Ciclismo antiguo
Lemond, en el camino de Perico
Rivalidades que marcaron nuestra infancia, esa de Lemond y Perico
En los ochenta el cruce de grandes nombres fue constante, entraban y salían de la escena en modo carrusel, los mismos Greg Lemond y Perico Delgado se las vieron entre ellos, pero también con Roche, Kelly, Fignon… hasta con el ogro Hinault.
Era un ciclismo de gigantes, de mitos que, en algunos casos, vemos hoy en la televisión comentando el deporte que les hizo grandes.
Recordemos el Tour 1988, mientras Pedro Delgado paseaba de amarillo por la avenida más famosa del mundo más de uno pudo pensar que ahí se abría un ciclo, quizá no del calado del recién cerrado por Bernard Hinault, pero sí de más de un Tour, como el propio Jean Paul Ollivier reconoció del segoviano en la magnífica obra “Retratos legendarios de ciclismo”.
Yo creo que Perico tuvo tres Tours en sus piernas.
Dos años antes de Perico, Greg Lemond, quien hoy mismo ha anunciado el interés por posicionarse en la carrera hacia la UCI, ganaba un Tour cargado de simbolismo: impidió el sexto éxito de Hinault en un ambiente más que hostil .
Aquel americano de fácil pedalada e ingeniosas tácticas vería la muerte de perfil un año después en un accidente de caza.
Así las cosas, la suerte quiso que Lemond y Delgado fueran compañeros de generación aunque casi no hubieran cruzado caminos en la pugna por un éxito mayúsculo.
La vida les llevó a chocar en dos ediciones del Tour, cuando nos pronósticos posiblemente no lo hubieran acertado.
En 1989 Pedro asistió al Tour con cartel de favorito de frente y dorsal número uno a la espalda. Aquella experiencia fue un amargo trago de tres semanas que arrancó con la colosal cagada de Luxemburgo y se fraguó día tras día desde el momento en que en la primera crono larga, Greg Lemond demostraba verse plenamente recuperado de su accidente de caza.
A pesar de la desesperada carrera pirenaica, Perico ahogó hasta donde le dio el físico, y éste no estuvo para cohetes en la travesía alpina.
Lemond, sin equipo, agobiado por Fignon y un recorrido cargado de emboscadas, le había ganado a partida.
La segunda coincidencia se haría esperar un año.
Ahora las tornas estaban en punto muy diferentes. Si en la edición anterior Perico no pudo hacer valer su estatus sobre el mermado americano, Lemond, enlosado en su maillot arco iris, sí que situó su caché sobre el segoviano. Siempre a contrapié Delgado vio cómo el de California le situaba fuera del tablero cada vez que la carrera deparaba movimientos.
Con los años, Lemond se puede decir que volvió para cercenar la trayectoria de un ciclista que posiblemente tuvo más cerca repetir éxito de que nunca hubiera imaginado en convivencia con una generación sencillamente asombrosa donde crecieron al margen de los mentados: Laurent Fignon y Stephen Roche.
No en vano entre los cuatro acumularon dos Giros, otras tantas vueltas a España y nada menos que siete Tours.
Ciclismo antiguo
Indurain: Amor por los Pirineos
Podemos decir que lo mejor de Indurain empezó y acabó en los Pirineos
Ya lo sabéis, Miguel Indurain es un navarro de Villaba, un pueblo cercano a Pamplona, situado en el Camino de Santiago, con los Pirineos a unos 40 kilómetros, por lo que no es raro que desde pequeño pudiera disfrutar de esos paisajes montañosos.
A solo un paso de su casa, tenía lugares como Roncesvalles y otras zonas para entrenar.
Cuando Miguel empezaba a formarse como ciclista, recorría rutas como Larrau, Ochagavía y Valcarlos.
Y esos Pirineos tan cercanos fueron clave para su desarrollo y también lo trataron muy bien. Desde sus primeras victorias en carreras como Cauterets y Luz Ardiden, quedó claro que iba en serio y que su objetivo era el Tour.
Ya en 1991, Miguel tuvo su primer gran golpe en el Tour, aunque las cosas no estaban siendo fáciles para los ciclistas españoles en general, ni para su equipo Banesto en particular, en especial por la etapa de Jaca.
Pero la gran jugada vino al día siguiente, en la etapa de Jaca a Val Louron, cuando Miguel aprovechó una jornada épica en los Pirineos para dejar huella.
En el Tourmalet, a mitad de etapa, se fue para adelante con el italiano Claudio Chiapucci, y al final, subió al podio con el maillot amarillo por primera vez.
Los Pirineos siempre fueron su terreno.
En Cauterets logró su primer triunfo en el Tour y en Luz Ardiden se perfiló como el ciclista imparable que llegó a ser, incluso dejando atrás a figuras como Greg Lemond.
Ya antes, en el Tour del Porvenir, se mostró como un gran talento en las montañas, que siempre fueron su zona de gloria y sufrimiento.
Y aunque en 1996 sufrió un golpe durísimo en Hautacam, cuando se despidió de su sexto Tour, Miguel siempre encontró más alegrías que decepciones en los Pirineos.
Esos mismos Pirineos que le dieron tanto y lo vieron brillar, también fueron testigos de sus inicios, pero su historia sigue siendo una de las más grandes del ciclismo.
Ciclismo antiguo
100 años de Bernardo Ruiz
Bernardo Ruiz fue el primer español en pisar el podio del Tour
Cuando Bernardo Ruiz nació, ayer hace 100 años, España en pleno periodo de la dictadura conducida por Miguel Primo de Rivera en conexión directa con el el rey Alfonso XIII, el último monarca antes de la irrupción de la segunda república.
En Orihuela, Bernardo Ruiz daba sus primeros pasos, los de un un pionero que abrió el camino para el ciclismo español en competiciones internacionales, primer podio en el Tour, en un contexto muy diferente al actual, puesto que en su época el ciclismo en España estaba en la prehistoria.
Desde joven, Ruiz demostró su talento.
Empezó a ganar competiciones importantes como la Vuelta a España en 1948 y la Volta a Catalunya en 1945, con 20 años. También ganó varias veces el Campeonato de España y la Vuelta a Valencia.
Pero lo más destacado de su carrera fue su participación en el Tour de Francia, el gran escaparate y restablecido tras el parón por la Segunda Guerra Mundial.
En 1951, Bernardo destacó en el Tour al ganar dos etapas y quedar en noveno lugar en la clasificación general, lo cual fue un gran logro para un ciclista español en esa época.
Al año siguiente, en 1952, logró el tercer puesto en la clasificación general del Tour, convirtiéndose en el primer español en subir al podio, fue el primero de una lista larga y fecunda en nombres que vienen hasta hace bien poco.
Este logro fue muy importante para el ciclismo español, que en ese entonces no tenía mucho reconocimiento internacional.
Además, Bernardo siempre destacó la figura de Fausto Coppi, el ciclista italiano que para él fue el mejor de todos, por su talento y versatilidad tanto en carretera como en pista.
Después de catorce años de carrera, Bernardo Ruiz decidió retirarse en 1958.
Su legado en el ciclismo español es enorme, pues fue el primero en lograr un podio en el Tour y abrió las puertas para que otros ciclistas españoles pudieran destacar en el ámbito internacional.
Por todo, Bernardo Ruiz fue un ciclista clave en la historia del ciclismo español, especialmente por su papel en el Tour de Francia, y su legado sigue muy vigente desde la expo que se le ha dedicado en su Orihuela natal.
Imagen: Córdoba Hoy
Ciclismo antiguo
DEP Emile Idée, el ganador de etapa del Tour de más edad
Fallecido a los 104 años, Emile Idée se hizo ciclista en plena Segunda Guerra Mundial
No hace mucho Federico Martín Bahamontes nos dejaba a los 95 años para dejar de ser el ganador de Tour vivo más viejo.
Estos días leemos que se ha ido Emile Idée, un exciclista francés de 104 años que con su etapa en el Tour de Francia a finales de la década de los 40, suponía el vínculo vivo más longevo con aquellos años de postguerra.
Como decimos, Emile Idée era el ciclista más veterano en ganar una etapa del Tour de Francia, y nos dejó a los 104 años en su casa, cerca de París.
Fue una figura destacada del ciclismo francés en los años 40, a pesar de que su carrera se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial.
Idée se convirtió en profesional en 1942 -en plena Segunda Guerra Mundial y los nazis ocupando Francia- y destacó como especialista en contrarreloj.
Ganó varios Campeonatos Nacionales y el desaparecido GP Nations, considerado en su época como el título no oficial de contrarreloj mundial.
Durante su carrera de 12 años, corrió para equipos como Alcyon-Dunlop, La Perle–Hutchinson y Peugeot-Dunlop. Además, compartió pelotón con leyendas francesas como Louison Bobet y corredores internacionales como Fausto Coppi y Briek Schotte.
Incluso quedó segundo en la París-Roubaix de 1948, detrás del belga Rik van Steenbergen.
Uno de sus mayores logros fue ganar cinco veces el Critérium Nacional, una de las carreras por etapas más prestigiosas de Francia. También fue el ciclista más longevo de la primera edición del Tour de Francia tras la guerra, en 1947.
El momento cumbre de su carrera llegó en 1949, cuando ganó la etapa 13 del Tour de Francia en un sprint final en Nimes. En una entrevista, Idée recordó haber intimidado a un rival italiano durante esa escapada, diciéndole: «Si intentas atacar, te doy una buena paliza«.
Aunque no se sabe si el italiano le tomó en serio, Idée demostró ser el más rápido y se llevó su única victoria en el Tour.
Se retiró en 1952 y luego abrió varias tiendas de bicicletas, viviendo el resto de su vida en Melun, cerca de París.
Emile Idée será recordado no solo como un gran ciclista, sino como un testimonio viviente de una era crucial del ciclismo.
Imagen: Journal L´Union
Ciclismo antiguo
DEP Pascal Hervé
Para mí, Pascal Hervé fue uno de los mejores ciclistas que sucumbieron en el derrumbe del equipo Festina
Imagen: Ciclismo a fondo
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Manel
3 de marzo, 2024 En 9:43
Aquel Tour del 89 da para más de una especulación, pero como se dice habitualmente, una gran vuelta no se gana un día, se gana minimizando la perdida el día que no vas bien.
Y Perico perdió mucho tiempo tras las tres primeras etapas, más de seis minutos.
Y otra cosa que poca gente sabe, en una de las etapas alpinas, Lemond iba fundido y cuando el director deportivo de Fignon se dio cuenta, ordenó atacar a Fignon, el problema es que se encontraba algo atrás con su coche y no pudo transmitirle de inmediato que hiciera el ataque. Incluso tuvo un encontronazo con otro coche que no le dejaba pasar. Ese tiempo q tardo seguro q superan los 29 segundos q cedió el parisino sobre el americano .
En resumen, que ese Tour pudo ganarlo Perico, debió ganarlo Fignon y quien se llevó el amarillo fue Lemond.
Así es el deporte.