Opinión ciclista
Alberto Contador le debe un Giro a Astana
Alberto Contador ha ganado el Giro de Italia, su segundo Giro, porque ha sido el único del top ten de la bella carrera italiana en correr para ello. Así lo podemos atestiguar, incluso más allá de los nombres que ocupan el podio de esta incierta edición que arribó a Milán. Lo vemos en Andrey Amador, cuya calidad ha encontrado un cuarto puesto que sorprende, en Ryder Hesjedal, que ha hecho despliegues inútiles pero efectistas -no ha ganado una etapa y una quinta plaza para alguien que conquistó el Giro parece premio menor-, en Steven Kruijswiijk, que corrió como pollo sin cabeza y ajeno al premio de la etapa que anhelaba, en Leopold Konig, que circuló discreto para lograr otro top ten en una grande, y en Geniez, Trofimov y Caruso,..
Pero volviendo al podio, hay que admitirle mucha tela a esa imagen de tres ciclistas con el Sempione milanés tras ellos. Primero Alberto Contador, posiblemente el único coherente de esta historia. El único que vino a ganar e hizo por ello. Nos recordó mucho al Contador de la Vuelta del 2012, agarrándose a cualquier esperanza para sacar la cabeza, siendo el más consistente y salvando malos momentos e incluso un mal día, que en otras circunstancias y con otros rivales, le habría arruinado toda la carrera. Contador cierra este Giro sin éxitos de etapas, algo que obviamente no le gusta, sin embargo ha vuelto a tener un excelente relato a su servicio. El golpe en el hombro de los primeros días le dio esa épica que siempre pone a sus éxitos “siempre me pasa algo”. Luego tuvo el percance de Jesolo, perdiendo ocasionalmente la maglia en manos de Aru, el pinchazo pre Mortirolo.
Contador ha sido consistente, eso es cierto, pero su carrera está llena de matices. Pasó con nota el mal momento de Finestre, eso le puede pasar a cualquiera, sin embargo se ha visto solo, muy solo, tremendamente solo. Sin compañeros en muchos momentos (más allá de la bici que le cede Tosatto en Jesolo) y eso que traía el equipo titular, del que sólo se descolgaron Majka y Sagan, prestos para el Tour. Si alguien ficha a Ivan Basso o mantiene a Roman Kreuziger es para que estén con su líder cuando sólo quedan los líderes delante. Imágenes de cuatro o cinco Astana aislando a Contador han sido usuales.
En esta línea quizá convendría preguntarse porqué Contador nunca ha tenido un equipo a su altura. Porqué sus gregarios no dan el 110% que sí dan otros por sus líderes. Porqué, por ejemplo, a Richie Porte le hemos visto dar la vida por Wiggins o Froome como no la dio por el pinteño, el año que coincidieron. Esas cosas, el clima interno del equipo, el feeling, que tanto gusta comentar, en el caso de Contador no parecen resueltas.
Ha tenido suerte el madrileño que delante tuvo unos rivales que en lo colectivo no le llegaron ni a la altura del tobillo. Camino de Sestriere, Astana tuvo la enésima ocasión de meter en graves problemas a la maglia rosa y en función a no sé qué consigna la desecharon. Landa admitió que le mandaron parar, sinceramente si eso es cierto no debió hacerlo, como cuando Aitor González no esperó a Oscar Sevilla. Le llamaron de todo al alicantino, pero una Vuelta a la saca. Las ocasiones las pintan calvas y la remota opción de ganar un Giro no se da siempre por mucho que el corredor sea prometedor.
Astana ha regalado, así de fácil y de sencillo, el Giro a Alberto Contador. Si quitamos la crono, tanto Fabio Aru como Mikel Landa debieron estar por delante del ganador, incluso practicando tácticas infumables como la de la Finestre o las de los primeros diez días de carrera cuando Landa, Aru y Cataldo estuvieron a menos de un minuto del líder. Si entonces, cerca de Contador, no le dieron lo suyo, qué podrían hacer a más de cinco minutos en la general.
Fabio Aru sale reforzado de la carrera porque ha demostrado saber rehacerse de momentos en los que apetece tirar la bicicleta por un barranco, dígase Aprica, pero también es justo reconocer que el sardo ha tenido el favor de la dirección de su equipo que ha menospreciado una carta de la contundencia de Landa que a los puntos ha sido el ciclista más fuerte de este Giro.
Ahora Contador cierra capítulo y piensa en el Tour. Sigue adelante con su gran vuelta de tres meses, como cuenta en el Procycling, sea como sea, pensemos lo que pensemos de él, es un grande de este deporte a tenor del palmarés, pero ojo, en el Tour el 110% quizá ni sea suficiente. Allí los rivales habrán tomado nota de lo que ha pasado en el Giro y gente timorata no pulula a tu alrededor todos los días.
Imagen tomada del FB del Giro de Italia
INFO
Antención pregunta: Cuál fue tu primera Orbea???
Opinión ciclista
Grandes vueltas: ¿Quién es el mejor de la historia?
También en grandes vueltas, nadie se puede medir a Eddy Merckx
Las grandes vueltas son al ciclismo lo que los contrafuertes a una catedral.
Podrán gustar más o menos que las grandes clásicas, ciclismo de un sorbo, cargado como un buen café, pero en las tres semanas de un Tour o Giro o Vuelta salen a flote las miserias y excelencias de los ciclistas.
Nosotros somos más de clásicas, ciertamente, pero el fuego lento también le sienta bien a este deporte.
Hemos visto este listado, este top ten en Facebook y no nos hemos podido resistir a opinar, un poquito sólo, sobre los grandes de siempre en esta historia de tres semanas y mil aventuras.
Y vemos que el primero, como en casi todo, porque superarle se antoja imposible en un largo tiempo es Eddy Merckx, el corredor que resume su carrera diciendo que lo ganó todo, todo lo importante, salvo la París-Tours.
Eddy Merckx instauró una especie de yugo sobre el ciclismo que conoció que no tuvo muchos más nombres salvo el suyo desde finales de los sesenta a mediatos de los setenta.
El control de Merckx fue tal que en esa lista sólo sale un contemporáneo suyo, el escurridizo Felice Gimondi, protagonista en aquella jornada de Pra-Loup que cantó el ocaso del belga.
Gimondi fue, como Alberto Contador, un ciclista que explotó pronto.
Pero se le cruzó Merckx, como a otros tantos.
A Alberto Contador se le cruzó Chris Froome, a quien pudo ganar netamente una vez, en la Vuelta del 2014.
Alberto Contador en este listado podría haber estado más arriba.
Pero…
Sin embargo, no se puede obviar ese legado de siete grandes vueltas, siendo además uno de los pocos con las tres.
La lista también contempla a Miguel Indurain: si esto fuera un medallero olímpico, el Tour sería la medalla de oro y eso le pone a la estela de los más grandes.
Es curioso porque el desempate de Merckx e Hinault lo provoca la Vuelta que el belga ganó.
El tejón sigue siendo, más de treinta años después, el último campeón de la vieja escuela, aunque Tadej Pogacar se ha empeñado en seguirle, con cantidad y calidad de éxitos.
Ambos son ciclistas que atacan de amarillo, rosa o lo que fuera, que amasan triunfos de etapa, que abren distancias de diez minutos sobre los rivales.
Miguel Indurain fue otra cosa, como Jacques Anquetil, un poder contenido, medido en la habilidad contra el reloj.
Luego están los italianos, auténticos pioneros.
Belle époque, inaugurada por Alfredo Binda, ciclista que recibía primas por no tomar parte en las carreras y abrir el pronóstico.
Fausto Coppi y Gino Bartali, cuya rivalidad despierta aún emociones.
¿El mejor de la historia?
Cada uno tuvo lo suyo: su tiempo, sus rivales, sus recorridos.
Medirlos en igualdad es imposible.
Si por algo hemos de fiarnos, más allá de los sentimientos que despertaron esos triunfos, es de la estadística.
Y ésta es inapelable: Eddy Merckx
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
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Milán-San Remo: Meted a Ganna entre Pogacar y Van der Poel
Francisco Bonilla
3 de junio, 2015 En 20:28
Contador, al 90%, apenas necesita de equipo, como ya ha demostrado en toda su fecunda carrera, como un LeMond moderno. Landa ha sido sobresaliente en montaña pero para ganar una gran vuelta debe mejorar en CRI y … salir de Astana.