Opinión ciclista
Dudemos, dudemos de todo…
Dudemos, dudemos de todo, de esto, de aquello, del otro. Dudemos de Chris Froome, de sus aceleraciones, de sus golpes sobre la mesa. Saquemos todo lo que esté en nuestra mano para sembrar la duda, para cuestionar, para meter mierda. Sentémonos delante la televisión, dediquemos ratos de nuestra sobremesa, en medio del sopor, a ver cosas que nos producen desvelo.
Dudemos de todo. Si es necesario demos crédito a Lance Armstrong, un impresentable que saltaba como un basilisco cuando le tocaban los cojones. Él ahora se pone en vanguardia de los incrédulos. Amigo, cuántas veces miraste a la cámara para decir que no te dopaste. Cuántas veces mentiste como un bellaco, frío e insensible a las incertidumbres de los que dijeron amarte. Con ese mismo poso te pones al frente de los «cuestionadores».
Dudemos de todo, y saquemos las declaraciones del ciclista al que vimos ganar siete Tours en un espejismo. Si es necesario para conseguir clicks, sembremos más dudas, desde atriles con pies de barro que en otra ocasiones no se muestran tan incrédulos. Cuando dicen que en España tenemos prensa deportiva es para echarse a llorar. No digamos, no la vayamos a joder, que el ciclismo es un deporte asfixiado a controles, a suspicacias, a persecuciones,… eso no interesa. Que la realidad no te fastidie un buen titular.
Dudemos de todo, tanto, tanto, tanto que matamos todo atisbo de emoción. Dudemos y si para ello nos referimos a datos “hackeados” mejor que mejor. Si un juez no admite pruebas venidas por canales no “legítimos”, nosotros lo haremos. Luego, eso sí, dudemos de la justicia, del sistema, del mundo, de nuestra propia existencia.
Porque si dudamos de Froome en el Ventoux, en la Pierre, qué diremos de Alberto Contador en Verbier hace seis años, de Cancellara en Roubaix, de Indurain en Luxemburgo, de Hinault en Sallanches, del Tarangu en Formigal,… de todo. Cojamos el ciclismo, su historia, su grandeza, sus ciento y pico años y demos carpetazo. A la mierda.
Dudemos de todo, y pensemos que los brazos famélicos de Froome -unos brazos que dan asco me dijeron ayer- son fruto de una hambruna voluntaria, sin más objetivo que pasar hambre porque sí, y no para rendir más y mejor, al limite de los más grandes de siempre. Froome lleva una vida de eremita en el Teide por gusto y se infringe sacrificios inhumanos por placer.
Ahora bien, si tan podrido está todo, si tanto asco da, cómo sigue adelante este deporte, cómo se llenan las cunetas, se logran buenos datos de audiencia, la bicicleta triunfa en países que entendemos civilizados, cómo es posible todo esto, cómo es posible que este deporte siga vivo después de su sistemático linchamiento, quizá porque al final de todo no sea más que la propia vida, dibujada en cunetas, en laderas, en bajadas,…
Dudemos de todo, y apaguemos la tele.
Imagen tomada del FB del Tour de Francia
INFO
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Opinión ciclista
Grandes vueltas: ¿Quién es el mejor de la historia?
También en grandes vueltas, nadie se puede medir a Eddy Merckx
Las grandes vueltas son al ciclismo lo que los contrafuertes a una catedral.
Podrán gustar más o menos que las grandes clásicas, ciclismo de un sorbo, cargado como un buen café, pero en las tres semanas de un Tour o Giro o Vuelta salen a flote las miserias y excelencias de los ciclistas.
Nosotros somos más de clásicas, ciertamente, pero el fuego lento también le sienta bien a este deporte.
Hemos visto este listado, este top ten en Facebook y no nos hemos podido resistir a opinar, un poquito sólo, sobre los grandes de siempre en esta historia de tres semanas y mil aventuras.
Y vemos que el primero, como en casi todo, porque superarle se antoja imposible en un largo tiempo es Eddy Merckx, el corredor que resume su carrera diciendo que lo ganó todo, todo lo importante, salvo la París-Tours.
Eddy Merckx instauró una especie de yugo sobre el ciclismo que conoció que no tuvo muchos más nombres salvo el suyo desde finales de los sesenta a mediatos de los setenta.
El control de Merckx fue tal que en esa lista sólo sale un contemporáneo suyo, el escurridizo Felice Gimondi, protagonista en aquella jornada de Pra-Loup que cantó el ocaso del belga.
Gimondi fue, como Alberto Contador, un ciclista que explotó pronto.
Pero se le cruzó Merckx, como a otros tantos.
A Alberto Contador se le cruzó Chris Froome, a quien pudo ganar netamente una vez, en la Vuelta del 2014.
Alberto Contador en este listado podría haber estado más arriba.
Pero…
Sin embargo, no se puede obviar ese legado de siete grandes vueltas, siendo además uno de los pocos con las tres.
La lista también contempla a Miguel Indurain: si esto fuera un medallero olímpico, el Tour sería la medalla de oro y eso le pone a la estela de los más grandes.
Es curioso porque el desempate de Merckx e Hinault lo provoca la Vuelta que el belga ganó.
El tejón sigue siendo, más de treinta años después, el último campeón de la vieja escuela, aunque Tadej Pogacar se ha empeñado en seguirle, con cantidad y calidad de éxitos.
Ambos son ciclistas que atacan de amarillo, rosa o lo que fuera, que amasan triunfos de etapa, que abren distancias de diez minutos sobre los rivales.
Miguel Indurain fue otra cosa, como Jacques Anquetil, un poder contenido, medido en la habilidad contra el reloj.
Luego están los italianos, auténticos pioneros.
Belle époque, inaugurada por Alfredo Binda, ciclista que recibía primas por no tomar parte en las carreras y abrir el pronóstico.
Fausto Coppi y Gino Bartali, cuya rivalidad despierta aún emociones.
¿El mejor de la historia?
Cada uno tuvo lo suyo: su tiempo, sus rivales, sus recorridos.
Medirlos en igualdad es imposible.
Si por algo hemos de fiarnos, más allá de los sentimientos que despertaron esos triunfos, es de la estadística.
Y ésta es inapelable: Eddy Merckx
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
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Alexander Giraldo
15 de julio, 2015 En 17:49
Coincido. Se convierte en un lente rayado, manchado y percudido, que no queremos quitarnos de los ojos para poder apreciar lo que es el ciclismo del tiempo que nos tocó. Dudar y destruir es como negar la posibilidad de disfrutar. No soy un ingenuo y me duele la trampa en este o en otro deporte, pero me ilusiona saber lo que estos muchachos pueden hacer sobre sus bicicletas. EL tiempo, el sacrificio, la dedicación, la moral y el espíritu que invierten no es fortuito. Ni siquiera ganan tanto dinero como otros deportistas. Para mi, que practico ciclismo para hacer deporte, me ilusiona y emociona ver a estos muchachos trabajar a diario por la gloria. Más allá de las dudas, la destrucción por la destrucción no sirve.
paco
16 de julio, 2015 En 12:58
No es que se dude de todo.. A ver si el unico que hace sacrificios es froome…los demas han ido a ver si podian ganar…no me ha gustado nada este post….todos son unos fenomenos y dan hasta el limite para ganar…y es anormal ( no hablo de si van o no mamaos) que revienten todos los mejores ciclistas del momento, menos uno y sus dos gregarios…y que de los 5 primeros 3 son del sky….no es normal digo yo
Alfon
15 de julio, 2015 En 18:55
El artículo me gustaba mucho hasta que has metido el nombre de un positivo sancionado con 2 años mezclándolo con otros nombres, imagino que para limpiar su nombre sutilmente. De Contador dudamos, creo que ha dado motivos suficientes para ello. Si trata de no dudar y basarse unicamente en hechos reales Contador es un dopado.
Iván Vega
15 de julio, 2015 En 19:32
Que yo sepa Alberto Contador dio positivo y purgó por ello con una sanción. En Verbier 2009 pasó todos los controles y no pocas insinuaciones sobre los vatios que movió.
De Kuip
15 de julio, 2015 En 23:32
Me parece muy bien, pero como conocedor del mundillo, sabes como sabemos todos que la medicina va tan ligada a la preparación como el entrenamiento, la nutrición, los masajes o las horas de descanso. No existe profesional ajeno a la preparación médica, y repito, que los que llevamos años en esto lo sabeis/sabemos perfectamente…
El problema es cuando alguno va adelantado a su tiempo y lleva ventaja médica, e institucional de la UCI (Armstrong), o se mete hasta queroseno a lo bestia saltándose «lo establecido» aún jugándose la vida (Riis). Y lo de los británicos, ya sabemos hace tiempo que tiene mucho que ver con lo primero.
Por cierto, Contador ha dado positivo, quién se lo va a creer (si hablamos del aficionado en general claro)? No deja de ser lo mismo que Riccó, Vinokourov o Rabbotini por poner 3 ejemplos.
Ivan Vega
16 de julio, 2015 En 23:49
tienes gran razón en todo lo que dices, pero fíjate que a pesar de la evidente «medicalización» del deporte nos sigue atrayendo
Un aficionado
16 de julio, 2015 En 10:11
Hay que dudar de todo en esta vida, en eso se basa el pensamiento crítico.
Pero es que en el caso del ciclismo, con todo lo que hemos visto, la duda es fundamental si queremos que alguna vez este deporte esté limpio.
muchomore
19 de julio, 2015 En 6:57
Yo no dudé de Armstrong en su momento y ¡Cuánto me arrepiento! Ahora dudo de todos, Induráin incluido. ¿Por qué sigo viendo ciclismo? Será porque me gusta, pero después de este Tour creo veré menos.
Y me extraña que tú no dudes estando metido en este mundo.
ivan
19 de julio, 2015 En 11:48
yo dudo como el primero, pero estar dando la matracana continuamente sobre lo que dudamos implicaría que habría que literalmente parar el mundo, y no solo en ciclismo, en TODO