativos y media sonrisa, muchos tienen fresca la imagen de ese ciclista que situado en la cabeza del primer pelotón del Tour 2020, mandó aminorar el ritmo ante las caídas que se estaban sucediendo bajo el aguacero que les descargó en los alrededores de Niza.
Tony Martin ese día fue literalmente crucificado por una parte de la hinchada, deseosa de ver ciclismo, veníamos de un confinamiento que había cargado el calendario original y la ansiedad le podía a más de uno.
Eso fue ese día, ese momento, Tony Martin trepó hacía la cabeza del pelotón y ordenó parar, dejando la carrera en stand by hasta la disputa final.
Al año, curiosamente, también en la primera etapa del Tour, Tony Martin se iba al suelo por culpa de la imbécil que saludó a sus abuelos mirando a la cámara de televisión, pasando del pelotón que venía por detrás-
Dos hechos en un año que sumados explican parte de los motivos de la retirada de Tony Martin, uno de los ciclistas más valiosos y con mayor presencia, sostenida en años, además, en el pelotón esta última década.
Dice Tony Martin que la seguridad de las carreras ha sido la guinda para optar por la retirada del ciclismo.
Desde fuera, diríamos que algo de razón tiene, la percepción de que el ciclismo es más peligroso existe, aunque el peligro sea una de las constantes en este deporte.
Lo cierto es que el alemán ha estado en importantes tortas a lo largo de su carrera, su cuerpo magullado, lleno de vendas ha corrido por las redes en más de una ocasión.
Se ha dado hostias de consideración, pero quienes han corrido con él me cuentan que algunas venían fruto de su forma de ir en el pelotón.
Me lo describen como un ciclista rígido y estricto en la trazada, que más de una ha provocado.
Al final, todos ponen de su parte para hacer el juego más peligroso, y Tony también ha contribuido a ello.
Pero no sería justo quedarnos con esta lectura del paso de Tony Martin por el ciclismo
La suya ha sido una travesía de éxito y notoriedad antes de dedicarse a poner ritmo y experiencia al tren de Roglic en el Tour.
Le recordamos hace diez y más años formando siempre de la escapada, omnipresente y valiente, a veces tanto que reventaba, como esa vez contra Juanma Gárate en la cima del Ventoux.
Se retira Tony Martin, el Panzerwagen. Un tío particular, al que personalmente tenía mucho estima por su amor a las cronos, además de las exhibiciones que nos regalo en ruta.
¿Cual es vuestro momento preferido del alemán?
Dos etapas que jamás olvidare de él, en foto: https://t.co/bKbOMbf2Gd pic.twitter.com/RmuFDyZXGI
— Sergio Fernández Yustos (@sergioyustos_) September 19, 2021
Pero donde Tony Martin dejó huella fue en las cronos.
Ganó hasta cincuenta, una barbaridad, entre otras, victorias en el Tour y mundiales de la especialidad, mundiales como el de Florencia, ante Cancellara y Wiggins, en una obra maestra de ciclismo sobre una cabra, sacando lo mejor de sí y llegando a meta con otra de las imágenes que le definían: sangrando en la entrepierna y tirado en el suelo buscando el aire que le había robado el esfuerzo.
Esa es la imagen que nos sugiere Tony Martin, la sublimación de una disciplina tristemente ignorada en nuestro ciclismo.
Una imagen más justa que no la de mandar parar al pelotón para cabreo del respetable, al fin y al cabo, todos, en algún momento, tiran de galones y se les va la mano, él ese día tenía sus razones, al fin y al cabo se tuvo que comer unas cuantas montoneras sobre la bicicleta.
Tadej Pogacar
¿Dónde reventará Pogacar el Tour de Flandes?
Dureza, distancia y mucho valor, la receta de Pogacar para Flandes
Desde inicio de año Tadej Pogacar ha tenido una fecha marcada en rojo, muy en rojo, 2 de abril, desde Brujas, su plaza central, el Tour de Flandes que acabará horas después en una de las rectas que circundan el pequeño pero coqueto downtown de Oudenaarde.
Un hecho que se traduce en gestos y calendario.
Desde el mismo momento que escogió Jaén para debutar y poner el material a prueba, desde que se decidió por Harelbeke y probarse con los capos de verdad, omitiendo Wevelgem, similar pero diferente a De Ronde, Pogacar ha ido demostrando que el Tour de Flandes es muy importante para él.
Porque en el fondo sabe que Milán-San Remo, la otra clásica que supone una novedad para él, ahora mismo es una moneda al aire, con mil factores que pueden jugar en su contra (ritmo bajo, explosividad de rivales, falta de dureza, sprint final…).
El Tour de Flandes no, De Ronde es para Pogacar una suerte de etapa reina del Tour de Francia, donde tan bien se expresa.
Me explico, como muchas veces he oído a Flecha, este recorrido, con diez años ya de historia, es mucho más duro que el anterior, los encadenados del Oude Kwaremont y Paterberg, con los incisos de otras cotas, entre ellas la recta infernal del Koppenberg, hacen de esta carrera lo que busca el esloveno: dureza acumulada y cierto desnivel.
Lo vimos en Hareleke, el paso por las dos cotas decisivas de De Ronde fueron sendos infiernos para Van der Poel y sobretodo Van Aert.
Ahora a ambos, especialistas consumados en la materia, se les viene esa ración por tres, con una distancia de 260 kilómetros, y el Koppenberg, entre otros, de propina.
Va a ser un domingo de Ramos de sufrimiento y dolor para muchos y de goce infinito para la hinchada que espera apostada en televisor y cuenta el paso de estos monstruos.
Viendo el perfil de la carrera y el ocho de trotones que ha reunido UAE preveo una carrera a mil y ataque masivo en cada cota con entidad que haya del Koppenberg a meta.
Y no lo dudéis, como Pogacar pase con unos segundos la cima del Paterberg, adiós muy buenas, ya no le ven hasta meta.
Enric Mas
«El dia menos pensado»: «Le han hecho un exorcismo» a Enric Mas
Enric Mas vuelve a ser el bueno de «El día menos pensado»
Lo dije hace un par de años, cuando sacaron «El día menos pensado» sobre la temporada 2020 admitiendo que a Enric Mas, por esa obsesión, dedicación y casi ternura, había que quererle.
Luego vino el año pasado, en el que no sale muy bien parado en su papel en el tema Miguel Ángel López.
Entre aquello y lo otro, Enric Mas es protagonista central, y para bien, de esta cuarta entrega de «El día menos pensado».
Un tipo que vuelve a ser ese osito, con ojos de inquietud y sonrisa de nerviosismo llenando la pantalla con una historia que bien sabemos, desde las tres caídas antes del Tour, pasando por su bloqueo en éste y la recuperación en la Vuelta.
«Le han hecho un exorcismo» dice en un momento Eusebio Unzúe, asombrado por ese corredor asustadizo en los descensos del Tour pero contundente en la Vuelta.
Es una historia que, como digo, ya conocemos, pero que no por eso queremos dejar de saber un poco más, y ya lo dije entonces, he sido muy crítico muchas veces con Enric, pero lo que hizo esos meses fue admirable, más en un ambiente tétrico, de gilipollas deseando que el equipo se fuera a segunda o llamándole «paquete«, con el tema de los puntos acuciando, y los resultados sin llegar.
«Me giré porque me tocó lo cojones» admitió Enric ante el que se le cruzó en la llegada de La Guardia
«Ahora eres el matón de Mallorca» le soltó Rojas.
Enric Mas es el gran protagonista en «El día menos pensado» de Valverde, y eso tiene mérito, aunque creo que no importe mucho a los protagonistas que si una cosa han dejado clara en las temporadas de este serial es que se llevan muy bien.
El beso que Enric le da a Alejandro el día que deja el ciclismo en Lombardía es una de esas cosas que creo que afloran con la naturalidad del cariño que ambos se profesan.
Enric Mas es como ese bizcocho que pones en el horno y va creciendo según pasan los minutos, hasta matiza las tácticas de Unzué y rechista ante Chente por la emisora.
El tipo se crece y acaba con Pogacar en las rampas de San Luca en el Giro de la Emilia.
Una historia con puntos suspensivos, muy cargada en lo deportivo, pero poco en lo personal, Enric, en muchas cosas, sigue siendo un gran misterio
Primoz Roglic
No llaméis a Primoz Roglic «pancartero» por favor
La etiqueta de «pancartero» no hace justicia a Roglic
La mejor Volta de años recientes, salvada en gran medida por esos dos monstruos, viajó por primera vez en su larga historia a Eslovenia gracias a un ciclista excepcional llamado Primoz Roglic.
Un éxito que, visto 48 horas después, sigue habiendo quien lo critica o lo pone en el alambre por la forma de correr de Primoz Roglic, recuperando ese término tan odiado en este ciclismo de «pancartero» o tipo que se juega os cuartos cuando la meta está a la vista.
Decir que Roglic ha sido «pancartero» en esta Volta no es desacertado, el recorrido daba para lo que daba y jugarlo todo al final era la única opción de secar una amenaza como Remco.
Incluso podría admitir el mismo adjetivo para la Tirreno que gana, en la que no le hacen falta más que tres achuchones al final para llevarse el éxito en la primera que competía.
Sin embargo, decir que Roglic es un «pancartero» de manual sí que es faltar a la verdad.
Le ha ido bien siendo conservador en muchos momentos, fruto especialmente de ese final asesino que tiene, que tanto nos recuerda a Tony Rominger, pero esas actuaciones de sacar la cabeza al final, se han alternado con jornadas de ciclismo muy top que algunos no quieren recordar.
Es sencillo, tanto como irse al momento en el que Roglic abandonó la Vuelta del año pasado, tras buscar en Tomares sorprender al líder Remco y tomarle unos segundos.
Se fue al suelo y se nos partió el corazón, pero sucedió precisamente por tomar riesgos.
El primer Roglic, el que gana dos etapas del Tour en 2017 y 2018, toma el mando de la cabeza en colosos como Galibier y y Aubisque, menudo descenso realizó en solitario en ambos.
Luego viajar a jornadas de relumbrón, la victoria en la Itzulia de hace dos años, batiendo a Pogacar en un mano a mano sostenido a no sé cuánto de meta, como el que le propone y acepta de Egan Bernal en Lagos de Covadonga.
Roglic es el iniciador de la gran etapa del Granon, con él empieza el baile alrededor de Pogacar, y lo hace en la cima del Télégraphe, a sesenta de meta.
Eso es Primoz Roglic, eso es también, un tipo con una admirable forma de entender este deporte, que a esas exhibiciones le ha añadido historias de superación y gestión de frustración que bien deberíamos hacer propias, en especial aquellos que siempre ven en un deportista top un ejemplo a seguir.
Imagen: Guillem Riera
Alejandro Valverde
«El día menos pensado»: «Ahora tienes pendiente vivir» le dicen a Valverde
Valverde abre y cierra «El día menos pensado»
Siempre me he preguntado cómo debía ser la relación de Alejandro Valverde con su familia, y no lo digo en tono malo, más bien fruto de saber cómo se ha relacionar con los suyos una persona que ha pasado tanto tiempo fuera de casa y tan volcado en lo suyo.
No en vano Valverde ha pasado a la historia del ciclismo por alargar su carrera deportiva más allá de las 40 primaveras, tras más de veinte en el profesionalismo.
Es decir sus hijos han nacido con él compitiendo.
La cuarta entrada de «El día menos pensado» no escatima la figura de Valverde desde el mismo principio, y hasta el final.
Era de esperar, y de hecho suponía, sobre el papel, el elemento más potente para un serial que siempre ha venido abonado por el morbo de situaciones surrealistas que en este 2022 no se dieron.
De inicio Valverde y su mujer ya salen dándole el desayuno a los peques, y no tan peques antes de acercarles al bus del colegio.
Una acción cotidiana enmarcada por una estrella mundial del deporte que al final de todos los capítulos oye de su mujer: «Ahora tienes pendiente vivir».
Vivir, eso tan sencillo, en la mano de casi todos los mortales, que veo tan complicado en una persona como el murciano.
Aunque este deporte no le ha quitado de sus momentos de realidad mundana, con las dos cervezas diarias que admite haberse cascado durante su carrera deportiva y las salidas con su grupeta, una de ellas con susto monumental, el del pasado mes de julio, justo cuando arrancaba el Tour y fue atropellado a mala fe por un hijo de puta.
El Valverde de este «El día menos pensado» es un Valverde lacrimógeno, nostálgico, que se pasa la serie pellizcándose para creer que esto aún no se acababa, pero sí, había un final y éste lo sitió cuando se quitó la ropa de ciclista en el hotel de Madrid, tras acabar su última Vuelta: «Cuando me vestí de normal me dije: esto se ha acabado».
Han hecho bien los mentores del documental de Movistar en medir bien las apariciones del murciano, que ya ha tenido sus documentales, el momento de masaje de Escámez -más de 1000 masajes en once o doce años- con Rojas y Mas es hilarante, cuando su hijo le mete una buena trola sobre el colegio, pues el Bala no entendía el inglés de la profesora.
Lo mejor fue sin duda Lombardía, y no sólo que un tipo que me cae genial como Jan Ullrich fuera al bus a mostrarle sus respetos, me gustó mucho el niño que acoge emocionadísimo su autógrafo antes de salir.
El chaval sabía que estaba ante algo único.
-
Mikel landa1 semana atrás
Hace tiempo que Mikel Landa perdió ese brillo
-
Ciclismo antiguo6 días atrás
Lo que fue el inicio de la Volta
-
Mundo Bicicleta1 semana atrás
Col de Turini, del motor al Tour
-
Ciclistas1 semana atrás
Filippo Ganna se quita los asteriscos
-
Wout Van Aert5 días atrás
Harelbeke es aire para Van Aert
-
Primoz Roglic1 semana atrás
Roglic & Evenepoel, el Giro de Catalunya
-
Ciclismo5 días atrás
La Volta sin Fontpineda, una cancelación que da mala espina
-
Ciclistas4 días atrás
Volta Catalunya: Remco es tan bueno como odioso (a veces)