Ciclismo
Mi primer recuerdo de Xavier Tondo
Es difícil no sonreír cuando recordamos quién fue Xavier Tondo
Conocí a Xavier Tondo en Piera. Corría en el Artevi de Pineda.
Aquel era un equipazo, la referencia de Catalunya.
Era la primavera de 2002, veinte añazos ya, llevaba escasamente un año como plumilla del Meta 2 Mil para Catalunya.
Había oído hablar de él vagamente.
Sabía de su tremendo accidente en el Empordà en 2000.
Un costalazo que le costó meses y meses de recuperación. Se hizo trizas la pierna, pero volvió.
En ese mes firmó un hito que para los viejos del lugar fue histórico.
Lo comentamos entonces el secretario de la FCC Joan Casadevall.
Tondo, el renacido ciclista,, encadenó en dos fines de semana seguidos tres triunfos en las clásicas de Piera y Odena, y al siguiente Igualada, el entonces conocido como Gran Premi Diputació.
Creo recordar que llegó siempre escapado con aquel “potro desbocado” que fue Joaquim Soler.
Xavi ganó aquella edición de grandes clásicas, en su segunda temporada de vida, sucediendo a Sergi Escobar, y al año siguiente se hizo profesional en aquel Costa de Almería, conocido como “los torerillos de Moreno”, folclórico anuncio que no pintaba una sencilla realidad, pues a nuestro protagonista le sobrevino una mononucleosis.
Formó parte posteriormente del Catalunya- Angel Mir, un efímero proyecto apadrinado desde Palafrugell al que dio lustre y sus mejores triunfos.
Aquí coincidió con su gran amigo, en Carles Torrent, uno de los que mayor afectación ha mostrado con esta pérdida.
En Portugal halló fortuna, ganó las vueltas más prestigiosas, trabó amistad con Zeferino y el camino hacia un proyecto que se dibujaba serio, el Andalucía.
Años remando río arriba y le llegó el acceso a la elite en el Cervelo, donde se granjeo el aprecio de Theo Bos.
Antes no faltó a esa reunión in-extremis que algunos corredores profesionales catalanes, Jaume Rovira al frente, montaron para intentar sacar adelante una estructura, sólo una, profesional en Cataluña.
En aquella reunión, siempre a la derecha de su querido Carles, mostraba contrariedad, esos ojos saltones que otras veces denotaban amor por su profesión se apagaban ante lo complicado de la situación.
Amaba el ciclismo, tanto como denostaba el fútbol, “en España todo es fútbol, fútbol, fútbol” lamentaba, pero se revelaba ante tan injusto panorama para sus compañeros de oficio, pues él, aunque allí no lo dijo ya lo tenía hecho con Cervelo.
Aquí Tondo lidió también con situaciones comprometidas como la que el produjo Carlos Sastre con su ataque en los Lagos, cuando el catalán pasaba por su peor momento.
No pasó nada, ni un reproche, ni atisbo de queja, ni siquiera cuando meses adelante hablamos con él de aquello y ni siquiera se debía a la estructura del abulense.
En su afán de mejora no dudó en rodar por el velódromo barcelonés, “para mejorar cadencia” nos decía, junto al veloz Bos y el amiguísimo Carles.
Y es que, obligado siempre a remontar, Xavier Tondo salió casi siempre airoso salvo ese maldito día
Aquí no hubo tiempo de reacción, porque de haber existió un mínimo lapso este sonriente ciclista habría salido adelante.
Ciclismo
Juan Carlos Domínguez: «No quiero minutos de silencio y sí más seguridad para los ciclistas»
Hablar con Juan Carlos Domínguez ilustra lo mucho que se puede perder en la carretera
Hablar con Juan Carlos Domínguez, cuatro meses después del fallecimiento de su hija Estela, no es nada sencillo.
Roto por el dolor de perder al ser más querido, el exciclista nos atiende para recordarnos que los ciclistas estamos expuestos a mil circunstancias y entre ellas una creciente distracción entre los conductores de coche, más pendientes en ocasiones de llamadas del móvil y del wasap que de la ruta.
Y en la ruta, como dice Juan Carlos Domínguez, hay personas que van y vienen en su bicicleta para disfrutar de un rato de deporte.
Juan Carlos nos explica su voluntad de trabajar para que terceros no pasen por el mismo trance y que todo sea un poco más seguro.
En nuestra sección de A cuchillo nos sinceramos sobre lo que vemos en la carretera, tanto en el papel de ciclistas como en el de conductores rodeados, muchas veces, de más distracciones de las necesarias.
Y tras el repaso de actualidad, con Dauphiné, Suiza y Pogacar en el foco, un recuerdo sobre el gran Giro de Italia que han firmado pistards como Gearaint Thomas, Derek Gee y Jonathan Milan, demostrando, en palabras de nuestro técnico de cabecera en los velódromos, Jaume Mas, que la de la pista puede salir grandes vueltómanos.
En este podcast encontrarás;
- Una emotiva charla con Juan Carlos Domínguez, explicando, entre otras cosas, por qué no quiere que otras personas pasen por el trance de perder un ser muy querido atropellado en la carretera
- En «A cuchillo» valoramos los peligros y convivencia del ciclista con el conductor en la ruta
- Repaso de actualidad pasando por Dauphiné, mirando a Suiza y esperando a ver si Pogacar se ha recuperado completamente para el Tour.
- Balance pistard en el Giro de Italia, con Jaume Mas
Imagen: El Norte de Castilla
Ciclismo
Landa y Mas, menos mal que las cronos son cortas
El palo de Vingegaard en la crono del Dauphiné recuerda dónde están Landa y Mas
Hay una generación de ciclistas en la actualidad que las cronos más largas en competición que conocen van por los 30 kilómetros.
No lo critico, son las circunstancias que les ha tocado en suerte y a muchos esta vara de medir es una salvación.
Ver los más de dos minutos que Mikel Landa y Enric Mas se dejan en la crono del Dauphiné ante Vingegaard es un reflejo del estado de la nación ciclista.
El ciclismo del big 6 y el resto es un hecho y el ciclismo español lo parece en las propias carnes.
Cada crono a la que concurren Landa y Mas empeora la anterior, dejando claro que han bajado los brazos en esta modalidad.
Ojo que ambos salen con unos tres minutos perdidos de la crono, según reza la general.
Les consuela saber que el Tour tiene una crono más corta, porque de lo contrario, no tendrían opción ni de top 5.
Cuando le preguntas a Javi Guillén por qué las cronos son tan cortas, te argumenta el gran poder decisorio que tienen éstas.
No le falta razón, al poder que ya tiene gente como Vingegaard se le une la no concurrencia de ciertos corredores que un día hicieron buenos tiempos en la crono.
El Landa del Team Sky y el Enric Mas de Quick Step se manejaban en la modalidad como aquí no les vemos.
Ver a Mikkel Bjerg, el mismo que se quejaba de lo peligroso de la crono de Romandía, emocionado por ganar el test, compensa en algo la falta de ambición de otros.
Ojo que ambos han rodado por detrás de Egan Bernal, viniendo de donde viene el colombiano.
Sólo Richard Carapaz se les igual en decepcionante, veremos cómo intentan solventarlo en la dureza que queda hasta el final.
Imagen: A.S.O/Billy Ceusters
Gravel
Gravel Ride Tour por las mejores pistas de Girona
La Sea Otter Europe tendrá su dosis de tierra en la Gravel Ride de Girona
Una marcha tranquila, con ambiente social, no muy masificada, con dos puntos un poco complicados y el resto pista y pista para rodar y saborear la esencia del gravel, eso nos propone la Gravel Ride de Girona, tercera fecha de un circuito que ha visitado Santa Susanna y Vic y hace parada final en Girona, la capital del ciclismo.
Lo hará el 24 de septiembre, domingo, día final de la Sea Otter Europe, en medio del festival de ciclismo por excelencia
Unos 300 participantes tendrán la opción de correr por las tierras del sur de Girona, en un cambio radical de recorrido y concepción que llegará a los 74 kilómetros y mil metros de desnivel.
«Tomamos de inicio de salida sur, dirección Pla de la Selva y Viloví d´ Onyar. Es un terreno sencillo, llano, salpicado con alguna pequeña subida. La exigencia del lugar va acorde con nuestra intención de lanzar una salida social, con el disfrute del participante como gran prioridad» nos cuenta Jordi Cantal, uno de los ideadores la salida
No es casi hasta el kilómetro 40 que la carretera presenta las primeras subidas.
Hasta ese punto, pistas amplias y bien conservadas han llevado al rider hasta Cassà de la Selva, lugar del primer avituallamiento, una de las especialidades de las marchas de la Sea Otte Europe, variado y abundante.
«Empezamos la subida a Santa Pellaia, vamos a la puerta de Les Gavarres y luego dirección Montnegre, donde estará el segundo avituallamiento» prosigue el creador de la ruta.
La ascensión a Santa Pellaia -por donde habrán pasado participantes de la Ciclobrava instantes antes- incluye un par de rampas más exigentes, para ponerle un punto de dureza a la prueba «aunque nada que un ciclista con cierta preparación no pueda superar».
Se han limitado también los tramos más técnicos, sin trialeras y por pistas bien acondicionadas.
La vuelta a Girona se hace, como en las versiones de la Ciclobrava, por Montjuïc con el fin de aunar los servicios municipales que velarán la por la seguridad del ciclista.
La Gravel Ride Tour de Girona se resume en esos 73 kilómetros y casi 1000 metros de desnivel acumulado, pero también en una mayoría abrumadora de tramos gravel, más del 90% del itinerario es sobre tierra.
Jordi Cantal nos lo precisa: «Se saldrá y entrará de Girona por asfalto y habrá un tramo de enlace de unos dos kilómetros, también sobre asfalto«.
Los más rápidos se irán a las tres horas, lo que se lo tomen con calma a las cuatro y pico, porque en la Gravel Ride de Girona hay sitio para todos los públicos y ritmos.
Ciclismo de carretera
La crono del Dauphiné, huérfana de estrellas
Curiosamente la crono del Tour es más corta que la del Dauphiné
El Criterium du Dauphiné ha logrado, como la París-Niza, consolidar un esquema de carrera con crono central que creo está demostrando que funciona lo suficiente, al margen de las estrellas que compitan.
Tres o cuatro etapas llanas para velocistas, la citada crono -en París-Niza por equipos- y luego festival de montaña que, en Dauphiné, está más que justificado por las raíces de la carrera.
Esas son las premisas desde hace un tiempo y como digo funcionan.
Se da la circunstancia que en esta Dauphiné que dominan Laporte y Alaphilippe, la crono supera a la del Tour en distancia.
Son unos diez kilómetros, pero suficientes como para explicar la disrupción que vive el ciclismo actual, más cuando la organización de ambas carreras es exactamente la misma.
En medio del mapa francés, y antes de partir hacia la Savoya, escenario natural de la carrera, el Dauphiné dispone de un test de más de treinta kilómetros que va a poner orden a una general con muchos outsiders y un único favorito, Jonas Vingegaard.
Todo lo que no sea una victoria o casi triunfo del danés sería una sorpresa.
A Vingegaard ya le conocemos en la modalidad, pero es que prácticamente es top tres entre los mejores especialistas de la carrera.
Ojo la nómina que busca hacerle sombra: Remi Cavagna, Nelson Oliveira, Lawson Cradock, Dani Martínez y Adam Yates.
Estos son sobre el papel, los mejores especialistas de la modalidad.
Entre sus rivales para la general Enric Mas, Mikel Landa y Richard Carapaz saldrán a achicar agua.
La ausencia de croners en el Dauphiné me llama la atención, más teniendo presente este recorrido y posibilidades.
No están Stephan Küng, ni Kasper Asgreen, ni Wout Van Aert, ni Remco Evenepoel, ni Filippo Ganna.
Para una que les han puesto en bandeja de plata, han pasado de largo.
Imagen: A.S.O./Aurélien Vialatte
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